Análisis de Space Siege

Análisis de Space Siege
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Los creadores de Dungeon Siege llevan su afamada fórmula al espacio con un resultado razonablemente interesante. Acción por encima de rol, desarrollo lineal por encima de libertad y argumento rutinario por encima de innovaciones de guión, para un título más interesante en su concepto que en su ejecución final.

Con muchísima expectación se esperaba en la redacción de 3DJuegos Space Siege, la nueva obra de Gas Powered Games, los creadores de Dungeon Siege y del reciente Supreme Commander. La ausencia de grandes títulos de renombre durante la temporada veraniega, y la propuesta de mezcla de estilos dentro de un contexto tan sugerente como el del espacio lo convertían en un lanzamiento verdaderamente apetecible.

El resultado, sin embargo, no pasa de la mera corrección. Se trata de un buen videojuego que cuenta con un ritmo muy sólido y una serie de ideas de concepción muy interesantes, no obstante estas buenas intenciones iniciales quedan algo diluidas dentro de un desarrollo excesivamente rutinario y un componente de rol decepcionantemente insustancial.

Asedio Espacial
Space Siege da comienzo con una majestuosa cinemática en la que se nos dan un puñado de escuetas pinceladas sobre su argumento. El clásico futuro oscuro e industrial de un año 2.202 en el que la humanidad ya ha comenzado a dar sus pasos en la exploración y colonización galáctica.

Encarnaremos al soldado Seth Walker, transferido a una nave justo una semana antes de que ésta sea tomada por una horda de alienígenas, los Kerak. Una civilización de aspecto insectoide, muy avanzada en lo tecnológico para la que el ser humano sólo es una pequeña piedra en su camino de explotación y sometimiento del universo.

Esta es básicamente toda la relación que tendremos con el argumento de Space Siege, pues su desarrollo del guión es, digámoslo sutilmente, económico. Sólo encontraremos algunas escenas cinemáticas realizadas con el engine del videojuego que apenas nos darán algunos datos generales de la historia, y el resto serán básicamente pequeñas directrices que nos facilitarán el resto de personajes que nos encontraremos, para averiguar qué hacer o hacia donde dirigirnos.

Hasta tal punto parece llegar la desatención de Gas Powered Games por cualquier detalle que tenga que ver con la historia, que se llegan a hacer elipsis tremendas en el tiempo para empujarnos de un lugar a otro sin ofrecernos mayores explicaciones de qué pasa entre medio.

El hecho de escoger entre una evolución cibernética y una más humana es muy interesante, aunque se echa en falta mayores connotaciones del argumento para escoger uno u otro camino.
El hecho de escoger entre una evolución cibernética y una más humana es muy interesante, aunque se echa en falta mayores connotaciones del argumento para escoger uno u otro camino.

Una verdadera lástima, pues un videojuego dotado de la riqueza que posee Space Siege en su premisa inicial podría haber estado acompañado por un hilo argumental que nos empujara a conocer más sobre su campaña y su héroe; detalles que, en suma, potenciara su jugabilidad con el interés por conocer qué pasa a continuación.

Si sabemos poco de la situación tampoco es que conozcamos mucho más de Seth Walker, su protagonista, que apenas nos comenta algunas gotas de información sobre su pasado a lo largo de la aventura. Y eso que el personaje principal iba a ser uno de los mayores puntos fuertes de esta aventura, pues incluso los chicos de Gas Powered Games afirmaban haber suprimido de un plumazo cualquier referencia a los clásicos grupos de protagonistas para poder centrarse debidamente en el héroe.

Lo más interesante que nos deja Walker es la dicotomía entre ser humano y máquina que se prometía como uno de las bazas del título. Y lo cierto es que a nivel jugable esto funciona a medias. Según vayamos avanzando en la aventura podremos ir progresando en los dos árboles tecnológicos del personaje –la vertiente humana y la robótica-, aunque esto no acaba teniendo demasiado peso en la historia que se nos cuenta, y ni tan siquiera está bien equilibrado en términos de poder, pues la vía Cyborg no sólo es más interesante sino que acaba resultando mucho más poderosa a medio plazo.

