Análisis de Red Orchestra 2

Análisis de Red Orchestra 2
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El miedo a morir, la dureza de las batallas, la agonía de tus aliados que piden ayuda en sus últimos estertores de vida… Tripwire lo ha vuelto a conseguir y con Heroes of Stalingrad nos ofrece la oportunidad de disfrutar de uno de los mejores y más realistas juegos de acción multijugador del momento.

Nació hace nueve años como un mod de Unreal Tournament 2004 y posteriormente se convirtió en un juego con todas las de la ley gracias a Osfront 41-45. La trayectoria de Red Orchestra en el mercado de los títulos de acción multijugador puede que no haya sido la más productiva del género, y aún así no hay dudas de que ahora mismo se trata de una de una de las series más destacables del momento y una auténtica muestra de cómo deben hacerse las cosas. Y esto no tiene nada que ver con los abultados presupuestos o el apoyo de grandes compañías, porque hablamos de un pequeño estudio, Tripwire, que nació precisamente con la creación del mod que dio origen a Red Orchestra. Y pese a ello, las constantes actualizaciones, la habitual publicación de nuevos contenidos completamente gratuitos y el feedback con sus seguidores, han sido una de las señas de identidad del estudio. Equipo que tras un largo proceso de desarrollo por fin nos ofrece la oportunidad de combatir junto a otros usuarios en la cruenta batalla por Stalingrado durante la Segunda Guerra Mundial.

La muerte junto a los camaradas
La guerra no es un juego de niños ni es lugar para excéntricas heroicidades. Esto es algo que debemos grabar a fuego en nuestra cabeza si vamos a adentrarnos en el crudo campo de batalla que recrea este nuevo Red Orchestra. Porque aunque su título hace referencia, precisamente, a esos héroes que dieron la vida en esta intensa campaña, aquí hablamos de personas que a aun sabiendo que la muerte era casi tan certera como que la noche precede al día, siguieron luchando y defendiendo sus ideales con mayor o menor fervor. Muchos dieron la vida por proteger a sus camaradas y otros lo arriesgaron todo con tal de cumplir los objetivos que se le encomendaron; pero nunca, repetimos, nunca, actuaron como locos kamikazes pegando tiros a todo lo que se moviera por delante. Simplemente porque bastaba un segundo de distracción para recibir un balazo entre ceja y ceja.

Y esto es exactamente lo que ofrece Heroes of Stalingrad. Un título de acción multijugador muy común en lo que se refiere a sus modos de juego, pero prácticamente único en lo que respecta a su jugabilidad. Porque cuando la mayoría de títulos apuestan por partidas cada vez más frenéticas y rimbombantes en las que un único soldado puede matar a 20 o 30 enemigos antes de caer, aquí nos encontramos ante un juego muy pausado, a la vez que intenso, en el que las muertes se pueden contar con los dedos de una mano. Básicamente porque lo que se busca no es la gloria de uno mismo, sino la victoria de tu equipo, y para ello, necesitas obligatoriamente colaborar con el resto de tus compañeros.

Las escuadradas serán una pieza clave en los combates. Lucha tu solo y morirás con total seguridad. Hazlo junto a tus camaradas y tendrás una oportunidad.
Las escuadradas serán una pieza clave en los combates. Lucha tu solo y morirás con total seguridad. Hazlo junto a tus camaradas y tendrás una oportunidad.

Hasta 64 jugadores pueden darse cita en los escasos diez escenarios de batalla que presenta el juego a través de modalidades de juego como “Territorio” –el empleado en la campaña para un solo jugador-, donde cada bando luchará por conquistar y defender determinadas posiciones; “Cuenta Atrás”, en el que contaremos con una única vida por objetivo, lo que lógicamente nos obligará a medir muchísimo nuestros pasos si no queremos caer a las primeras de cambio. O el clásico “Tiroteo”, que nos sumergirá directamente en batallas contra el bando contrario sin objetivos de por medio más allá del de eliminar a los rivales. Como decíamos, nada sorprendente a estas alturas. Sin embargo, mentiríamos si no dijéramos que este Red Orchestra cuenta con un factor decisivo que lo convierte en un juego único en su categoría: el realismo.

La precisión del soldado
Contemplar una partida de Red Orchestra como simple espectador puede dejarnos con la sensación de estar ante un juego de acción multijugador más en el que, eso sí, una bala perdida puede acabar con nuestra vida. Sin embargo, la profundidad y el realismo que atesora esta obra de Tripwire va mucho más allá de eso. Si hablamos de los aspectos puramente jugables, la total ausencia de un puntero en pantalla que nos permita disparar con mayor facilidad, o que no contemos tampoco con un indicador que marque el número de balas que nos queda en el cargador –algo que debemos hacer manualmente como un soldado de verdad-, ya denota el interés por parte del equipo de desarrollo por crear una experiencia de juego lo más realista posible. Pero sin duda, la balística y la recreación de cada una de las armas que podremos usar se llevan la palma.

