Una de las películas de animación más esperadas del verano, Cars 3, se da una vuelta antes de su puesta de largo en cines por las consolas. Un juego que, sin ser de lo mejor de su género, tiene su gracia. Analizamos lo que nos ofrece Cars 3: Hacia la Victoria.
Avalanche Software ha puesto su sello a la conversión de Cars 3, la película de Pixar que se estrenará la semana que viene en nuestro país. Bajo el nombre completo de Cars 3: Hacia la Victoria, estamos ante un videojuego que se basa en la serie de Nintendo Mario Kart para dar vida a su estilo de juego, aunque es justo afirmar que también posee ciertos elementos diferenciadores… y un nivel de calidad más que aceptable pero que queda lejos de las sobresalientes carreras que nos dispensan los personajes más famosos de la Gran N.
Por eso mismo explicar en qué consiste el juego es de lo más sencillo: todo pasa pisar a fondo en circuitos relativamente variados (hay más de una veintena de ellos) y dejar atrás a los rivales, pudiendo usar turbos y diferentes objetos en según qué tipo de competiciones como ahora mismo os explicaré.
En cuanto a su argumento, la verdad es que es una de las partes más decepcionantes del videojuego. Todo tiene lugar justo después de lo sucedido en la película de Pixar, pero lo cierto es que apenas tiene trascendencia. Una pena, ya que este aspecto podría haberse exprimido mucho más.
Entretenido y completo
Las carreras y las diversas pruebas, como aquellas en las que tenemos que liquidar a los rivales usando misiles, no sorprenden en absoluto pero por lo menos sí que resultan divertidas. Y debo decir que a pesar de que como es más que evidente se trata de un juego claramente enfocado hacia el público infantil, no es tan fácil ganar carreras y, de hecho, en muchas ocasiones es necesario conocer los circuitos al dedillo y aprovechar los numerosos atajos que presentan cada uno de ellos para conseguir llegar a la meta en primera posición.
El control de los vehículos es muy sencillo pero a pesar de esto es bastante llamativa la cantidad de acciones que es posible llevar a cabo con los protagonistas. Llama la atención la posibilidad de poder ejecutar saltos cuando así lo deseemos pulsando un botón, como si se tratara de un arcade plataformero, algo que no suele ocurrir en muchos títulos similares. Y si esta acción la sincronizamos con una rampa, es posible efectuar maniobras aéreas bastante llamativas como los giros laterales, volteos o mortales.
¿Y para qué conviene realizar estos tricks aéreos? Pues para ir recargando la barra de turbo, fundamental para obtener victorias. Pero estas espectaculares acciones aéreas no son las únicas que es posible materializar durante cada carrera. También podemos conducir marcha atrás, hacerlo sobre dos ruedas o incluso ejecutar ataques laterales para sacar a los rivales de la pista. Un compendio de movimientos que, en definitiva, añaden un mayor interés a cada prueba.
El juego no sorprende en ningún sentido, pero a pesar de eso, divierte
En cuanto a opciones y modalidades de juego, el título va bien servido. Al comienzo es posible elegir Eventos, opción que engloba muchas competiciones diferentes que es posible ir desbloqueando como carreras, vueltas rápidas, eliminatorias o carreras de combate por poner varios ejemplos. A esto se suman otros modos que podemos ir también habilitando como Copas, el parque de Thomasville, etc. a medida que realizamos ciertos objetivos como embestir a varios rivales en una sola carrera, pilotar marcha atrás durante una cantidad de tiempo determinada, conseguir victorias, etc. Y esta oferta tan completa queda rematada por el modo multijugador que también dispone Cars 3: Hacia la Victoria. Gracias a él es posible jugar con tres amigos más en modo local a pantalla dividida (o en LAN con cuatro Switch en dicha versión), opción que se convierte en una de las más interesantes de cuantas presenta el título.
Como veis no es un juego que sorprende en ningún sentido y no deja de ser un clon de otros muchos arcades similares pero, a pesar de eso, divierte, y eso sigue siendo lo más importante… si bien los más pequeños serán los que más disfruten con las carreras de Rayo, Cruz y compañía.
En cuestiones técnicas Cars 3 no está mal, si bien no es comparable ni a la última entrega disfrutada de Mario Kart ni a lo plasmado en los juegos de velocidad más importantes. Lo más destacado es la fidelidad que muestran los coches en relación a los modelos originales de la película. Todos son perfectamente reconocibles y gozan de animaciones bastante graciosas. Los escenarios son de estilo más realista y a pesar de que no son especialmente detallados, resultan variados y en algunos casos incluso vistosos, a pesar de presentar atisbos de generación brusca de elementos. El apartado sonoro me ha parecido algo superior, gracias a un excelente doblaje a nuestro idioma y a unos efectos muy variados. La banda sonora no goza de tanto protagonismo, pero tampoco desentona.
Cars 3: Hacia la victoria es un arcade de conducción interesante y que va más allá de la licencia en la que se basa. Es un título muy entretenido, especialmente indicado para los más jóvenes, aunque puede ser disfrutado por cualquier amante de este tipo de propuestas. No es muy original en su planteamiento, pero es un inconveniente menor.
Comprar Cars 3: Hacia la victoria- Gran variedad de pruebas: carreras, eliminatorias, vueltas rápida, etc.
- Las acrobacias aportan interés a cada partida
- Buena gama de coches y trazados
- No tiene modos multijugador online
- La originalidad no es su mejor cualidad
- Técnicamente es muy sencillo, pero tampoco es malo
