Análisis de Condemned 2

Análisis de Condemned 2
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Si te gustan las emociones fuertes y sintonizas con los videojuegos que llevan al límite tu aguante, Condemned 2 es tu título. Con un grado de brutalidad pocas veces visto con anterioridad y con una ostensible mejora gráfica, el lanzamiento de Monolith se confirma como el indeseable hermano “hardcore” que la acción en primera persona nunca deseó tener.

Si los videojuegos son sensaciones, el binomio Condemned es un fenomenal manojo de nervios. Si los shooters son brutales Condemned 2 es su equivalente snuff. Si los títulos de terror son pavorosos, éste nos mantiene pegados al asiento para levantarnos únicamente asustados por sus momentos de shock

Criminal Origins, el primer Condemned, fue un juego que no dejó indiferente a nadie. Cautivador, terrorífico y salvaje a partes iguales, se trataba de un juego inquietante, maduro y provocador, un ejemplo del estado “adulto” en el que la industria del videojuego se encuentra inmerso en estos momentos.

Con el brillante precedente de su primera entrega sólo cabía esperar lo mejor de la segunda parte. El resultado, sin embargo, es irregular. Las series se vuelven algo “mainstream” apostando a menudo por el susto fácil, y por un desarrollo más adecuado a los estándares del cine de Hollywood que a la lúgubre serie Z de su predecesor. Menos opresivo pero igualmente agitador y violento, el juego sufre de una desigual elección de niveles y de un comienzo realmente lamentable.

Este no es mi Ethan Thomas… ¡Me lo han Cambiado!
Ethan Thomas ha cambiado, y mucho. No hace falta ser un tipo muy despierto para darse cuenta. Con un aspecto grunge, sin afeitar, sucio y malhumorado, el antaño competente agente de policía duerme ahora en la calle, tiene serios problemas con su higiene personal y se codea con vagabundos y maleantes. No sólo ha variado su aspecto, sino también el interior de su compleja cabeza. Completamente pasado de rosca, de vuelta de todo y con serios problemas de respeto por los demás y por si mismo, lejos queda el detective Thomas del agente introspectivo y tímido que sufría delirios en la primera parte.

En Condemned 2, Thomas despierta en la calle, rodeado de basura y con una resaca de las que hacen época. Tras descubrir al final de la primera entrega que la oscuridad reina en su interior, comenzaremos la segunda sufriendo alucinaciones desde el inicio, disparando el factor fantástico en contraposición al componente realista con el que contaba la primera mitad del genial Criminal Origins.

Ethan Thomas no se ha recuperado de la salvaje experiencia que vivió en la primera parte de Condemned. Lo que hubiera destrozado la salud mental de cualquiera, convierte al agente Thomas en un deshecho social como los que siempre ha combatido.
Ethan Thomas no se ha recuperado de la salvaje experiencia que vivió en la primera parte de Condemned. Lo que hubiera destrozado la salud mental de cualquiera, convierte al agente Thomas en un deshecho social como los que siempre ha combatido.

Van Horn ha desaparecido pidiendo ayuda en una de las peores zonas de la ciudad, y su convulsa ausencia será sólo el matiz que produzca el detonante de la espiral de violencia que se desata. Thomas colaborará directamente con las autoridades en esta secuela, y a veces incluso iremos acompañados por un equipo de operaciones especiales. A los pocos minutos de juego, concretamente en el segundo nivel, descubriremos el porqué de su mensaje de auxilio, y a partir de ahí comenzará nuestro viaje por los habituales bajos fondos entre los que tan cómodos se sienten los diseñadores de Monolith, en un viaje nocturno y épico que nos llevará por un buen puñado de escenarios.

A nivel de ambientación y tratamiento de los escenarios Condemned 2 conserva todos los factores que hicieron grande al primer título, aunque a menudo resta opresión y claustrofobia a la ecuación al apostar ocasionalmente por compañeros y por entornos muy abiertos e incluso al aire libre. En el primer Condemned apenas pisábamos las calles de la ciudad un par de veces, y sólo contábamos con la compañía de la científico policial Rosa –que repite aquí- en un momento muy concreto del nivel de la biblioteca; pero en el segundo comenzaremos algunas de las misiones acompañados por un puñado de agentes, y recorreremos multitud de calles e incluso un barco o unas vías de tren al aire libre.

