Análisis de Spec Ops The Line

Análisis de Spec Ops The Line
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¿La guerra en consolas como nunca la habíamos visto? Eso prometía Spec Ops: The Line, aunque parte de ello se ha quedado por el camino. El de Yager es un notable videojuego de acción con algunos momentos muy divertidos, al que le ha faltado un punto de inspiración para ser realmente sobresaliente. Shooter bélico con otro prisma y ambientado en una imposible Dubái para mantener y prolongar el gran estado de forma del género.

A pesar de ser una nueva IP y contar con todos los lastres de este tipo de productos que buscan abrirse camino en el mercado, lo cierto es que Spec Ops: The Line ha sabido hacerse un hueco en las agendas de los aficionados con una propuesta muy interesante y que logró llamar la atención ya desde el principio. El poderío de sus tráilers, la apasionante premisa argumental y la cuidada ambientación que exhibía, le hicieron estar rápidamente en el punto de mira del últimamente algo trillado género shooter.

Al frente del proyecto está Yager, un estudio debutante compuesto por algunos nombres veteranos del género, que ha demostrado mucha personalidad haciéndose cargo de este shooter nada convencional. Crudo en algunos momentos, frenético en otros y siempre con la sombra de algunas referencias cinematográficas como la de la imprescindible Apocalypse Now, Spec Ops es un gran juego de acción con una campaña notable, un multijugador interesante y un entorno único ambientado en Dubái que es el principal responsable del componente único del programa.

En la Línea de Fuego
En Spec Ops somos el Capitán Martin Walker, un Delta Force enviado a Dubái a una misión peligrosa. Un encargo de mucho riesgo tanto por la peliaguda situación meteorológica que atraviesa este paraíso, que lo ha dejado en el absoluto caos y cubierto de arena y polvo tras una salvaje catástrofe natural en forma de gigantescas tormentas de arena, como también por una contexto político delicadísimo en el que tras la salida de la mayoría de la población, quedan campando a sus anchas una serie de milicias que siembran el terror y la muerte entre los escasos supervivientes que quedan.

Un verdadero caos que se revelará cruel y cruento ya desde los primeros compases de nuestra presencia en la campaña individual. Y, ¿qué pintamos nosotros ahí? Nuestro objetivo es el de localizar al Coronel John Konrad, un antiguo miembro de los Delta Force y actual alto oficial del ejército estadounidense que se ha negado a obedecer las últimas órdenes de abandono de la zona, y que asegura estar protegiendo a los civiles del emirato que no pudieron ser evacuados a tiempo antes de la catástrofe. Se le daba por perdido de hecho tras varias semanas de no haber hecho contacto con él, sin embargo una misteriosa grabación al más puro estilo del Coronel Kurtz de Apocalypse Now saca al alto mando americano de dudas, y finalmente deciden enviar a un grupo de operaciones especiales del que por supuesto formamos parte para averiguar qué está pasando.

En Spec Ops seremos un comandante de los Delta Force que deberá ir a una catastrófica Dubái  para la misión definitiva.
En Spec Ops seremos un comandante de los Delta Force que deberá ir a una catastrófica Dubái para la misión definitiva.

Obviamente habrá pocas cosas que sean lo que parecen en el argumento de The Line, aunque no vamos a hablar sobre ellas. Hay algunas sorpresas en el argumento y giros en momentos determinados de la campaña, y aunque quizá tiene menos presencia de lo que nos gustaría por cierta falta de tratamiento del guión, lo cierto es que hace un buen trabajo a la hora de mantenernos pegados a la pantalla... Eso sí, quizá más por lo exótico del entorno y el ansia por ver en qué consistirá el próximo nivel que por el interés que su hilo argumental pueda generar en nosotros.

El juego tiene varios finales que se suceden en función de las decisiones que tomemos en puntos muy determinados de la aventura. Algunos de ellos están cogidos con pinzas y sacan conclusiones y desenlaces algo metidos con calzador para extrapolar nuestras opciones a lo largo de la campaña, pero se puede decir que las algo más de 8 horas que nos llevará superar el juego en su nivel de dificultad medio son bastante satisfactorias desde lo narrativo.

Los Perros de la Guerra -Jugabilidad-
Desde el punto de vista puramente jugable, y olvidándonos de la cuidada ambientación y de su delicioso apartado artístico, el juego es bastante más convencional de lo que cabía esperar. Tiene algunos detalles aquí y allá que garantizan una valoración de innovación de notable alto, sin embargo en lo que toca a nuestra experiencia con el mando en las manos en realidad es un shooter en tercera persona que se adhiere a los elementos que han caracterizado a este género desde hace unos años.

El juego bebe mucho de referencias como Apocalypse Now, pero cuenta con una historia mejor tratada de lo habitual en un shooter bélico.
El juego bebe mucho de referencias como Apocalypse Now, pero cuenta con una historia mejor tratada de lo habitual en un shooter bélico.

