Análisis de Okamiden

Análisis de Okamiden
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Okami, la fantástica aventura de Capcom para PS2 (y Wii), recibió una gran acogida por parte de la prensa especializada… que no se vio reflejada en grandes ventas. Por esa razón muchos pensaban que dicha franquicia no iba a tener continuidad, algo que por fortuna no ha sucedido.

Hace casi cinco años Capcom dio la campanada con Okami. Esta aventura desarrollada para PS2 (aunque años más tarde también apareció en Wii) sorprendió a medio mundo por su original apuesta tanto jugable como visual, obteniendo todo tipo de elogios por parte de la prensa especializada y de un grupo muy selecto de jugadores. Considerado como clásico de culto, dadas sus escasas ventas globales muchos jugadores pensaban que jamás iban a tener la ocasión de volver a disfrutar de una nueva aventura basada en dicha franquicia, pero Capcom ha querido darla una nueva oportunidad y nos presenta Okamiden.

Okamiden recupera el espíritu del clásico de PS2 y Wii y lo transforma en una fantástica aventura portátil.
Okamiden recupera el espíritu del clásico de PS2 y Wii y lo transforma en una fantástica aventura portátil.

Un cachorro con carisma
Okamiden supone la secuela de dicho clásico y, como tal, es inmediatamente reconocible. El argumento continúa los eventos que tuvieron lugar en Okami y la acción se sitúa unos diez meses después de los mismos. Así, la diosa Amaterasu (la loba que protagonizó la aventura primigenia) habrá abandonado la tierra de Nippon tras derrotar al malvado demonio que la había sumergido en tinieblas. Sin embargo, esa misma desdicha ocurrirá de nuevo en Nippon, con el agravio ¬de que encima dicha protagonista ya no podrá ser invocada para ayudar a sus habitantes. Afortunadamente, y como mal menor, será Chibiterasu (Chibi para los amigos) el personaje encargado de devolver la paz y la felicidad a dicho mundo. Encarnando la apariencia de un tierno cachorro de lobo, Chibi será el hijo de Amaterasu y la reencarnación del Dios Sol.

Chibi gozará de algunos de los poderes con los que ya contara Amaterasu, si bien su fuerza y facultades no serán tan notables. Aún así, el Celestial Brush (Pincel Celestial) seguirá estando de su lado, convirtiéndose una vez más en uno de los pilares básicos sobre los que se apoyará la jugabilidad. Pero este no será el único aliado de Chibiterasu. A lo largo de su largo viaje el cachorro irá adquiriendo experiencia que le permitirá hacerse cada vez más poderoso y, mejor aún, podrá contar con la ayuda de un pequeño grupo de personajes que se subirán a sus lomos para proporcionarle nuevas habilidades.

El Pincel Celestial vuelve a ser uno de los protagonistas principales del juego, herramienta que nos permite superar multitud de obstáculos y puzles.
El Pincel Celestial vuelve a ser uno de los protagonistas principales del juego, herramienta que nos permite superar multitud de obstáculos y puzles.

La mecánica de juego sigue a grandes rasgos lo vivido en Okami, algo muy lógico y plausible teniendo en cuenta lo bien que funcionó. Por lo tanto nos encontramos ante una aventura con mayúsculas, que sigue los cánones de los mejores exponentes del género como pueden ser la serie The Legend of Zelda. De esta forma en Okamiden conviven elementos tales como la exploración con los combates, los diálogos con la resolución de puzles; que se conjugan de forma extraordinaria en una fórmula de juego no lineal y basada en la continua superación de misiones. No es tan largo ni original como lo fuera en su momento Okami, pero se trata de una aventura fantástica.

Sólido y profundo
Esta jugabilidad tan variada convierte a Okamiden en una aventura realmente profunda y absorbente. Además la versatilidad de Chibi da mucho juego, teniendo que hacer frente a muchas situaciones distintas. Y como os decíamos líneas más arriba, en muchos casos la forma de dar con la solución del problema que nos surja en cada momento y poder seguir avanzando en la historia tiene que ver con el Pincel Celestial.

La estética de Okamiden está cuidada al máximo y nos transporta a un mundo 3D de clara influencia oriental.
La estética de Okamiden está cuidada al máximo y nos transporta a un mundo 3D de clara influencia oriental.

Como ya ocurriera en el genuino de PS2/Wii, el Pincel Celestial nos permite interactuar con algunos objetos de los escenarios de varias formas, pudiendo rejuvenecer, cortar, etc. ciertos elementos a nuestro antojo. Para ello solo tenemos que pulsar uno de los botones superiores de la consola para, después, realizar los trazos pertinentes en la pantalla táctil. Ni qué decir tiene que esta característica es uno de los puntos más interesantes del título y que, gracias a las prestaciones de Nintendo DS, su control es excelente. Por desgracia no podemos decir exactamente lo mismo de su precisión, ya que en algunos casos la consola no reconocerá nuestros trazados y nos tocará repetir la operación. No es algo que eche por tierra la jugabilidad en absoluto, pero es un fallo que está presente.

