Más grande, variado y emocionante, el mundo de Age of Conan vive una nueva era de esplendor gracias a esta fantástica expansión.
Entró con muchísima fuerza en el mundo de los juegos de rol multijugador masivos en línea, pero muy pronto los problemas derivados de una mala optimización del producto y, sobre todo, la falta de contenidos para los usuarios más avezados, hicieron que Age of Conan perdiera con la misma rapidez todo el fuelle ganado durante sus primeras semanas de vida. Lejos de resignarse, el equipo de desarrollo Funcom ha realizado durante estos dos últimos años una labor de mejora constante de su juego que les ha permitido, ahora sí, crear un título digno de todas las alabanzas y un duro rival a batir por los nuevos exponentes del género.
Y ahora, tras pulir al máximo el título original, nos llega la primera expansión “de verdad” de Age of Conan. Un producto que nace con la idea de ampliar con más territorios y contenidos el ya de por sí vasto mundo del juego, pero a su vez, Rise of the Godslayer se ha convertido en el reclamo perfecto para que todos aquellos que abandonaron el juego hace un tiempo o ni siquiera lo probaron, den ahora el salto al brutal y despiadado universo de fantasía creado por Robert. E. Howard.
Guerra de facciones
Huelga decir que el principal atractivo de Rise of the Godslayer o, al menos el más llamativo, lo encontramos en la apertura de una nueva región de juego. El imperio de Khitai se presenta así como un enorme y exótico campo de batalla dividido en zonas adaptadas para todas las franjas de nivel de usuario disponibles, permitiendo así que tanto jugadores que decidan partir de cero como los que ya llevaban tiempo jugando puedan encontrar contenidos aptos para su nivel. En este sentido, Funcom ha incluido a los khitios como personajes seleccionables, ascendiendo por tanto a cuatro el número de naciones disponibles. Quien opte por esta opción, y una vez haya superado los 20 niveles iniciales en la región de Tortage, dará el salto directamente a las fronteras de Khitai, donde ya comenzará a disfrutar de algunas de las grandes novedades de la expansión. El resto, deberán dirigirse a Estigia y acudir a un mercader para que le guíe a dicha región.
Basada en el magnífico relato de La Torre del Elefante, esta expansión nos sumerge en la región oriental del mundo de Conan. Allí, como ocurrió hace miles de año en China, un gran imperio como el de Khitai se ve constantemente asediado por enemigos extranjeros a los que han tratado de frenar con una descomunal muralla fuertemente protegida. En su interior, se encuentra un mundo místico, un lugar en el que facciones de toda clase adoran a sus dioses y en el que, para nuestra desgracia, ha despertado una criatura demoníaca a causa del robo de una gran joya (que le pregunten a Conan y sus aventuras por la citada torre).
Con una ambientación que vuelve a ser sorprendente, el perderse por el imperio de Khitai resulta un espectáculo sin parangón. Máxime si tenemos en cuenta que Funcom ha trabajado durísimo para dotar a este nuevo entorno de una cohesión que, en cierto modo, se echaba de menos en el original. Así, todo aquel que llegue a las fronteras de este reino tendrá unas ligeras vistas del paisaje que se encuentra tras los muros; y una vez cruce esta colosal construcción –punto que divide una zona de la otra-, comprobará que el mundo que se expande hacia el horizonte está más vivo que nunca.
Pero esta cohesión no se limita a lo meramente estético. Y es que las facciones que pueblan este imperio juegan un papel importantísimo en el desarrollo de la acción, puesto que nos apoyarán o atacarán dependiendo de nuestras acciones en el imperio. Lo mejor es que somos libres de actuar como queramos, y lo que es más importante: podemos empezar a ayudar a una facción y terminar dándoles la espalda a favor de otras. En este sentido, la fidelidad se premiará con ascensos en dicha facción y recompensas exclusivas.
Contenidos para todos
Como indicábamos, Rise of the Godslayer cuenta con contenidos para todas las franjas de usuarios, lo que es muy de agradecer. De este modo, la región inicial del imperio (las fronteras) permitirán a todos los usuarios que hayan empezado la partida como un khitio mejorar sus habilidades mientras exploran el nuevo sistema de facciones. El resto, tendrán hasta cuatro grandes regiones sólo para usuarios de niveles 80, incluyéndose un importante número de misiones y grandes mazmorras que requerirán de la colaboración de otros usuarios para superarse.