El realismo es tal que los soldados equipados con equipo pesado tendrán que buscar una posición sobre la que apoyar el arma si quieren usarla como es debido.
El realismo es tal que los soldados equipados con equipo pesado tendrán que buscar una posición sobre la que apoyar el arma si quieren usarla como es debido.

Principalmente porque disparar a un enemigo a bocajarro no es lo mismo que hacerlo con un objetivo móvil situado a doscientos metros de nuestra posición. Y éste será uno de los aspectos jugables más duros de dominar, pero a la vez el que más satisfacción nos generará posteriormente. Sobre todo porque resulta impresionante ver cómo un rival a más de 500 metros puede caer bajo el fuego de nuestro rifle de precisión, cuando unos días antes no éramos capaces ni de atinar a objetivos situados a poco más de cien metros. En este sentido, contamos con la posibilidad de calibrar la mira de nuestro arma en base a la distancia a la que creemos se encuentra el enemigo a abatir, pero éste es un oficio duro de aprender y al final habrá que tener en cuenta aspectos como la dispersión, la caída de la bala, el retroceso del arma si vamos a disparar de forma continuada… en definitiva, una recreación tremendamente realista de lo que supone disparar con un arma.

La recreación del arsenal con el que contaremos también resulta impresionante, contando con el equipo que se usó durante la batalla de Stalingrado. Pero lo verdaderamente importante es que las diferencias entre armas resultan palpables, lo que implica un proceso de aprendizaje con nuestro equipo que dota al juego de una profundidad mucho mayor de la que aparenta inicialmente. Por eso, aunque resulta obvio decirlo, correr con un fusil de cerrojo a través de un edificio atestado de enemigos puede ser tan peligroso como salir a campo descubierto sabiendo que hay francotiradores esperándonos. También, detalles como que las devastadoras MG pueden sufrir de sobrecalentamiento, obligándonos a cambiar sus mecanismos internos si queremos seguir usándolas, vuelve a incidir en esa impresionante atención por el detalle que ha demostrado Tripwire con el desarrollo de este Heroes of Stalingrad.

Dentro de un tanque cumpliremos diversos roles como tanquista, artillero, comandante, responsable de la torreta… y al lado estarán nuestros aliados o diversos bots.
Dentro de un tanque cumpliremos diversos roles como tanquista, artillero, comandante, responsable de la torreta… y al lado estarán nuestros aliados o diversos bots.

Armas que además estarán restringidas a las distintas clases de personaje que podremos encarnar en las batallas multijugador en las que, como decíamos, cada soldado jugará un papel vital en su bando. De este modo, nos encontramos con los fusileros, soldados de asalto con armas automáticas, fusileros de élite con fusiles semiautomáticos, francotiradores, soldados antitanque, tanquistas y dos clases avanzadas: los líderes de escuadra y comandantes. Estas últimas clases contarán con opciones de combate extra como la posibilidad de lanzar granadas de humo, aparte de poder dar órdenes a sus aliados mediante un sencillo menú radial (de estos depende el hacerles caso o no, pero los líderes pueden votar para que se expulse a esos jugadores); y opciones tan interesantes como pedir que los aviones de reconocimiento exploren el campo de batalla, o solicitar bombardeos de mortero y artillería por parte de los comandantes.

Es importante remarcar que en el campo de batalla los jugadores serán asignados a distintas escuadras, aunque cada uno es libre de ir por su cuenta. Sin embargo, como hemos remarcado a lo largo del análisis, siempre resulta más recomendable apoyarse en los compañeros que andar en solitario, no ya solo porque así evitaremos morir con mayor rapidez, sino también porque obtendremos más puntos al final de la partida que posteriormente, nos permitirán ascender de rango para así desbloquear nuevo equipo y uniformes especiales para nuestro soldado. Pero, repetimos, lo importante no será tanto el matar a cuantos más enemigos mejor, sino cumplir los objetivos y apoyar al equipo.

La cantidad de escenarios actualmente resulta algo pobre, pero las dimensiones y su diseño es impresionante.
La cantidad de escenarios actualmente resulta algo pobre, pero las dimensiones y su diseño es impresionante.

