Análisis de Race Pro

Análisis de Race Pro
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Con la ambiciosa tarea de emular a los mejores simuladores de conducción de Pc llega Race Pro, lo último del prestigioso estudio SimBin. ¿Ha logrado su objetivo? Tristemente ha quedado a medio camino. Se trata de un estupendo juego de velocidad con un extraordinario realismo en su control al que le ha faltado un plus de pulido en su acabado, y de profundidad en sus ofertas jugables.

Con mucha expectación se esperaba la llegada de Race Pro, el nuevo videojuego de Atari y SimBin para Xbox 360. Con su lanzamiento se presuponía el traslado literal de los mejores y más serios simuladores de Pc a la consola de Microsoft, y para ello se contaba con la garantía de calidad que supone el mencionado estudio europeo.

Finalmente, con el videojuego en las manos, comprobamos que esta compañía de culto no ha perdido su habilidad para labrar extraordinarios videojuegos de conducción, aunque su discreto pulido a nivel técnico, y lo discreto de su modo campaña hacen que no llegue a ser la joya en la que parecía predestinado a convertirse. Lo que queda es un entretenimiento de calidad francamente buena, con un nivel de realismo y precisión en la conducción digno de encomio.

Instinto de Velocidad
Resulta más que obvio que con Race Pro los chicos de SimBin pretendían juntar en un mismo videojuego a jugadores hardcore y, al mismo tiempo, a usuarios mucho menos experimentados. Para conseguirlo el veterano equipo ha optado por hacer de la curva de aprendizaje del videojuego algo muy bien gradado, y gracias a ésta el hacerse con los controles del título no es tan cuesta arriba como pudiera parecer.

Por supuesto también contamos con una serie de asistencias que podemos activar o desactivar para hacer de la conducción algo radicalmente diferente. Lo ideal, como es lógico, es comenzar con cierta ayuda por parte de la IA para gestionar detalles como el bloqueo de los frenos o el cambio automático –por mencionar los más básicos-, sin embargo según vayamos invirtiendo horas procederemos a desactivarlos progresivamente para acercarnos a la experiencia de conducción total.

Aparte del modo carrera y del multijugador, en Race Pro también podremos disputar carreras de exhibición, campeonatos de una temporada completa y el siempre útil entrenamiento libre.
Aparte del modo carrera y del multijugador, en Race Pro también podremos disputar carreras de exhibición, campeonatos de una temporada completa y el siempre útil entrenamiento libre.

Así pues lo que tenemos en Race Pro como principal oferta jugable es el modo campaña, llamado Modo Carrera, con el que accederemos a un estilo de juego bastante directo en el que progresar, conseguir contratos y obtener créditos. Aquí avanzaremos en los diferentes grupos de carreras marcados de la A a la H, y dentro de los cuales deberemos superar el número de carreras que se nos propone para saltar a la siguiente. Cada una de éstas nos ofertará los coches adecuados con los que competir, y las condiciones concretas para salir victoriosos y obtener los premios, créditos y desbloquear nuevos vehículos.

La idea es progresar con los mencionados créditos para saltar de un equipo a otro, aumentando el desafío y obteniendo la cantidad necesaria para poder acceder a nuevos contratos. Así pues es algo así como si “compráramos” los contratos con estos créditos, puesto que actúan más a modo de reputación que de dinero propiamente dicho.

En Race Pro encontraremos una muy interesante mixtura de diferentes circuitos con hasta 13 localizaciones diferentes como Laguna Seca, Monza o Valencia.
En Race Pro encontraremos una muy interesante mixtura de diferentes circuitos con hasta 13 localizaciones diferentes como Laguna Seca, Monza o Valencia.

Antes de cada carrera podemos modificar una obscena cantidad de detalles para nuestro vehículo. En el campo de los frenos, por ejemplo, podemos definir el porcentaje de presión de frenos, o el reparto de frenada entre los ejes anterior y trasero del vehículo. Por otra parte para la suspensión podremos alterar los valores de las barras antivuelco trasera y delantera, además de modificar los valores de las tasas de muelles y los valores de contracción de todos y cada uno de los amortiguadores.

