Uno de los lanzamientos de rol online más esperados de los últimos años lleva ya unos días entre nosotros, tiempo que hemos empleado en profundizar en su aventurada propuesta. Algo escaso de opciones por el momento, lo que Champions Online nos ofrece es un esperanzador comienzo para algo que deberá mejorar.
Los chicos de Cryptic Studios pretenden hacerse un sitio en el saturado universo de los MMOs, y para ello han propuesto una fórmula que no es especialmente novedosa a primera vista, pero que sí cuenta con sorprendentes mimbres que la harán crecer en los próximos años.
Quizá Champions Online peca de una alarmante falta de acabado que sin duda será mejorada progresivamente conforme avance la vida del título, sin embargo incorpora detalles fantásticos como la posibilidad de crear nuestro archienemigo o unos niveles de interacción nunca antes vistos en un título de estas características.
Un título, en definitiva, que deja un sabor más dulce que agrio en la boca, y que además nos brinda un brillante editor de personajes que viene a demostrar una vez más que en Cryptic Studios son auténticos expertos en lo que a personalización se refiere.
Tierra de Héroes
Cuando instalamos y cargamos Champions Online por vez primera lo que en el vistazo inicial nos va a dejar más impresionados es su brillante editor de personajes. Cryptic Studios ya demostró en el pasado con títulos como City of Heroes, de temática similar, que una de sus prioridades es la de permitir al jugador trasladar lo que esté en su imaginación directamente a la pantalla de su ordenador.
El tiempo que podemos pasar explorando y creando héroes con esta potente herramienta es digno de mención, y es que las posibilidades son increíblemente variadas. Desde las posibilidades de poner piezas de forma totalmente aleatoria para “ver qué pasa” hasta la maniobra con precisión por todos los menús y submenús que incorpora el editor pasará mucho tiempo; y es que, como decimos, Champions Online es con sensible diferencia el más preciso, exacto y atrevido traslado de lo que tenemos en la cabeza a un videojuego que hemos podido ver en ningún MMO hasta la fecha.
Las situaciones que se dan en el juego acaban siendo divertidísimas por el aspecto a menudo grotesco de nuestros compañeros de andanzas. Hemos visto de todo en el mundo de Champions Online, y si bien es cierto que los héroes genéricos abundan, lo cierto es que también hay decenas de usuarios con una imaginación maravillosa que nos han deparado un espectáculo de diversidad y variedad de avatares como no se puede contemplar en otros títulos de estas características.
Sin embargo este es sólo el primer paso en la personalización, y es que rápidamente podremos ver cómo ésta se traslada a otras facetas del videojuego no menos importantes como pueden ser, por ejemplo, las de los superpoderes. Las artes marciales, el manejo del fuego o el hielo u otras más exóticas como la telequinesia o las de transporte como el vuelo o el teletransporte, pueden usarse y mezclarse a placer para obtener nuestro abanico de habilidades que usaremos en el juego. El manejo es sencillo, tenemos una baraja inicial de primeros poderes que podemos ir mejorando con las condiciones que deberemos cumplir para desbloquearlos.
El problema que se deriva de este sistema que, sobre el papel, parece fantástico es que acaba generando una cierta sensación de tedio en el jugador. Las necesidades y requerimientos para obtener nuevos poderes acaban haciendo que haya que esperar espacios de varios niveles entre una y otra adquisición.
Lo que va a ser santo y seña de Champions Online es está constante dualidad entre lo bueno del planteamiento inicial y lo fracasado de su ejecución. Los poderes, como decimos, se ven entorpecidos por su lenta progresión, y la posibilidad de definir el aspecto de nuestro héroe con tanta precisión desde el minuto cero de juego contrasta con lo que es tradicional en un género donde el definir poco a poco nuestra imagen es un gran incentivo; gran motivo para jugar que en lo nuevo de Cryptic Studios se fulmina de un plumazo puesto que no hay representación visual de nuestro progreso.
Salto a la Cancha
Nuestras primeras horas con Champions Online, exceptuando el tiempo que decidamos pasar con el editor de personajes, las pasaremos llevando a cabo el necesario tutorial. Los primeros minutos son algo básicos y dan la sensación de que esta toma de contacto es prescindible, hay opción de desactivarla, sin embargo conforme avanzan los minutos la complejidad de lo que se expone es notable, y algunos de los usuarios menos experimentados en el mundo de los MMOs agradecerán esta información.
Algunos de los poderes son algo complicados de entender en el primer contacto como el poder de viajar, el balanceo a lo Spiderman o el teletransporte; no obstante todo está bien planteado y la profundidad del título en este sentido es por compleja, no por complicada.
El combate del juego está fundamentalmente orientado hacia la acción de una forma muy clara. Hay una barra de tareas en un extremo de la pantalla, y los resultados se basan muy claramente en estadísticas como es tradicional en el rol, pero todo da la sensación de una velocidad y un dinamismo francamente interesantes. Nos enfrentamos a varios enemigos al mismo tiempo casi siempre, lo cual insufla ritmo al PvE.
