THQ nos devuelve al pasado de la teatralizada WWE con una nueva entrega ideada para aficionados de antaño y nuevos jugadores deseosos de conocer el pasado más glorioso de estrellas que aún brillan en el horizonte.
Para los que pudimos ver los años memorables de la lucha libre miramos con recelo la cantidad de estrellas hiper musculadas que salpican la actual franquicia de la WWE y que protagonizan año sí y año también, videojuegos espectaculares. Antes, en aquellos tiempos de los años 80, el arte por el músculo fácil y el espectáculo para la cámara se daba en dosis más conservadoras y eso no quitaba que salieran a la palestra luchadores míticos que han calado en nuestros recuerdos de manera más profunda que los actuales. THQ ha pensado en aquellos aficionados y ha querido estrechar un lazo de unión con los jugadores actuales que quizás no conocen en profundidad aquellos años.
Legends of Wrestlemania homenajea al pasado de la WWE y la trae al presente adaptándola a los nuevos tiempos. Es inevitable no echar la mirada atrás al reciente Smackdown vs Raw 2009 del que este juego guarda estrechas similitudes pero que, en términos jugables, decide desmarcarse para hacer el título mucho más directo, asequible y ameno a un conjunto de jugadores más diversificado. Los seguidores de las anteriores entregas de THQ seguramente no acepten el nuevo enfoque jugable del presente título, del que se desprenden aspectos positivos y negativos que posteriormente desentrañaremos.
Pasado y presente se dan la mano
Lo que hace en principio atractiva a la franquicia son los luchadores y especialmente a en este juego a los personajes clásicos. El número total supera los 40, destacando Hulk Hogan, Ric Flair, The Undertaker, Mr Perfect, Big Bossman, el Último Guerrero, Breat Hart, Yokozuna, Jake “The Snake” Roberts, Steve Austin, The Rock, Bristish Bulldog, Roddy Piper, André el Gigante o Shawn Michaels. Su aspecto varía respecto al carácter más serio e idealizado de la serie Smackdown vs Raw y aparecen ligeramente caricaturizados con ciertos elementos físicos exagerados que les permiten lucir de una manera poco acostumbrada para enfatizar ese carácter de “Legendas”.
Uno de los aspectos positivos si contamos con la última versión de Smackdown vs Raw es la posibilidad de importar todas las superestrellas (incluidas las creadas por nosotros mismos) y meterlas en este juego –a excepción de las divas-, pudiendo enfrentar glorias del presente con las del pasado con lo que el “morbo” asciende a cotas inimaginables. Esto dará como resultado que tengamos a dos personajes repetidos pero con diferente edad, hecho que no deja de ser curioso ya que nos toparemos con el Undertaker actual y el Undertaker de hace10 años en el mismo cuadrilátero, y lo mismo con varios personajes más.
Un paseo por la historia
Los modos de juego siguen siendo tan variados como lo acostumbrado, aunque no son tan numerosos como la versión anterior de Smackdown vs Raw. El más común es el modo exhibición, ideal para irnos haciendo con el control del juego y para probar las distintas variantes de los combates como Tag Team, el Battle Royal, el Handicap Match o el mismísimo Royal Rumble entre otras. Como es habitual podemos elegir las reglas del combate o el escenario para empezar a lidiar mamporros con todo ser.
Varios modos de juego serán nuevos para la ocasión, como Legend Killer que consistirá en guiar una superestrella creada por nosotros mismos en enfrentamientos con auténticas leyendas para irse haciendo un nombre importante en la WWE; pero sin duda el modo más importante de todo el juego es el Wrestlemania Tour, que a su vez se divide en Revive, Reescribe y Redefine. Este modo nos hará ser protagonistas de combates históricos que se han sucedido entre el Wrestlemania I hasta el XV, debiendo de “revivir” la historia intentando ganar con el luchador que venció en su tiempo; o “reescribir” la historia intentando ganar con el que perdió en la realidad; o “redefinir” la historia intentando tomar el protagonismo de quién queramos. Esto es sumamente interesante porque lejos de hacer combates simples se nos van dando una serie de objetivos secundarios a cumplir y que imitan lo sucedido realmente. Un ejemplo es que en el enfrentamiento entre Hulk Hogan y André el Gigante debemos, en el tiempo que dure el combate, derribarlo sobre la lona o hacerle una llave específica para completar el desafío, aunque no será necesario para avanzar al siguiente.
Cada combate histórico tendrá como presentación un video documental sobre lo sucedido antes, durante y después del combate, lo que sin duda gustará especialmente a los amantes de este deporte y nos hará despertar cierta melancolía viendo videos reales de aquellos grandes momentos. Todos estos videos los podemos ver después en una sección especial habilitada alcanzando un metraje amplio, de hecho la duración de cada video suele estar por encima de los 5 minutos con lo que al final tendremos casi una película aparte. Dejando de un lado los videos también podemos entrar al salón de la fama para ver nuestros pertinentes resultados con cada tipo de luchador.
