Análisis de Vikings Wolves of Midgard. JAURÍA DE RAGNARÖK

Análisis de Vikings Wolves of Midgard. JAURÍA DE RAGNARÖK
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Se me hace difícil pensar en una mezcla que me atraiga más que la mitología vikinga por un lado y los RPG de acción y perspectiva isométrica por otro. Con este análisis de Vikings: Wolves of Midgard te cuento que me ha parecido este videojuego de rol para PC y videoconsolas, uno que tiene algunas buenas ideas pero que también tropieza en algunas piedras que pueden hacer dudar a más de uno si merece su compra.

Los RPG de acción siempre han tenido un público fiel. Puede que no sea el género más popular a día de hoy, pero estudios como Blizzard o los desaparecidos Iron Lore hicieron mucho en su momento por dignificarlo y elevarlo a cotas altísimas con joyas como la saga Diablo para los primeros y el extraordinario Titan Quest en el caso de los segundos, por mencionar únicamente un par de ejemplos. Es por ello que recibía con tanta ilusión un Vikings: Wolves of Midgard que prometía trasladar toda esa emoción y sus adictivas mecánicas a un contexto donde la mitología de los vikingos tiene una importancia tan atractiva desde el punto de vista del contexto como capital en cuanto a las fórmulas jugables.

Para ello usa un concepto reconocible, una perspectiva que a todos nos resulta familiar y un estilo que, como tal, me agrada. Acusado de ser un mero clon de las aventuras del mundo de Santuario, este Vikings se ha tenido que enfrentar al escepticismo de muchos aficionados desde el momento de su anuncio. Las comparaciones siempre son odiosas, pero algunos videojuegos lo ponen más fácil que otros a la hora de desmarcarse de ellas; mientras que otros, como es este caso, sacan partido de éstas para posicionar referencias en la mente de los aficionados a la hora de que conozcan una IP que comienza. En ese sentido me suena atractivo e incluso lógico desde una perspectiva comercial, sin embargo una vez con el mando en la mano necesito que el título limite sus comparaciones únicamente a efectos de base y que haga todo lo posible por ofrecer algo propio.

Pocas cosas únicas hay en el título de Games Farm, pero ese no es su mayor problema. A continuación te voy a contar qué me ha parecido este lanzamiento que mezcla rol y acción y que puede depararte bastantes horas de entretenimiento pegado a la pantalla si eres capaz de pasar por alto sus asperezas.


Una Jauría Furiosa

El concepto argumental de Vikings es sencillo y, a pesar de que el juego se enreda un poco en algunas partes, es fácil de seguir y de entender. Se trata de una historia de venganza, la de los Jotun que regresan para reclamar justicia ante las deidades vikingas y amenazan la estabilidad del mundo. Ahí entran en juego los Lobos de Midgard que dan nombre al videojuego, una jauría de guerreros que deben parar los pies a las huestes de criaturas infernales que están poniendo patas arriba su universo. Cuando comenzamos, y tras una brevísima secuencia de introducción también muy escueta en cuanto a su fuerza visual, se nos pone ya directamente en el campo de batalla frente a las primeras bestias. Poco a poco iremos conociendo algunos breves rasgos de nuestro grupo, sin duda la parte más interesante de la historia, y descubriremos que son un grupo conocido por su carácter sanguinario y que estuvieron a punto de ser borrados del mapa tras quedar su aldea destruida.

Vikings es un juego de acción y rol bastante tradicional, pero tiene algunos detalles curiosos relacionados, principalmente, con el escenario.
Vikings es un juego de acción y rol bastante tradicional, pero tiene algunos detalles curiosos relacionados, principalmente, con el escenario.


Así el argumento no tiene casi peso y, cuando lo tiene, lo resuelve con manifiesta inoperancia, de modo que la premisa es tan sencilla como la propia experiencia jugable de inicio (aunque ésta última va ganando en profundidad como contaremos luego), y al final todo queda reducido a plantar cara a las criaturas del Fimbulvetr con nuestras armas y poderes como en cualquier Action-RPG al uso. No tengo nada que objetar en este sentido, es exactamente lo que se prometía y ha sido el pilar fundamental de la mayoría de obras de este tipo, y lo mejor como suele suceder en estos casos es que hay que adoptar estilos distintos en función del enemigo a batir. Ya sean los gigantescos Jotun, las bestias del Ragnarök o los no muertos, cada uno de los perfiles de adversario requiere una serie de estrategias por nuestra parte que le acaban brindando al videojuego una cierta variedad en el combate que ayuda a mitigar lo repetitivas que resultan el resto de cosas.