El PvP, sin embargo, es algo menos atractivo. No acabamos de comprender la falta de cohesión de esta modalidad, que sufre mucho de unas variaciones de poderes que no han sabido ser bien calibradas por parte de Cryptic Studios, sus creadores, en lo que al siempre necesario balanceo se refiere. Precisamente algo tan vibrante como la personalización y las infinitas posibilidades de los poderes acaba siendo el sorprendente punto en contra de una modalidad que debería ser una de las principales virtudes del videojuego.
No obstante el mayor de los problemas no viene por este lado, sino más bien por una falta de sensación real de progreso por parte del título en lo que al jugador y a su relación con las misiones se refiere. Para empezar el corte de los objetivos no es particularmente competitivo si lo comparamos con otros grandes títulos del género, sin embargo la principal pega es que el usuario tendrá la sensación de hacer misiones y misiones sin un objetivo claro o una meta que trascienda y hacia la que dirigirse.
La calidad con la que han sido retratados los mundos y la sensación de que estamos liberando nuevos escenarios según avanzamos será uno de los incentivos para nuestro progreso. Así pues el interés de superar las propias misiones es la mejor baza, y aquí el juego sale vencedor, y es que pese a estar descontextualizadas éstas son divertidas y variadas, y tan pronto estamos luchando en cárceles, museos como enfrentándonos a alienígenas, criminales, etcétera. Quizá se echa en falta, como decimos, un mayor contexto argumental, pero en lo que se refiere a su planteamiento puramente jugable, éste es siempre interesante.
Héroe vs AntiHéroe
Toda vez que alcancemos el nivel 25 para nuestro personaje podremos acceder a la opción de la Némesis, un villano que será nuestro mayor enemigo y que nosotros mismos crearemos. Esta opción es francamente interesante sobre el papel, y ayuda a que con el videojuego ya avanzado por fin tengamos un necesario y poderoso enemigo contra el que luchar.
Y es que en líneas generales el título es bastante fácil y nos permite avanzar sin mayores problemas jugando en solitario. La creación de grupos, por lo tanto, se convierte en algo accesorio, y la experiencia social que debería constituir cualquier videojuego de estas características queda reducida a la mínima expresión por puramente innecesaria. A este factor se une el incomprensible hecho de que no hay forma de mantener un grupo estable de colegas con los que jugar, puesto que cada vez que nos reconectamos apareceremos en un servidor u otro.
El concepto del botín es otro de los factores que no acabamos de ver bien terminado. Resulta tremendamente confuso, y casi siempre resulta muy complicado encontrar elementos que valgan la pena y separarlos del resto de objetos, poderes o ítems desechables con los que cargamos.
Las recompensas por las misiones, por lo tanto, no son particularmente generosas ni en términos de experiencia ni en lo que a objetos se refiere. Sin embargo hay abundantes entretenimientos como, por ejemplo, las mazmorras para cinco jugadores, realmente divertidas, y las misiones públicas con reminiscencias de lo visto en otros títulos como Warhammer Online.
Sin embargo sólo cinco regiones y no demasiadas misiones no parecen suficientes para contentar al aficionado más exigente. Algunas voces se han alzado ya comentando que lo que se ofrece en Champions Online puede ser superado en el mes de prueba que se oferta, lo cual resultará muy duro para el videojuego a la hora de mantener su número de suscriptores después de este momento, auténtica prueba de fuego para un videojuego de estas características.
Hero Trip
En lo estético se puede decir que Champions Online es un videojuego de colores saturados y tonalidades tremendamente vivas, muy en la línea de lo que requiere un lanzamiento de estas características. Por otra parte se ha optado por un obvio estilo de Cel-shading, moderable desde las opciones, que empareja al título con lanzamientos recientes como, por ejemplo, Crackdown o Naruto.
La desatención por las texturas es, por lo tanto, totalmente premeditada y el look cómic del videojuego encaja a la perfección con lo que se pretende lograr. En cuanto a animaciones el título pretende ser más simpático que realista, y en este sentido una vez más el resultado es más que adecuado. Sin embargo lo que sí logran transmitir con notable éxito es el la sensación de que los golpeos dentro de los combates sí se producen, algo que hemos echado en falta a menudo en los MMOs del mercado.
En lo más puramente técnico si hay que destacar que el programa dista mucho de estar terminado, algo que a menudo suele plagar la experiencia de este tipo de lanzamientos. Algunas misiones resultan imposibles de completar por problemas ajenos al jugador, y hay abundantes bugs a los que no prestaremos mayor atención puesto que a buen seguro se irán solucionando con diferentes parches.
Por otra parte el buen trabajo del audio se ve severamente ensombrecido por el factor de que el título llega a nuestro país sin ningún tipo de traducción. La música y los efectos cuentan con un buen trabajo a sus espaldas, y las escasas voces tienen un nivel francamente bueno.
Siempre es complicado analizar un MMO por la cantidad de horas que conlleva y porque su estado en el momento del lanzamiento a menudo no se corresponde con el que disfrutará en sólo unos meses. Es por ello que en Champions Online premiamos más su previsión de futuro que su estado actual. Un título con prometedoras ideas de base y una personalización abrumadora que actúa a modo de armazón para lo que está por venir.
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