Análisis de Snake Pass. Enróllate

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Snake Pass fue creado en un "game jam" celebrado por Sumo Digital. Su creador, Seb Liese, aseguró inspirarse en su infancia… y aquí lo tenemos. Un título que serpentea entre los puzles y las plataformas para darnos una jugabilidad, cuanto menos, enrollada. Aquí su análisis.

La protagonista de Snake Pass parece una serpiente de coral. Se trata de una especie conocida por sus colores vivos, pero también por poseer uno de los venenos más peligrosos. Sin embargo, entre pantallas de carga se nos aclara que la nuestra es vegetariana, tiene el peculiar nombre de Noodles (como la comida), y es lo más simpático que te puedes echar a la cara.

Por supuesto, como las falsas corales, todo engaña. Nuestra criatura es adorable, pero si crees que estás ante un juego fácil, ve preparándote. En su núcleo, lo nuevo de Sumo Digital es todo un desafío. Cuando iba por los primeros niveles, pensé que esto me iba a durar un par de horas. Tardé casi el doble. Y eso no es todo. A pesar de su naturaleza calmada, híbrida entre plataformas y puzles, al finalizar mi partida comprobé que tenía los pulgares marcados, fruto de la tensión que provoca enrollarte en elementos del escenario, temer por caerte y morir... teniendo que volver a repetir tu proeza serpentil desde el último punto de control.

Esta sensación la vives más de una vez, resultado de una jugabilidad cargada de picos de dificultad. No está bien compensada, es cierto, pero hay algo que te libra de la frustación: que Noodles parece realmente una serpiente. Desconozco si alguien ha creado alguna vez un simulador de estos reptiles, pero de lo que estoy seguro es que nadie jamás ha conseguido, con tanto acierdo, recrear el movimiento de una serpiente mediante un controlador analógico. ¿Os parece una tontería? Pues aquí es algo fundamental.


Plataformas y puzles serpenteantes
Para avanzar más rápidamente con Noodles tienes que serpentear. Puedes subir la cabeza para ascender en vertical. También enrollarte en palos de madera para impulsarte. Todo se siente natural. El control es el gran pilar de Snake Pass, por encima del diseño de niveles y todo lo demás. Es más, se nota que el juego se levanta sobre esas mecánicas. Que esto funcione bien ya dice mucho, y muy bueno, sobre el videojuego. Resulta novedoso y gratificante.

Superar algunos niveles es todo un reto, pero lo es aún más si tratas de recoger todos los coleccionables. Completar el juego al cien por cien no es nada sencillo.
Superar algunos niveles es todo un reto, pero lo es aún más si tratas de recoger todos los coleccionables. Completar el juego al cien por cien no es nada sencillo.


Ahora viene lo no tan bueno, y es que al final los niveles se limitan a recolectar tres diamantes, colocarlos en un altar y pasar de nivel. Nada de enemigos: sólo plataformeo y puzleo serpentil. En la sobriedad del título está uno de sus mayores defectos, aunque no se le puede negar ser fiel a su naturaleza tranquila hasta las últimas consecuencias. Es un juego de sentarse y tomárselo con calma. De hecho, fallarás cuando te pongas nervioso e intentes resolver las situaciones por la vía rápida.

Snake Pass es un juego cuyos 15 niveles no duran mucho (3-4 horas a lo sumo), pero quiere que ese espacio se lo dediques plenamente, sin prisas. La música de David Wise, ex de Rare, va en esa dirección: la de generar un clima relajado y mantenerte pegado al mando hasta que completas la aventura. El buen rollo y la calma imperan, hasta que Noodles cae al vacío, a la lava, a un mar de pinchos… y gritas de desesperación.

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La frescura del juego es innegable


Puede que el control tengas sus pegas, que la cámara se vuelva algo rebelde, que exista algo de repetición en los niveles… pero la frescura del juego es innegable. Hay partes de accionar manivelas, con profundidad puzlera, situaciones bajo el agua, con plataformas móviles y diseños ingeniosos. Pero luego hay otras partes de perfil más bajo, con menor acierto. Los mejores juegos son los que van superándose nivel a nivel, sorprendiéndote continuamente.

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Hay variedad de situaciones, aunque no tanta como nos habría gustado. Sin embargo, el control de Noodles hace el resto, resultando fresco.
Hay variedad de situaciones, aunque no tanta como nos habría gustado. Sin embargo, el control de Noodles hace el resto, resultando fresco.


Snake Pass te sorprende algunas veces para bien y otras para mal. De sus altibajos surge su aspecto más cuestionable, pero no por ello merecedor de toda nuestra atención. Es un título hecho con gracia. Cuando dejas el controlador muerto y rotas la cámara, puedes ver que la hierba se mueve, que las plataformas se desplazan, que hay vida, incluso a pesar de que nuestra serpiente se empiece a dormir y acto seguido abra un ojo para ver si sigues ahí.

Es colorido, muy agradable: un pequeño canto a la naturaleza, recogiendo la esencia de Banjo Kazooie o Crash Bandicoot. Un toque más desenfadado, más enfocado a distendirse que a sumergirse, porque de eso va el videojuego, de pasar un buen rato, completarlo… y si quieres después probar su modo contrarreloj, que es el único elemento adicional que trae el videojuego.

¿Suficiente? Pues probablemente no, pero también hay que reconocer que Snake Pass propone cosas interesantes, y eso ya es mucho hoy en día. Creo que la última serpiente que manejé fue la de Snake (en un Nokia), así que en mi caso ha resultado una experiencia hasta con cierto sentido de la nostalgia. Seguramente, no sea una estupidez pensarlo. La propia concepción del título nace de que Seb Liese -su creador- tuvo de pequeño una serpiente como mascota. Doy por hecho que nunca le mordió… y vosotros tampoco debéis temer por ello. Noodles es un amor y, como mucho, lo peor que hace por ti es caerse al vacío.

Bueno

Sin sello
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Snake Pass

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Un videojuego de plataformas y puzles serpenteantes. Esta sería una buena definición para Snake Pass, un título con un protagonista y un estilo de control poco habituales. El resultado es un juego muy fresco, de buenas ideas y al que sólo ciertos altibajos tanto de diseño como de dificultad lo han alejado de un mejor resultado. Aún así, si quieres manejar una serpiente sin que te muerda, esta es sin duda una de las mejores opciones. Relajada pero divertida, la aventura de Noodles está hecha para que te enrolles jugando un buen rato.

  • Control serpenteante y muy ingenioso: es el gran pilar del juego
  • Un reto en que predomina la calma, aunque pueda desquiciarte
  • Diseño audiovisual con colorido, gracia y el compositor David Wise
  • Altibajos en diseño de niveles y en dificultad
  • Pocos niveles y falta de variedad entre ellos
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español
Duración: 3-4 horas
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