Hay coberturas en el título de Yager, y éstas se gestionan tan fácilmente como pulsando el botón A/X del pad asignado también para correr, y llevando a cabo una maniobra al más puro estilo Gears of War. Así el videojuego, al igual que el de Epic Games, prácticamente entiende que si esprintamos es sólo para llegar lo más rápidamente hasta una cobertura. Y tras cualquier tipo de parapeto podemos llevar a cabo las habituales maniobras, asomarnos para disparar con precisión, abrir fuego de supresión a ciegas o desplazarnos a través de nuestra trinchera para ganar ventaja estratégica.

El producto desde este punto de vista es ciertamente táctico, aunque quizá podría haber ganado más enteros con unos escenarios algo mejor diseñados. El aspecto gráfico y artístico de éstos es impecable, no se nos debe malinterpretar, pero desde el punto de vista jugable su trazado es bastante limitado más veces de las que nos gustaría. Hay unas cuantas ocasiones en las que el juego nos regala fantásticos tiroteos donde realmente sentimos que tenemos más de una forma de hacer las cosas, y es donde más brilla puesto que le añade mucho interés a la fórmula táctica en cuanto a las coberturas y a nuestra relación con los compañeros, pero en la mayoría de los mapas abundan los trazados de corte muy estrecho y de desarrollo estándar.

¿Hemos dicho relación con compañeros? Sí, en efecto, y es que como los aficionados que hayan seguido el juego ya sabrán, hay un pequeño componente de órdenes e instrucciones para nuestros colegas de batalla. En algunas secciones estamos solos, por exigencias del guión, pero la mayor parte del tiempo nuestro equipo lo componen el protagonista y dos hombres más, y tendremos poder para darles instrucciones en todo momento. Éstas, no obstante, son algo limitadas... Tanto como ser únicamente la del objetivo al que deseamos que disparen. Tirando del botón RB/R1 les decimos a qué rival apuntar y abrir fuego, en una maniobra que cambia la óptica para permitirnos incluso ver a enemigos escondidos tras parapetos. Para ciertas secuencias viene bien, cuando no queremos levantar sospechas por ejemplo y buscamos acabar con algunos enemigos de forma simultánea, sin embargo la IA aliada es bastante aceptable en los tiroteos, de modo que el darles o no órdenes no suele suponer diferencias acusadas durante la campaña.

En cuanto a la propia acción es quizá donde el juego se muestra más conservador. Es un shooter en tercera persona bastante estándar.
En cuanto a la propia acción es quizá donde el juego se muestra más conservador. Es un shooter en tercera persona bastante estándar.

Eso sí, si la inteligencia artificial de nuestros compañeros aprueba como decimos, lamentablemente no podemos decir lo mismo de la enemiga. En algunos momentos parecen tener serios problemas para ubicar nuestra localización, y si bien cuando están parapetados son bastante efectivos a la hora de abrir fuego con furia contra nosotros, no lo son tanto cuando las abandonan y se mueven por el escenario con unas decisiones en sus trayectorias bastante discutibles. Hay algunos tipos diferentes de soldados enemigos, tampoco demasiados, y si bien hay algunos que tienen unos comportamientos extrañísimos como los que sólo portan un cuchillo, otros son un verdadero peligro como los francotiradores.

Spec Ops busca inyectar algo de variedad con algunos aspectos que nos sacan de los tiroteos puros y duros de los que se compone la mayor parte de la experiencia. Hay un discreto componente cuerpo a cuerpo que destaca más por la violencia de sus ejecuciones que por lo divertido que resultan sus mecánicas de "melee". Por otra parte también hay algunas secuencias en las que debemos disparar a nuestros enemigos desde torretas ametralladoras fijas o a bordo de vehículos, aunque no suponen suficiente alivio para una campaña que es casi más interesante por la variedad de los niveles y lo rompedor de algunos de ellos, que por unas secuencias de acción correctas, incluso notables algunas veces, pero no inolvidables. Y es que cuesta mucho pasar por alto la estética y la ambientación cuando hablamos de The Line, ya que el juego de Yager se hace fuerte en lo único de su propuesta. De hecho algunas acciones contextuales como utilizar la destrucción de determinados elementos del escenario para acabar con nuestros enemigos, en situaciones casi siempre relacionadas con la arena y con unos escenarios devastados, son muy potentes y generan estampas verdaderamente espectaculares. Las escenas más aparatosas, las que incluyen derrumbamientos, a veces encajan perfectamente y otras parecen algo tramposas o forzadas, pero contribuyen a darle empaque y variedad a la experiencia.

