Análisis de APB

Análisis de APB
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Cientos de policías y ladrones repartiendo estopa en una misma ciudad son una premisa fantástica para un juego de acción multijugador pero… ¿cumple todas las expectativas?

Llevamos años siguiéndole la pista a All Points Bulletin (APB a partir de ahora), la nueva obra de uno de los padres del primer Grand Theft Auto, David Jones, y el equipo responsable del notable Crackdown, Realtime Worlds. ¿El veredicto? Sorprendidos en algunos aspectos y decepcionados en otros tantos. Y es que contar con uno de los editores más potentes vistos en el mercado y poder combatir contra decenas de usuarios en un entorno urbano espectacular y bien diseñado, no son suficientes cuando después te encuentras con pocos contenidos jugables capaces de alargar la vida de un juego que, en principio, estaba destinado a convertirse en un habitual de nuestros discos duros durante meses.

No hay dudas de que durante las primeras horas de juego no dejarás de alucinar con el potentísimo editor que presenta el juego. Una herramienta sorprendentemente maravillosa.
No hay dudas de que durante las primeras horas de juego no dejarás de alucinar con el potentísimo editor que presenta el juego. Una herramienta sorprendentemente maravillosa.

¿Poli o delincuente?
APB traslada al mundo de los juegos multijugadores masivos en línea la fórmula de juego vista en la serie Grand Theft Auto, a la vez que le añade unas dosis extremadas de acción. El resultado, un frenético título en el que los disparos y las locas carreras por las calles de una gran ciudad serán una constante. Claro, todo esto, con el añadido de estar acompañados por decenas de usuarios que combatirán junto o contra nosotros en las diversas misiones que afrontaremos. En este punto, no podemos dejar de destacar el increíble trabajo llevado a cabo por el equipo de desarrollo ofreciéndonos unas herramientas de personalización de nuestro personaje, su vestuario y vehículos tan completas, que dejan en pañales a prácticamente todo lo visto en el mundo de los videojuegos hasta la fecha.

Apariencia física, peinado, rasgos definitorios de un rostro, tatuajes, marcas corporales, vello facial… opción de personalizar el vestuario hasta tal punto de crear líneas de moda que después podremos subastar para que otros usuarios las adquieran; pinturas, accesorios, carrocería del vehículo, melodías personalizadas… en definitiva, un sinfín de parámetros que logran que cada vez que nos adentremos en las calles de San Paro nunca nos topemos con personajes iguales entre sí. Tantas opciones de personalización, sin embargo, se quedan en nada ante la escasa cantidad de contenidos jugables que brinda el juego actualmente.

Las opciones de personalización son tan amplias que podemos crear líneas de moda y usarla para identificar a nuestra banda.
Las opciones de personalización son tan amplias que podemos crear líneas de moda y usarla para identificar a nuestra banda.

San Paro se divide en tres distritos en los que, aparte de conversar con otros usuarios y fardar de nuestros nuevos diseños, deberemos medirnos contra otros jugadores en intensas refriegas en las que intervendrán una gran variedad de armas de fuego. Aquí, APB funciona como muchos otros juegos de acción multijugador, aunque algo chapado a la antigua. Y es que en vez de seguir la línea de otros juegos en los que las coberturas cobran un gran protagonismo (véase Gears of War), la obra de Realtime Worlds no podía ser más directa: llega al lugar y empieza a disparar plomo a diestro y siniestro mientras nos movemos rápidamente por el entorno aprovechando las zonas elevadas para tener mejor vista de los rivales. Directo y simple, como decíamos; tanto que detalles como los “tiros a la cabeza” ni siquiera se han introducido, por lo que dará igual la parte del cuerpo rival sobre la que disparemos, siempre causaremos el mismo daño.

Esto es algo que esperamos se corrija próximamente, ya que por mucho que se quiera apostar por el juego directo y frenético, detalles como éstos ayudan a que las partidas sean más interesantes y desafiantes: ya no todo depende de ver quién empieza a disparar primero, sino también de ver qué jugador tiene más puntería en los momentos de máxima tensión.