No es que el juego se haya convertido en un “Peina a tu Pony”, ni muchísimo menos, y de hecho algunos ramalazos de dureza y angustia nos retrotraen directamente a la primera entrega, como el genial nivel del Hotel Preston o la aterradora fábrica de muñecas; pero si que es cierto que se ha perdido la aterradora sensación de Criminal Origins, un juego que se desarrollaba prácticamente en su totalidad en angostos pasillos y en los que el enemigo eran tanto los criminales como los agentes de la policía. Un título, en definitiva, donde sentirse sólo y aislado era parte de su encanto.

“Sus Ojos eran el Fondo del Infierno”
El fuerte de Condemned 2 siguen siendo los combates cuerpo a cuerpo, aunque el uso de las armas de fuego también ha aumentado exponencialmente. El juego hace bien los deberes presentándonos rápidamente los controles y rutinas de las luchas en un improvisado Club de la Lucha al inicio del juego.

Peleando con un puñado de yonkis y maleantes en un recinto enjaulado comprobaremos los primeros cambios que implementa el juego. El primero y bienvenido es el de la incorporación de los puños al combate. Cuesta creer como Criminal Origins pudo pasar por alto la lucha con las manos, pero la continuación hace todo lo posible por aprovechar bien este otrora descuidado aspecto.

Las armas de fuego abundan en mayor medida en la segunda entrega de Condemned, y sus efectos son todavía más brutales que en la primera. Los enemigos no sólo saldrán despedidos por el impacto de la bala, sino que un disparo certero puede hacerles estallar la cabeza en un desagradable amasijo de sangre y trozos de cráneo.
Las armas de fuego abundan en mayor medida en la segunda entrega de Condemned, y sus efectos son todavía más brutales que en la primera. Los enemigos no sólo saldrán despedidos por el impacto de la bala, sino que un disparo certero puede hacerles estallar la cabeza en un desagradable amasijo de sangre y trozos de cráneo.

El antaño torpe y poco ágil Ethan Thomas se transforma en Condemned 2 en una fenomenal máquina de matar. Parte del encanto de la primera entrega era precisamente la lentitud de la respuesta del protagonista al golpear, y su poca destreza en la lucha; en su secuela, sin embargo, Thomas parece haber entrenado duro porque sus movimientos son precisos, su resistencia dilatada y su empleo de los puños le asemeja casi con un boxeador.

El sistema de los gatillos sigue en pie, pero se ha modificado un poco para ampliar la variedad de opciones. Gatillo izquierdo-puño izquierdo, gatillo derecho-puño derecho, los dos gatillos-bloqueo; secuencias que unidas al click de la palanca izquierda del pad nos permitirán realizar ganchos. Esta aparentemente sencilla combinación de botones, en conjunción con un nuevo y atractivo sistema de combos, dotan a los combates de Condemned 2 del carisma y la variedad de la que adolecía su predecesor. Obtendremos bonus de combo por respuesta a bloqueos, por encadenado de puñetazos, etc., y en el momento en que llenemos una barra de agresividad que se encuentra en la parte superior derecha de la pantalla accederemos a un modo a cámara lenta, en el que a modo de Quicktime Events accionaremos los gatillos en un orden concreto para llevar a cabo una brutal serie de golpes que tumbarán a nuestro rival.

El uso de las manos para el combate es fantástico, y nos acerca de una manera increíblemente inmersiva a la brutalidad de pelearse con un vagabundo en mitad de una desértica calle nocturna. Sin embargo la seña de identidad de Condemned, y su verdadera “imagen de marca” es el empleo de improvisadas armas contundentes con los objetos que encontremos en los escenarios.

Condemned 2, como “más y mejor” que es de su primera entrega, apuesta por ampliar de forma notable el abanico de objetos que utilizar como armamento. El enfermizo cerebro de los chicos de Monolith nos permite en el juego aporrear a los enemigos con la tapa de un retrete, con una pierna ortopédica, con la pata de una cama o incluso con una muñeca de plástico.

¿Definición de juego extremo? Un título donde puedes golpear a los enemigos con la tapa de un retrete hasta dejarlos inconscientes y luego arrojarlos a una red de alta tensión.
¿Definición de juego extremo? Un título donde puedes golpear a los enemigos con la tapa de un retrete hasta dejarlos inconscientes y luego arrojarlos a una red de alta tensión.

