La famosa serie creada por Nakaba Suzuki, The Seven Deadly Sins, acaba de ser trasladada a videojuego por Bandai Namco. Un videojuego bastante curioso y fiel a la obra original, pero no carente de ciertos problemas. Análisis de The Seven Deadly Sins: Knights of Britannia.
Con más de 10 millones de ejemplares vendidos, este manga es uno de los más importantes de cuantos han aparecido en los últimos años. Una obra que ya ha estrenado serie de animación (la segunda temporada está a punto de comenzar a emitirse) y que también espera película y todo. Bandai Namco, poseedora de los derechos, ha querido exprimir dicho potencial y ha planteado con The Seven Deadly Sins: Knights of Britannia un videojuego bastante curioso que nos ofrece dos vertientes jugables bien diferenciadas… aunque ninguna de las dos termina de alcanzar las cotas de diversión que muchos hubiéramos deseado.
El título nos traslada hasta la región de Britania, que engloba varios pueblos y reinos que se han visto amenazados por los Caballeros Sagrados. Este grupo ha efectuado un golpe de estado y tras capturar al rey, han impuesto su voluntad en dicha región. Una vieja leyenda reza que los denominados guerreros Seven Deadly Sins lucharon antaño contra el citado ejército de los Caballeros Sagrados, si bien desde hace años no se sabe nada de ellos. ¿Existirán realmente? Eso es lo que debemos dilucidar en compañía de Meliodas, Elizabeth, el cerdito Hawk y los demás personajes que se dan cita en esta producción.
¿Aventuras o peleas?
Siguiendo el hilo de lo que os comenté antes, The Seven Deadly Sins: Knights of Britannia presenta dos modos de juego bien diferenciados: Aventura y Duelo. Comenzando por desgranar el primero de ellos, Aventura, en esta modalidad nuestro cometido es ir viajando de una zona a otra de Britania para ir llevando a cabo una serie de misiones tanto principales como secundarias que, a la postre, nos permita ir encontrando a los citados Seven Deadly Sins.
Las primeras pueden ser de dos tipos diferentes fundamentalmente, de combate o de recolección, resultando bastante más entretenidas las primeras… dentro de un orden. Para cumplir las misiones de combate debemos eliminar o bien a una cantidad determinada de adversarios que se dejan ver en pantalla o enfrentarnos a un solo enemigo de cierta entidad. Las batallas se libran en entornos abiertos y en 3D, gozando de plena libertad de movimientos. El sistema de control se basa en el empleo de casi todos los botones del mando e, incluso, podemos pedir ayuda a un compañero controlado por la CPU.
Pero a pesar de eso, me ha parecido uno de los aspectos más flojos del título. La razón es que adolece de profundidad y, muchas veces, nos vemos realizando los mismos combos una y otra vez, lo que a medio plazo resta gran parte de la diversión que nos proporcionan dichos enfrentamientos. Sólo se salvan los ataques especiales, unas acciones que resultan tan espectaculares como dañinas.
Por su parte, las tareas de recolección de materias primas y otros elementos son todavía menos interesantes. En estos niveles debemos explorar un escenario de pequeñas dimensiones que está acotado por barreras translúcidas sin que podamos defendernos de los rivales que de vez en cuando merodean por la zona, pudiendo únicamente pedir ayuda a nuestro aliado… o correr. La idea me parece buena, pero la ejecución de estas fases resulta muy descafeinada.
Afortunadamente este modo Aventura goza de más ingredientes que mejoran un tanto lo expuesto hasta ahora. Para empezar, la taberna Boar Hat sirve de cuartel general y nos permite desde ir creando nuevos objetos mágicos (que actúan como potenciadores) con el dinero y los materiales que vamos obteniendo a lo largo del juego, unos ítems que nos permiten mejorar las aptitudes (capacidad defensiva, ataque, etc.) de los personajes que deseemos. Y también es el lugar indicado para ir escogiendo aquellas misiones principales y secundarias que vayan estando disponibles, tareas que en muchos casos nos animan a recorrer la región a través del clásico mapamundi.
Poco más nos ofrece esta modalidad, la cual puede resultar entretenida durante las primeras horas, pero acaba siendo un tanto monótona a partir de cierto punto. Para complementar a esta opción el juego también incluye el modo Duelo. Esta modalidad nos permite vivir combates 1 vs 1 ó 2 vs 2 entre los diferentes personajes que se dan cita en el juego. Y si bien al principio son muy pocos los que están habilitados, conforme avanzamos en la otra modalidad es posible llegar a desbloquear a 25 luchadores diferentes, agrupados en varias clases diferentes (velocidad, magia, poder…). Lo que pasa es que dichos enfrentamientos siguen el mismo patrón que las peleas que vivimos en el modo Aventura. Es decir, que seguimos combatiendo en entornos en 3D variados y de un tamaño más o menos amplio… pero lo hacemos mediante el mismo esquema de control, lo cual coarta bastante la jugabilidad debido a los inconvenientes que ya os expliqué antes.
Por lo tanto, este The Seven Deadly Sins para PS4 se queda a medio camino de conseguir lo que pretendía, es decir, fundir dos estilos de juego en un mismo pack que funcionen de manera correcta y resulten entretenidos. Y es una pena, porque se nota el esfuerzo realizado por los desarrolladores. Por lo menos nadie puede discutir la generosa cantidad de personajes, escenarios y misiones que se han integrado en The Seven Deadly Sins: Knights of Britannia.
Seven Deadly Sins ofrece una gran fidelidad en todo lo relacionado con la apariencia que muestran los personajes del juego
En cuanto a su disposición gráfica, el título ofrece una gran fidelidad en todo lo relacionado con la apariencia que muestran los personajes. Sus diseños en 3D resultan bastante llamativos y sus animaciones, sin ser nada particularmente destacable, se muestran bastante bien enlazadas. Los decorados son harina de otro costal dado que, sin ser malos, su nivel de detalle es más bien modesto (si bien existe alguna excepción), sobre todo si se les compara con los plasmados en otros títulos de lucha 3D. El sonido supera lo reflejado en el apartado anterior con bastante margen, debido especialmente al excelente doblaje en japonés (con textos en español) de los protagonistas y a los contundentes efectos sonoros.
La serie manganime del mismo nombre ha sido trasladada de manera correcta a PS4… pero quizá esperábamos más. Sus múltiples cualidades como su elevado número de personajes jugables o localizaciones así como su excelente fidelidad con el trabajo original de Nakaba Suzuki, quedan ensombrecidos por defectos notorios como su encorsetado sistema de control e irregular modo Aventura. The Seven Deadly Sins: Knights of Britannia es un título sólo recomendable para los seguidores de la obra original.
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- Dos modos de juego bien diferenciados
- Gran fidelidad con la obra original
- El sistema de control resulta demasiado limitado
- El modo Aventura deja bastante que desear.