Si eres criminal haz fechorías y obtén puntos de prestigio; si eres poli, haz lo contrario para mejorar tu popularidad. Tus logros se verán reflejados en el mundo del juego.
Si eres criminal haz fechorías y obtén puntos de prestigio; si eres poli, haz lo contrario para mejorar tu popularidad. Tus logros se verán reflejados en el mundo del juego.

El lanzamiento de granadas y la posibilidad de combatir a bordo de vehículos ayudan también a que los combates, ya de por sí alocados dada la cantidad de armas con las que contamos y lo bien diseñados que están los escenarios –dan pie a que se pueda combatir desde cualquier parte evitando así que los jugadores se queden escondidos en un lugar durante mucho tiempo-, sean muy variados. El problema es que por muy divertidos que resulten, la variedad de misiones no es el fuerte de APB, por lo que una vez superadas las 20 horas de juego, que es lo que podemos tardar en recorrer al detalle los dos grandes distritos de batalla con los que cuenta actualmente el juego, habremos repetido docenas de veces las mismas misiones. Éstas, además, no son un alarde de originalidad ni complejidad; algo que no es malo ya que como decíamos al principio, la obra de Realtime Worlds apuesta por la acción más directa, por lo que más que enredarnos en tareas complicadas, lo que se busca es que cuanto antes, nos veamos pegando tiros a decenas de jugadores enemigos en medio de las calles.

Combate bien y progresa
En APB podemos formar parte de un gran grupo de delincuentes o policías que nos apoyarán en el desarrollo de las misiones, mejorando aquí nuestra reputación en la facción seleccionada realizando tareas propias de la misma, es decir, fechorías si somos criminales o buenas acciones siendo agentes del orden. Conforme aumentemos nuestra barra de reputación, las recompensas que obtendremos serán mayores, pero también la dificultad con la que nos encontraremos. Por ello, mantenernos en lo más alto en ambas facciones no será una tarea sencilla.

Por otro lado, hay que destacar que las misiones siempre van a implicar que un equipo de usuarios se enfrente a otro con objetivos completamente opuestos. Por ello, Realtime Worlds ha creado un sistema de amenaza para cada usuario que medirá, precisamente, el peligro que representa para sus rivales. Así, en base a nuestras estadísticas al superar las misiones, tendremos un nivel de amenaza u otro. Dependiendo de éste, el equipo contrario será más o menos poderoso, buscándose así un equilibrio que nos ha sorprendido muy gratamente.

Todas las misiones implican que dos equipos de jugadores se enfrenten entre sí, lo que significa que desde el primer minuto de juego vamos a poder disfrutar de la acción más frenética.
Todas las misiones implican que dos equipos de jugadores se enfrenten entre sí, lo que significa que desde el primer minuto de juego vamos a poder disfrutar de la acción más frenética.

Con nuestros progresos, obtendremos mejores armas, vehículos, mejoras para nuestro arsenal, así como nuevos contenidos para personalizar a nuestro avatar y su equipamiento. Lógicamente, no hablamos de la cantidad de mejoras que se pueden encontrar en un juego de rol mulitjugador masivo en línea, por eso nadie debe caer en el error de pensar en APB como un MMORPG. Hay rangos que marcan nuestra eficacia en batalla, y hay contenidos que se pueden ir adquiriendo conforme progresemos, pero al final, no deja de ser un juego de acción en tercera persona que busca únicamente enfrentarnos constantemente a oleadas de usuarios en las calles de San Paro.

La vida en San Paro
Creado sobre la base de Unreal Engine 3, APB cuenta con un apartado técnico muy destacable. Los tres distritos con los que cuenta actualmente la ciudad poseen un nivel de detalle realmente alto, amén de ser lo suficientemente distintos entre sí como para darle variedad a las partidas.