Los alerones, difusores y refrigeración de motor y frenos serán los parámetros alterables para el aerodinamismo del bólido, mientras que en lo que se refiere a los neumáticos podremos definir la presión para los cuatro, a parte de los grados del ángulo de caída de cada uno, los topes, el ángulo de avance y la altura en centímetros del chasis al suelo. Por último nos queda el detallado ajuste de la relación de marchas, así como la aceleración, deceleración y precarga del diferencial.

Sin embargo, y a pesar de contar con todos estos detalles, el videojuego falla seriamente a la hora de proponer un modo carrera adictivo, y esto se debe fundamentalmente a la falta de opciones periféricas que rodean su desarrollo. Podría haberse incluido una mayor interacción a la hora de personalizar el vehículo, puesto que las mejoras no se adquieren; o se podría haber tratado de aportar un mayor sentido de la participación del usuario. El modo carrera, desgraciadamente acaba cayendo en una mera sucesión de pruebas sin un gran incentivo por el que seguir superándolas, y que se hubiera beneficiado notablemente de incluir más contribución por parte del jugador.

Al Volante
Race Pro ofrece, en lo que a su conducción pura y dura se refiere, una experiencia brillante en el campo del manejo, las físicas y el sentido de estar realmente pilotando cada tipo de vehículo. Está claro que en SimBin había una obvia intención de trabajar muy duro el aspecto de la física y el estilo de conducción de cada coche, aquí el resultado ha sido sobresaliente.

Podremos almacenar y visualizar nuestras más espectaculares repeticiones en el mundillo de Race Pro. Revisa tus adelantamientos más vertiginosos o tus colisiones más aparatosas.
Podremos almacenar y visualizar nuestras más espectaculares repeticiones en el mundillo de Race Pro. Revisa tus adelantamientos más vertiginosos o tus colisiones más aparatosas.

Lo que transmite el videojuego a los mandos de los diferentes modelos es siempre una sensación única, y desde el Mini Cooper con el que empezaremos nuestra andadura hasta los brutales F3000 hay todo un mundo de sensaciones y estilos totalmente diferentes.

Sin embargo donde los chicos de SimBin definitivamente no han dado en el clavo ha sido en el tema de la gestión de daños para nuestros medios de locomoción, puesto que las colisiones y roces parecen provocar siempre efectos poco adecuados y con escasa relación entre el choque y el efecto que se produce en el vehículo, tanto en el aspecto físico de éste como en su rendimiento.

La IA, por otra parte, acaba siendo un factor decisivo en esta clase de videojuegos, puesto que el reto se deriva en cierta medida del grado de oposición que ésta ponga sobre el jugador. Sus actuaciones sobre la pista en Race Pro, sin embargo, son deficientes y por cierta pasividad nos han dejado una sensación bastante indiferente. No es particularmente un reto en ninguna de las dificultades, y la verdadera impresión que el cambio en éstas transmite está siempre más relacionado con el propio vehículo que pilotamos que con los contrincantes.

Escojamos la dificultad que escojamos, ésta no parece afectar en exceso al rendimiento de la IA en carrera. Los rivales circulan como almas en pena por cada circuito sin prestar especial atención a si estamos delante, detrás o a su lado.
Escojamos la dificultad que escojamos, ésta no parece afectar en exceso al rendimiento de la IA en carrera. Los rivales circulan como almas en pena por cada circuito sin prestar especial atención a si estamos delante, detrás o a su lado.

Esto se puede solucionar rápidamente si optamos por las modalidades de juego on-line, donde Race Pro logra un resultado adecuado y aceptable, aunque sin grandes aspavientos. Aquí, en caso de crear la partida, podemos escoger la dificultad, la clase de vehículo y el circuito, además de otros detalles como la longitud de la carrera, el clima, la sensibilidad al daño, el desgaste de frenos y ruedas; y otros factores más relacionados con la propia partida como el idioma, si habrá rivales controlados por la IA, si deseamos que haya una sesión de calificación antes de la carrera o, por último, el número de jugadores con un límite de 12.

