Análisis de What Remains of Edith Finch. Lo que queda por vivir

Análisis de What Remains of Edith Finch. Lo que queda por vivir
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Una casa. Una familia. Una hija, nieta y bisnieta que regresa para averiguar su pasado y su herencia. Una historia de vida y de muerte es la que nos cuenta impecablemente Giant Sparrow a través de lo real, lo surreal y, sobre todo, de lo mágico que hay entre los dos mundos. Análisis de What Remains of Edith Finch.

Recientemente, en el análisis de Blackwood Crossing, critiqué el factor sorpresa del walking simulator. Un género que que depende tanto de esa "otra forma de hacer las cosas" y que anteponía la narrativa a las mecánicas es fácil que termine tropezando con sus propios clichés y limitaciones. Pero parece que era necesario que la gota colmara el vaso para que este se pudiera rellenar de nuevos conceptos. What Remains of Edith Finch representa esas nuevas ideas del género. Unas que me han vuelto seducir como los primeros paseos de aquel Dear Esther, el misterio de Gone Home o la catarsis de Beginner's Guide.

Edith Finch representa la magia que hay en la vida real. Como el Big Fish de Tim Burton a la hora de dejar al espectador elegir qué es mejor, si la verdad fría o la edulcorada; como el Inception de Christopher Nolan permitiéndote decidir si todo sigue siendo un sueño, la casa de esta familia está llena de pequeñas grandes historias donde la tragedia es la constante. Una maldición familiar que envenena el árbol genealógico por más de un siglo y que parece no tener fin. Porque donde hay vida hay muerte. Pero donde hay muerte, también hay vida.

La vuelta al hogar de Edith es lenta pesada y con solo una llave en la mano para desvelar todos los secretos de una casa que se retuerce y se expande como si creciera con cada miembro de la familia. Nuestro propósito: descubrir las vidas de cada uno de nuestros familiares que esconden una terrible maldición que parece haber sido heredada hasta nuestros días. No hay puzles per se, pero el propio caserón en sí es un gigantesco laberinto que esconde las vidas y las verdades tras puertas cerradas y reforzadas. Será en cada una de estas historias donde llegan las primeras sorpresas de formas jugables llenas de imaginación y las causantes principales de las grandes sensaciones que provoca en el jugador. Momentos que poco podemos describir, porque cada uno de ellos merece la pena ser descubierto por uno mismo.


Cien Años de Soledad

A What Remains of Edith Finch no se viene como en otros juegos del género. No cansa el pulgar izquierdo por llevar tu personaje en línea recta ni todo está construido para una gran sorpresa final, aunque en el camino es imposible no maravillarse con cada una de las inesperadas historias que se nos presenta.

La casa familiar de Finch mezcla lo imposible con lo maravilloso. Un laberinto lleno de pasadizos secretos y puertas cerradas a cal y canto.
La casa familiar de Finch mezcla lo imposible con lo maravilloso. Un laberinto lleno de pasadizos secretos y puertas cerradas a cal y canto.


La magia de Giant Sparrow es la de no huir de la palabra videojuego, sin necesidad de asociar estrictamente la "aventura" con los puzles, ni crear una guerra entre historia y jugabilidad. A través de las cartas, las fotografías, los poemas, los cuentos, los cómics y, sobre todo, los recuerdos de esta familia, haremos algo más que caminar hacia adelante. Y, mientras lo hacemos, la historia se irá sucediendo mágicamente ante nuestros ojos, con esas letras constantemente superpuestas en cada rincón del escenario recordándonos que esto, más que un hecho, es un cuento. Y las páginas, según se van pasando, resucitan a los personajes que contienen.

Lo que queda por vivir


La magia de Giant Sparrow es la de no huir de la palabra videojuego

Por si fuera poco, Edith Finch no se esconde en la simpleza del bajo presupuesto. Su estilo ultrarrealista construye una casa y alrededores completamente recargados hasta lo imposible, lo exuberante y lo fabuloso. Donde todas las habitaciones de cada familiar son su propio reino y su propia fortaleza y donde la presencia de los libros, del cuento, de la fábula, es omnisciente en cada rincón, porque todo nace de las palabras. Palabras que son más duraderas que nuestra propia existencia. Pasear por el caserón es un ejercicio de buen diseño que a menudo sabe cómo y cuándo tirar de los hilos para desvelar un nuevo camino a recorrer sin que te dés cuenta de que estuvo ahí todo el tiempo. Pocas veces serán las que, por querer evitar todo tipo de burdo tutorial en pantalla, no sepas qué hacer a continuación.

No hace falta decir más sobre What Remains of Edith Finch para que te sientas atraído por su cubierta. Es una experiencia corta, y cada uno debe elegir cómo y cuándo disfrutarla, pero una vez que lo hagas, no podrás dejar de devorarla hasta su conclusión. Un final que no necesita de giros narrativos espectaculares ni catarsis redentoras, como el que cierra nuestra propia vida real. Lo que queda de ella, sin embargo, pervive inmutable en los recuerdos de los que dejamos atrás.

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What Remains of Edith Finch

Por: El equipo de 3DJuegos
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What Remains of Edith Finch es un cuento. Uno que no sólo hace recuperar nuestra fe en este estilo narrativo, sino que lo aviva con fuerza gracias a ideas ingeniosas y un ritmo que hace imposible no avanzar hasta el final. Atractivo, mágico y con una gran imaginación, Edith Finch es el mejor walking simulator del año, y de los que mejor ha captado el alma del género.

  • Renueva el estilo de aventura narrativa que estaba estancado últimamente
  • Historia muy bien planteada y hermosamente escrita
  • Los recuerdos de cada familiar, muy creativos y sorprendentes
  • Algunos momentos pueden ser poco explícitos a la hora de saber cómo avanzar en el juego
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español y voces en inglés
Duración: 3-4 horas
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