Animal de Costumbres
Lamentablemente si hay una palabra para definir a Space Siege, ésta es la de rutinario. Estamos ante un videojuego de rol-acción muy duro, que plantea constantemente objetivos de caminar de un punto a otro del mapa sin permitirnos ninguna opción, ni tan siquiera la de escoger el camino, pues todos los mapeados son muy estrechos y sin demasiadas posibilidades a la hora de buscar alternativas.

No obstante la mayor problemática que plantea el juego de Chris Taylor y compañía en su intención de ser un híbrido de dos estilos, es el hecho de que no funciona demasiado bien en ninguna de las dos vertientes.

Por un lado tenemos la parte de la acción, ciertamente predominante. El 95% del tiempo que pasemos ante Space Siege lo haremos combatiendo contra criaturas de formas imposibles y contra otras de aspecto humanoide, quedando el 5% restante repartido entre las charlas con los escasos personajes que conoceremos.

En Space Siege controlaremos nuestro estado gracias a las barras de vida y energía. La primera determina nuestra salud, y la segunda la cantidad de hechizos que podemos lanzar.
En Space Siege controlaremos nuestro estado gracias a las barras de vida y energía. La primera determina nuestra salud, y la segunda la cantidad de hechizos que podemos lanzar.

Para ser un videojuego con semejante carga de acción ésta no está demasiado bien resuelta, deviniendo rápidamente en un procedimiento algo repetitivo que no se beneficia en absoluto de las limitaciones de la IA enemiga. Tan predecible como torpe.

El movimiento del personaje responde a los patrones habituales del género point-and-click, es decir que con un botón del ratón escogeremos el lugar hacia el que caminar y con el otro abriremos fuego sobre el objetivo marcado. La ausencia de un mayor apuntado que el del simple click con el ratón hace de los tiroteos algo aburridos a medio plazo, con el único componente variable de disparar a los barriles explosivos que hay dispersos por todos los mapas.

Todo esto acaba resultando muy estático, pues para moverse hay que dejar de disparar y viceversa. Sin embargo Gas Powered Games propone algunas alternativas para dotar de un mayor componente de tiempo real al título que sólo funcionan a medias.

En primer lugar encontramos el botón destinado a rodar. Empleándolo podemos dar una ágil voltereta en la dirección hacia la que apuntemos, movimiento de ruptura que será especialmente útil para evitar los ataques a distancia de los enemigos.

Por otra parte hay otros elementos como granadas, munición de llamas, etcétera, que también contribuyen en este sentido a sacarnos de la rutina del click del ratón. Éste tipo de armas o de complementos se equipan en una barra de tareas situada en la parte inferior en un esquema “muy Dungeon Siege”.

También ahí es donde se equipan las magias, cita ineludible de cualquier videojuego de rol por futurista que sea. Éstas se distribuyen de igual manera en la mencionada barra de tareas que, del 0 al 9, nos permite un ágil empleo de éstas en el momento adecuado gracias al teclado numérico.

Espadas, Conjuros y… ¿Naves Espaciales?
El hablar de los hechizos nos da pie para tocar el tema rolero que, como ya hemos señalado, está muy someramente tratado.

Walker es lo que es y tiene el aspecto que tiene. No hay opciones de cambiarlo. A lo único a lo que podemos aspirar es a, progresivamente, escoger su orientación hacia el mundo de las máquinas o permitirle continuar siendo un humano. Estas limitaciones se reflejan en que el árbol de habilidades es excepcionalmente limitado, permitiéndonos únicamente oscilar entre esas dos vertientes: Cyborg y humano.

Por el camino encontraremos Data Pads al estilo Doom 3 con mensajes de voz de los antiguos tripulantes de la nave.
Por el camino encontraremos Data Pads al estilo Doom 3 con mensajes de voz de los antiguos tripulantes de la nave.

En Space Siege obtenemos experiencia matando rivales o cumpliendo misiones como es tradicional, y ésta se transforma únicamente en puntos de habilidad para repartir entre las dos mencionadas ramas con un esquema muy clásico en el que para llegar a las partes superiores hay que tener X puntos de las inferiores.

Las diferentes disciplinas ni tan siquiera llegan a ser treinta sumando las cibernéticas y las humanas, lo cual es un número realmente bajo. E incluyen las clásicas explosiones de energía (Humanos), ataques eléctricos (Humanos), técnicas de reparación (Cyborg) o el aumento de Críticos de la Inspiración (Cyborg), entre otras.