Podemos combatir desde el interior de los vehículos. Su control puede ser algo duro en los primeros compases de la partida, aunque al final te acabas acostumbrando. Aún así, se podría haber pulido más este apartado.
Podemos combatir desde el interior de los vehículos. Su control puede ser algo duro en los primeros compases de la partida, aunque al final te acabas acostumbrando. Aún así, se podría haber pulido más este apartado.

El modelado de los personajes y vehículos y, sobre todo, su grado de personalización son sin duda los aspectos más destacables de un juego que raya a buen nivel en lo técnico. Es de agradecer que dada la magnitud de los escenarios y el nivel de detalle que muestran, el juego no sea demasiado exigente en cuanto a los requisitos del sistema, si bien es cierto éste ya deja en la cuneta equipos con unos cuantos años a sus espaldas. Y aquí es importante destacar el hecho de que hasta 100 jugadores distintos pueden moverse con total libertad por nuestra pantalla mientras recorren una ciudad muy bien diseñada tanto a nivel visual como en lo que se refiere a la jugabilidad –como decíamos, todo se ha construido teniendo en mente que estamos ante un juego de acción frenético-.

El apartado sonoro también cumple su cometido con una buena variedad de melodías que podremos ampliar considerablemente insertando nuestras propias canciones en formato mp3. Los textos en pantalla, por fortuna, han sido traducidos a nuestro idioma, aunque bien es cierto que a nivel argumental no debemos esperar grandes cosas.

APB apuesta por la acción más directa; nada de coberturas ni grandes estrategias; apunta y dispara primero si quieres sobrevivir.
APB apuesta por la acción más directa; nada de coberturas ni grandes estrategias; apunta y dispara primero si quieres sobrevivir.

Pagar por jugar
El sistema de juego que plantea APB, como hemos comentado a lo largo del análisis, está a medio camino de los clásicos juegos multijugadores masivos en línea, los títulos de acción y la saga Grand Theft Auto. Por ende, y aunque en un principio todo parecía apuntar a que no habría cuotas mensuales para disfrutar de la acción de APB, finalmente se ha apostado por un sistema algo peculiar. Con la compra del juego se nos ofrecen 50 horas para jugar en partidas de acción, con tiempo ilimitado para todo lo referido a la personalización de personajes y los paseos por el distrito social. Si alcanzamos esta barrera, deberemos adquirir más horas de juego o apostar por un sistema de cuotas mensual tradicional (horas de juego ilimitadas). Además, APB cuenta con diversos elementos dentro del juego que sólo podremos adquirir pagando, lo que nos deja con un panorama desolador. Sin embargo, no todo es tan negativo. Los usuarios pueden usar las subastas para vender los objetos y diseños que creen con el editor, logrando así puntos que después se podrán canjear por más horas de juego.

Interesante

Sin sello
Sin sello

Una gran idea que no se ha llevado a buen puerto. APB es un muy buen juego de acción multijugador, tremendamente divertido durante las primeras horas, pero falto de contenidos que hacen que al final nos cansemos demasiado pronto de su propuesta. El sistema de combate también se nos antoja demasiado simple. Entendemos que se ha querido apostar por la acción más directa, pero no habría estado de más incluir opciones como el daño localizado para darle algo de vidilla a las batallas. Sus creadores ya han anunciado que trabajan en nuevos contenidos para poner solución a las principales demandas de los usuarios, y estamos seguros que la cosa puede mejorar mucho; pero de momento, no deja de ser un buen juego de acción que prometía mucho más de lo finalmente nos ha ofrecido.

Comprar APB
Jugadores: Masivo online
Idioma: Manual en español, textos en español y voces en inglés
Duración:
Ver requisitos del sistema
Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

12.876 visualizaciones

100 DETALLES OCULTOS de RED DEAD REDEMPTION 2

¿Qué detalles ocultos guarda Red Dead Redemption 2? En el video de hoy os presentamos más de 100 curiosidades distintas acerca de la aventura de Arthur Morgan y de John Marston que nos presentó Rockstar Games en 2018.