Un aspecto que se traduce en las “plazas limitadas” con las que nos encontraremos a la hora de encarnar a las distintas clases de personaje en cada batalla. Esto significa que no habrá veinte francotiradores en un mismo bando, por ejemplo, porque sería irreal. Al contrario, predominarán los soldados rasos mientras que las clases especiales como ingenieros o líderes de escuadra actuarán como apoyo; como unidades vitales que habrá que defender para que la batalla se desarrolle de forma favorable. Así pues, no será nada raro encontrarse a varios soldados escoltando a un ingeniero mientras éste se encamina hacia el tanque enemigo que está arrasando las filas aliadas para derribarlo con su armamento especializado.

Agacha la cabeza si no quieres morir
El sistema de coberturas que incluye este nuevo Red Orchestra es sin duda uno de los mayores logros de Tripwire por lo fácil que resulta de usar sin que por ello se haya simplificado su función en batalla. Así, bastará con pulsar un simple botón para que nuestro soldado se ponga a cubierto tras cualquier elemento del escenario propenso a dicha acción. ¿Queremos asomarnos? Indiquemos la dirección como si estuviéramos andando y nuestro soldado asomará levemente la cabeza. ¿Buscamos disparar? Podemos hacerlo, literalmente, a ciegas con el clásico fuego de cobertura que aquí ha sido representado fielmente al no permitirnos ver hacia dónde disparamos; o asomarnos, apuntar y disparar a los objetivos que localicemos. Lo importante es adaptarse a las condiciones de batalla y tener en cuenta contra el tipo de enemigos a los que nos enfrentamos.

Medir correctamente las distancias nos permitirá realizar disparos más certeros.
Medir correctamente las distancias nos permitirá realizar disparos más certeros.

Pero cubrirse no significa estar a salvo del fuego enemigo, menos si nos hemos ocultado tras elementos como sacos de arena o tablones de madera que pueden ser atravesados por los proyectiles. Y es en este tipo de situaciones en las que descubriremos otro de los elementos que más nos han gustado de este Heroes of Stalingrad: el miedo. Una emoción que nos asaltará en los momentos de mayor tensión haciendo que nos tiemble el pulso, que nos cueste caminar o, directamente, aturdiéndonos hasta tal punto con la pantalla teñida por el color gris, que los enemigos no tendrán demasiados problemas en abatirnos como si fuéramos patos de feria.

Sufrir el fuego de cobertura, ver morir a los soldados aliados o vivir una lluvia de obuses son algunos de los elementos que pueden afectar a nuestro personaje que, como decimos, puede sufrir ataques de miedo y ponerse más nervioso de lo habitual en los momentos más inoportunos. Pero esto es una guerra y está claro que las armas no lo son todo. Por eso, aquí acciones como el citado fuego de cobertura sí tienen un gran peso en las batallas al margen del habitual hecho de entorpecer o frenar los avances enemigos. Castigad a los rivales durante un buen rato y ya veréis lo rápido que caen cuando nuestros aliados les embosquen por los flancos.

Aspectos que iremos aprendiendo en la extensa campaña para un solo jugador con la que cuenta el juego y que sin ser especialmente apasionante, porque no deja de ser una sucesión de misiones basadas en la jugabilidad de las partidas multijugador, sí nos permite hacernos con los controles del juego practicando con unos bots que no destacan precisamente por su inteligencia artificial. Un aspecto que podría haberse trabajado más, ya que aunque los enemigos parecen tener una puntería tremenda, nuestros aliados pueden volverse locos y andar dando vueltas en círculos atrapados en algún objeto invisible del escenario.

También los tutoriales que se intercalan entre misiones, primero del bando nazi y posteriormente de los soviéticos, nos han parecido algo escuetos en la información que ofrecen, lo que deja claro que la experimentación va a ser el principal método de aprendizaje en el juego. Eso sí, hay que reconocer que la campaña sorprende por las opciones que brinda ya que aunque empezaremos como un escala básica, posteriormente nos convertiremos en un líder de escuadra con el que podremos dar órdenes a nuestros aliados, luego nos convertiremos en un soldado antitanque, tanquista, comandante, etc.

Los soldados pueden sufrir ataques nerviosos en situaciones comprometidas, lo que mermará su eficacia en combate.
Los soldados pueden sufrir ataques nerviosos en situaciones comprometidas, lo que mermará su eficacia en combate.

Conoce el campo de batalla
En comparación con el título original, el número de mapas disponibles en el lanzamiento del juego se nos antoja algo escaso, si bien es cierto estos escenarios han sido diseñados con gran esmero, recreando fielmente distintos lugares de la ciudad de Stalingrado y alrededores. Trincheras, edificios derruidos, vehículos en llamas en medio del campo de batalla… cada escenario en Heroes of Stalingrad cuenta con infinidad de zonas por las que moverse, recovecos que explorar y zonas desde las que acribillar a los enemigos sin que éstos puedan defenderse. Son tantas las opciones y tan sorprendentes las batallas en las que nos veremos envueltos que, al final, nos dará igual que haya más o menos escenarios porque los presentes poseen una calidad impresionante. Aun así, Tripwire ya trabaja en los primeros contenidos descargables para el juego, y aparte de preparar la llegada de una campaña cooperativa promete novedades en cuanto a número de mapas, escenarios destructibles, etc.

