Omega Force vuelve a la carga con otra de sus conocidas obras de claro sabor Musou, si bien esta vez se centra en una licencia tan jugosa como es Dragon Quest, uno de los JRPG más queridos de todos los tiempos. Análisis de Dragon Quest Heroes II.
Para mí fue una de las grandes sorpresas del año 2015. Dragon Quest Heroes me mantuvo unas 30 horas pegado a la pantalla, un juego que en mi opinión es el gran referente dentro de su género, el de los musou o hack´n slash de corte japonés. Su éxito fue bastante elevado tanto en Japón como también fuera de las fronteras niponas, lo que ha asegurado la continuación de dicho spin-off (algo que, de momento, parece que no sucede con otras producciones similares como Hyrule Warriors, por ejemplo).
Aquí tenemos dicha secuela, Dragon Quest Heroes II (así a secas aunque parezca mentira), título que llega a PS4 en formato físico y a PC a través de la plataforma digital Steam. Y lo hace con una entrega que respeta la estructura básica que tanto nos hizo disfrutar en su versión original pero que ha sido agraciada con un ramillete de novedades muy interesantes que más tarde os explicaré en este análisis. ¿El resultado? Un videojuego claramente más ambicioso y con más posibilidades si cabe que seguramente va a proporcionar muchos ratos de diversión a los usuarios de PS4 y PC.
La historia que ha sido concebida para dar pie a esta aventura es relativamente sencilla, pero afortunadamente y como sucede con todos los juegos de esta saga (aunque se trate en este caso de un spin-off), se sigue con mucho interés. Y más teniendo en cuenta la gran cantidad de escenas CGI que podemos ir contemplando después de superar cada misión, escenas realizadas con mucho mimo y que ostentan una calidad envidiable.
En los Siete Reinos que forman parte del mundo en el que se desarrolla el título ha estallado una guerra. Y para tratar de mantener la paz reinante hasta ese momento, Lázaro y su prima Teresa (los dos protagonistas principales del juego entre los que podemos elegir al comienzo) se meten de lleno en una especie de investigación que les llevará al meollo del asunto. La historia se desarrolla a lo largo de unas 30 horas de juego, aunque esta cifra varía mucho en función del estilo de juego de cada uno y de lo que se quiera invertir en superar misiones secundarias, explorar las áreas salvajes, mejorar el nivel de los personajes, etc.
Combates y RPG para cuatro
Al igual que sucedió en el título original, en Dragon Quest Heroes 2 se han fusionado los combates sin cuartel e interminables de los juegos musou (especialidad del estudio Omega Force) con el espíritu RPG tradicional de la saga de Square Enix. ¿El resultado? Una de las mejores aventuras dentro de este tipo de títulos que se ha visto enriquecida por varias innovaciones.
Evidentemente aquí lo más importante es avanzar mientras cumplimos diferentes misiones, objetivos que se nos van indicando de manera paulatina. Normalmente se nos pide llegar hasta una zona concreta de los mapeados, acabar con un enemigo muy poderoso o recoger un objeto determinado, objetivos no demasiado originales pero sí numerosos.
Para cumplir con las órdenes que nos van indicando unos personajes y otros es necesario adentrarse en las llamadas zonas salvajes. Estos decorados están repletos de enemigos a los que debemos ir liquidando, existiendo una cantidad y variedad de ellos verdaderamente notable. Golems, guardianes de boca, limos, zombis, esqueletos, trolls, sayones, petrobombas y demás bestias nos acechan sin cesar, siendo habitual acabar con cientos de ellos durante el transcurso de cada misión.
El cooperativo para 4 añade una nueva y excitante dimensión a la experiencia de juego
A medida que progresamos podemos llegar a controlar a una quincena de personajes distintos, si bien sólo cuatro de ellos como máximo pueden avanzar a la vez, pudiendo además alternar el control de todos ellos fácilmente pulsando un botón. Unos y otros, desde Lázaro y Teresa a Mariel, Gronzo (uno de mis héroes favoritos), Norris y demás protagonistas (casi todos ellos viejos conocidos de la franquicia) poseen su propio repertorio de golpes, son capaces de aprender nuevos poderes y habilidades con la experiencia adquirida en combate y, además, pueden acumular Tensión para volverse invulnerables durante un espacio de tiempo limitado y desencadenar ataques especiales únicos tan devastadores como espectaculares.
El componente RPG no se queda sólo en eso. A lo largo de nuestro viaje es posible ir comprando nuevos objetos, complementos y armas para equipar a los protagonistas de la mejor manera posible, existiendo una cantidad de estos ítems tremendamente generosa. Los diálogos con otros personajes secundarios (en japonés o inglés con subtítulos en español) también son muy habituales, añadiendo más variedad al asunto. Y a todo esto se une la posibilidad de cambiar la vocación o clase de los dos personajes principales siempre que lo deseemos, existiendo una variedad muy plausible de ellas (mago, sacerdote, guerrero, ladrón, etc.). Eso sí, cuando lo hagamos nuestro nivel se reseteará, tened esto en cuenta.