Una de las partes de los combates de la primera entrega que parecían una genial idea, pero que quedaron algo deslavazadas fueron las de las ejecuciones. Lo que en Criminal Origins se resolvía con brutales cabezazos, puñetazos o rupturas de cuello, en su continuación es un auténtico festín de violencia y brutalidad sin límites. Cuando un enemigo está sometido, es decir de rodillas a nuestra entera merced, podemos ejecutarlo ahí mismo a golpes o “potenciar nuestra imaginación”, cogerlo del cuello y utilizar la multitud de objetos y lugares que los creadores del juego han dispuesto para que acabemos con el rival de la forma más violenta posible.

De este modo, y cargando con el enemigo inconsciente, podremos llevarlo hasta el lugar del escenario que muestre una calavera para comprobar la orgía de muerte y destrucción que el título propone. En un alarde de sadismo podremos meter la cabeza del yonki en cuestión en un televisor, lanzarle contra el cableado de alta tensión, o romperle la cara contra la esquina de un mueble. ¿La más brutal de las ejecuciones? De las que hemos visto la más impactante ha sido la de meter la cabeza de nuestro rehén en una prensa y girar manualmente la rueda que la controla hasta hacerle estallar el cráneo.

La Flaqueza del Rudo
Uno de los puntos más criticados del primer Condemned, y no sin razón, fue el de la faceta de la investigación. Excesivamente guiada y con pocas alternativas resultaba ser una torpe y rutinaria recogida de pruebas con muy poca interacción. Desde Monolith se ha pulido muchísimo este aspecto dotando a esta faceta de un componente muy atractivo que nos permite escoger qué cosas queremos investigar y cuales no.

Desde identificar cadáveres, hasta seguir rastros de sangre o buscar números escritos en una pared en tinta invisible, la gama de situaciones que investigar es amplia y rica en Condemned 2, y en todo momento se nos deja a nosotros escoger que material emplear y de que manera acometer la recogida de pistas.

El inventario de accesorios para nuestras pesquisas no ha aumentado de forma notoria, pero si que ha sufrido diversos cambios y modificaciones que aumentan nuestra actuación en el proceso. Si mantenemos apretado el botón asignado en el pad a las herramientas accederemos a un menú donde podremos escoger entre la cámara de fotos, el Espectómetro, la Luz UV o el GPS. El GPS ofrece un mapa cenital de las estancias y sirve para orientarse en los laberínticos escenarios, la cámara de fotos sirve para enviar instantáneas al laboratorio de investigación de Rosa, el Espectómetro para localizar los aparatos que emiten zumbidos sónicos y la Luz UV para buscar rastros o pistas que, en principio, no son visibles para el ojo humano desnudo.

Ethan Thomas ha caído en desgracia. Duerme en la calle, se relaciona con lo peorcito de la ciudad y se ve inmerso habitualmente en peleas y broncas callejeras. Cuando la policía recurre a él, tiene graves problemas con el alcohol; de hecho el síndrome de abstinencia atenaza a nuestro protagonista, de modo que será interesante beber algo de licor de vez en cuando para calmar su agitado pulso.
Ethan Thomas ha caído en desgracia. Duerme en la calle, se relaciona con lo peorcito de la ciudad y se ve inmerso habitualmente en peleas y broncas callejeras. Cuando la policía recurre a él, tiene graves problemas con el alcohol; de hecho el síndrome de abstinencia atenaza a nuestro protagonista, de modo que será interesante beber algo de licor de vez en cuando para calmar su agitado pulso.

Otro de los movimientos inteligentes del juego en la faceta “detectivesca” es la de plantearla como unos minijuegos en la que al final del proceso se nos evaluará. De este modo según vayamos localizando pruebas mantendremos una conversación con Rosa en la que nos formulará una serie de preguntas. De la calidad de nuestras respuestas dependerá la correcta resolución del misterio, y al final de cada una de las investigaciones obtendremos una puntuación.

Aumenta la interacción en la parte de la indagación, pero también lo hace en la de las relaciones con los personajes y con los propios escenarios. Una curiosa adición a la fórmula la ofrece la de las “acciones sociales”, una serie de posibles respuestas que nos obligan a estar atentos y es que para pronunciarse requieren de que se pulse un botón en un momento concreto. En su mayoría son macarradas, cortes de manga o insultos, y no es que tengan una importancia relevante en la historia, pero funcionan de forma efectiva en el contexto del personaje.

