Con el ánimo de resarcirse del mediocre Beijing 2008, SEGA revitaliza sus franquicias olímpicas con un muy superior Vancouver 2010. No estamos ante el título definitivo de deportes olímpicos, pero sí ante un salto adelante muy serio y ante un título en absoluto desdeñable.
Durante el mes de febrero se celebran en la canadiense ciudad de Vancouver los Juegos Olímpicos de Invierno en su vigésimo primera edición, y como no podía ser de otro modo un evento de este calibre tiene que contar con su videojuego oficial, en esta ocasión bajo el escueto nombre de Vancouver 2010.
Los precedentes, Beijing 2008, no invitaban a ser muy positivos, puesto que el título de SEGA no cumplió en ninguno de los sentidos, haciéndose con todo merecimiento con una calificación de 5,0 en su review de 3DJuegos. Esta versión de Juegos Olímpicos de invierno es netamente superior, y si bien todavía no se trata de un título plenamente meritorio, lo cierto es que nos permitirá pasar unas horas de diversión agradable con nuestros amigos. ¿El problema? Falta profundidad e interés en las pruebas y variedad en el número.
El Frío Invierno
14 eventos tendremos a nuestra disposición en Vancouver 2010, y si bien este número suena a más que razonable a la hora de aportar una experiencia de juego diversa, lo cierto es que la variedad de las pruebas brilla por su ausencia.
Si, por ejemplo, afrontamos todas las pruebas comprobaremos con asombro que la primera mitad de ellas versan sobre dinámicas muy parecidas de descenso, con pequeñas variantes en torno a las penalizaciones, la velocidad de la bajada o la dificultad y lo angosto del trazado.
Estas siete pruebas están bien representadas en su traslado del juego al mando, y el título responde de forma fantástica al empleo de los gatillos como descenso en velocidad, sin embargo la falta de profundidad es ciertamente preocupante. No se nos ocurre ninguna razón por la que el usuario querría volver a afrontar las pruebas una segunda vez tras superarlas en primera instancia, puesto que la dificultad es baja y las alternativas muy escasas más allá de modular la velocidad o girar en el momento idóneo.
Fuera de estas pruebas de eslalon, que en su mayoría pueden superarse en un par de minutos y medio cada una, quedan los saltos de esquí, el esquí acrobático, el patinaje de velocidad en pista corta, el Snowboarding, bobsleigh, sekeleton o luge.
Puede que la variedad de controles no sea demasiado amplia, puesto que la mayoría versan acerca de pulsar en el momento adecuado el botón de velocidad, o el de subirse al skeleton, trineo de bobsleigh o variaciones similares, sin embargo el paso hacia delante llevado a cabo con respecto a Beijing 2008 es francamente notable, obviando por completo las desagradables pruebas de “machacar botones” que tanto abundaban entonces y que tan poco aportan en términos jugables a una experiencia de este tipo.
Las únicas pruebas que aportan algo de variedad a estos meros test de velocidad son las de salto de esquí que requieren del usuario el pulsar una serie de botones en el orden correcto, o las de patinaje en sus diferentes modalidades, que sin ser nada del otro mundo cuentan con una fórmula diferente y refrescante, aunque no por méritos propios sino por lo repetitivo del resto.
Así pues, ¿qué tiene de bueno y qué de malo en lo jugable este Vancouver 2010? En lo positivo se cuenta no sólo su precio reducido, sino que como experiencia de juego acompañada para corto plazo puede resultar entretenida puesto que algunas pruebas pueden resultar divertidas en primera instancia. Sin embargo por el contrario los puntos en contra enturbian este lado positivo, ofreciendo una experiencia que agota su diversión excesivamente rápido, y un conglomerado de pruebas que en número pueden parecer aceptables, pero que en diversidad son francamente escasas.
Por si fuera poco llama la atención la ausencia de otras pruebas habituales de este tipo de eventos como el curling, el hockey, las modalidades artísticas sobre hielo o el Esquí Cross Country, que podrían haber dotado de más variedad y diversidad al conjunto.
Pasión por la Victoria -Gráficos y Tecnología-
Gráficamente Beijing 2008 fue un videojuego realmente pobre, que no sacaba ningún partido de las posibilidades visuales ni tecnológicas de Xbox 360, PlayStation 3 o PC, ofreciendo un triste espectáculo más digno de PlayStation 2 o la primera Xbox que de la llamada nueva generación de videoconsolas.
En primer lugar debemos dejar claro que Vancouver 2010 no sigue para nada esta línea, y el salto llevado a cabo es más que notable, convirtiendo a este nuevo título olímpico en un producto más que aceptable en este campo.
Los modelados son buenos, y las animaciones más que aceptables, y los efectos visuales hacen un buen trabajo en líneas generales, aunque el blur resulta completamente excesivo en determinadas pruebas de velocidad. La tasa de imágenes por segundo es estable, y salvo alguna ocasional y aislada caída no ofrecerá quebraderos de cabeza al jugador.
Por lo que respecta al sonido poco que comentar. El score es aceptable con un puñado de temas que sonarán entre prueba y prueba, los efectos cumplen y el doblaje a nuestro idioma se limita a las pequeñas palabras de locución antes de cada prueba.
Vancouver 2010 es un aceptable videojuego de deportes, al que le ha faltado profundidad en cada prueba y una mayor variedad en las disciplinas. Por lo demás es un título que nos deparará una razonable diversión a corto plazo si lo disfrutamos con amigos, pero que será de muy poca utilidad si lo jugamos en solitario dada la ausencia de un modo carrera.
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