Análisis de Dementium The Ward

Análisis de Dementium The Ward
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El terror reaparece en Nintendo DS con una propuesta oscura, violenta y axfisiante, nacida con la intención de rellenar un catálogo de la portátil donde no abundan juegos de este género.

Obras jugables estremecedoras en Nintendo DS caen en pecado por su escasez, un género que no ha sido explotado en la portátil de Nintendo por considerarlo una plataforma poco apta para abrazar los principios del género. Aún así Renegade Kid, un estudio afincado en Texas creado hace dos años, ha puesto una piedra más para demostrar que este género tiene grandes posibilidades en la pequeña consola. Exponentes como Resident Evil: Deadly Silence o Dead & Furious son las pocas referencias que tiene este Dementium: The Ward en Nintendo DS, un terreno prácticamente virgen y por lo tanto ávido de exploración.

La luz, el agente físico que nos da visibilidad, es el elemento más importante del juego. No sólo nos permite encontrar munición, botiquines o pistas en las habitaciones, sino también ver llegar a unos enemigos que se mueven demasiado rápido para ser zombis.
La luz, el agente físico que nos da visibilidad, es el elemento más importante del juego. No sólo nos permite encontrar munición, botiquines o pistas en las habitaciones, sino también ver llegar a unos enemigos que se mueven demasiado rápido para ser zombis.

Dementium no es en sí una novedad, de hecho en Estados Unidos el juego lleva a la venta desde hace dos años con un éxito relativo y una crítica aceptable, ya que en su tiempo demostró ser un producto tecnológicamente avanzado. El juego, que llega a nuestro país con la única novedad de la traducción, es exactamente el mismo aunque con una losa del tiempo en su contra. Además el estudio tejano cuenta con un nuevo título llamado Moon que mejora el presente juego en todos los aspectos y que, aunque no es una secuela, sí que utiliza el mismo motor gráfico pero remozado y resuelve ciertos errores que sí posee esta entrega y que veremos en sucesivas líneas del análisis.

Brillante puesta en escena
Dementium The Ward utiliza el propio motor gráfico ideado por Renegade Kid, grupo que a pesar de ser relativamente nuevo cuenta con integrantes que llevan a sus espadas bastantes años en la creación de videojuegos. Sin duda alguna, lo primero que sorprende al arrancar el juego es su ambientación, su suavidad y los planos que adopta. El producto comienza fuerte, con un enfermo mental sumergido en un sin fin de alucinaciones, provocadas o no, que muestran al personaje en una silla de ruedas escapando de sus propias pesadillas. Esta introducción nos sirve de nexo para comenzar el juego, despertándonos en mitad de la noche en un paraje bastante atroz: un hospital psiquiátrico, a oscuras, en plena tormenta y en unas condiciones lamentables. La ambientación se amolda a la perfección con el valor artístico del juego presentándonos unos escenarios oscuros, llenos de detalles, con marcas de violencia, desorden, mobiliario roto, y con la única luz d la luna y el destello de los relámpagos salpicándonos con su furia. Falta un detalle, mucho líquido rojo tanto por las paredes, suelos, e incluso sobre nosotros.

Esta ambientación tétrica puede despertar en el jugador una sensación de profundos miedos tal como lo hacía en su tiempo Silent Hill, juego del que hereda tanto el diseño de los escenarios, el mapa, ciertos puzzles, sonidos y acordes musicales. Aunque lejos de ser un survival horror nos encontramos con un juego de acción en primera persona, un FPS que engloba un control parecido al del Metroid Prime: Hunters en Nintendo DS. Entrando de lleno en el control y dejando su ambientación, debemos concentrarnos en su jugabilidad donde el juego es diametralmente opuesto, con varios puntos negros que vician la gran propuesta inicial.

La oscura cara jugable
En primer lugar a pesar de la suavidad en el movimiento del personaje y de su preciso control con el stylus y la cruceta, el personaje tiende a quedarse atascado entre los objetos y elementos del escenario, dando una sensación de torpeza y encasillamiento que vicia esa sensación de frescura inicial. Añadir que la disposición de los escenarios acaba haciéndose repetitiva, con unos enemigos que reaparecen en las instancias cada vez que volvemos sobre nuestros pasos, un factor que, teniendo en cuenta la escasez de munición presente en el juego, nos obligará una y otra vez a concentrarnos en esquivarlos y no hacerles frente. Pero lo que sin duda tiene un gran peso negativo es el sistema de guardado implementado, ya que a pesar de permitirnos salvar la partida cuando queramos, una vez nos eliminan siempre nos remite o bien al comienzo del capítulo o a la mitad, debiendo rehacer todos nuestros pasos una y otra vez, un hecho especialmente molesto en los capítulos más avanzados donde perder la vida es cosa asidua. Este sistema ha sido mejorado en el mencionado Moon, su secuela técnica espiritual.