En las primeras partes del videojuego se pueden ir simultaneando ambas vertientes, aunque las últimas de cada rama son especialmente exigentes en términos de puntos de experiencia, y nos obligarán a ir escogiendo un lado relativamente pronto para poder disfrutar de unas u otras.

Por si fuera poco durante la aventura también iremos encontrando diferentes partes robóticas que podremos aplicar a nuestro cuerpo. Ojos biónicos, brazos especiales, etc. Ni que decir tiene que estos accesorios mejorarán porcentualmente nuestros valores de ataque, vida o defensa, pero también repercutirán en nuestro descenso de humanidad, valor eternamente presente en la ventana de personaje y representado con un porcentaje. Este tipo de complementos una vez instalados no se pueden retirar de nuestro cuerpo, así que habrá que tomar las decisiones cautelosamente antes de llevarlas a cabo.

Sólo o en Compañía
Space Siege cuenta con una campaña individual y con la modalidad cooperativa que podremos disfrutar conjuntamente con otros tres compañeros. Este modo, disponible a través de Internet o mediante red, se ambienta en un escenario completamente nuevo, con inéditos protagonistas y con otro argumento y planteamiento diferentes.

Si el modo off-line está claramente orientado hacia la acción, el on-line todavía lo está mucho más, pues facilita todos los puntos de experiencia desde el comienzo sin más requisito que el de repartirlos a nuestro gusto.

Jugar acompañado siempre dispara la diversión, aunque se echa de menos una mayor profundidad y la riqueza de un componente de rol que desaparece por completo en esta ocasión.

A pesar de ser un juego de rol no hay demasiadas opciones a la hora de equiparse con diferentes armas. Habrá espadas, pistolas, ametralladoras, cañones sónicos, etc.
A pesar de ser un juego de rol no hay demasiadas opciones a la hora de equiparse con diferentes armas. Habrá espadas, pistolas, ametralladoras, cañones sónicos, etc.

Por otra parte, y volviendo al modo individual, a pesar de que en Gas Powered Games se insistió en que no habría grupo en Space Siege esto no es del todo cierto, y es que a menudo contaremos con compañía mientras caminamos por sus mapeados.

En primer lugar porque muchas veces iremos con otros NPC a los que deberemos proteger o simplemente acompañar, la mayoría de estas veces en trayectos sin enemigos para justificar las conversaciones. En segundo lugar, y de mucha mayor importancia, también tenemos aliados a los que podemos equipar y ordenar para que luchen a nuestro lado.

Serán los robots HR-V, un útil acompañante que se nos facilitará a las pocas horas de juego y del que deberemos estar muy atentos. Una vez dispongamos de nuestro robótico amigo una nueva barra de tareas se colocará sobre la nuestra, y aquí será donde encontraremos sus instrucciones para ordenarle donde moverse, a quién disparar, cuando iniciar sus rutinas de reparación o cuando utilizar sus habilidades especiales.

Al igual que nosotros también progresará por su propio árbol tecnológico, y asimismo disfrutará de sus propias armas que podremos gestionar. Si muere será tan sencillo como recuperarlo de uno de los habituales talleres que encontraremos por el camino, y este es precisamente otro indicador de uno de los principales problemas de Space Siege. Su escasa dificultad.

Una Galaxia Excesivamente Fácil
Contra todo pronóstico Space Siege no nos permite escoger nivel de dificultad al comenzar la aventura, con lo cual tendremos que asumir el que viene por defecto hasta terminarlo. Esto no supondría ningún problema si la dificultad estuviera bien calibrada, pero lamentablemente el videojuego peca de proponer demasiadas facilidades.

En primer lugar al morir lo nuevo de Gas Powered Games ofrece un sistema similar al de las vitacámaras de Bioshock, una de las pocas flaquezas del clásico moderno de 2K Marin. Así si nuestro protagonista muere simplemente retrocederemos hasta la última estancia sanitaria que hayamos encontrado, conservando además lo que hayamos recogido por el camino y con la garantía de que los enemigos que hayamos matado no volverán a aparecer.