A nivel gráfico, como hemos dicho, el nuevo Red Orchestra se ha aprovechado de las virtudes del Unreal Engine 3 para recrear con un gran nivel de realismo cada escenario por el que nos moveremos, así como las armas –el aspecto más cuidado-, uniformes y vehículos, aunque en este último caso echamos en falta una mayor variedad de blindados, ya que hablamos únicamente del Panzer IV para los alemanes y el T34 por parte de los rusos. La iluminación y la amplitud de los entornos son sin duda dos de los aspectos más llamativos, al igual que el nivel de detalle logrado en estos, si bien es cierto las texturas son algo irregulares. El peor enemigo del juego ahora mismo son los bugs o errores que salpican las partidas.

Morir agónicamente tras recibir un balazo perdido es una sensación terrible, pero si al menos matamos en el proceso a algún enemigo la cosa mejora mucho.
Morir agónicamente tras recibir un balazo perdido es una sensación terrible, pero si al menos matamos en el proceso a algún enemigo la cosa mejora mucho.

En ocasiones, hemos sufrido alguna que otra salida al escritorio, del mismo modo que nos hemos encontrado con elementos del escenario en los que cubrirse resultaba muy difícil –en un punto sí pero justo al lado no, por ejemplo-. También el motor gráfico parece estar generando algún que otro quebradero de cabeza a más de un usuario, que estarían sufriendo problemas de rendimiento. Sin embargo, en este último caso, y aunque desde Tripwire aseguran estar trabajando en ello, nosotros hemos disfrutado del juego en todo su esplendor sin prácticamente ralentizaciones; aunque está claro que para disfrutar del juego con un nivel óptimo de detalles hace falta contar con un equipo de gama media. Por otro lado, las partidas online suelen disputarse sin apenas latencia en la conexión, pero también en esta faceta el juego presenta algunos errores que se están solucionando paulatinamente durante estos últimos días (sus desarrolladores demuestran una vez más que no descansan cuando se trata de estos asuntos).

No queremos obviar tampoco el gran trabajo realizado a nivel sonoro, con una muy buena banda sonora compuesta por el compositor de Mass Effect 1 y 2, Sam Hulick, que nos traslada a la perfección al ambiente bélico de la época gracias a una sucesión de temas que se irán intercalando de forma dinámica durante la partida según se desarrollen las batallas. Lógicamente, el aspecto vital en este apartado lo encontramos en la recreación que se ha hecho del sonido de las armas, y en este punto el juego ofrece un acabado impecable. El estruendo de las explosiones, el sonido seco de un disparo, los lamentos de un soldado moribundo o las arengas de nuestros oficiales son solo parte del espectáculo sonoro con el que nos encontraremos. Lo malo es que nuestros aliados hablarán en inglés, con acento del bando en el que nos encontremos, sin opción de escuchar sus voces en su idioma natal (a los enemigos sí los escuchamos hablando así). Desde Tripwire aseguran que pronto habilitarán esta opción, que parece llegará junto a la traducción de los textos –básicamente relatos de soldados que combatieron en Stalingrado- al castellano.

Cubrir posiciones defensivas con armas fijas o apoyar a nuestros aliados como líderes de escuadra o comandantes nos reportará suculentas bonificaciones.
Cubrir posiciones defensivas con armas fijas o apoyar a nuestros aliados como líderes de escuadra o comandantes nos reportará suculentas bonificaciones.

Al grito de “Za Stalina”, que significa ¡Por Stalin!, son muchos los detalles que nos hacen encumbrar a este Red Orchestra como uno de los mejores juegos de acción del momento. Está claro que actualmente tiene algunos errores que deben ser corregidos, y la falta de escenarios de batalla le resta un cierto atractivo; pero hablamos de un título prácticamente único que no ha dejado de mejorar desde que se estrenó haces unos días. Y con el historial de sus creadores, no dudamos en que pronto alcanzará la excelencia que todos los seguidores de la serie esperan.

Excelente

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Por: El equipo de 3DJuegos
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Exigente, tremendamente realista y un duro hueso de roer para los usuarios menos avezados en el género de la acción multijugador. Pero también uno de esos títulos que nadie debería perderse por ese carácter de obra única con el que ha sabido distanciarse del resto de competidores gracias a una fórmula de juego tan realista como impresionante.

Jugadores: 1-64
Idioma: Textos en inglés y voces en inglés
Duración:
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