Treasure devuelve Sin & Punishment a una máquina Nintendo, y lo hace de la única forma que sabe: mediante un excelente videojuego. Con una acción desbordante y entre una desorbitada nube de disparos se nos presenta una secuela que mejora en todos los aspectos a su antecesor. Un título de la vieja escuela con un poder de disparo capaz de triunfar en el presente.
A cada mes que pasa, Wii va justificando más y más su condición de consola de sobremesa líder del mercado, y esta vez lo hace gracias a Sin & Punishment: Succesor of the Skies, la esperada secuela de aquella obra que, allá por el año 2000, trajo de cabeza a todos los poseedores de una Nintendo 64 japonesa.
Y es que el primer Sin & Punishment nunca salió de fronteras niponas, teniéndonos que conformarnos, siete años después (en el 2007), con una reedición para la Virtual Console, la cual todavía está disponible en la tienda online de Wii.
Pero hoy no estamos aquí para hablar de pasado, sino de presente, ya que Nintendo ha decidido que la segunda parte de Sin & Punishment, esta vez sí, debía de llegar a todas las consolas del mundo. Y es que había que aprovechar el hecho de que no existan en el planeta muchas compañías capaces de hacer juegos tan bien como Treasure, esa desarrolladora japonesa (de apenas 40 empleados) que sorprendió a todo tipo de jugadores con títulos tan tremendamente adictivos como Ikaruga o Bangai-O. Ahora es el momento de repetir historia y de ofrecer a todos los poseedores de Wii un nuevo argumento para ponernos sobre la mirilla de nuestro wiimote y desplegar infinitos disparos dentro de un ritmo de juego tan frenético como el que sólo puede darnos el género de los "shoot 'em up".
Un esperado regreso
La secuela de Sin & Punishment sigue siendo, como su precedesor, un "shooter on the rails" en la más pura concepción del término. Con un gran poder de adicción, un desbordante frenetismo y una acción sin respiro, Succesor of the Skies no sólo es un digno sucesor, sino uno de los más brillantes videojuegos de disparos para Wii.
Su duración es escasa (apenas 4 horas de juego), pero es una de esas obras que el usuario podrá rejugar una y otra vez, ya que a sus tres niveles de dificultad (fácil, normal y difícil) se une la posibilidad de jugar solo o en cooperativo a lo largo de siete niveles de variada temática que nos sorprenderán con una creciente dificultad, enemigos de final de nivel descomunales y algunas medallas que nos inciten a revisitar los escenarios más de una vez.
Todo siguiendo la trama del anterior, con dos personajes conocidos, Isa y Kachi (ambos controlables) como protagonistas principales de una aventura donde deberemos de seguir salvando a la humanidad. Los "ruffians", una raza mutante creada por la humanidad, se vuelven de nuevo contra sus creadores, una situación que pone a la Tierra en jaque, obligándonos a coger nuestro wiimote para repeler la amenaza disparando a todo lo que se mueva.
Disparos sin tregua
Cualquiera que haya jugado al original de Nintendo 64 comprobará que Sin & Punishment: Succesor of the Skies ha mejorado a pasos agigantados. Las transiciones entre "intros" y acción ahora se fusionan de manera perfecta, además de que, en términos generales, el título de Wii muestra una espectacularidad de explosiones, una cantidad de enemigos en pantalla y un dinamismo jugable incomparable.
Asimismo, la utilización del wiimote junto con el nunchuk se convierte en el aliado perfecto para el videojuego, permitiéndonos apuntar rápidamente a todos los elementos en pantalla con gran precisión; hasta tal punto que no hará falta usar otros métodos de control también disponibles como el Controlador Clásico o el mando de Gamecube. De hecho, y después de nuestras pruebas en la redacción, consideramos que la mejor experiencia de juego se logra gracias al binomio wiiimote-nunchuk (teniendo la posibilidad de usar el Wii Zapper si disponemos de él).
Sólo tendremos dos limitaciones para nuestra diversión: una, la corta duración del producto; dos, una acción desbordante que, en el caso de que juguemos en cooperativo, nos dificultará distinguir dónde estamos y a qué estamos disparando. De hecho, para evitar confusiones en la medida de lo posible, sólo se muestra al personaje que controle el primer jugador, una decisión tal vez acertada pero que lastra buena parte de la experiencia de nuestro acompañante.
