Análisis de Need for Speed Hot Pursuit

Análisis de Need for Speed Hot Pursuit
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A toda velocidad. La saga Need for Speed regresa con tremenda fuerza a consolas gracias a la mano maestra de los creadores de Burnout. La desatada furia y la abrumadora creatividad de Criterion encajan como anillo al dedo en la veterana franquicia, y nos regala con Hot Pursuit el mejor título de la saga desde Most Wanted. Pisa a fondo: Si echabas en falta un gran arcade de velocidad, éste es tu juego.

La saga Need for Speed continúa su progresiva recuperación, y tras el notable Shift del año pasado, los chicos de Criterion -creadores de Burnout- debutan en la franquicia tomándole el pulso de forma inmejorable, y regalándonos el mejor título que ésta nos ha deparado en años.

Recogiendo el testigo del memorable Most Wanted de EA Canada, y olvidándose de las últimas entregas de las series, Criterion demuestra ser en estos momentos el auténtico Rey Midas de los arcades de velocidad y trama la que, de ser seguida con fidelidad, puede ser la revitalización definitiva de las series. Un título frenético y furioso, que utiliza las mecánicas más tradicionales y lógicas para cautivar la atención del aficionado con una de las experiencias de progresión y desbloqueo más hábiles, adictivas y también, por qué no decirlo, simples que recordamos dentro del género en años.

Polis y ladrones, sí. Un buen y sencillo planteamiento inicial que se ve apoyado por un planteamiento dual entre carrera criminal y policial basado en el incentivo de los desbloqueos casi constantes, que triunfa en la campaña individual, y en un multijugador tremendamente efectivo. Casi todas las facetas de Hot Pursuit funcionan con la precisión de un reloj suizo, y conforman un título que no sólo tiene la facultad de enganchar desde el primer instante, sino que también tiene los suficientes contenidos como para no salir de nuestra consola en meses.

Salvajes de la Autopista
El nuevo Need for Speed comienza directo y sin contemplaciones; sabedor de que sus principales fortalezas están alejadas de narrativa y cinemáticas, y centrándose en el verdadero pilar de su experiencia, la faceta más puramente jugable. Sin grandes explicaciones ni aspavientos, pero haciéndolo con tremenda habilidad, el título nos presenta el Autolog, una herramienta con la que vamos a tener que familiarizarnos y que es la piedra angular de toda la rutina Hot Pursuit.

Con él obtenemos una suerte de red social orientada únicamente a la experiencia Need for Speed, una red social que nos permitirá relacionarnos con nuestras amistades en el marco del juego y compartir con ellas fotos, puntuaciones, etcétera. De hecho tendremos un muro, una galería, una zona de noticias de actualidad Hot Pursuit, una parcela destinada a gestionar la descarga de DLCs, e incluso un área "Autolog Recomienda", con diferentes consejos en lo tocante a amistades, misiones a cumplir, etcétera.

Lo que nos interesa de momento de esta parte es el Modo Historia, que si bien no hace honor a su nombre puesto que no cuenta con hilo argumental que hile sus diferentes misiones, sí es la parcela gracias a la cual tendremos acceso a toda la experiencia de juego individual que oferta el título. Aquí viviremos una aventura en la ficticia región de Seacrest County, que según la introducción de Hot Pursuit es la zona favorita de los pilotos de carreras ilegales para llevar a cabo sus competiciones underground.

Lógicamente, y ante la creciente inseguridad ciudadana, la policía de la zona ha tomado sus medidas, y para tratar de detener este tipo de actividades cuenta con uno de los brazos de la ley más severamente avanzados y sofisticados con los que cualquier cuerpo policial pueda soñar. Esta es la premisa argumental de Hot Pursuit, y el inicial y prácticamente uno de los pocos contactos con la narrativa del programa, puesto que por lo demás su planteamiento es tremendamente directo.

Policías, criminales... Con algo tan sencillo como esto, Criterion recupera la saga Need for Speed y le devuelve un grado de sencillez y diversión que nunca debió  abandonar.
Policías, criminales... Con algo tan sencillo como esto, Criterion recupera la saga Need for Speed y le devuelve un grado de sencillez y diversión que nunca debió abandonar.

