El machacar botones se va a acabar. Al menos, eso es lo que nos propone un Track & Field revitalizado que llega a Nintendo DS con el fin de hacernos mover el stylus como nunca antes lo habíamos hecho. Presente y pasado se juntan en un videojuego que llega a tiempo para encender la antorcha olímpica.
Los Juegos Olímpicos de Pekín están al caer y son muchos los que no han querido faltar a la cita. Así, y dejando de lado un poco a SEGA, que ya nos mostró de lo que era capaz su Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos, otra compañía nipona como Konami está dispuesta a rescatar un clásico que, además, cumple su 25 aniversario dentro del sector de los videojuegos. Nos referimos a Track & Field, aquella máquina arcade de los años ochenta que seguramente los entonces populares salones de juego tuvieron que mandar a reparación más de una vez debido a la incansable mecánica de juego que precisaba.
Machacar botones para hacer correr más rápido o saltar más alto a nuestros atletas era lo más importante en un videojuego que, a pesar del transcurso del tiempo, ha mantenido intactas sus bases más primitivas. Eso, por lo menos, hasta ahora, cuando Nintendo DS da a los desarrolladores británicos de Sumo Digital la oportunidad de convertir el lápiz táctil en el nuevo artefacto con el que “machacar” la pantalla durante las cerca de 25 pruebas presentes en este New International Track & Field, un videojuego que también dará a los más puristas la posibilidad de escoger un control clásico basado en el uso exclusivo de botones.
“Machaca” tu pantalla
La elección de un método de control u otro la verdad es que dará prácticamente lo mismo en términos jugables, y eso es algo que dice mucho a favor del esfuerzo puesto por conseguir una experiencia de juego que nos haga recordar los días en que machacábamos los resistentes botones de las recreativas. La implementación de la doble pantalla y del lápiz táctil (así como del micrófono, que sirve para dar ánimos a nuestros atletas) ofrece la misma sensación que los botones, sólo que ahora el mover rápidamente el stylus de un lado para otro se convierte en una forma de interacción más atractiva que el pulsar botones continuamente.
Correr o nadar implica acciones como desplazar el lápiz de izquierda a derecha sin parar, aunque existen otros ejercicios que nos obligan a hacer círculos sobre la pantalla o pulsar un botón virtual con el fin de disparar una flecha (en el tiro con arco) o desarrollar un salto de altura. En términos globales, existe una buena variedad de situaciones que, además, están explicadas a través de unos sencillos y rápidos tutoriales dispuestos antes del comienzo de cada prueba. Por tanto, y a pesar de que esté orientado a un tipo de usuario experimentado, New International Track & Field podría resultar asequible para todas las edades y tipos de jugador.
En busca del oro
La estructura del videojuego se sustenta en varios modos de juego, estando la mayor parte de ellos focalizados a la experiencia individual. Así, el Modo Carrera se convierte en la opción estrella a través de la cual disputaremos hasta seis campeonatos compuestos por cuatro pruebas cada uno. Es necesario superar los requisitos de cada disciplina propuesta para progresar, aunque también es importante obtener una buena marca para, además de conseguir el oro, intentar sumar puntos a un casillero que competirá con el de otros tres competidores controlados por la CPU. Sólo de esta manera jugaremos en retos de mayor dificultad y sólo así seremos capaces de desbloquear algunos extras que, además de darnos nuevas vestimentas, nos presentarán algunos desafíos propios de la casa Konami.
Nos estamos refiriendo al Modo Desafío, donde disputar hasta seis pruebas específicas que se salen un poco de la seriedad del campeonato olímpico para hacer guiños a videojuegos como Frogger. En total son seis, y suponen un importante añadido con los que intentarnos superar a través de los tres niveles de dificultad que comprende el Modo Carrera antes citado. No obstante, y para aquellos que no terminen de dominar una determinada disciplina, siempre tenemos acceso al Modo Prueba Única, desde el cual practicar las más de veinte pruebas a medida que las vayamos desbloqueando: 100 metros lisos, tiro al plato, triple salto, remo, ciclismo, braza, trampolín, salto de longitud…
Una mezcla de pasado y presente
Las modalidades para el jugador solitario son muy completas y atrayentes, aunque el videojuego donde gana más fuerza es en el Modo Multijugador, que puede disputarse con otros amigos en un ámbito local tanto si tenemos una tarjeta como si disponemos de varias. Incluso se puede utilizar la Conexión Wi-Fi de Nintendo, que aparte de darnos la posibilidad de jugar con usuarios de todo el mundo, nos permite subir nuestras mejores puntuaciones a fin de aumentar el espíritu de competitividad. Desde nuestro punto de vista, poco más se le podía pedir a un título de estas características que apuesta por hacer acopio de elementos del pasado pero sin olvidar la tecnología del presente.
Así nos encontramos ante un apartado gráfico que representa unos coloridos escenarios en 2D con una plantilla de hasta veinte personajes (algunos de ellos clásicos de Konami) perfectamente modelados en tres dimensiones. El resultado es un título de gran fluidez de movimientos en el que los efectos sonoros juntan el griterío del público con algunos efectos sonoros rescatados de los anteriores Track & Field. Y eso sin olvidarnos de la música de los menús, acompañados en todo momento por una versión de la famosa composición de Vangelis en la película “Carros de Fuego”.
Sumo Digital nos invita a celebrar un año realmente olímpico con una versión del clásico Track & Field que se adapta a las nuevas posibilidades que da una máquina como Nintendo DS. Machacar botones volverá a ser posible, aunque también lo será hacer lo mismo con una pantalla táctil aprovechada a través de más de veinte pruebas y de un gran repertorio de modalidades que se benefician de una terminación más que notable y de una mezcla de pasado y presente realmente interesante.
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