En lo que se refiere al nivel máximo de habilidad de nuestro avatar, éste no pasa de los 80 ya vistos en el original, pero hay novedades al respecto. Un nuevo sistema de mejoras que se ha integrado en todo el juego a nivel general –influye a los usuarios de más de nivel 20- nos permite personalizar al máximo a nuestro guerrero en base al denominado sistema de progresión alternativa. Este sistema incluye tres nuevos árboles de habilidad para los personajes y clases de combatiente del juego: general (disponibles desde el nivel 20), arquetipo (disponibles para todas las clases del mismo arquetipo en el nivel 80) y clase (disponible para todos los combatientes de una misma clase en el nivel 80). Para potenciar las habilidades de estos tres árboles debemos invertir los puntos de progresión alternativa que se dividen en tres tipos: los de Dominio, que obtenemos cumpliendo misiones y matando a enemigos (sistema Jugador contra Entorno); los de Proeza, que se obtienen a través de la experiencia Jugador contra Jugador; y los de Soltura, que se obtienen al ganar nivel de dominio y proeza.
Con estos puntos de progresión podemos adquirir también dotes y ventajas. Las primeras, se tratan de habilidades pasivas que mejorarán las estadísticas de nuestro avatar de forma automática y permanente. Las ventajas, en cambio, deben ser equipadas situándolas en una serie de menús desplegables adicionales que se han incluido en la interfaz de usuario con un espacio muy limitado. Esto significa que debemos meditar muy bien el tipo de ventajas que queremos llevar equipadas en base a las situaciones que vamos a vivir, porque creednos, sus beneficios se notan mucho y nuestra forma de actuar puede variar considerablemente. Por tanto, éste es un sistema que dota de un mayor grado estratégico a los combates haciéndolos más complejos y atractivos para los usuarios veteranos en el género.
Este nuevo sistema de combate se ha trasladado con gran acierto a las batallas entre jugadores, logrando que sean más emocionantes que nunca. El problema en este campo es que no se han añadido excesivos contenidos nuevos para el sistema “Jugador contra Jugador”, como por ejemplo más minijuegos. Sin embargo, Funcom ya ha afirmado que preparan nuevos contenidos para este campo, por lo que habrá que esperar unas semanas para ver qué tal se desarrolla este sistema.
Otro detalle que nos ha encantado ha sido la inclusión de dos nuevas monturas: los lobos y los tigres. Lo destacable es que no se limitan a ser las clásicas monturas que compras y usas sin más, sino que para hacernos con ellas, antes deberemos cumplir una serie de misiones asignadas por las dos facciones que poseen el dominio de dichas monturas. De este modo, tendremos ocasión de ver cómo nuestro lobo pasa de ser una cría a convertirse en toda una máquina de matar y detectar enemigos con el olfato –tienen sus habilidades especiales-, o cómo nuestro brutal tigre, tras mucho trabajo, nos deja montar sobre su lomo.
Un espectáculo sin igual
Afirmar que Age of Conan y su expansión son el juego de rol multijugador masivo en línea más espectacular del momento no se aleja en nada de la realidad. Paisajes exóticos, lúgubres mazmorras, ciudades arrasadas por la guerra o vastos desiertos plagados de cadáveres. Cuando a un diseño artístico excepcional se le suma un motor gráfico capaz de alcanzar cotas de calidad tan elevadas como la que muestra el de Age of Conan, el resultado final sólo puede definirse con apelativos tales como “wow”, “increíble”, “menuda pasada”, etc.
Personajes modelados con gran esmero, grandes construcciones cargadas de detalles; paisajes de una belleza sin igual y efectos de luces y partículas muy por encima de la media. Pocas son las pegas que se le pueden poner a nivel técnico a un juego que además, cuenta con una banda sonora digna de las mejores películas que logra ensalzar todavía más el espectáculo que se tiene ante los ojos. Obviamente, disfrutar de Age of Conan con un nivel de detalle medio requiere de un equipo potente, pero dado el nivel de detalle logrado, no podemos decir que el título haya sido mal optimizado.
El problema es que como ya ocurriera con el original, esta expansión ha llegado con algunos fallos que han hecho difícil el adentrarse en este universo durante sus primeros días en activo. De ahí que constantemente desde Funcom estén publicando parches –con gran presteza, huelga decir- para pulir el juego al máximo. Sin embargo, habría estado mejor lanzarlo sin esos pequeños errores con los que nos hemos encontrado.
Una gran cantidad de nuevas misiones; mayor variedad en el desarrollo de la acción, un mejorado sistema de progresión de personajes y el divertido sistema de facciones con el que entretenernos descubriendo cómo cambian las cosas apoyando o atacando a las doce facciones que pueblan la región de Khitai. Rise of the Godslayer es una expansión de enorme calidad y cargada de contenidos, que harán disfrutar tanto a los veteranos como a los nuevos usuarios en Age of Conan. Peca tal vez de ofrecer pocas novedades en el sistema de Jugador contra Jugador, pero por todo lo demás se trata de una compra muy recomendable para todos los amantes de los juegos de rol. La ambientación y el sistema de juego que presenta difícilmente os decepcionará.
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