Así pues, y nada más comenzar, toda la campaña se divide en dos vías: la policial y la criminal, y en nuestra mano está la de completar una de las dos al completo y olvidarnos de la otra, o la de alternar las carreras de uno y otro bando a nuestro libre albedrío. Obviamente desde el punto de vista del guión no tiene ningún sentido el labrarse una carrera como policía mientras lo hacemos como criminal al mismo tiempo, pero Hot Pursuit no pretende ser coherente... sencillamente busca ser divertido.

Wheelman
La clave de la adictiva experiencia jugable del nuevo Need for Speed reside en su sencillez y en su ausencia de pretenciosidad a la hora de plantear sus premisas jugables. Sencillamente busca que el incentivo del desbloqueo de elementos sea el verdadero placer del jugador, más allá de la historia o de cualquier otro elemento, y este punto lo consigue a la perfección.

Ya emprendamos la carrera civil, policial o las dos al mismo tiempo, nos encontraremos con un sistema de experiencia dividido en 20 niveles por cada una de las ramas, sistema a través del que iremos progresando completando carreras y pruebas. Cada nivel, lógicamente irá aumentando proporcionalmente la cantidad de experiencia que necesitamos para desbloquear el siguiente, y obtendremos puntuaciones llevando a cabo diferentes tipos de acciones como adelantamientos, alcanzar velocidades máximas, sortear barreras policiales o llevar a cabo arrestos en función de nuestro posicionamiento a uno u otro lado de la ley.

La clave del videojuego es su adecuado grado de desbloqueo de elementos. Casi constantemente estaremos liberando vehículos impresionantes y muy útiles complementos.
La clave del videojuego es su adecuado grado de desbloqueo de elementos. Casi constantemente estaremos liberando vehículos impresionantes y muy útiles complementos.

Así mismo, y como es lógico, la consecución de un triunfo en cada prueba nos ofrecerá el grueso de puntos, estando éstos divididos en tres. Por ejemplo dentro del rango policial habrá tres tipos de triunfos, Distinción, Mérito y Mención en función de nuestros éxito, y en el bando civil los rangos serán también tres aunque de diferente nombre. Por ejemplo en el mundo de las carreras ilegales casi todas tendrán que ver con llegar en primera, segunda o tercera posición o batir el primer, segundo o tercer mejor tiempo en una contrarreloj, mientras que dentro de la ley obtendremos también por las contrarrelojes de los coches policiales de prueba o por los rangos por detener determinado número de delincuentes en cada prueba.

El sistema es sencillo, pero al mismo tiempo increíblemente divertido. Las pruebas tienen una velocidad y un ritmo trepidantes, y esto se complementa con el hecho de que prácticamente no pasa una sola carrera sin que liberemos algún vehículo nuevo o complemento para mejorar las prestaciones del nuestro. La saga siempre se ha caracterizado por su desatado amor por el tunning y la edición absoluta de nuestros bólidos, y si bien Hot Pursuit no sigue esta línea en absoluto, sí que permite una serie de aspectos rápidos que podemos personalizar y fijar para nuestro vehículo.

El coche en concreto que queremos pilotar y el color serán las primeras y, en realidad, únicas alternativas de entre las que podemos escoger, pero conforme vayamos avanzando iremos liberando poderosos extras. Por ejemplo si somos policías poco a poco mejoraremos los extras que tenemos a nuestra disposición para interceptar a los delincuentes, algunos de ellos como el PEM o la banda de clavos a los que también tendremos acceso desde el otro lado de la ley.

Los Temerarios del Asfalto
Puede resultar chocante que hayamos comenzado el análisis de un videojuego de velocidad por los apartados tocantes al progreso, desbloqueo, etcétera; pero lo cierto es que tienen primordial importancia de cara a lo que es la propia experiencia jugable en sí misma. No sólo por lo divertido que resulta ir sacando adelante nuevos vehículos, pruebas y accesorios casi de forma constante, sino también porque nos sirven para presentar el hecho de que hay un porcentaje importante del interés del videojuego que se deriva del uso de los "extras".

