Pasan los años y Amnesia: The Dark Descent continúa atormentándonos como el primer día. ¿No conoces esta aventura de terror? Amnesia: Collection no solo te da la oportunidad de jugar al clásico de Frictional Games en tu PS4, sino también, de probar su expansión, Justine, y disfrutar del notable Amnesia: A Machine for Pigs. ¿Listo para iniciar el descenso a los infiernos? Pronto descubrirás que la experiencia con este videojuego es digna de halago. Análisis.
Habrá quien piense que es una exageración. Que todos esos gritos, muecas de terror e historias para no dormir son pura fachada, y lo entiendo, pues fue a raíz de este videojuego que se popularizaron los vídeos en Youtube con gente pegando alaridos como si la vida le fuera en ello. No caigáis en ese error. Seis años después de su lanzamiento, Amnesia: The Dark Descent sigue dando miedo. ¡Mucho miedo! Aun cuando ya conocía su tenebrosa historia y recordaba, con sus más y sus menos, los momentos de máxima tensión; las situaciones en las que te enfrentas cara a cara a la muerte, encarnada por una monstruosa criatura que nunca deja de perseguirte, el juego de Frictional Games ha vuelto a hacérmelo pasar realmente mal. ¡Es una pesadilla! Pero una a la que no te puedes resistir por mucho que la cabeza te pida a gritos que abandones la partida; que lo dejes de una vez.
En su día, con el original de PC, lo hice. Tenía tanto miedo, estaba tan nervioso, que no lo podía evitar: pausaba la acción y abandonaba la partida. Tal cual. Un detalle que con mucha sorna los creadores de esta memorable aventura de terror han tenido en cuenta al establecer los Trofeos de Amnesia: Collection, el recopilatorio que lleva el clásico a los circuitos de PlayStation 4 junto a su expansión de contenidos, Justine, y el notable aunque también polémico Amnesia: A Machine for Pigs. Todo ello por 29,99 euros, que no está nada mal teniendo en cuenta la calidad que atesoran los tres juegos.
La muerte que acecha
Os seré claro. Si no habéis disfrutado de Amnesia ya estáis tardando. Por mucho que le salgan imitadores, y los hay, este es un videojuego único; una obra que refleja como pocas la angustia a morir y el terror a lo desconocido. Es desquiciante; te agobia de una manera que cuesta explicar con palabras. Escuchas un estruendo, o un grito… ¡y corres como un loco! Sin echar la vista atrás. Cerrando puertas con brusquedad, como si eso pudiera frenar al horror que te persigue. Y cuando, de algún modo, escapas, te giras; pero no dentro del juego, sino en tu propia casa, rezando para que nada de lo que acabas de vivir durante la partida se repita en la vida real. Esa es la grandeza de Amnesia y su agobiante atmósfera; tan lúgubre, tan deprimente, tan lovecraftiana, que a poco que disfrutes con esta clase de relatos quedarás maravillado.
El paso de los años se nota y, claro, los gráficos son los que son. Más en un videojuego de bajo presupuesto que nacía como último recurso para evitar la bancarrota del estudio; pero no se le pueden negar sus méritos. El diseño de niveles es bastante bueno y la ambientación, con ese macabro aire que tiñe las paredes del castillo prusiano en el que se desarrolla la acción, consigue hacerte sentir inquieto; que ya es mucho en un título de estas características. ¿Su mayor virtud? Lo bien que combina la resolución de puzles con la lucha frente a ese temible ser de pesadilla que no deja de acosarte. Aunque más que lucha, lo tuyo es una huida en toda regla. No tienes armas, ni ningún recurso con el que defenderte de los monstruos más allá del sigilo. ¿Te han detectado? Reza encontrar un buen escondite porque de lo contrario… ¡estás muerto!
