Pese a la espera, el nuevo trabajo de la creadora de la serie Gabriel Knight ha llegado para convertirse en una de las mejores aventuras gráficas de los últimos años. ¿Por qué? Por su guión, personajes, y por una sucesión de rompecabezas dignos de las grandes aventuras de antaño. Si amas el género deja de leer y compra ya el juego.
Hemos tenido que esperar más de la cuenta y el desarrollo de Gray Matter ha sido, cuanto menos, tortuoso; pero ya está entre nosotros. El nuevo trabajo de la creadora de la magnífica serie Gabriel Knight, Jane Jensen, llega para deleitarnos con otro enorme relato en el que se combinan muy acertadamente elementos paranormales con la neurobiología, conformando una historia que nos mantendrá pegados al juego hasta el final. Y no es para menos, puesto que Jensen demuestra una vez más que a la hora de narrar historias absorbentes es toda una maestra; amén de que sigue teniendo un gran pulso a la hora de presentar a un gran elenco de personajes principales capaces de implicarnos en sus vivencias, que no es fácil. Y todo esto, unido a un sistema de juego muy tradicional aunque con aspectos novedosos, que nos deja con una de las mejores aventuras gráficas de los últimos años y un magnífico cierre para uno de los años más gratificantes para el género.
Un gran misterio por resolver
La historia de Gray Matter nos traslada a la ciudad de Oxford y alrededores. Un lugar hermosamente misterioso en el que una joven artista y maga callejera, Samantha Everett, terminará convirtiéndose en la ayudante de un reputado neurobiólogo traumatizado por la muerte de su esposa. Y aunque en un principio la historia pueda parecer poco atractiva, poco a poco nos sentiremos más y más implicados en ella, ya sea siguiendo los pasos de Sam, que como “polizón” fingirá ser una estudiante de Oxford mientras investiga una misteriosa organización de magos; o a través de los ojos del desdichado Dr. Styles, que desde su casa realizará experimentos neurológicos con el fin de lograr algo de paz interna. Lo importante en este punto es que el carácter humano de los protagonistas está tan bien recreado que resulta inevitable no quedar prendado de la historia escrita por Jensen.
Y es que hasta en los detalles más nimios te das cuenta del magnífico trabajo que ha logrado como guionista. Por ejemplo, cuando controlamos a Sam ésta se preguntará lógicamente qué significado tienen los cuadros o esculturas que hay en la mansión del Dr. Styles, una respuesta que obtendremos si después examinamos esos mismos objetos con este personaje. Igualmente, el tono de la aventura varía ligeramente dependiendo de quién sea el protagonista, quedando para la joven los momentos de investigación sobre el campo, esto es, hablar con diversos personajes, recorrer distintas localizaciones, combinar objetos del inventario… mientras que Styles vive situaciones más pausadas en las que pararse a leer documentos en un ordenador, o resolver los complejos rompecabezas basados en la lógica.
Lo que no cambia es la sensación de estar ante una aventura clásica como las de antaño. El sistema de juego plantea por tanto los desafíos habituales: dialogar con distintos personajes mediante un sencillo menú radial con las preguntas que queremos formular (en este caso, ideas), y recolectar diversos elementos del entorno para combinarlos entre sí o usarlos con otros ítems del escenario. Lo bueno es que la gran mayoría de puzles con los que nos toparemos se resolverán por pura lógica, no encontrándonos con rompecabezas excesivamente rebuscados; lo que no significa, eso sí, que estemos ante una aventura sencilla de superar.
Gray Matter apuesta por los aspectos de la investigación detectivesca más puros, lo que supone recoger un importante número de documentos, cartas o libros, que deberemos leer atentamente para dar con las pistas que nos permitan avanzar. Y aquí hallaremos uno de los principales atractivos de la aventura, porque todo resulta tan real y lógico, que cada vez que logremos superar un desafío nos sentiremos satisfechos con nosotros mismos por haberlo hecho no por casualidad, sino gracias a nuestra capacidad de razonar y descifrar las pistas.
Abracadabra
Donde Gray Matter presenta un aspecto novedoso es en la parte relacionada con los trucos de magia que podrá elaborar Sam. No por nada, como apuntábamos al inicio del artículo, esta es una maga callejera que busca ingresar en el club más prestigioso y enigmático de magos que, curiosamente, cuenta con una sede en Oxford. Por eso, uno de los primeros sitios que localizaremos en la ciudad será, precisamente, una tienda de magia afiliada a esta red, en la que se nos plantearán diversos retos que deben superar los magos para ingresar en el club y, además, nos proporcionará todos los objetos necesarios para poder realizar nuestros propios trucos de magia. Pero ahora mismo os estaréis preguntando ¿para qué queremos hacer trucos de magia?