Pero nuestro cachorro guarda más ases bajo la manga. Al margen del Pincel, Chibi también es capaz de llevar a cabo otras acciones como correr, saltar, atacar a los rivales de varias formas diferentes, charlar con personajes e incluso transportar a otros protagonistas secundarios. Y esta última cualidad tiene su importancia porque a lo largo de la aventura daremos con muchos de ellos, que no dudarán en echarnos una mano y viajar subidos encima del cachorro. Y cuando esto ocurra, el animalito será congraciado con nuevas habilidades.

En este punto es necesario mencionar que todos los textos que aparecen en pantalla son en inglés. Basta con tener un conocimiento medio de esta lengua para entender sin excesivos problemas lo que se nos pide en cada una de las misiones y seguir con detalle el transcurrir de la historia, pero es conveniente que tengáis esto en cuenta.

A lo largo de la aventura nos toparemos con decenas de personajes y, algunos de ellos, se unirán a Chibi y le otorgarán nuevas aptitudes.
A lo largo de la aventura nos toparemos con decenas de personajes y, algunos de ellos, se unirán a Chibi y le otorgarán nuevas aptitudes.

Belleza plástica
Técnicamente, el juego destila simpatía, encanto y personalidad por todos sus poros. Todos aquellos que jugaran al original de PS2 reconocerán inmediatamente el estilo “marca de la casa” de esta producción. Tanto los escenarios como los personajes poseen una marcada influencia oriental, muy plástica y que se amolda bien al estilo de juego. Cada uno de los objetos y personajes están representados como si formaran parte de un dibujo animado interactivo, con trazados muy marcados que delimitan de manera muy perceptible el contorno de cada uno de ellos. Sin duda, la línea artística de Okamiden es tan bella como reconocible.

Todos los elementos que conforman el mundo de Okamiden están representados en 3D. El motor gráfico que da vida a la aventura es bastante solvente en líneas generales y, de hecho, es uno de los juegos que mejor aprovechan el potencial gráfico 3D que ofrece la consola de todo su catálogo. La paleta de colores utilizada es muy adecuada, con tonos muy vivos, coloridos y variados que dan vida a una amplia cantidad de escenarios diferentes, todos ellos sólidos y bien representados y unidos por un mundo central. Y por último, la ambientación que se ha imprimido a la aventura es magnífica, muy “espiritual” en ciertos momentos, y ayuda a que nos metamos más de lleno si cabe en la piel de Chibiterasu. El resultado en términos generales es muy notable.

La jugabilidad es realmente variada y nos ofrece un buen repertorio de puzles, misiones y momentos de acción. Se asemeja bastante a Zelda.
La jugabilidad es realmente variada y nos ofrece un buen repertorio de puzles, misiones y momentos de acción. Se asemeja bastante a Zelda.

El precio a pagar por este despliegue técnico es, por un lado, una sensible caída en la tasa de cuadros cuando accedemos a determinadas áreas, las más cargadas desde el punto de vista técnico. Dicho defecto no afecta en absoluto a la jugabilidad, pero es algo que está ahí. Y algo parecido ocurre con la perceptible generación súbita de algunos elementos, que se crean a pocos metros de distancia del protagonista.

El apartado sonoro tampoco ha sido descuidado. La banda sonora es simplemente espléndida y se compone de temas muy bien realizados (muchos de ellos “recuperados” de Okami) que se adaptan realmente bien a la acción. Los efectos son menos relevantes pero su cantidad y calidad es elevada. Puede que algunos usuarios echen de menos diálogos hablados, pero salvo este detalle el resto es casi perfecto.

Okamiden es, en definitiva, una gran aventura que ningún usuario de DS debería perderse, especialmente todos aquellos que jugaran al original de PS2/Wii. Sus escasos defectos quedan compensados con creces por un cúmulo de virtudes pocas veces incorporados en un título de sus características diseñado para Nintendo DS. Puede que nos equivoquemos (eso el tiempo lo dirá), pero es muy posible que Okamiden sea uno de los últimos grandes títulos que aparezcan para esta consola portátil. No os quedéis sin disfrutarlo.

Muy Bueno

Recomendado

Okamiden

Por: El equipo de 3DJuegos
Recomendado

La encantadora franquicia Okami vuelve a suponer un soplo de aire fresco en un género tan manido como es el de las aventuras. A pesar del cambio de plataforma, Capcom ha sabido conservar toda la magia, carisma, jugabilidad y encanto del original y llevarlo con éxito a la más limitada capacidad de Nintendo DS. Y eso no es nada fácil. Okamiden es una joya dentro del enorme catálogo de títulos del que dispone esta portátil, atesorando una calidad muy por encima de la media. De lo mejor que ha aparecido en Nintendo DS en mucho tiempo.

Comprar Okamiden
Jugadores: 1
Idioma: Manual en español, textos en inglés y voces en inglés
Duración:
Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

12.876 visualizaciones

100 DETALLES OCULTOS de RED DEAD REDEMPTION 2

¿Qué detalles ocultos guarda Red Dead Redemption 2? En el video de hoy os presentamos más de 100 curiosidades distintas acerca de la aventura de Arthur Morgan y de John Marston que nos presentó Rockstar Games en 2018.