El multijugador funciona sin problemas de lag, y a pesar de que sólo ofrece carreras rápidas en partidas rápidas o personalizadas, es una adición que a buen seguro incrementará el número de horas que invertiremos en el videojuego. También hay una opción Hot-Seat de tipo cooperativo y competitivo, que nos permitirá jugar con un amigo por turnos mientras el coche del que espera es dirigido por la IA. No es un sustitutivo efectivo de la ausente opción de pantalla dividida, pero como remedio rápido puede alimentar nuestra sed de velocidad junto a un amigo.

Audi, Caterham, Gumpert Apollo, F3000, Fórmula BMW, GTClub, GTPro, GTSport, Koenigsegg, Radical, Mini Cooper, Viper y WTCC. Los diferentes modelos y marcas de Race Pro son una de las señas de identidad del videojuego.
Audi, Caterham, Gumpert Apollo, F3000, Fórmula BMW, GTClub, GTPro, GTSport, Koenigsegg, Radical, Mini Cooper, Viper y WTCC. Los diferentes modelos y marcas de Race Pro son una de las señas de identidad del videojuego.

[t]Visualmente más que Correcto[/b]
Race Pro no es ni mucho menos el videojuego más avanzado a nivel gráfico de esta generación, a años luz quedan joyas de la talla del último Project Gotham Racing o Gran Turismo, pero el videojuego de SimBin lleva a cabo un trabajo más que correcto a la hora de representar de forma muy competente sus vehículos y escenarios.

Los interfaces de los menús, por el contrario, no están muy cuidados, y en algunos momentos acusan algunos defectos que, a pesar de la sencillez de las opciones que esconden, los hacen ciertamente confusos. Una vez pasamos unas horas con el juego nos haremos a la perfección con su peculiar forma de distribuir sus modalidades y parámetros; sin embargo será cuando saltemos al asfalto cuando definitivamente olvidemos todos estos matices para centrarnos en la conducción.

En términos de escenarios Race Pro es bastante irregular. Hay algunos detalles que nos han parecido trabajados, pero otras partes denotan una cierta desatención. Los espectadores, la vegetación y algunos elementos de los graderíos son ciertamente deficientes, pero el conjunto gana algunos puntos con algunas construcciones francamente inspiradas.

A nivel visual la perspectiva desde el interior del vehículo quizá sea la que más desatención denota. Todo es excesivamente rígido y estático, y el movimiento de los brazos del piloto resulta muy poco creíble.
A nivel visual la perspectiva desde el interior del vehículo quizá sea la que más desatención denota. Todo es excesivamente rígido y estático, y el movimiento de los brazos del piloto resulta muy poco creíble.

Los vehículos, por su parte, han sido el foco de atención de SimBin a nivel gráfico y tecnológico, y presentan un acabado francamente bueno. Sin embargo sí se echa en falta un mayor trabajo a la hora de representar correctamente el sentido del peso o de la suspensión que tan pormenorizadamente se pueden decidir en la faceta jugable del rendimiento. Precisamente al hilo del rendimiento hay que destacar que el videojuego funciona con una tasa de imágenes por segundo estable, y lo suficientemente alta para un título de estas características aunque algo alejada de los estándares que fijó en su momento, por ejemplo, Forza Motorsport 2.

Asimismo ya hemos comentado con anterioridad lo desangeladas que son a nivel visual las colisiones. Necesitaremos un buen puñado de choques a gran velocidad para empezar a notar efectos en la carrocería del coche. No es un defecto grave, pero sí un detalle que podría haberse corregido y que hubiera mejorado mucho más al título.

En la faceta sonora poco que destacar. Música casi inexistente pero cumplidora, y efectos de sonido correctos con un doblaje flojo.

Bueno

Sin sello

Race Pro

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Race Pro es un título de velocidad muy interesante al que le ha faltado un plus de dedicación y contenidos para alcanzar cotas más altas. Esto se deriva de ser excesivamente árido en su campaña individual, y algo justo en opciones en la faceta multijugador. En el nivel más estrictamente relacionado con su control el título hace un muy buen trabajo, permitiendo a veteranos y novatos acercarse al juego con idéntico interés.

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Jugadores: 1-12
Idioma: Manual en español y textos en español
Duración:
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