La experiencia jugable es, por lo tanto, tremendamente satisfactoria, si bien aquellos que no sean fans de este género pueden acabar encontrando el desarrollo algo reiterativo. Pero esto es más un componente inherente a los juegos musou que un defecto en sí mismo, o al menos yo siempre lo he entendido de esta forma.
Además y como ya os he comentado al principio del análisis de Dragon Quest Heroes 2 se han introducido interesantes innovaciones jugables a esta entrega, comenzando por la más llamativa de todas: el modo online cooperativo para cuatro jugadores simultáneos. Dicha opción es oro puro y se divide en dos vertientes diferentes. La más llamativa es la posibilidad de superar todo el modo Historia mediante dicha opción, aumentando de manera considerable el interés de cada partida. Pero también es posible adentrarnos en las denominadas mazmorras dimensionales para aumentar la experiencia de nuestros personajes y, de paso, obtener jugosas recompensas en forma de objetos muy poderosos. Esta incorporación añade una nueva dimensión a la experiencia de juego que nos proporciona esta aventura, os lo puedo asegurar.
Otra pequeña novedad tiene que ver con las medallas de los monstruos que podemos ir recolectando a medida que avanzamos. Si recordáis en el primero ya se podían recoger estos objetos para utilizarlos cuando consideráramos oportuno, medallas que nos permitían invocar a monstruos controlados por la CPU que combatían a nuestro lado. Bien, pues en esta ocasión dichas medallas se han ampliado en número y clase. Y es que a las medallas Centinela que os acabo de explicar se suman las denominadas Salvadoras, que nos permiten ejecutar un ataque especial vinculado al monstruo de turno… y las más interesantes: las medallas Sustituto.
Gracias a estos objetos es posible transformarnos en una amplia gama de criaturas durante breves espacios de tiempo, lo que nos permite efectuar ataques muy diferentes a los habituales y, de paso, adoptar la apariencia de monstruos realmente llamativos. Este tema de las medallas es de todo menos secundario y os garantizo que hacerse con una buena colección de ellas durante cada misión es vital para superar los combates más difíciles.
Estas destacadas novedades aportan todavía más interés a una fórmula de juego que, reitero, es mucho más profunda y absorbente de lo que algunos de vosotros podrías pensar en un primer momento. Creedme si os digo que si os pica el gusanillo y os apetece disfrutar de un juego de este estilo, haríais bien probando esta producción porque ofrece más variedad de lo habitual en el género y, además, goza de un encanto particular ligado a la serie en la que se basa.
Los personajes de Toriyama muestran gran expresividad y una personalidad muy marcada
Parte de este encanto tiene que ver con su estética, que es realmente llamativa. Akira Toriyama se ha encargado una vez más de diseñar la apariencia de los protagonistas principales que se dan cita en el juego y el resultado me ha parecido excelente. Además dichos personajes gozan de una amplia cantidad de animaciones muy bien realizadas así como de una gran expresividad y una personalidad muy marcada. Y el aspecto de los monstruos no se queda atrás, pudiendo combatir contra criaturas de un tamaño increíblemente grande. Los escenarios me han parecido mucho más detallados e interesantes que los que podemos encontrarnos en otros juegos similares. Además la distancia de dibujado es considerable (especialmente si jugamos en PS4 Pro), mientras que la resolución es de 1080p nativa a la que se añaden unos relativamente estables 60 cuadros por segundo.
El apartado sonoro alcanza un nivel similar, gracias sobre todo a las grandiosas composiciones de Koichi Sugiyama, realmente magníficas. El doblaje en japonés es buenísimo también (aunque el inglés tampoco desmerece), y los efectos especiales son tan diversos como bien efectuados.
Square Enix ha recreado con Dragon Quest Heroes 2 una gran continuación del que, para muchos, es el mejor juego musou de la presente generación. Novedades tan interesantes como la llegada de nuevos personajes (muchos de ellos extraídos de la propia saga), las nuevas medallas de monstruos y, sobre todo, el modo online cooperativo para cuatro jugadores no hacen otra cosa que mejorar todavía más la experiencia de juego. Sí, puede resultar algo cansino para aquellos jugadores que no transigen con este estilo de títulos pero, el resto, disfrutará muchísimo con Lázaro y compañía.
Comprar Dragon Quest: Heroes II- El modo cooperativo online para cuatro jugadores es fantástico
- Gran selección de personajes controlables
- El sistema de juego sigue siendo muy absorbente
- Las mazmorras dimensionales añaden nuevos desafíos
- Excepcional ambientación y presencia gráfica, sobre todo en PS4 Pro
- El sistema de cambio de clase puede dar más de sí
- Las misiones secundarias son algo genéricas
