Acaba con incontables hordas de criaturas infernales en este gran juego de acción y rol que no solo es digno sucesor del mítico Titan Quest, sino también del clásico Diablo II. Oscuro en su ambientación y con amplias opciones de personalización, una vez iniciéis la batalla en Grim Dawn será difícil que abandonéis la partida hasta dentro de muchas, muchas horas.
Clásico, muy clásico en su apuesta jugable, Grim Dawn es un título que despierta sensaciones enfrentadas. Nos encanta su aroma a vieja escuela, el que sea tan fiel al espíritu de obras de referencia como el memorable Diablo, o de forma más directa al fantástico Titan Quest, del que podría decirse es sucesor espiritual. Algo por otro lado comprensible teniendo en cuenta que el estudio independiente de Crate Entertainment está formado por veteranos que en su día trabajaron en este clásico de la acción rolera. Uno de nuestros favoritos, dicho sea de paso. Por eso es difícil que critiquemos tales semejanzas. Y sin embargo lo hacemos desde el punto de vista de aquel que espera encontrar más novedades en un juego de estas características.
Han pasado cerca de diez años desde que Titan Quest llegara al mercado y ciertamente esperábamos algo más que un simple cambio de ambientación. Hay novedades, claro, pero en líneas generales hablamos de un videojuego extremadamente conservador que peca además de ser también algo genérico en el diseño de su oscuro mundo de fantasía y las criaturas que en él habitan. Así que sí, Grim Dawn nos gusta, nos enamora, pero a la vez también nos decepciona. ¿En qué proporción? Afortunadamente pesan más las virtudes que los defectos, hasta el punto de haberse convertido en uno de nuestros juegos "de estilo Diablo" favoritos.
Amanecer Sombrío
Quién nos lo iba a decir cuando iniciamos este sombrío viaje. Si nos hubiéramos dejado guiar por las sensaciones iniciales, por esas primeras horas de juego, ahora mismo estaríamos hablándoos de una de las mayores decepciones de los últimos años. Cómo no iba a serlo: los combates se sienten en este punto pobres, demasiado simples y carentes de la emoción e intensidad que se le exige a una obra de estas características. "Menudo desastre", pensábamos mientras matábamos uno tras otro a los infinitos muertos vivientes que pululaban a nuestro alrededor. Y muchas horas después… ahí seguíamos, aunque esta vez ya con una sonrisa en la cara. Por fin disfrutábamos del glorioso caos que buscábamos; al fin nos topábamos con esa ansiada secuela espiritual de Titan Quest.
Algo que se nota y mucho en el sistema de progresión de habilidades por el que se ha apostado, siendo esta su mejor baza. La libertad a la hora de crear a nuestro héroe es mayúscula en el sentido de que no solo inviertes puntos de experiencia para desbloquear nuevas habilidades y mejoras pasivas, sino que a su vez, como en Diablo o el propio Titan Quest, tienes opción de potenciar de manera individualizada todas estas habilidades aumentando su nivel y, por tanto, su efectividad. Dicho de otro modo. Si queréis podéis guiar los pasos de un guerrero capaz de usar varias habilidades de combate, o especializarlo en el uso de unas pocas que obviamente serán mucho más poderosas. Hay más.
Con seis clases de personaje a nuestra disposición, Grim Dawn también permite combinar las habilidades de dos clases distintas abriendo así un amplísimo abanico de opciones ante el que solo podemos quitarnos el sombrero. Es espectacular la libertad que brinda al respecto, logrando que incluso dos personajes basados en un mismo arquetipo se comporten de forma totalmente distinta en base a las habilidades y el equipo de batalla seleccionado, que tampoco es precisamente escaso. Pistolas, espadas, martillos de guerra, libros de hechizos, amuletos, hachas, bastones arcanos… hay tantas opciones entre las que elegir, tantos caminos que seguir, que estamos seguros pasará mucho tiempo antes de que se exploren todas las posibilidades de combate que ofrece esta aventura.
Su sistema de progresión de habilidades es sin duda una de sus mejores bazas
Aunque de nada serviría todo esto si luego las batallas fueran aburridas. No es el caso. Pese a esos tibios primeros compases de la aventura, Grim Dawn nos avasallará pronto con un sinfín de criaturas de pesadilla que atacarán en masa, y desde todos los frentes, creando tal caos a nuestro alrededor que es difícil no pasarlo bien. No hay movimientos de esquiva ni nada por el estilo como se ha visto en obras más recientes, pero eso no significa que no sea imprescindible moverse como locos por el escenario. Ocultarse tras un parapeto o desplazarse rápidamente a un lado supondrá la diferencia entre la vida y la muerte en los encuentros más duros. Que no son pocos precisamente.