No podía faltar la presencia de una niña misteriosa en un título de terror. Si ya la vimos en Silent Hill o FEAR ahora también en un hospital psiquiátrico. Mucho terror clásico que ha recorrido nuestras mentes tanto en el cine como en el ocio electrónico y que también se da cita en este juego.
No podía faltar la presencia de una niña misteriosa en un título de terror. Si ya la vimos en Silent Hill o FEAR ahora también en un hospital psiquiátrico. Mucho terror clásico que ha recorrido nuestras mentes tanto en el cine como en el ocio electrónico y que también se da cita en este juego.

Otro de los problemas derivados se dirige hacía el enfrentamiento con los enemigos, donde sólo se nos permite utilizar un arma u objeto a la vez. Teniendo en cuenta que el uso de la linterna es prácticamente obligatorio para guiarnos por las oscuras instancias y no toparnos con los enemigos de bruces, la limitación de ir equipado o bien con la linterna o bien con un arma, es especialmente dura, sobre todo en los niveles avanzados que requieren de un amplio uso de las armas. Dichas armas se encuentran en la parte inferior de la pantalla táctil, pudiendo elegirlas rápidamente pero entorpeciendo nuestro manejo ya que el stylus también se usa para el apuntado y la visión sobre el escenario, mientras que la cruceta desarrolla nuestros movimientos motrices básicos.

Los puzzles, no muy numerosos y sencillos, nos van a recordar también a juegos clásicos del género que se resuelven gracias al stylus sin grandes complicaciones. Conviene también aprovechar el cuaderno de notas, estilo Hotel Dusk, que nos sirve para reflejar las pistas que vayamos recogiendo.

Los enemigos finales son bastantes complicados de vencer, debido sobre todo a nuestra escasa munición y debilidad en combate con un sistema de vitalidad que aguanta pocas embestidas. Si nos mandan al otro lado nos va a tocar rehacer medio capítulo a pesar de haber salvado instantes antes.
Los enemigos finales son bastantes complicados de vencer, debido sobre todo a nuestra escasa munición y debilidad en combate con un sistema de vitalidad que aguanta pocas embestidas. Si nos mandan al otro lado nos va a tocar rehacer medio capítulo a pesar de haber salvado instantes antes.

El apartado técnico sorprendió en su tiempo, aunque hay que analizarlo en base a los tiempos actuales, que es cuando ha llegado el juego a tierras españolas. Los escenarios son ricos en detalles, aunque con un texturizado que se deja ver demasiado. El compendio artístico se comporta sabiamente con la experiencia de juego, que se mueve a la perfección por los principios dictados, a caballo entre el survival horror y los FPS. Sin duda los efectos de luz son notables, de suma importancia, pues juegan con el escenario ofreciendo un gran elenco de sombras que ahondan en el ambiente tétrico. El trabajo sonoro es muy acertado, ayudándonos a sumergirnos en una aventura estremecedora donde oiremos todo tipo de gemidos, escalofriantes alarmas o la emisora de emergencia. La música se basa en instrumentos de cuerda, apareciendo de nuevo Silent Hill como musa de inspiración para el juego.

Interesante

Sin sello

Dementium: The Ward

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Dementium The Ward es un juego sorprendente en su ambientación y totalmente necesario en un género poco explotado en la portátil de Nintendo. El juego posee un aspecto técnico notable, compacto, suave pero bajo una base jugable poco eficiente, sobre todo por su sistema de guardado y por una curva de dificultad inestable. Su enorme ambientación es su principal baluarte, aportando unas sensaciones caducas por su corta duración. Un gran juego, mezcla de survival horror y FPS, que llega con cierto retraso al panorama actual pero a tiempo de seguir dando miedo a doble pantalla.

Comprar Dementium: The Ward
Jugadores: 1
Idioma: Manual en español y textos en español
Duración:
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