Los escenarios, asimismo también ofrecen más secretos que los pájaros, televisores y placas metálicas de la primera entrega. Aparte del hecho de tener que “buscarnos la vida” con las pistas, también se nos conmina a localizar los televisores y radios que emiten mensajes de cierta importancia, y que nos obligan a manejar su antena hasta captar la señal. Así mismo en los mapas se encuentran desperdigados en los lugares más insospechados unos aparatos que emiten zumbidos y que, como ya hemos descrito con anterioridad, son fácilmente localizables con el Espectómetro. Estos desconcertantes sistemas parecen estar relacionados con el comportamiento agresivo de los sujetos que se encuentran cerca de ellos, y deben ser destruidos.

Condemned 1.5 –Tecnología-
Gráficamente Condemned: Criminal Origins fue uno de los títulos más aplaudidos de entre los juegos de lanzamiento de Xbox 360, y su segunda parte desde luego no defrauda. El título ofrece una versión corregida y aumentada de las bondades visuales de su predecesor, haciendo especial énfasis en el modelado general de los personajes y en la mejora de texturas.

Sin embargo no se observa un cambio radical en ninguna faceta que justifique el tiempo transcurrido. Cambio que, por otro lado, tampoco exigía pues con idéntico motor y un puñado de pequeños ajustes se ha conseguido un resultado muy bueno.

Los deficientemente tratados rostros de los personajes han mejorado de forma espectacular, especialmente los de sus protagonistas, dejándonos unos Ethan y Rosa prácticamente irreconocibles. El sistema de movimientos y animaciones de los enemigos sufre un fuerte reciclaje de la primera entrega, observándose que muchos de ellos han sido trasladados literalmente.

En los combates masivos deberemos emplear también la inteligencia. Si conseguimos que dos de nuestros enemigos se peleen entre ellos puede que matemos dos pájaros de un tiro, esperando a que ambos se debiliten para acabar con ellos sin mayores problemas.
En los combates masivos deberemos emplear también la inteligencia. Si conseguimos que dos de nuestros enemigos se peleen entre ellos puede que matemos dos pájaros de un tiro, esperando a que ambos se debiliten para acabar con ellos sin mayores problemas.

Los escenarios siguen presentando el mismo aspecto genial y barroco dentro de lo sucio y abandonado que han caracterizado a las series. Con un empleo de la paleta de color inmejorable, los lugares que visitaremos estarán marcados por la abundancia de basura, los colores poco o nada saturados y su estilo laberíntico y angosto.

El único punto negativo que hemos observado en el rocoso frame rate del que hace gala el juego son unas ocasionales congelaciones de unas fracciones de segundo. Parecen deberse al cargado de elementos del nivel, pues no coinciden con los momentos de grabación de check-points.

Lo sonoro es, como es también costumbre en los títulos de Monolith, uno de los aspectos más cuidados. El juego llega a nuestro país en inglés con la única localización de sus textos, pero el trabajo de voces de su versión original es tan bueno que es un matiz que se nos antoja perdonable. A los que disfrutaron de la primera entrega les resultará chocante el cambio de doblaje de su personaje principal, la vulnerable voz del Ethan Thomas original no parecía adaptarse al chulesco héroe de su continuación, con lo que se ha cambiado por un actor más adecuado al nuevo estilo.

La música es adecuada y terrorífica, y el empleo del sonido –crujidos, pisadas, golpes- es tan desasosegante que nos atrevemos a afirmar sin riesgo a equivocarnos que es prácticamente la mitad de la experiencia Condemned.

Life Size Doll –Conclusiones-
Sin restar ni un ápice de mérito a esta brillante segunda entrega que es Condemned 2, lo cierto es que el impacto que produjo su primer episodio no ha sido superado. Nuestros primeros y titubeantes pasos en Criminal Origins se quedaron grabados en nuestra retina como uno de los más refrescantes refritos de Shooter y Survival Horror que habíamos visto en los últimos años, lamentablemente la segunda entrega mejora muchos aspectos jugables de su predecesor pero no consigue dar una vuelta de tuerca o aportar algo que pueda considerarse novedoso.

