Análisis de Mordheim City of the Damned. Ejércitos, saqueos y muerte permanente

Análisis de Mordheim City of the Damned. Ejércitos, saqueos y muerte permanente
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Bienvenidos a la Ciudad de los Condenados, un lugar donde solo lo más fuertes sobreviven. No es exageración. Mordheim: City of the Damned es un videojuego de rol y estrategia por turnos tan implacable, tan cruel con aquellos que cometen errores, que al final, por fuerza, terminas disfrutando de su desafiante acción. Nos adentramos en el mundo de Warhammer para contaros en este análisis qué hace tan especial a este juego que, tras su paso por PC, llega ahora a PS4 y Xbox One.

Seré sincero. A día de hoy me cuesta entender por qué me gusta tanto Mordheim: City of the Damned. Es un videojuego implacable y cruel con aquellos que cometen errores… y poco hace para suavizar el golpe. Es duro, denso en la forma de plantear su acción, con enrevesados menús y demasiada información que asimilar ante siquiera de empezar a entender sus peliagudas batallas. Y pese a todo me gusta. También a muchos de los fans del universo Warhammer, que desde su lanzamiento en PC celebraron la fidelidad con la que esta aventura de rol y estrategia por turnos capta la esencia del juego de mesa. Su nombre no podía ser más premonitorio: la Ciudad de la Muerte, que no es como para tomárselo a broma. Pocos juegos te harán sentir tan vulnerable a la negra parca como esta obra del estudio independiente Rogue Factor. Un simple desliz o una mala decisión estratégica y el mejor de tus héroes acabará mutilado, sino muerto, creando tal vacío en la hueste que a veces sobreponerse a esa pérdida será un desafío imposible de sobrellevar. A nivel jugable e incluso anímico.

Ya lo decían los responsables de Valkyria: Azure Revolution. "Si en un juego un personaje no puede morir no se transmite ninguna sensación de peligro al jugador". Y eso es justo lo que hace Mordheim con su concepto de muerte permanente. Los errores se pagan con sangre, la de tus soldados; y estos a su vez con oro y material de guerra sin el cual será imposible continuar la cruzada. Así que más pronto que tarde acabarás muerto, o ahogado en deudas sin dinero con el que pagar los emolumentos de tus mercenarios, o sin recursos que enviar a aquel que financia tus andanzas; lo que a fin de cuentas supondrá igualmente la derrota. La triste y cruel derrota en un juego que os hará valorar la vida de vuestras tropas como si fuera un tesoro. Y ya solo por ese detalle merece la pena afrontar el desafío y aguantar los muchos condicionantes que, a priori, deberían condenar al videojuego.


Una ciudad maldita que saquear

Fiel reflejo de ese gran juego de tablero con el que Games Workshop daba un espectacular giro de tuerca al universo Warhammer a finales de los noventa, Mordheim: City of the Damned sustituye las batallas multitudinarias propias de esta franquicia por combates urbanos a menor escala entre grupos de soldados que lejos de buscar la gloria con la completa aniquilación de los enemigos, que por supuesto, pelearán ante todo por hacerse con los preciados Fragmentos de Bruja y otros tesoros de índole similar que han sobrevivido a la caída del cometa que arrasó la Ciudad de los Condenados que da nombre al juego. La guerra, por tanto, tiene un enfoque distinto.

Tratar las heridas de los soldados será vital para evitar más bajas de las necesarias. Si son mutilados tendrán que "aprender" a luchar de otra forma.
Tratar las heridas de los soldados será vital para evitar más bajas de las necesarias. Si son mutilados tendrán que "aprender" a luchar de otra forma.


No buscamos matar a todos los rivales, aunque lógicamente esta es una de tantas formas de completar con éxito una misión, sino más bien saquear lo máximo posible antes de abandonar el campo de batalla. Si lo hacemos bien volveremos a nuestro refugio con los bolsillos llenos y un futuro prometedor, pero si nos enfrascamos en batallas sin ton ni son, lo más probable es que por el camino perdamos a algún soldado sin tan siquiera obtener el oro necesario para pagar el sueldo de las tropas. En este caso guerreros pertenecientes a cuatro facciones: los Mercenarios del Imperio, el Culto de los Poseídos, las Hermanas de Sigmar y los feroces Skavens; cada una de las cuales tiene sus propias unidades de combate y particularidades que las hacen únicas.