JAURÍA DE RAGNARÖK


En esencia debemos plantar cara a las criaturas del Fimbulvetr con nuestras armas y poderes como en cualquier Action-RPG

Para empezar el control no es el más fino del mundo. Con pad la cosa se suaviza, pero a la hora de disfrutarlo en PC con teclado y ratón el manejo del personaje no acaba de ser tan exacto como debería y, definitivamente, le resta algo de comodidad a la dirección y de destreza a nuestro devenir. Podemos escoger para combatir entre distintas combinaciones como las armas duales, el sujetar un escudo, portar martillos, un filo pesado, arquería… Cada una tiene sus especialidades que acaban llenando el mando de utilidad para todos y cada uno de los botones y, como suele suceder en estos casos, el juego tiene la suficiente habilidad como para graduar muy bien su presentación de modo que en ningún momento nos sentimos abrumados. Por lo demás la experiencia es convencional en todos los sentidos, para los buenos y para los malos, con algunos aciertos recogidos de otros títulos como el poder cambiar entre combinaciones de armas, pero también importantes desatinos como lo primario que es el combate y la defensa en sí mismos o lo poco inspiradas que son las modalidades que acompañan a la campaña: uno de supervivencia y otro de desafío que no tienen ningún interés teniendo en cuenta el escaso interés jugable más allá de obtener algún objeto único a través de la repetición de algo que habremos hecho una y mil veces en la campaña, matar criaturas con los mismos esquemas.

Los gigantes nos regalan algunos de los mejores momentos de los combates. Más por la espectacularidad de su presencia que por sus posibilidades jugables.
Los gigantes nos regalan algunos de los mejores momentos de los combates. Más por la espectacularidad de su presencia que por sus posibilidades jugables.


Somos héroe o heroína y podemos definir el aspecto del protagonista con algunos escasos baremos estéticos al comenzar la partida, pero lo importante a la hora de escoger viene después cuando vamos definiendo cómo progresa éste y que describiremos más adelante. Hay cuatro niveles de dificultad, pero en el medio encontramos el ideal para un arranque sin complicaciones, aunque con los suficientes desafíos como para tener algo de cuidado mientras jugamos. Eso será si no recurrimos a cosas como el arco, claro, que si somos medianamente hábiles nos permite poner a prueba la inteligencia artificial de los oponentes de maneras que casi nunca alcanzan a superar. Lamentablemente muchas veces el videojuego va ofreciendo resistencia a nuestras acciones más por acumulación de enemigos que por habilidad por parte de éstos, lo que acaba resultando efectivo pero no tan interesante como podía haber sido.

El toque único para la acción lo pone una de las escasas formas en las que el estudio ha aprovechado el contexto que presenta Wolves of Midgard. Hablo de la climatología, por supuesto. Como muchos de los escenarios por los que se apuesta en el lanzamiento tienen que ver con el frío, a veces nos enfrentaremos al riesgo de congelamiento en nuestros paseos por las zonas. Eso supone que tenemos que estar pendientes del calor corporal de nuestro protagonista, y en el momento en que empecemos a sufrir visos de congelación nuestra salud también comenzará a reducirse drásticamente. Esto, que parece sencillo y una solución bastante básica, tiene interesantes proyecciones en cómo jugamos y nos obliga a adoptar estrategias. ¿Trato de buscar otra hoguera en esta dirección o en la otra? ¿Me da tiempo a acabar con los enemigos que tengo delante antes de morir de frío o es mejor que aplace el combate y trate de buscar lumbre para calentarme? En un juego de acción tan convencional y básico como éste, algunos detalles de ese tipo o los relacionados con los del uso del entorno para matar son los que lo sacan de la mediocridad.

JAURÍA DE RAGNARÖK


El Frío Nilfheim

A pesar de que los enfrentamientos no pasan de lo básico en comparación con lo que hemos visto de otras propuestas de este tipo y de lo que yo personalmente espero de un juego del año en el que vivimos, el título sí cuenta con algunas cosas que me han parecido interesantes en el plano de la progresión. Nuevamente tengo que dejarlo claro, modera tu entusiasmo porque nada te va a acabar de sorprender por bien resuelto o siquiera por novedoso, pero sí que hay elementos curiosos que pueden paliar de alguna manera la sensación de monotonía que se deriva de los combates puros y duros. De salida elegimos su clase entre tres alternativas y la deidad a la que rendimos culto (otra vez tres posibilidades), para poder tener acceso a distintos bonus pasivos o activos.

JAURÍA DE RAGNARÖK


Algunos de los poderes que podemos desbloquear a lo largo de la aventura de Wolves of Midgard son muy útiles en combate.
Algunos de los poderes que podemos desbloquear a lo largo de la aventura de Wolves of Midgard son muy útiles en combate.


La cosa es que los enemigos van dejando caer esferas de sangre al morir, y que recogiendo éstas vamos obteniendo puntos de experiencia que se proyectan en la clásica subida de niveles. Por supuesto hay una estructura detrás de todo esto de la que podemos tomar partido, y ahí la clave está en los tributos que hacemos con ese plasma y que están vinculados con el dios de Asgard al que rindamos culto. También encontramos talismanes y amuletos de dioses como Thor o Loki para obtener sus ventajas, podremos mejorar nuestro dominio de las armas específicas con las que queramos especializarnos e incluso hay un modo Berserker que nos permite volcar la clásica furia vikinga en unos segundos de rabia sobrenatural que nos permita arrasar a nuestros enemigos. Sin embargo, lo que más me ha gustado, y lejos de querer entrar en detalles, es más que las partes en sí mismas la suma de todas ellas. Ninguna me ha acabado de sorprender por su calidad, pero todas juntas sí me han dejado una sensación bastante más positiva, especialmente por ir tan lejos como el hecho de permitirnos definir cómo hacer progresar a la propia aldea de nuestro pueblo que debemos colaborar para restaurar.