Por ejemplo desde el punto de vista del policía acabaremos teniendo cuatro opciones accesibles desde la cruceta del pad con las que detener a los criminales. Al comienzo deberemos valernos únicamente de nuestras habilidades al volante, pero poco a poco iremos liberando divertidísimos y, sobre todo, tremendamente espectaculares ayudas como un helicóptero, un pulso electromagnético -PEM-, la clásica banda de clavos o los bloqueos en carretera. Basta con pulsar el control adecuado y solicitaremos el apoyo de la mencionada aeronave o del bloqueo de vehículos en carretera que se situará un par de kilómetros por delante de nuestra posición, apuntaremos con una mira automática de nuestro PEM o soltaremos una banda de clavos para destrozar los neumáticos del vehículo que nos siga.

En todo momento estaremos en contacto con la red social de Hot Pursuit. Tanto para comparar tiempos como para competir directamente o sencillamente compartir, por ejemplo, las fotos más espectaculares.
En todo momento estaremos en contacto con la red social de Hot Pursuit. Tanto para comparar tiempos como para competir directamente o sencillamente compartir, por ejemplo, las fotos más espectaculares.

Es tan divertido y, sobre todo, tan exagerado y grandilocuente ser policía en Hot Pursuit que podemos estar hablando de la vertiente más divertida del videojuego con sensible diferencia. Ser un conductor de carreras ilegales también tiene un enorme interés, pero ser agente de la ley con la posibilidad de contar a nuestras espaldas con un número determinado de helicópteros, pulsos electromagnéticos, etcétera, que "lanzar" sobre nuestros enemigos es tan desmesuradamente divertido, que cualquier otra alternativa prácticamente palidece ante ella.

Por lo demás la conducción es tan extraordinaria como cabe esperar de un videojuego de Criterion. Quien espere una simulación realista, con físicas cuidadas y trazados que debamos estudiar y recorrer con precisión para ganar la carrera debe buscar su videojuego entre otro tipo de títulos. Los creadores de Burnout recuperan la tradición de que en un Need for Speed no se frena bajo ningún concepto, algo que parecía olvidarse en las últimas entregas, y sin por ello ser mejor ni peor juego por ello resucita de este modo un concepto liviano, ágil, tremendamente divertido y, por momentos, incluso atrevido.

El manejo de los vehículos es sencillo y responde con adecuación a nuestros deseos, y tiene en cuenta elementos importantes como la diferente maniobrabilidad entre unos y otros vehículos, así como la presencia de inclemencias climatológicas como lluvias e incluso tormentas que dejarán el pavimento húmedo y resbaladizo. La IA de los coches oponentes, así mismo, está también muy cuidada, siendo un desafiante rival a batir: El juego no cuenta con niveles de dificultad a escoger para los contrincantes, pero la oposición de éstos está bien calibrada desde unos comienzos muy sencillos hasta convertirse algo más adelante en un rival bravucón y difícil de batir.

Supercoches, exóticos, de altas prestaciones, deportivos e hipercoches. Todos los vehículos de Hot Pursuit se dividen en esas cinco categorías.
Supercoches, exóticos, de altas prestaciones, deportivos e hipercoches. Todos los vehículos de Hot Pursuit se dividen en esas cinco categorías.

Las pruebas, por su parte, pueden pecar de ser algo repetitivas en su concepto a largo plazo, pero la cantidad de cosas diferentes y la emoción que destilan por los cuatro costados cada una de ellas, son un serio acicate para no caer en el aburrimiento. Además podemos simultanear con las diferentes pruebas a las que se accede desde un mapa, con un modo libre que nos permite conocer la geografía de Seacrest County para descubrir sus trazados y sus útiles atajos, en una política, la de incluir éstos últimos, muy del gusto de Criterion.

El multijugador, por otra parte, es una de las principales fortalezas del título y la verdadera fuente de la existencia del concepto del Autolog que ya hemos descrito. Como ya hemos adelantado Hot Pursuit está concebido en su faceta on-line como una suerte de red social, y en este concepto el juego de Criterion no sólo da pasos adelante en algo que comenzamos a ver en Burnout Paradise, sino que consolida una fórmula que promete ser extraordinaria para los juegos de velocidad del futuro. Por lo que respecta a sus apartados más puramente competitivos el planteamiento es similar al de la experiencia off-line, con niveles de experiencia para policías y ladrones y diferentes pruebas para hasta ocho usuarios simultáneamente que podemos disfrutar sin rastro alguno de lag a través de Xbox Live o PlayStation Network. Las modalidades, por su parte, son Hot Pursuit, Interceptor y Carrera. La primera divide a los usuarios en policías y civiles, debiendo éstos llegar a la meta antes de que las fuerzas de la ley los detengan; Interceptor enfrenta únicamente a un policía con un criminal, mientras que la última no merece más descripción puesto que su funcionamiento resulta obvio.