Por mucho que le salgan imitadores, y los hay, Amnesia es un videojuego único
A veces incluso puedes sucumbir a la locura; perder el juicio ante los horrores que acontecen en pantalla como en su día hizo el fantástico Eternal Darkness de GameCube. Basta caminar un buen rato entre tinieblas, o enfrentares cara a cara a un monstruo, para empezar a notar los efectos de la demencia: mareos, alucinaciones o hasta dolores de cabeza que pueden afectar al desarrollo de la partida. ¿Solución? Evitar la oscuridad y, claro, nunca mirar a los ojos a la muerte, que no es nada fácil cuando, precisamente, caminar acompañados de una tenue luz atraerá la atención de los monstruos. Ya lo decía antes. Este es un juego que desespera, que agobia de un modo tan profundo que en más de una ocasión te harás la gran pregunta: ¿por qué sigo jugando? La respuesta llega sola. Porque es una obra genial.
Los rompecabezas que propone, la propia historia que narra, con esa ambientación, ese gran misterio que inquieta el alma; todo en The Dark Descent está diseñado para hacerte sufrir, y pocos títulos lo consiguen con tanta brillantez. Así que sí, puede que en lo técnico haya envejecido algo mal y que, ya acostumbrados a esta fórmula de juego, sorprenda menos de lo que lo hizo en su momento; pero este es un viaje que nadie debería perderse ya sea en PC, o ahora también en PS4.
Atormentado por las pesadillas
Una de las cosas que más me gustan de esta franquicia es que cada juego, aun compartiendo una misma base, se siente único, distinto. Os he hablado del descenso a los infiernos que propone el original, pero si apostáis por su expansión, Amnesia: Justine, os encontraréis con un título que en cierto modo recuerda a películas como SAW, por el tipo de desafíos que plantea y, sobre todo, las consecuencias. Hay más puzles, o mejor dicho, pruebas, trampas, que implican decidir si vive o muere un inocente. Y entre medias, el monstruo, que nos atormentará en los momentos finales de esta breve pero intensa aventura de supervivencia. Aquí además la muerte es permanente, por lo que si te atrapa la criatura ya te puedes despedir, adiós, no hay nada más que hacer. Algo que dota de mayor tensión a la acción.
A Machine for Pigs, por el contrario, deja casi de lado cualquier desafío jugable para centrar toda la atención en la historia. ¡Y menuda historia! Obra de los autores de Dear Esther, el videojuego de The Chinese Room presenta uno de los relatos más perturbadores de cuantos recordamos. El guión es magistral pero, sobre todo, me maravilla el pulso narrativo con el que, paso a paso, te adentran en la terrible pesadilla que atormenta al protagonista. La ausencia de puzles le valió la crítica de muchos aficionados pero, insisto, el viaje que propone es digno de alabanza. El tramo final de la aventura, con la increíble música de Jessica Curry, es uno de los más intensos que he vivido en mucho tiempo. El juego, además, ambientado en la Londres de finales del Siglo XIX, posee un gran acabado artístico que destaca por la notable variedad de localizaciones y el buen uso que hace de la iluminación y, sobre todo, los efectos de sonido. En general, esta es una de las grandes fortalezas de la saga; el terror que va directo a los oídos. Y el uso que se hace de él es magistral.
Después de tantos años y con el excelente SOMA de por medio, en esta colección echo en falta un mejor sistema de control, sobre todo para el videojuego original y su expansión, que en los momentos de máxima tensión no noto que funcione bien, me cuesta horrores girar manivelas y tirar de palancas; y por supuesto los mods que tantas alegrías han deparado a los aficionados del PC. Su presencia mejoraría muchísimo un resultado que ya de por sí es bastante bueno, aun a pesar de la falta de novedades. No deja de ser una conversión fiel y directa de los originales a los circuitos de PS4.
Más vale tarde que nunca. Este refrán le viene que ni pintado a Amnesia: Collection. Puede que el paso de los años le haya hecho perder vistosidad y parte de la frescura que definió a The Dark Descent en su momento, pero esta sigue siendo una aventura de terror que no deberías perderte. Y lo mismo se puede decir de A Machine for Pigs, que sorprende por la brillantez de su argumento. Si ya las jugaste en PC, echarás en falta novedades; también los mods, pero si eres nuevo en la saga y te gusta pasar miedo, pocos juegos te aterrorizarán a este nivel.
- Terror en estado puro. Pocos juegos te lo harán pasar peor
- Gran ambientación y muy buena historia
- Cada uno de los tres juegos se siente único
- El sistema de control con mando puede ser algo torpe en ocasiones
- Técnicamente es un videojuego discreto