Como ya nos tenía acostumbrado la lucha libre de THQ también a nuestro alcance se encuentra el modo creación donde además de crear las super estrellas podemos implantar un grupo de movimientos dado, las propias entradas o componer los clásicos tag team.
Ampliando el mercado
Tal como dijimos al comienzo del análisis el aspecto jugable ha cambiado, pero no para bien ni para mal, simplemente se ha adaptado a un cambio de filosofía por el enfoque actual del juego. En Smackdown vs Raw 2009 usábamos prácticamente el total de los botones para realizar movimientos; pues en este Legends of Wrestlemania los gatillos no tendrán uso y prácticamente todo se hará con los botones frontales. Esto hace en la práctica que nos olvidemos de las llaves variadas del titulo anterior, donde recordemos que con la dirección del stick el personaje realizaba una llave diferente, incluso reforzadas.
En este LoW las llaves se realizan sólo con un botón, y su refuerzo dependerá del tiempo que lo mantengamos pulsado. La variedad de las llaves por tanto viene determinada por la posición del luchador y por su barra de fuerza que va incrementándose mientras intercambiemos golpes. Esta barra tendrá hasta tres niveles que se irán cargando y que cada vez que pasemos a un nivel posterior el personaje podrá hacer distintas llaves y movimientos. Sólo hasta el último nivel podemos ya realizar los movimientos especiales de finalización. Este aspecto es positivo, ya que hasta que no pasemos un cierto tiempo de lucha no podremos hacer los movimientos avanzados, pero también es cierto que podría molestar a los jugadores menos pacientes.
Los demás botones frontales sirven para bloquear o revertir los golpes, otro para puñetazos y combos mediante pulsación simultánea y el restante para correr. Lo que si puede considerarse un cambio totalmente positivo es la inclusión de los Quick Time Events (QTE) en los golpes especiales, ya que aportan variedad al juego y abren muchas más posibilidades. Los QTE nos van a permitir acabar un movimiento especial de golpes, errarlo o que se cambien las tornas de la llave. Este pequeño juego de botones nos exigirá reflejos y velocidad casi al unísono.
El interfaz de juego ha tenido un lavado de cara sustancial, omitiendo el típico muñeco que representaba las distintas partes castigadas del cuerpo y sustituido por una barra clásica con la salud del luchador. Al consumir esta barra no caerá el personaje, pero sí que será totalmente vulnerable a los golpes especiales y a cualquier posible cuenta atrás. Debajo de esta barra tenemos los distintos niveles de poder que se irán rellenando para así ir activando los demás golpes.
Clásicos personajes idealizados
Entrando de lleno a lidiar con el aspecto técnico es evidente que el conjunto gráfico se ha caricaturizado, haciéndolo menos real pero más impresionante a su vez. El modelado de los personajes, con ciertos aspectos exagerados, es más compacto y está mejor recreado que su antecesor, mejorándose notablemente el aspecto del público, que en esta ocasión parece más vivo y menos pasivo, aunque todavía mejorable. El tema de las colisiones entre los luchadores sigue sin resolverse, pero al menos se han disimulado gracias a los QTE en ciertos golpes especiales. El espectáculo en la entrada de los luchadores también se mantiene y los videos del juego son mucho más numerosos que la anterior entrega. La cámara resulta más cinematográfica pero menos efectiva en general, mientras que los menús cuentan con algo más de relleno y con ciertos adornos que ralentizan las cargas.
Las músicas, de nuevo licenciadas, se hacen menos conocidas, pero no por ello dejan de ser mejores o peores; en todo caso el compendio sonoro queda algo por debajo de lo visto anteriormente por quedar más encasillado sin buscar cierto aire fresco. Las voces en perfecto inglés y con subtítulos en castellano. No tiene tantos modos de juego respecto al juego con el que inevitablemente se le compara, pero los que hay cumplen y quedan compensados por su aceptable modo multijugador.
Legends of Wrestlemania es un homenaje a los grandes luchadores de la WWE y un guiño melancólico a las generaciones de los 80 y los 90 que disfrutaron con este peculiar deporte. Apuesta por un sistema de control sencillo, ameno y sin complicaciones, pensado para abarcar un segmento de mercado mayor. Este hecho hace a la propuesta jugable menos técnica, algo que los seguidores clásicos puedan echarle en cara. Tiene aspectos extraordinarios como son los amplios videos sobre viejas glorias y el modo de juego Wrestlemania Tour. Un título que no sorprende técnicamente ni que tampoco busca combates complicados, pero que ofrece algo impagable como es la posibilidad de revivir el pasado desde el presente.
Comprar WWE Legends of WrestleMania