Ejércitos, saqueos y muerte permanente


El concepto de muerte permanente es bestial, os hará valorar la vida de vuestras tropas como si fuera un tesoro

Sobrevivir al mundo de Mordheim es por tanto una tarea bastante complicada. Los recursos son limitadísimos, el escenario un laberíntico campo de batalla con montones de trampas y recovecos donde cualquiera podría esconderse para atacar por sorpresa, y los enemigos son además temibles e implacables. Un pequeño error y enseguida te verás rodeado de espadas sedientas de sangre. Razón por la que tanto me ha gustado este título, que a su modo consigue meterte el miedo en el cuerpo.

Piensa y luego actúa. Es el mejor consejo que puedo daros antes de enzarzaros en los sesudos combates por turnos que plantea el juego. Y no es para menos. Dependiendo de las tropas bajo vuestro mando, del tipo de armas que lleven encima, de las nuevas habilidades que hayan aprendido, de los enemigos a los que os enfrentéis, e incluso del escenario en el que os encontréis, cada partida puede ser totalmente distinta a la anterior. ¡Será por opciones! Hay montones de habilidades especiales y conjuros mágicos entre los que elegir; también tácticas de flanqueo, ataques por sorpresa, distintas posiciones defensivas que adoptar, y hasta tropas como arqueros que bien situadas pueden causar auténticos estragos.

Ejércitos, saqueos y muerte permanente


Perderse en las calles de Mordheim es demasiado fácil, así que conviene recurrir una y otra vez a este mapa táctico. Os salvará la vida en más de una ocasión.
Perderse en las calles de Mordheim es demasiado fácil, así que conviene recurrir una y otra vez a este mapa táctico. Os salvará la vida en más de una ocasión.


Mordheim es tan "realista" en su acción, que incluso podemos guarecer a nuestros soldados en el interior de edificios para protegerles del ataque de criaturas gigantescas como los ogros o las abominaciones del Caos, que por razones obvias no caben por la puerta. Incluso armas como las lanzas y alabardas funcionarán peor en estos espacios reducidos, lo que denota el grado de complejidad jugable de este título. ¿La pega? Aunque adoro que sea así de profundo en su acción, entiendo que su enrevesada interfaz de usuario y lo mal que explica algunas de sus mecánicas de juego pueden ser una barrera infranquiable para muchos. Ya lo decía antes. Meses después de haber disfrutado del original del PC todavía sigo haciéndome la misma pregunta: "¿por qué me gusta tanto este videojuego?"

Las primeras horas pueden tornarse en una auténtica pesadilla, pues a veces la aleatoriedad o la tirada de dados virtual dificultan en exceso la acción. ¡Llega a ser frustrante! cuando no das en el blanco, cuando no encadenas ataques críticos, cuando apareces rodeado de enemigos mucho más poderosos o tus tropas no responden con la eficacia esperada… y si intentas arreglarlo, te topas con una interfaz poco clara que a veces puede incluso llevar al engaño. Ocurre con las probabilidades de éxito en el golpeo. ¿Cómo es posible que falle un ataque con porcentaje de acierto de 90? Fácil. Porque a ese dato hay que restar las defensas del enemigo y todas las bonificaciones que este lleve encima. Pero claro. No nos lo dicen. Y si lo hicieron en el tutorial, que es un auténtico dolor de muelas, después de tantas tablas, tantas posiciones de ataque y tantas habilidades, como para acordarse.

Ejércitos, saqueos y muerte permanente


Así que sí, es bastante fastidioso sobrevivir a las primeras horas con Mordheim: City of the Damned, pero merece la pena el esfuerzo. En especial por ver cómo tu banda prospera. ¿Sois de los que en su momento teníais figuritas de alguno de los ejércitos de Warhammer? Pues esto es prácticamente lo mismo. Son tus soldados, solo tuyos. Porque tú los has equipado con lo mejor que tenías a tu alcance, y tú has hecho que destaquen en unos u otros aspectos de la guerra en base a la elección de sus atributos físicos, especialización en armas y demás. De ahí que duela tanto perderlos en batalla. Que suframos por la muerte de nuestro líder, gran responsable de que nunca baje la moral de la hueste -de hacerlo en exceso huirán en desbandada en el transcurso de la misión-, o que la ira nos invada al ver al mejor de nuestros héroes perder un brazo en combate. ¡No! ¿¡Por qué tú!?

