Análisis de Lost Planet

Análisis de Lost Planet
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Un nuevo mundo para olvidar la tierra. Un nuevo mundo cubierto de nieve. Un nuevo mundo poblado de fieras y mortales criaturas, y temibles piratas. Tras el notable éxito de Lost Planet en Xbox 360 por fin llega el esperado juego a PlayStation 3. Wayne va a vivir la aventura más grande de su vida. ¿Y tú?

Capcom ha descubierto que los títulos multiplataforma son el futuro debido a los excelentes réditos a nivel comercial que éstos proporcionan. Sólo hay que ver el reciente caso de Devil May Cry 4, el lanzamiento más rápidamente vendido con más de dos millones de copias desde su salida.

El éxito de estos ports en las cuestiones meramente técnicas varía notablemente. Mientras que Resident Evil 4 y Devil May Cry 3 eran sobresalientes títulos de consola, no pasaron de ser productos únicamente correctos en, por ejemplo, compatibles, lastrados en su mayoría por serios problemas de control y lamentables apartados gráficos.

El caso de Lost Planet es bien distinto, y es que los chicos de Capcom por fin trasvasaron de forma excelente el contenido de su excelente shooter a compatibles con un resultado francamente bueno, y ahora nos toca el turno de comprobar la versión de PlayStation 3 para valorar si la maniobra ha sido igualmente exitosa.

El juego es un título de ciencia ficción espacial que vuelve a los orígenes de la desarrolladora nipona, con un juego repleto de disparos y fuego sin más complicaciones. El brutal apartado gráfico, la temática espacial y los gigantescos enemigos finales, han despertado una pasión desmedida por este shooter. Pero Lost Planet va mucho más allá de ser un vulgar juego de género. Una dirección artística impecable y diversión en estado puro son sus principales apuestas. Apúntate a colonizar este planeta y acaba con la amenaza Akrid.

El enigma de otro mundo
En un futuro lejano los habitantes de la tierra han abandonado el planeta para viajar a otro mundo nuevo y colonizarlo. Como es lógico, la cosa no es tan sencilla y los colonos, tras establecerse, descubren que el lugar tiene unos fieros y mortales habitantes. A esto hay que sumar la presencia de otros humanos sin escrúpulos que a modo de piratas asaltan convoys de civiles, y viven como pueden en un mundo tan inhóspito como éste planeta helado. La historia no es la mejor de las virtudes del título. A decir verdad es confusa y funciona como un mero pretexto, bastante pobre eso sí, para enlazar los 11 capítulos de los que se compone el título. Por si fuera poco el final es cuanto menos, poco satisfactorio y no resuelve con claridad ninguna de las incógnitas que se plantean a lo largo de la historia. A todo esto se une un héroe sin excesivo carisma, aquejado de amnesia (como un alto porcentaje de los personajes de videojuegos), y que ha perdido a su padre en un combate con los feroces Akrid.

Escenarios enormes, enemigos con gran detalle, grandes animaciones, variados efectos visuales y un control preciso y completamente adaptado al pad de PlayStation 3.
Escenarios enormes, enemigos con gran detalle, grandes animaciones, variados efectos visuales y un control preciso y completamente adaptado al pad de PlayStation 3.

En esta aventura le acompañan una serie de personajes a cada cual más desconcertante. Estas personas recogen a Wayne tras un cruento enfrentamiento con las criaturas, y le dan cobijo en su base. El protagonista, que no consigue recordar nada de lo que se produjo antes del combate, les ayudará en pequeñas misiones, pero tarde o temprano sabe que deberá enfrentarse a la gigantesca criatura “ojos verdes” que mató a su padre, y liberar a la raza humana de la amenaza Akrid.

Estos personajes responden a sobados estereotipos del mundo de los videojuegos. El misterioso y un tanto arisco jefe, el experto en tecnología tímido y esquivo, y por supuesto la chica sexy, Luca, que a pesar de que en el planeta se rebasan ampliamente las temperaturas bajo cero, nos deleita con un espectacular escote que hace palidecer los de Paz Vega en las ceremonias de los Goya.

El combate
Los combates son el punto fuerte del título, y son realmente espectaculares y repletos de detalles. En el fragor de la batalla la pantalla se llenará de partículas, humo y explosiones, dando lugar a un espectáculo totalmente cinematográfico. Los elementos del escenario se destruyen en su mayoría, y la física está muy cuidada y plagada de matices brillantes, tales como que, al arrojar una granada sobre uno de los seres similares a armadillos cuando se arroyan sobre si mismos para atacarnos, lo desestabilizará y perderá el equilibrio de forma totalmente realista derrapando sobre la nieve.

El hecho de que los alienígenas se conviertan en inanimadas figuras de hielo al morir se revela como un acierto total, y da lugar a momentos tan auténticamente geniales como cuando nos enfrentamos a uno de los gigantescos seres que habitan este planeta perdido y, al terminar el combate y disiparse el humo, observamos atónitos como su figura petrificada ha quedado congelada con una de sus garras a escasos centímetros de nuestra cabeza en inconfundible señal de ataque.

Al igual que en el clásico moderno de Xbox 360 Dead Rising, Capcom ha optado por una estructura basada en el estilo contrarreloj. En esta ocasión no será por el reloj que corra en nuestra contra, si no por el combustible calorífico que emplea el traje que nos permite sobrevivir a las bajas temperaturas, y que habrá que estar constantemente reponiendo gracias a las bolas térmicas que dejan los enemigos al morir o los objetos al destruirse. Lo cierto es que en esta ocasión no es tan estresante como en Dead Rising, donde la carrera contra el reloj podía ser verdaderamente agobiante; si no que nos dejará suficiente margen de maniobra como para poder explorar los escenarios sobradamente, aunque sin entretenernos en exceso.