El videojuego posee una espectacularidad sencillamente impactante. Hemos visto pocas descargas de adrenalina como las protagonizadas por una persecución policial con helicópteros, bandas de clavos, bloqueos policiales...
El videojuego posee una espectacularidad sencillamente impactante. Hemos visto pocas descargas de adrenalina como las protagonizadas por una persecución policial con helicópteros, bandas de clavos, bloqueos policiales...

Días de Gloria -Gráficos y Tecnología-
A nivel visual Need for Speed: Hot Pursuit sólo puede ser considerado como un título sobresaliente. Ningún apartado del programa desmerece, rayando todos ellos a una altura excepcional, y demostrando una vez más que en lo tocante a los gráficos de títulos de velocidad, Criterion es un estudio puntero.

Uno de los puntos más importantes en un título de estas características es la sensación de velocidad, y aquí el videojuego ofrece unos muy buenos resultados apoyados por una tasa de imágenes por segundo tan alta como cabría esperar. Todos los vehículos transmiten adecuadamente la emoción de bólidos que siempre sobrepasan con facilidad los 200 kilómetros por hora, y en los de gama más alta -300 kilómetros por hora- todo en pantalla se acelera de tal forma que por momentos parece ir a cámara rápida. Puede que la decisión resulte chocante desde el punto de vista estético en primera instancia, y para algunos incluso algo forzada, pero es tremendamente efectiva y consigue trasladar de forma inmejorable esa mezcla entre ritmo vertiginoso y falta de control que pilotar un prototipo a esas velocidades debe suponer.

El modelado de los vehículos, por otra parte, es impresionante. Cada uno de los coches que aparecen en el juego está cuidado hasta el más mínimo detalle, con una carga poligonal adecuada y una texturización muy interesante. Sus movimientos son muy naturales, y en maniobras como derrapes y demás demuestran que si bien no tratan de ser realistas su comportamiento, al mismo tiempo tampoco pretenden estar demasiado distanciados de la veracidad.

En otro orden de cosas, los escenarios presentan unas conclusiones muy similares. Seacrest County es un lugar paradisíaco, pero presenta la suficiente variedad en cuanto a escenarios como para ofertar zonas desérticas, playas, áreas urbanas y, sobre todo, largas autopistas en las que competir a toda velocidad. Puede que las pistas están algo encorsetadas por barreras de todo tipo que se cierran mucho sobre el pavimento, pero es la esencia Need for Speed, y los trazados están salpicados además de constantes atajos y caminos alternativos que otorgan cierta riqueza a las pistas. Los decorados propiamente dichos están muy cuidados, son coloristas y están trabajados; a su aspecto tremendamente resultón contribuyen unas técnicas de iluminación muy buenas, especialmente en momentos como en las salidas y puestas de sol y en las amenazadoras tormentas.

A nivel visual Hot Pursuit es un título ciertamente impresionante. El modelado de los vehículos es asombroso, y los efectos de luz y el tratamiento de los escenarios resultan igualmente sobresalientes.
A nivel visual Hot Pursuit es un título ciertamente impresionante. El modelado de los vehículos es asombroso, y los efectos de luz y el tratamiento de los escenarios resultan igualmente sobresalientes.

Dentro de lo más puramente tecnológico hay que matizar algunas consideraciones. El videojuego se mueve con la fluidez necesaria para un videojuego de este género, con una tasa de imágenes por segundo muy alta y estable que se mantiene en todo momento inquebrantable. Las físicas son exageradas y poco realistas, pero como ya hemos insistido a menudo se trata de primar la diversión y la espectacularidad sobre cualquier otro elemento, y en este sentido el trabajo de Hot Pursuit en este campo es admirable.