La idea no es otra que la de engañar mediante tretas a los diversos personajes que pululan por Oxford de tal modo que siempre consigamos lo que queremos. Así, si lo que buscamos es que alguien nos abra una puerta y por nada del mundo quiere hacerlo, podemos usar el viejo truco de hacer que desde el interior de la habitación alguien pida socorro, o fingir que hemos destruido un documento cuando en verdad lo hemos escondido bajo la manga. Nuestro libro de magia nos ofrece una importante variedad de trucos que podremos usar únicamente cuando llegue el momento. Y es que los trucos se efectuarán sobre personajes concretos a los que únicamente les funcionará un tipo de engaño concreto (el resto de trucos no se pueden activar).
Lo divertido es que en el libro de trucos se nos explica cómo funcionan todas estas tretas, cómo debemos actuar paso a paso, y qué necesitamos para que el engaño surja efecto (podemos consultarlo mientras realizamos los trucos). Por eso, como explicábamos, en más de una ocasión nos tocará visitar la tienda de magia para comprar los artilugios que nos permitan ofrecer una función creíble y, una vez lo tengamos todo, actuar.
En este punto, la interfaz de usuario pasa a mostrarnos una pantalla dividida en dos en la que por un lado tenemos el número de acciones que debemos realizar en total, y en el otro el cuerpo de Sam marcado por distintos círculos que señalan las zonas sobre las que se puede interactuar. Esto significa que en la ejecución de los trucos, importa mucho que cojamos un objeto con la mano izquierda o derecha, o que distraigamos a los espectadores antes de esconder bajo la manga algo importante. Lo bueno es que cuando lo tengamos todo hecho, si hemos fallado en un punto, el juego borrará todos los movimientos posteriores a la última acción bien realizada, lo que ayuda mucho a no desesperarse.
Bello y clásico
A nivel gráfico, Gray Matter es una aventura fantástica porque presenta unos entornos enigmáticos cargados de detalles y con un grado de belleza en cada trazo que nos hará quedarnos embobados viendo, por ejemplo, la magnificencia de la catedral de Oxford, su biblioteca, o simplemente la gran mansión del Dr. Styles. Los personajes también presentan un diseño muy notable, aunque su nivel de detalle no es tan elevado y las animaciones resultan algo ortopédicas. Pero en conjunto, como decimos, esta aventura no solo nos atrapará por su gran guión e impresionante narrativa, sino también por el misterio que destila cada uno de los lugares que visitaremos. Además, nos ha encantado que muchos de los elementos del entorno, una vez los hemos examinado, den pie a un primer plano de los mismos para que tratemos de buscar pistas ocultas. O el hecho de poder meternos en el ordenador de alguien y consultar documentos, coger notas y libros para buscar pistas, o poder navegar por el menú del teléfono móvil, que en este caso cobra un gran protagonismo al obligarnos a grabar números de teléfono para luego poder llamar.
La interfaz de usuario también resulta muy buena, destacando especialmente su sencillez. Y es que cada elemento del entorno únicamente da pie a una acción, por lo que habrá objetos que sólo podremos examinar con el puntero (este toma la forma de un ojo) o cogerlos (una mano). Esta simpleza se traslada igualmente al inventario, porque en él podemos examinar los objetos, lógicamente, o colocarlos en la mano de Sam para que los use con otros elementos del entorno. Sencillo y directo, como podéis comprobar.
Por último, no queremos dejar de hablar del gran apartado sonoro de Gray Matter, que combina melodías de misterio con otras más melancólicas o animadas, dependiendo de quién protagoniza el capítulo en cuestión. También el doblaje en inglés resulta bastante bueno, aunque nos habría gustado que las voces, como ocurre con los textos, estuvieran también en nuestro idioma.
Misteriosa, intrigante y fascinante. Una aventura gráfica como las de antes que te atrapa de principio a fin, gracias a un argumento tan magistralmente narrado que solo podemos decir “bravo Jane Jensen”. Los personajes, los puzles y el que se haya apostado tan fuertemente por la investigación en el sentido más clásico de la palabra, suponen el poder revivir una aventura de esas que pensábamos ya no íbamos a volver a ver. Y aunque es cierto que el juego peca en exceso de ser muy clásico en su sistema de juego, y que algunos de los puzles son muy quisquillosos en lo que respecta a observar los escenarios al milímetro, en líneas generales Gray Matter es una de esas aventuras que ningún amante del género debería dejar escapar. Más, si cabe, si encima presenta aspectos tan divertidos y novedosos como los trucos de magia.