Podremos utilizar a menudo el escenario para sacar beneficio y arrasar a nuestros enemigos.
Podremos utilizar a menudo el escenario para sacar beneficio y arrasar a nuestros enemigos.

Eso es lo que provoca Spec Ops en el jugador, la sensación de que tiene momentos brillantes y otros algo más discretos. La mejor definición que podemos encontrar para su campaña es la de divertida, a pesar de lo adulto de algunos de los temas que trata y de la crudeza con la que aborda temas como las matanzas de civiles, pero quizá podía haber dado más de sí con un ritmo mayor y unos combates más satisfactorios. Los tiroteos están logrados aunque ha faltado algo de chispa, y en ocasiones da la sensación de que la mejor virtud del programa es la de hacer sentir en el jugador verdadero interés por saber cuál será el siguiente escenario impresionante que visitará... algunos de ellos de enorme belleza.

Guerra en la Red
Para complementar la campaña individual del videojuego los chicos de Yager han propuesto una serie de alternativas multijugador bastante interesantes, que ayudan a que nos encontremos con un embalaje muy completo, a pesar de que como es obvio la atención principal haya recaído sobre el modo historia.

Lo primero que llama la atención es el de carácter cooperativo, que supone un escueto añadido a la campaña individual para ejercer a modo de prólogo. Aquí podemos jugar acompañados por un amigo y conocer algunos de los eventos que sucedieron antes de nuestra llegada a Dubái, y que nos mostrarán en cuatro capítulos los horrores de la guerra con algunos eventos inéditos del conflicto. Lo mejor es contar lo menos posible del cooperativo en términos narrativos, así que únicamente destacaremos que está todavía más orientado hacia la acción que la campaña individual, y que su desarrollo está cercano en algunos tramos al del Modo Horda de Gears of War.

Las órdenes a nuestros compañeros estarán a la orden del día, sin embargo son algo menos relevantes de lo que esperábamos.
Las órdenes a nuestros compañeros estarán a la orden del día, sin embargo son algo menos relevantes de lo que esperábamos.

Para acceder al cooperativo debemos descargar de forma gratuita el añadido que nos permite acceder a él, pero lo que sí se incluye en el embalaje del juego es el modo competitivo. La fuerza narrativa que Yager ha tratado de imprimir al juego hace que incluso aquí tengamos un fuerte empaque a la hora de encajar con el guión. ¿El motivo? En el competitivo escogemos bando entre dos facciones presentes, dos que surgieron a raíz de la evacuación fallida del batallón 33 del ejército norteamericano que se nos cuenta en la campaña. Así podremos elegir pertenecer a los Malditos, que apoyaron al Coronel Konrad, y los Exiliados que se rebelaron contra su poder.

Aquí las mecánicas son en esencia las mismas que en el modo individual, con también presencia predominante para las ejecuciones, las coberturas y también la presencia activa de la arena en unos mapas que recogen algunos de los lugares más emblemáticos que hemos visitado en el juego. Podemos jugar a seis modalidades diferentes de juego: Caos, donde debemos matar al resto de jugadores; Punto de Encuentro, donde defendemos un lugar para acumular puntos; Enterrado, donde debemos destruir Puntos Vitales del enemigo para revelar el Blanco de Gran Valor; Motín, que es un duelo a muerte por equipos; Desgaste donde se llevan a cabo eliminatorias por equipos sin reapariciones; y, por último, Enlace, donde debemos defender una zona de puntuación para acumular más y mejores números que los oponentes.

Son todos ellos modos algo convencionales, aunque el juego consigue ser bastante divertido en muchos de ellos e incluso sumar cierta personalidad en algunos mapas con la agresiva presencia de la arena... capaz incluso de desequilibrar algunos combates. Fuera de ello el componente on-line se trata de un añadido estimable y razonablemente interesante que ofrece un plus de valor apreciable para complementar el modo historia.

Hay, además, un cierto componente de personalización en el competitivo. Una vez que nos inclinamos por un bando tenemos que editar a nuestro soldado en cinco vertientes, la de Clase, Ventajas, Armas, Armadura y Kit. El juego consigue ser bastante interesante a la hora de incentivar los desbloqueos ya que al principio hay liberadas muy pocas cosas. Incluso las clases a elegir están cerradas de principio, con únicamente el Artillero y el Sanitario accesibles desde el nivel 1. Así Penetrador, Francotirador y Oficial, el resto, van ofreciendo la posibilidad de ser utilizadas según vamos progresando en el título.

El multijugador cuenta con vertiente competitiva y cooperativa, y es un plato secundario pero al que se ha prestado mucha atención.
El multijugador cuenta con vertiente competitiva y cooperativa, y es un plato secundario pero al que se ha prestado mucha atención.