Cada facción cuenta con unidades realmente temibles, pero también la ciudad de Mordheim está plagada de monstruos que atacarán a cualquiera que se cruce en su camino. ¡Usad esto como un recurso estratégico más!
Cada facción cuenta con unidades realmente temibles, pero también la ciudad de Mordheim está plagada de monstruos que atacarán a cualquiera que se cruce en su camino. ¡Usad esto como un recurso estratégico más!


Estas amplias opciones de personalización también se trasladan al propio campo de batalla, donde siempre existen varias opciones para superar las contiendas. Por norma, eliminando a un par de enemigos conseguiremos bajar notablemente su moral y por tanto huirán; pero también podemos provocar que se rindan robándoles su estandarte o sus más preciados tesoros directamente de su carromato, eliminando a enemigos clave, etc. También hay tareas secundarias que tienen que ver con la recolección de Fragmentos de Bruja -recordad que son esenciales-, el robo de reliquias y más. Eso sin mencionar, claro, que también hay unas pocas misiones de historia con objetivos algo distintos que nos pondrán las cosas realmente difíciles.

Ejércitos, saqueos y muerte permanente


Piensa y luego actúa. Es el mejor consejo que podemos daros antes de enzarzaros en los sesudos combates por turnos

A veces nuestras tropas estarán desperdigadas por el campo de batalla, en otras nos tocará sobrevivir a peligrosas acometidas enemigas, mientras que las hay dedicadas a la obtención de materiales especiales como agua bendita por citar solo algunas. Lástima que no haya más misiones del estilo, pues aunque los mapas se generan de forma aleatoria, transcurridas unas horas la acción puede tornarse algo repetitiva. Más difícil, sí, pero no por ello variada. Y lo mismo podríamos decir del trasfondo argumental, al que se le podría haber otorgado mayor importancia. Menos mal que tenemos multijugador, aparte de simples escaramuzas contra la inteligencia artificial, para afrontar el reto desde un punto de vista algo distinto; más directo, sin tantos contratiempos.

Si hablamos de esta nueva versión, Mordheim se ha adaptado bien a consolas en el sentido de que su acción se controla perfectamente con el mando, pero llega a PlayStation 4 y Xbox One con los mismos problemas que atesoraba el original: tiempos de carga excesivamente largos y una inteligencia artificial errática que tan pronto te sorprende con tácticas dignas del mejor general, como lo hace con otras absurdas. A la hora de esperar turno, el videojuego de Rogue Factor tampoco hace bien los deberes. Las pausas pueden ser eternas; más cuando no tienes a ningún enemigo en pantalla, pues la cámara queda fija sobre la figura de alguno de nuestros guerreros. Nada que ver, por ejemplo, con ese tono más cinematográfico que muestran los últimos episodios de XCOM.

Muy Bueno

Sin sello
Ejércitos, saqueos y muerte permanente

Mordheim: City of the Damned

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

No es fácil adentrarse en el oscuro mundo de Mordheim pero aquellos que lo hagan y superen su desafiante curva de dificultad, encontrarán en él un gran juego de rol táctico. Hay tantos peros que se le pueden aplicar que cuesta recomendarlo a la ligera: os lo hará pasar mal, a veces puede ser frustrante y ciertamente, se echa en falta algo más de variedad en su acción… pero también es una experiencia única, cargada de posibilidades jugables, que consigue meterte como pocas lo han hecho antes dentro del universo Warhammer. Es difícil decidirse, pero si le das una oportunidad, muy posiblemente disfrutes a lo grande de la cruel guerra en la que te embarca.

  • Gestionar nuestra banda de mercenarios. Hay amplias opciones de personalización
  • Buena ambientación. También las cuatro facciones están bien retratadas
  • Los combates son intensos y ofrecen alternativas tácticas…
  • … aunque es difícil sacarle todo su provecho. Hay aspectos que no se explican bien
  • Echamos en falta un trasfondo argumental más trabajado
  • Tiempos de carga excesivamente largos
Jugadores: 1-2
Idioma: Textos en español y voces en inglés
Duración: 12-15 horas (mínimo)
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