En un planeta tan frío y extremo como E.D.N. III, intentar conservar la temperatura es vital, contaremos para este fin con un traje que emplea un combustible calorífico de color naranja, que rellenaremos con los depósitos de energía que liberan los insectos al morir.
En un planeta tan frío y extremo como E.D.N. III, intentar conservar la temperatura es vital, contaremos para este fin con un traje que emplea un combustible calorífico de color naranja, que rellenaremos con los depósitos de energía que liberan los insectos al morir.

A la jugabilidad a pie se le añaden la multitud de mechs que hay abandonados por los mapas y que contribuirán de gran forma a introducir un componente variable en la jugabilidad. Pocas veces hemos experimentado de forma tan realista la sensación de poder de dirigir uno de estos monstruos mecánicos, y su uso se convierte en un aliciente más de los espectaculares combates del título.

El control de Lost Planet se hace bastante agradable e intuitivo gracias a la correcta implementación del sistema al pad de PlayStation 3. Mientras que a menudo observamos como determinados juegos de acción no “encuentran su sitio” con el mando de la negra de Sony, podemos observar como no es el caso de Lost Planet, que presenta una experiencia no tan precisa como la que ofrece el pad de Xbox 360, pero casi igual de satisfactoria.

Soldados del espacio
El apartado gráfico es sin lugar a dudas el aspecto que peor ha envejecido de Lost Planet. No solamente porque la propia versión de Xbox 360 ya no sea tan impresionante a estas alturas, sino porque con la llegada a PlayStation 3 se han empeorado algunos aspectos como el nivel de detalle de las texturas o el alisado de los dientes de sierra, casi inexistente en esta ocasión. El juego, para mayor desconcierto, realiza una instalación en el disco duro de la videoconsola que lleva más de diez minutos y que ocupa una cantidad de espacio ingente.

Los entornos abiertos siguen siendo gigantescos e imponentes, y los frecuentes escenarios interiores están bastante detallados, no obstante las texturas resultan algo confusas y a menudo presentan un aspecto borroso. La dirección artística sigue siendo uno de los mejores apartados del título. El aspecto de las criaturas es inmejorable, y son imaginativas revisiones de insectos a gran escala. Los decorados son fenomenales y representan con maestría urbes futuristas y decadentes cubiertas de nieve con unos tamaños gigantescos y unos mapeados brillantes.

Pequeñas larvas, tremendos arácnidos, temibles armadillos, enjambres voladores… existe una gran variedad de especies dentro de los insectos extraterrestres Akrid. Tendremos que enfrentarnos con montones de ellos a la vez, y no nos darán tregua ni un solo momento…
Pequeñas larvas, tremendos arácnidos, temibles armadillos, enjambres voladores… existe una gran variedad de especies dentro de los insectos extraterrestres Akrid. Tendremos que enfrentarnos con montones de ellos a la vez, y no nos darán tregua ni un solo momento…

La música es correcta, aunque tiene menos peso del esperado, y los efectos de las armas suenan tan poderosos como su fiera apariencia hace intuir. En lo que se refiere al apartado de doblaje, Capcom sigue con su política de tan sólo subtitular los juegos en nuestro país. Esto, si bien nos permite disfrutar de un doblaje en general mejor que el que solemos escuchar en español, nos obligará en caso de no saber inglés a leer los subtítulos, que en ocasiones se sobreimpresionan en la pantalla en pleno combate, distrayendo nuestra atención precisamente en el momento en que más concentramos debemos estar en la acción. Además por si fuera poco la traducción no es fiel al 100% con lo que los personajes dicen, con lo cual en muchas ocasiones veremos que faltan muchos matices en los subtítulos, o incluso que se omiten frases enteras.

La campaña, como ya hemos visto, consta de 11 capítulos de duración desigual, algunos son bastante largos y nos pueden llevar un par de horas, pero alguno en concreto no dura más de 20 minutos. Si tratamos de encontrar todos los secretos que Lost Planet esconde en sus niveles podremos prolongar bastante la aventura, pero si nos dedicamos a ir “a saco” el juego puede ser una experiencia corta y algo decepcionante.

El juego disfruta de un caótico y espectacular multijugador que alarga muy mucho la vida de este juego. Consta de diferentes modos de juego entre los que se cuenta el clásico todos contra todos individual y en equipo, capturar al fugitivo y por último un típico estilo de defender y atacar puntos de control, todo ello en batallas on-line para hasta 16 jugadores. Además las victorias nos darán puntos con los que podremos desbloquear nuevos personajes y armas, lo cual siempre es un incentivo interesante para seguir jugando. El número de mapas es algo reducido, pero confiemos en que se subsane pronto esta pequeña deficiencia con nuevos paquetes de escenarios para descargar.

Bueno

Sin sello

Lost Planet

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Lost Planet es un buen juego. Estamos ante el que fue uno de los grandes shooters del primer año de Xbox 360, y se trata de una experiencia intensa y única que ningún aficionado a la acción más pura debe perderse. Lamentablemente la versión de PlayStation 3 ha sido la más perjudicada de las tres, por lo rápidamente que ha envejecido el título en lo visual, por su adaptación en términos tecnológicos, y por los problemas de brevedad y cierta repetición que ya se dejaron notar en el resto de ediciones. El descomunal tamaño de los enemigos, lo grandioso y majestuoso de los mapas y la acción desenfrenada convierten a Lost Planet en un título que, al menos, merece la pena probar.

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Jugadores: 1
Idioma: Textos en español y voces en inglés
Duración:
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