Paraíso Enterrado -Gráficos y Tecnología-
A nivel visual Spec Ops: The Line es un videojuego de contrastes. Por un lado algunas partes del programa presentan un aspecto fantástico, y es obvio que desde el punto de vista artístico se han llevado a cabo grandes esfuerzos para componer una experiencia visual muy llamativa, sin embargo hay algunas partes del conjunto que desentonan de alguna manera, especialmente en unas versiones de consolas ligeramente inferiores a la de PC.

Comenzando por lo bueno hay que dejar claro que los diseños son espectaculares en el caso de los escenarios. Huelga decir que con un telón de fondo como el de Dubái el contexto se prestaba a lograr grandes cosas en el ámbito artístico, y en este sentido Yager no ha decepcionado con un prisma megalomaníaco y un estilo grandilocuente que revisten al título de un trasfondo épico del que se beneficia notablemente el lanzamiento. Los rascacielos son apabullantes, el sentido de la escala formidable, y a menudo el propio juego busca el lado más espectacular de la acción regalándonos unas estampas impresionantes en las escasas y limitadas áreas de exploración con las que cuenta este lanzamiento.

Los personajes, en líneas generales, también cuentan con un buen trabajo a sus espaldas, aunque obviamente no están a la altura de los decorados. Los modelos son a veces interesantes, sobre todo en el personaje principal que, a pesar de que no cuenta con un alarde de personalidad en su diseño, sí hace una buena labor como el modelo más fácilmente reconocible de cuantos conforman el "casting". Los NPCs aliados y enemigos son otro cantar, con una calidad de texturas y carga poligonales más que aceptables pero con unas animaciones algo ortopédicas en algunos momentos. El héroe también sufre de algunos problemas en este sentido, pero su acabado general es muy superior también en este sentido.

Personalizar al personaje en cuanto a sus armas y equipamiento será una necesidad en el multijugador de Spec Ops.
Personalizar al personaje en cuanto a sus armas y equipamiento será una necesidad en el multijugador de Spec Ops.

Los efectos, por otro lado, son irregulares. Una vez más en 3DJuegos primamos la calidad del conjunto sobre los problemas mayores o menores de las partes, y eso nos obliga a valorar a The Line como un videojuego notable en lo gráfico y lo tecnológico, pero eso no es óbice para reconocer que el tratamiento de humo, explosiones o fuego no está a la altura de lo que esperábamos. Por otro lado la arena presenta mejor aspecto, cuando está inerte no tanto en movimiento, y los efectos lumínicos son fantásticos... especialmente cuando se filtra la luz a través de las frecuentes e impecables tormentas de arena que frecuentemente tendremos que recorrer y que siempre nos pondrán las cosas muy difíciles.

En cuanto a otras consideraciones tecnológicas el título en consolas baja algunos enteros por algunos factores. En primer lugar el tratamiento del antialiasing es prácticamente inexistente, provocando abundantes dientes de sierra. Por otra parte las físicas de objetos y personajes no presentan el mismo resultado que en compatibles, y no estamos de acuerdo con alguna compresión excesiva de la calidad de vídeo de algunas secuencias cinemáticas. También existen problemas de cargado tardío de texturas, un problema habitual con Unreal Engine en determinados productos y con el que siempre hemos sido condescendientes por las limitaciones de RAM de consolas.

Gráficamente el juego presenta algunas escenas épicas. Estar en un rascacielos de cientos de metros rodeado por un océano de arena no tiene precio.
Gráficamente el juego presenta algunas escenas épicas. Estar en un rascacielos de cientos de metros rodeado por un océano de arena no tiene precio.

En cuanto al sonido el videojuego nos llega completamente traducido y doblado a nuestro idioma. Como en la mayoría de trabajos de 2K Games el trabajo es francamente bueno en este sentido, y las voces de los actores suenan a habituales de lanzamientos recientes pero también a más que hábiles intérpretes para unos papeles dramáticos como los que nos ocupan. La banda sonora, por su parte, es minimalista y su presencia en forma de Score propio se reduce a momentos muy determinados; por otra parte también hay una serie de temas licenciados de diferentes épocas para la ocasión, y que realizan una tarea muy interesante para enfatizar determinados momentos. En cuanto a los efectos de audio, éstos son robustos y atronadores y muestran un muy buen acabado para las diferentes armas y explosiones.

Muy Bueno

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Spec Ops: The Line

Por: El equipo de 3DJuegos
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Repleto de momentos épicos y con un prisma gigantesco, Spec Ops nos lleva a una Dubái nunca antes vista con mucha habilidad y pulso de acero. El juego tiene sus más y sus menos y es algo más conservador de lo que esperábamos en lo jugable, pero es una opción más que recomendable para los aficionados a los shooters en tercera persona por la indudable personalidad de su contexto.

Comprar Spec Ops: The Line
Jugadores: 1-8
Idioma: Manual en español, textos en español y voces en español
Duración:
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