Avatar, la espectacular película de James Cameron, está dispuesta a romper todos los record de taquilla estas navidades. Viendo el inminente éxito en los cines, Ubisoft expande el universo de la cinta a videojuegos, especialmente en una versión para Wii que nos pone en la piel de un joven Na´Vi especialista en el sigilo y en los asesinatos a sangre fría.
Una de las películas más desafiantes de la historia del cine está a punto de estrenarse en nuestro país, con un James Cameron (Terminator, Alien: El Regreso, Titanic) pletórico tras ver que una idea gestada hace años se hace por fin realidad gracias a las nuevas tecnologías. No ha sido nada fácil, y eso se demuestra con un presupuesto de más de 500 millones de dólares, siendo la película más cara de la historia, un hito audiovisual que técnicamente es un portento y que muy pronto veremos si gusta al público en la gran pantalla.
Como era de esperar también recibimos el pertinente videojuego que sale para todas las consolas de la presente generación, y que se adelanta al estreno cinematográfico. En todo caso la versión de Wii es sumamente particular, no teniendo nada que ver con el juego para Xbox 360 o PlayStation 3. Si bien los otros juegos siguen una estela más afín a lo que vamos a encontrarnos en la película, en la versión para Wii se nos expone una historia paralela desde otro punto de vista, la de un cazador Na´Vi deseoso de librar a su pueblo de la llegada y ocupación de los humanos.
Mucho sigilo, poca acción
Este cambio de registro hace que el juego varíe también de género y nos encontremos ante un juego de sigilo con tintes de acción. El juego personifica las habilidades de los Na´Vi y las complementa con el juego, teniendo que hacernos amigos del entorno y sus ventajas, para derrotar al invasor humano. Así nuestro control recaerá sobre Rai´uk, un joven del clan Anurai, pudiendo un segundo jugador unirse a la partida en cualquier momento en la piel de Kyuna, su hermana.
Enfocar la enorme película a videojuego ha sido muy complicado, y Ubisoft ha tenido que estrujarse el cerebro para intentar adaptar la idea a la consola de Nintendo. El juego se desarrolla enteramente en tercera persona, con un ágil personaje dependiente de las acciones contextuales, es decir, en realizar movimientos automáticamente pulsando un botón cuando se precise. Ésto no nos proporciona gran libertad de movimientos, tomando el control sobre el personaje menos de lo deseado. Por poner un ejemplo claro: no podremos saltar, así que para subir a ciertas estructuras deberemos esperar a que en la pantalla se nos muestre el botón a pulsar, lo que afecta a la frescura y profundidad del título.
El arte de la caza
Aún así sumamente interesante se hace la interacción del personaje con el entorno, pudiéndonos esconder entre la maleza, entre las cajas o tras todas las estructuras dispersas por el mapeado; eso sin olvidar que podremos aprovecharnos de los altos árboles de los escenarios para abordar a los enemigos. El arte de la caza es sin duda lo más importante y conseguido del videojuego, teniendo que leer el terreno antes de atacar a un enemigo. El componente estratégico aparece en bastantes ocasiones, pero eso no impedirá que entremos en encarnizados combates cuerpo a cuerpo.
Para abordar a un enemigo debemos atacarle desprevenido o por la espalda. En ese momento pulsaremos un botón y ejerceremos un movimiento indicado en pantalla con el wiimote. Si lo hacemos mal tendremos que pelear cuerpo a cuerpo o bien huir a zona segura. La idea es muy interesante y hace que necesitemos bastante calma para pasar las fases, pero la inteligencia de los enemigos es baja en general, pudiéndo engañarles fácilmente una vez que nos hayan descubierto.
Dispersos por los escenarios -bastante lineales y con pocas zonas de exploración-, nos encontramos con los llamados Espíritus de Eywa, que nos permiten mejorar nuestras habilidades y armas entrando al menú de mejoras en cualquier momento. Así iremos perfeccionando nuestro poder de la vara o del arco, y también los movimientos del personaje. De vital importancia son las Helicoradian, unas plantas bastantes numerosas que nos otorgan vida y que nos ayudarán a salir de más de un apuro. Los más exploradores podrán encontrarse con tótems o reliquias coleccionables dispersas por las distintas fases.
Las armas en el juego son escasas, limitándose a la vara del personaje y al arco. La vara nos permite, según describamos un movimiento horizontal o vertical con el wiimote, atacar a un enemigo o a varios, ejerciendo una potencia mayor o menor. Pero sin duda el arco, para atacar a distancia, es el punto de partida para abordar una zona. Al apuntar con este arma una retícula irá cambiando de color; conforme más pequeña y roja sea, más efectividad tendrá nuestro disparo.
Peligroso medio de transporte
En ciertas ocasiones debemos montarnos sobre una majestuosa criatura que responde al nombre de Banshee, desarrollando fases estilo Panzer Dragoon. El control de Banshee se hace con el nunchuk mientras que dispararemos con el wiimote apuntando a la pantalla. Se logra una experiencia enriquecedora que aporta variedad y funciona con gran precisión en la mayoría de las zonas.
Avatar es igualmente compatible con el Wii Balance Board para controlar el movimiento de Banshee, e incluso con el Wii Motion Plus para manejar la llamada “avispa infernal exploradora” que nos permite leer fácilmente el terreno.
Otras habilidades a las que sacaremos gran uso será la Senda del Cazador, que puede activarse en cuanto la barra correspondiente esté llena, ejerciendo un movimiento brusco con el nunchuk. Tras activarla pasaremos más desapercibidos frente a los enemigos y también seremos más poderosos, ideal para cuando estemos inmersos en una zona con bastantes enemigos y un terreno poco favorable. Por otra parte el Sentido Na´Vi nos permite saber hacia que zona ir si estamos perdidos.
Un precioso y lineal mundo
Visualmente esta versión para Wii está bastante bien, sobre todo en la construcción de los escenarios y los efectos de luz, aunque hay que achacarle poca variedad de enemigos y cierta repetición de escenarios. Igualmente se vuelve a caer en una cámara que se queda atrapada en los entornos, dificultando muchas veces nuestros ataques. Además el sistema de fijado sobre los enemigos no resulta tan preciso como debiera, especialmente cuando tenemos varias opciones de ataque.
Los efectos sonoros, característicos de la selva del mundo de Pandora y con los insectos y el silencio como únicos protagonistas, dan una sensación de profundidad correcta, aunque se echa en falta un mayor número de composiciones musicales para avivar el conjunto. De agradecer un correcto doblaje al castellano.
Por último señalar que podemos optar por tres niveles de dificultad para complicar las cosas y hacer la aventura más larga, aunque debido al corto modo historia y a la ausencia de otros añadidos, la experiencia de juego termina siendo bastante corta, y más si la comparamos con las versiones del juego para PS3 y Xbox 360.
Avatar apuesta en Nintendo Wii por un camino distinto respecto a la película y a las versiones del juego para otras plataformas, enfocándose casi en su totalidad al sigilo. El control de Wii toma verdadero protagonismo tanto a la hora de abordar enemigos como en el momento de usar armas o controlar a Banshee. Un juego correcto e interesante que no llega a destacar en nada concreto y al que le hubiera sentado muy bien un plus de exploración y tiempo para hacerlo más complejo y profundo. De cualquier manera, una nueva forma de vivir la película desde el punto de vista de un joven cazador Na´Vi buscando venganza.
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