Al final el tiempo que invirtamos en Vikings se va a basar en lo mucho o poco que nos interese el sistema cíclico constante que se establece en este tipo de propuestas entre matar, obtener botín en forma de armas o atuendos, subir de nivel y repetir. Hay detallitos aquí y allá y, desde luego, el cooperativo on-line para dos jugadores ayuda muy mucho a despertar un mayor interés en el jugador, pero incluso aquí podemos objetar algo y es que no tenemos la sensación de que incorporar un modo colaborativo de carácter local hubiera sido tan difícil, ¿hasta qué punto te puede interesar repetir la campaña probando otras clases de personaje y otros niveles de dificultad? Dependerá de cada uno, pero más allá de revisitar la épica de algunos combates contra gigantes o de enfrentamientos contra algún jefe final más o menos inspirado el interés no va mucho más allá.

En este género no nos hemos acostumbrado a ver dispendios visuales, no obstante siempre se agradece ver algo cuidado tanto en términos de tratamiento de escenarios como de animaciones. En ninguna de estas facetas acaba brillando el videojuego, que se resiente de un tratamiento no demasiado cariñoso de un motor de probado rendimiento como es el engine Unity que, en manos de Games Farm, no ha acabado de dar unos resultados demasiado boyantes. Nada llama la atención ni en personajes ni en mapeados, y algunos efectos visuales definitivamente no están a la altura de lo que esperamos. Lo mismo podemos decir de la faceta sonora, que exhibe unos resultados caracterizados por su irregularidad. La banda sonora está bien y tiene algunas partituras bastante inspiradas que llegan acompañadas de otras más "alimenticias", pero los efectos y las voces tampoco son de sobresaliente precisamente.

JAURÍA DE RAGNARÖK


En 3DJuegos nunca juzgamos en la nota de los lanzamientos su precio, no sólo porque nos parece injusto sino también porque éste va oscilando cada vez más gracias a las ofertas, rebajas y costes muy cambiantes y eso restaría vigencia a nuestras reviews. Sin embargo, sí hacemos matizaciones para que el aficionado sepa qué esperar de la relación calidad precio de un producto. Si bien en cuanto a horas de duración lo que brindan estos Lobos de Midgard es más que razonable teniendo en cuenta que podemos superar la campaña en unas 20 horas (15 para los muy rápidos y cerca de 25 para los más pacientes), en términos de su acabado parece más propio de un título de gama media y no de uno que se vende a precio completo en el momento de su lanzamiento como es el caso. Esto no es sólo extensible a lo audiovisual, sino que también es válido para la corrección de los abundantes bugs que presentaba el videojuego durante el proceso de análisis y para otras cosas sorprendentes también como una traducción a nuestro idioma en cuanto a textos bastante pobre y plagada de errores e incoherencias.

Discreto

Sin sello
JAURÍA DE RAGNARÖK

Vikings: Wolves of Midgard

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Vikings: Wolves of Midgard es algo peor juego de lo que parecía desde la distancia, pero incluso así un título estimable. Hablo de un lanzamiento de "fondo de armario" con el que pasar unas cuantas horas entretenidos pero que no se grabará en nuestra memoria y que sólo figurará en el listado de favoritos del 2017 para unos pocos. Hay mucho de desaprovechado en la ambientación y las posibilidades narrativas de una obra que no es sorprendente, pero si encontramos a un amigo con quien disfrutarlo en el cooperativo on-line podemos sortear sus muchos inconvenientes y pasar un buen rato.

Comprar Vikings: Wolves of Midgard
  • Aunque no se les haya sacado mucho partido, los vikingos son apasionantes
  • Algunas ideas interesantes, como un clima que afecta a la jugabilidad
  • Las enormes dimensiones de algunas de las criaturas
  • Falta chispa y no es demasiado inspirado en lo jugable
  • Descuidado en lo artístico, gráfico y técnico
  • Una sensación de repetitivo que no nos quitaremos de encima
  • La traducción de los textos al español
Jugadores: 1-2
Idioma: Textos en español y voces en inglés y alemán
Duración: 15-25 horas
Ver requisitos del sistema
Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

12.876 visualizaciones

100 DETALLES OCULTOS de RED DEAD REDEMPTION 2

¿Qué detalles ocultos guarda Red Dead Redemption 2? En el video de hoy os presentamos más de 100 curiosidades distintas acerca de la aventura de Arthur Morgan y de John Marston que nos presentó Rockstar Games en 2018.