Acción de recreativa, pero guardando partida
Como buen "shoot 'em up" que es, Sin & Punishment 2: Succesor of the Skies dispone de una acción completamente lineal, con siete niveles diferentes que, no obstante, no tendremos que pasarnos de golpe (como antiguamente sucedía en los títulos arcade), sino que se salvará nuestra partida hasta en cuatro ranuras de guardado para que nunca comencemos con las manos vacías.
El videojuego, asimismo, nos propone un esquema de juego de dificultad creciente, con un primer nivel destinado precisamente a que aprendamos los conceptos básicos de una obra que apenas dispone de unos cuantos controles (movernos por el escenario, saltar, volar, esquivar ataques, fijar objetivos automáticamente y, por supuesto, disparar).
No obstante, son suficientes para una jugabilidad donde importante va a ser, como ocurre en muchos títulos del género, escoger nuestro personaje. No se trata de una decisión que vaya a modificar el transcurso de los acontecimientos de la trama, pero sí cambiará nuestra forma de jugar a unas misiones que incluso podremos repetir libremente una vez las hayamos superado. Así podremos, por ejemplo, subir cada vez mejores puntuaciones a Internet, puesto que el videojuego es compatible con la Conexión Wi-Fi de Nintendo, aunque solamente para este fin.
Dos personajes para un solo objetivo
La jugabilidad, pues, cambia parcialmente en función de la selección de nuestro protagonista. Si optamos por Isa, vamos a tener un disparo más preciso, además de una capacidad para lanzar un misil guiado que acabará con todos los rivales cercanos. Si seleccionamos a Kachi disfrutaremos de un disparo con un rango de ataque amplio, aparte de la destreza de cargar el botón A para acertar a varias unidades enemigas de una sola vez.
Por tanto, dos estilos de juego para dos experiencias ligeramente diferenciadas, aunque siempre dirigidas hacia el mismo objetivo: divertirnos dentro de una experiencia fugaz que, sin embargo, es capaz de poner en apuros al jugador más veterano incluso en el nivel de dificultad más asequible.
Por ello, no hay que dejarse engañar por las apariencias, sobre todo teniendo en cuenta que la característica de las puntuaciones, tan clásico en estos juegos, juega en favor de Sin & Punishment: Succesor of the Skies. En efecto, durante las partidas machacaremos a multitud de enemigos, y cuanto mejor lo hagamos más puntos recibiremos en virtud a un factor de multiplicación que doblará hasta por 16 el valor de cada disparo acertado. Sin duda, algo que podrá incentivar a los más puristas para conseguir la mayor puntuación posible en cada misión.
Locura "shoot' em up"
Para potenciar el aspecto desenfrenado que rodea al fuego de wiimote sin parangón, nos encontramos con un apartado gráfico sublime, con escenarios profundos donde caben decenas y hasta varios centenares de enemigos a la vez. La calidad gráfica alcanzada por Treasure en este nuevo Sin & Punishment es digna de elogio, gracias a un acabado que fomenta la sensación de frenetismo y velocidad de un "shooter on the rails" que mantiene en todo momento su más que veloz tasa de "frames" por segundo.
Y eso es una gran noticia, sobre todo en el caso de los enemigos finales, que además ser numerosos y ocupar toda la pantalla, supondrán un auténtico reto, gracias a las rutinas y comportamientos que deberemos aprender hasta vencerles.
Una prueba de ello es que, como en los mejores productos de la categoría, llegaremos a exclamar de emoción por derrotarlos, en un proceso jugable que se complementa con una banda sonora brillante (se adapta perfectamente a las diferentes situaciones propuestas) y unas voces en inglés -con subtítulos en castellano- solamente destinadas a contarnos la historia de Isa y Kachi, los cuales siempre acabaremos recordando por la tremenda locura "shoot 'em up" que supieron darnos en una máquina como Wii.
Treasure vuelve a demostrar su talento a la hora de crear experiencias repletas de frenética acción con la esperada secuela de Sin & Punishment, uno de títulos más aclamados por los usuarios de Nintendo. Y lo hace con éxito, gracias a un planteamiento jugable que, aunque fugaz y en ocasiones desbordante, posee una curva de dificultad perfecta y un manejo envidiable gracias a la precisión que ofrece el sensor de movimiento del wiimote. Si eres de la vieja escuela o simplemente uno de los incondicionales de esta franquicia, sería imperdonable que te perdieras Succesor of the Skies.
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