Asimismo el primer nivel es uno de los más torpes inicios que hemos experimentado en los últimos años teniendo en cuenta el nivel de la saga, y es un comienzo totalmente impropio de la altura creativa y visual de los dos juegos. Marcado por un torrente de fantasía absurdo y totalmente fuera de lugar, el prólogo no tiene ningún ritmo y acusa unos escenarios con muy poco carisma, realizando la necesaria labor de presentar al nuevo protagonista y poco más.

Condemned 2 añade un multijugador. No es gran cosa, pero está ahí y dilata la campaña, verdadero protagonista del título. Hasta ocho jugadores pueden disfrutar al mismo tiempo del placer de arrearse guantazos. Los modos son cuatro y son los clásicos: revisiones del combate a muerte en solitario y por equipos, del ataque a los VIPs y de la captura y defensa de objetivos.
Condemned 2 añade un multijugador. No es gran cosa, pero está ahí y dilata la campaña, verdadero protagonista del título. Hasta ocho jugadores pueden disfrutar al mismo tiempo del placer de arrearse guantazos. Los modos son cuatro y son los clásicos: revisiones del combate a muerte en solitario y por equipos, del ataque a los VIPs y de la captura y defensa de objetivos.

Por suerte la duración de los 11 episodios que componen el juego –poco más de 10 horas de duración- es muy desigual, y el primero apenas dura unos minutos, llevándonos en segundo lugar a la primera de las memorables localizaciones, el ya mencionado Hotel Preston. Por su parte la fábrica de muñecas, el barco y el edificio de apartamentos atestado de yonkis son sólo unos ejemplos de los nuevos añadidos a la peculiar imaginería de la saga.

El miedo sigue muy presente, y hay multitud de criaturas de aspecto siniestro y sobrenatural que pueblan algunos de los niveles. No obstante lo que más miedo sigue dando son los drogadictos, vagabundos y alcohólicos; por su realismo, su cercanía y su sensación de veracidad. No obstante hay que reconocer que también hay sobresalientes fichajes para el bestiario de la saga como las terroríficas muñecas “Life Size Dolls”, de las que no daremos detalles para no estropear la sorpresa; o los yonkis, delgados hasta lo inhumano que, únicamente cubiertos por un calzoncillo y armados con una jeringuilla, nos depararán momentos verdaderamente estresantes.

El juego, sin embargo, es mucho menos sutil que Criminal Origins. En la primera parte se dosificaba realmente bien el componente sobrenatural, para irlo presentando de forma progresiva y adecuada. En la segunda entrega, puede que debido al final del anterior juego, lo fantástico tiene un peso mucho mayor. Un peso que resta realismo y, posiblemente inmersión, pero que ofrece algunos resultados memorables como el espectacular enfrentamiento con la siniestra Némesis de nuestro héroe en el teatro hacia la mitad del juego.

La remodelación de los combates es brillante y resultaba necesaria para dotarlos de variedad, sin embargo no comulgamos con el ágil y fuerte nuevo protagonista. El sentirse desvalido con un policía poco preparado para el cuerpo a cuerpo era uno de los encantos de la primera parte, y este “superpoli” de la continuación pierde carisma de forma alarmante.

La investigación, por último, funciona realmente bien, y pese a que algunos de los rompecabezas son excesivamente fáciles el conjunto resulta francamente conseguido. El hecho de que las pesquisas sean opcionales es otro punto a su favor para los que no estén interesados en ellas.

Excelente

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Condemned 2

Por: El equipo de 3DJuegos
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Condemned 2 es una notable segunda parte, y funciona a la perfección como elemento complementario para su predecesor, tanto en lo jugable como en su argumento. El desarrollo se orienta en momentos concretos casi hacia el espectáculo de fuegos artificiales algo vacío, perdiendo completamente el hilo algo más minimalista de la saga, sin embargo la experiencia resulta igualmente satisfactoria, y la brutalidad y lo sórdido de su ambientación nos mantiene morbosamente pegados a la pantalla. Un título, en definitiva, no apto para todos los públicos, que en ocasiones desafiará nuestro aguante y que precisamente encuentra su mayor fortaleza en lo extremo de su propuesta.

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Jugadores: 1-8
Idioma: Textos en castellano y voces en inglés
Duración:
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