La inteligencia artificial del enemigo es realmente floja. Algunos de los rivales no reaccionarán hasta que les disparemos, y a pesar incluso de estar en su ángulo de visión.
La inteligencia artificial del enemigo es realmente floja. Algunos de los rivales no reaccionarán hasta que les disparemos, y a pesar incluso de estar en su ángulo de visión.

Estas estancias actúan a modo de checkpoints, y sin duda hay demasiadas. Dentro de cada una de ellas guardamos la partida y podemos acceder la recuperación completa de nuestra salud, lo cual parecería bastante razonable de no ser porque además hay infinidad de botiquines para recuperarla manualmente entre unas y otras.

Lo que también está dentro de estas estancias y resulta mucho más interesante son los bancos de trabajo, donde podremos emplear el lote que hayamos recogido por el camino para mejorar a nuestro personaje o a sus armas. Space Siege vuelve a equivocarse en la simplificación, y al contrario que los títulos de rol al uso convierte absolutamente todo lo que sacamos de nuestros enemigos en piezas. Estas piezas serán precisamente lo que emplearemos en los talleres para mejorar la fiereza de nuestros complementos o la resistencia de nuestras armaduras, pero nos hubiera gustado ver armas, complementos, accesorios y no simples piezas durante toda la aventura.

Tecnología Competente
Gráficamente Space Siege es mucho más atractivo en lo visual de lo que parecían augurar nuestros primeros contactos con el título. No es que estemos ante un auténtico dispendio visual, pero si que es cierto que el juego cumple con la corrección exigible en todos los apartados tecnológicos, y goza de una optimización más que razonable.

En lo artístico cabe destacar para lo positivo el diseño de los escenarios y la acertada elección de la paleta de colores, aspectos que emparejan al videojuego con los más que interesantes Shadowgrounds, de los que el videojuego de Gas Powered Games parece deudor en muchos aspectos.

Sin embargo hay otros aspectos que parecen acusar un fuerte reciclaje como pueden ser la escasa variedad de enemigos, su diseño excesivamente tópico y la alarmante falta de carisma de la que adolece el conjunto en general y el protagonista principal en particular.

Tecnológicamente el programa aplica con acierto las técnicas de iluminación y de físicas, logrando una unidad y cohesión bastante interesantes, aunque como en el resto de facetas no deslumbre. La cámara es, sin duda, el mayor de los quebraderos de cabeza, y es que normalmente no nos facilita una perspectiva a demasiada distancia, y ofrece serios problemas de visibilidad a la hora de acercarse a determinadas paredes.

Por lo general los mapas de Space Siege son muy estrechos y “pasilleros”. Sin embargo muy de vez en cuando encontraremos algunas estancias más amplias que supondrán un agradecido respiro.
Por lo general los mapas de Space Siege son muy estrechos y “pasilleros”. Sin embargo muy de vez en cuando encontraremos algunas estancias más amplias que supondrán un agradecido respiro.

En términos de optimización el juego se ha movido a una estable tasa de 60-70 imágenes por segundo en el equipo de pruebas –AMD 4200+, GeForce 8800GT, 2 Gigas de Ram- con todas las opciones maximizadas y una resolución de 1280x1024. Aumentando la resolución hasta los 1680x1050 en una pantalla widescreen el programa sufre en exceso, reduciéndose sus frames por segundo hasta poco más de la mitad.

El sonoro es, por otra parte, uno de los aspectos más cuidados del videojuego. El doblaje es acertado, los efectos sonoros cumplen y el score es bastante inspirado, mezclando con acierto partituras casi ambientales para la exploración con otras más frenéticas para los combates, en un estilo dinámico que las alterna con hábiles fundidos.

Discreto

Sin sello

Space Siege

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Lo nuevo de Gas Powered Games decepciona en su labor de trasladar el estilo Dungeon Siege al espacio. Estamos ante un videojuego que, para lo bueno y para lo malo, no destaca en ningún aspecto, y que se salva de la mediocridad por su dilatada duración y por contar con algunas decisiones interesantes. Lamentablemente Space Siege no tiene ninguna profundidad y no funciona ni como título de rol ni como shooter, deviniendo a las pocas horas de juego en un Hack and Slash a tiros, repetitivo y de lo más extravagante.

Jugadores: 1-4, 4 Online
Idioma: Textos en castellano y manual en castellano
Duración:
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