The Ringed City es de picos altos y uno bajo; una mezcla entre algunas de las mejores batallas y secciones de todo Dark Souls 3 y una de las más decepcionantes zonas de toda la experiencia jugable de FromSoftware. Eso sí, en la despedida de la edad del fuego, lo malo no eclipsa la excelencia de lo bueno. En conjunto con Ashes of Ariandel, estamos ante una aventura y un desafío excepcional que no debes perderte. Análisis.
Ciertamente, el miedo se apoderó de mí en los primeros compases a los mandos de Ringed City. ¿Cómo puede un videojuego de la categoría de Dark Souls 3 basar su desafío en superar a un ser armado con una suerte de metralleta de flechas sin permitir una respuesta aparente a la injusta amenaza? Una sorprendente, por indigna, decisión de FromSoftware que descuidaba su delicada naturaleza, pero no olvidaba ni una pizca de su sadismo al no permitir un segundo de descanso en el presente lance: el peculiar monstruo alado lanza un conjuro de maldición si reposas unos segundos de su incansable ráfaga de disparos grotescos. No os voy a engañar, lo que jugaba me asustaba y decepcionaba por partes iguales.
La parte del pantano envenenado puede sonar surrealistamente boba para cualquier seguidor de la serie avezado en el buen gusto de la desarrolladora tras varias entregas de Dark Souls a sus espaldas, pero mi recomendación es que no te dejes llevar por los nervios e intentes superarla, puesto que la recompensa es superlativa. Puede que la batalla con Friede en Ashes of Ariandel sea una de las más sorprendentes y estupendas peleas de la tercera entrega, pero en Dark Souls 3: The Ringed City se ofrecen otras dos batallas excelentes y un desafío secreto que es, sin duda, uno de los más grandes pruebas a la que te vas a enfrentar en la edad del fuego. Los artistas tras el DLC, lejos de los jefes finales, también han sabido dibujar algunas secciones memorables.
El corredor de la muerte
Y no, montón de residuos, la primera zona, no es la más inspirada de Dark Souls 3; puede que hablemos incluso de una de las secciones más olvidables de toda la experiencia, pero una vez has bajado su infernal descenso aparecen partes verdaderamente inspiradas, con nuevos e interesantes enemigos y algunas maquiavélicas propuestas que se traducirán en una pérdida constante de almas. La parte de la Ciudad Anillada, además de ser una perfecta despedida para la franquicia, emula escenarios míticos del pasado en su horizonte, pero dibuja también fieros rivales inéditos en la obra hasta ahora.
Hay unos seres gigantescos, que parecen haber salido de alguno de los callejones sórdidos de Bloodborne, que invocan fantasmales ilusiones muy reales por el daño que hacen; unos seres putrefactos te maldicen con su mera presencia, por lo que deberás acabar con ellos cuanto antes para no acabar de nuevo en la hoguera; destacables también los insectoides que devoran tu rostro si te atrapan y magníficos los caballeros anillados, armados con poderosas espadas imbuidas en fuego que te pondrán las cosas muy difíciles. La disposición de amenazas en la última sección del DLC es brillante y retadora: una decisión muy inteligente.
No hay grandes novedades en el multijugador más allá de algunos ajustes realizados para garantizar su buen funcionamiento y un par de nuevos niveles. Eso sí, entre el arsenal nuevo y los objetos disponibles hay algunos elementos útiles a los que sacar partido contra otros jugadores de Dark Souls 3. El PVP sigue siendo importante para muchos usuarios de la serie, y que FromSoftware siga mimándolo dice mucho y bien de la empresa japonesa.
Separados, buenos; juntos, imprescindibles
Resulta inevitable hablar de Ariandel al revisar los méritos The Ringed City. Es importante saber que estamos ante la continuación lógica de los acontecimientos jugados allí (a pesar de que se puedan jugar por separado), pero si en algo vence la segunda descarga a la primera es en el desafío que supone en cada apartado. Puede que ninguna batalla contra jefe final resulte tan épica como la de Friede, cierto, pero la satisfacción de acabar con los retos impuestos en el nuevo contenido de FromSoftware es una de las sensaciones más satisfactorias de Dark Souls 3, y si los japoneses querían que nos quedásemos con la superación y el reto como uno de los últimos recuerdos de la serie en su despedida, sin duda, lo han logrado.
Si incluimos a Bloodborne dentro del querido universo Souls, The Old Hunters es uno de los descargables más apreciados por la comunidad. No dejo de preguntarme qué habría sucedido si Ariandel y Ringed City hubiesen llegado juntos en un mismo pack, ya que, en conjunto, se beneficiarían el uno al otro, resolviendo y camuflando los defectos del primer DLC con los del segundo y viceversa. ¿La mayor bondad de ambas secciones en comparación a Artorias, otro clásico, del Dark Souls original? Ver claro que el contenido no se extirpó del videojuego original para venderlo como descargada digital extra, y su independencia con respecto al tercer capítulo de la franquicia es, de hecho, otra virtud de ambos DLC.
Si querían que nos quedásemos con la superación y el reto como uno de los últimos recuerdos de la serie, lo han logrado
¿Los grandes beneficiados? Los que jueguen ambos contenidos del tirón en los próximos meses, que tendrán entre 12 y 15 horas de epicidad extra (puedes acabar Ringed City en algo más de 5 o 6 horas). Se va Dark Souls, pero parece improbable que la despedida sea un "adiós" y no un "hasta pronto". El valor de la franquicia es incalculable, y sería una pena para todos los involucrados, incluyendo a desarrolladora, distribuidora y los propios aficionados, que la serie no se rescatase en el futuro. En todo caso, el descanso le vendrá bien, y si la pausa y el trabajar en otros proyectos acaba enriqueciendo futuras entregas de fantasía medieval oscura, bienvenida sea. ¡Hasta pronto, Dark Souls!
The Ringed City es capaz de lo mejor y lo peor. Tiene una de las secciones más pobres de todo Dark Souls 3 y ofrece una de las zonas más interesantes del videojuego a la vez. Ofrece batallas épicas contra jefes finales y alguna sorpresa interesante para despedir la edad del fuego. Un contenido en el que las sombras existen, pero sus luces son excelentes. Una magnífica forma de despedir la franquicia Dark Souls, que se tomará un merecido descanso tras varios años de éxitos.
- La ciudad anillada y la sección final del DLC: memorable zona de juego
- Batallas contra jefes finales épicas. Un desafío para jugadores de más de nivel 100
- Nuevos y poderosos objetos a los que acceder para tu equipo y arsenal
- Montón de residuos es una de las peores zonas de Dark Souls 3
- Ideas y desafíos grotescos en la primera sección: impropio de FromSoftware