Para finalizar los aspectos más técnicos hay que cerrar el apartado hablando del audio, donde el título está a la altura de lo que cabe esperar de cualquier producción de Electronic Arts. La selección de música es poderosa, con temas de bandas alternativas, punks y también electrónicas como 30 Seconds to Mars, Klaxons o Bad Religion; además de utilizar un peliculero score musical específico para las persecuciones, de idéntica forma a como se hizo en el pasado con Most Wanted. Los efectos de audio sin irreprochables y el título llega a nuestro país con un buen doblaje al español a sus espaldas.

El interfaz de pantalla puede parecer algo aparatoso, pero lo cierto es que todas las indicaciones tienen gran utilidad. La recompensa, por ejemplo, nos servirá para saber los puntos de experiencia que estamos obteniendo.
El interfaz de pantalla puede parecer algo aparatoso, pero lo cierto es que todas las indicaciones tienen gran utilidad. La recompensa, por ejemplo, nos servirá para saber los puntos de experiencia que estamos obteniendo.

Ases Calientes - Conclusiones-
Tras unos cuantos años dando bandazos sin acabar de encontrar la línea adecuada para su producto, y coqueteando entrega tras entrega con estilos radicalmente opuestos -simulación, arcade, tunning, carreras ilegales urbanas...-, todo parece indicar que con la vuelta a los clásicos, Electronic Arts ha dado en el clavo. Lo que los aficionados a Need for Speed llevaban años rogando era un título que siguiera la estela del genial y no muy lejano Most Wanted, y depositando la franquicia en manos de los creadores de Burnout y poniendo el punto de mira en aquella entrega de 2005, la distribuidora norteamericana ha recuperado el pulso de una franquicia que parecía condenada a vagar sin pena ni gloria durante los próximos tiempos.

Ya ha sido anunciado que el próximo capítulo de la saga lo desarrollará BlackBox, los responsables de algunas de los lanzamientos anteriores, pero con la hoja de ruta tan firmemente marcada como la ha dejado Criterion sería desolador que se volviera a optar por abandonar el camino y flirtear con otros estilos jugables que nada han beneficiado a la imagen de marca en los últimos años.

¿Cómo ha conseguido Criterion este lavado de cara por el que muy pocos apostaban? Sobre todo apostando por la sencillez de un concepto que, como decimos, ofreció extraordinarios réditos en el pasado. Las persecuciones policiales siempre han tenido un atractivo inconmensurable para el ser humano, y Hot Pursuit sabe sacar partido de ese gusto por el morbo con un planteamiento estético y jugable espectacular, aparatoso y sencillamente formidable.

Maniobras como ir a rebufo, correr por el carril contrario o pasar muy cerca de algún otro coche ayudarán a rellenar nuestro indicador de Nitroso.
Maniobras como ir a rebufo, correr por el carril contrario o pasar muy cerca de algún otro coche ayudarán a rellenar nuestro indicador de Nitroso.

A esto hay que sumar decisiones que, no por clásicas, deben ser pasadas por alto. La necesidad de forzar la máquina con maniobras peligrosas para llenar el indicador de Nitroso es un fenomenal incentivo para correr por el carril contrario o apurar en los adelantamientos; y, por otra parte, la posibilidad de obtener medallas de oro en todas y cada una de las carreras con sus particulares recompensas acaba siendo un factor que atrapa lógicamente al jugador, que buscará superarse a sí mismo en todo momento.

Estamos, por lo tanto, ante la resurrección definitiva de la saga Need for Speed, algo que es una gran noticia para los aficionados a los arcades de velocidad. Un título que logra coger el pulso a la Next-Gen con un lanzamiento fascinante, cargado de emoción y espectacularidad y con una vida útil muy dilatada gracias a un buen número de misiones off-line y un gran apartado multijugador.

Excelente

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Need for Speed Hot Pursuit

Por: El equipo de 3DJuegos
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Si con una frase se puede definir a Need for Speed Hot Pursuit esa es perfecto equilibrio entre elementos. Un arcade que roza lo genial, con una vida útil dilatada en su campaña individual y con un multijugador que nos deparará muchas alegrías. Las persecuciones policiales se elevan gracias al juego de Electronic Arts hasta unos niveles de diversión y espectacularidad como no veíamos en años. Una resurrección de franquicia en toda regla.

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Jugadores: 1-8
Idioma: Manual en español, textos en español y voces en español
Duración:
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