Una guerra sin cuartel
Con gran acierto, Crate Entertainment ha plagado este oscuro mundo de fantasía de peligrosos jefazos que en compañía de decenas de esbirros, nos obligarán a sacar constantemente el máximo partido a las habilidades de nuestro héroe. En este sentido, nos encanta la agresividad que muestran estos monstruos, que no dudarán ni un instante en perseguirnos como el cazador que acosa a su presa. ¿Pensabais que escondiéndoos en esa casa de allí al fondo escaparíais de su ira? Ni hablar. Correrán y os asaltarán sin cuartel vayáis donde vayáis, lo que a veces crea situaciones de máxima tensión.
Grim Dawn no se olvida tampoco del sistema de Facciones que en su momento disfrutamos en Titan Quest. Buena noticia. Y lo es por la sensación de continuidad que crea en esta aventura, donde de verdad notaremos que cada una de nuestras acciones afecta al ecosistema que nos rodea. ¿Hemos machacado sin tregua a los Etéreos? Tal será el odio que sientan por nosotros que paulatinamente mandarán más y más tropas a nuestro encuentro. ¿Hemos apoyado a un grupo de supervivientes? Ya no solo responderán de forma más amigable a nuestras preguntas, sino también nos plantearán nuevas misiones, nos darán acceso a más opciones de comercio, habrá descuentos en sus precios, objetos exclusivos… en definitiva, sentiremos que se ha establecido un vínculo de amistad.
Su modo cooperativo para cuatro es muy divertido, aunque el sistema de búsqueda de partidas es antediluviano
Puede parecer una tontería pero la verdad es que el resultado es bastante bueno. Además hay muchas facciones con las que interactuar, pudiendo incluso variar un poco el curso de los acontecimientos en base a las decisiones que tomemos durante la partida. Mejor aún. Hay zonas concretas del mapeado que podremos reparar o demoler dependiendo de las circunstancias para abrir nuevos caminos o incluso ampliar las opciones dentro de nuestro bastión. En definitiva, otro detalle más que contribuye a crear la sensación de que te mueves por un mundo en constante evolución. Y eso nos encanta.
Lástima que Grim Dawn no destaque precisamente por la vistosidad y originalidad de su apartado artístico. Sí, tiene ese oscuro toque Diablo que tanto reclaman algunos usuarios, pero le falta personalidad. Ni el diseño de monstruos ni tampoco el de escenarios resulta especialmente llamativo, aunque sí hay momentos de la partida que pueden sorprender por la intensidad de las batallas. No todo iba a ser malo: los cambios climatológicos, la transición entre el día y la noche, su estructura de niveles, los efectos de iluminación… hay muchos pequeños detalles que merece la pena destacar, aunque no es este su punto fuerte.
¿Te unes a mi partida?
Machacar hordas de muertos vivientes y demás criaturas infernales es una tentación difícil de resistir, y más si contigo pelean tres amigos más a través del divertido modo cooperativo de Grim Dawn. Vale que el sistema de búsqueda de partidas es antediluviano, y que se echan en falta opciones como el comercio global visto en obras más recientes como Path of Exile, pero al margen de estas vicisitudes tecnológicas, no hay nada como echarse una partida en compañía de otros jugadores.
Tampoco podemos quejarnos de la cantidad y variedad de contenidos jugables que presenta Grim Dawn, aunque sí es cierto que sus responsables podrían haberse esmerado un poquito más en algunos aspectos como por ejemplo el argumento. La historia es por así decirlo un "más de lo mismo"; nada de lo que se nos cuenta en la aventura resulta especialmente original, aunque la acción se sigue con interés y sabe cómo llevarte de un lado para otro sin que sientas que eres el chico de los recados. Aunque lo seas.
Las misiones tampoco son un prodigio de originalidad, aunque no se puede negar que están bien planteadas y son muy divertidas. Además hay varios retos adicionales y mazmorras especiales que ayudan a dotar de algo más de variedad a la acción, aun cuando siempre realizas las mismas acciones. Matar, matar y matar; y si eso después, hablar también con algún que otro superviviente. Lógicamente nos habría gustado encontrarnos con algo distinto, algún que otro puzle o mecánicas de juego completamente originales; pero cuando haces las cosas tan bien es difícil echarte algo en cara. Y Grim Dawn lo hace.
No es un título innovador ni pretende serlo, pero sí se nota un afán por redefinir y pulir un estilo de juego por todos conocido. La gestión del inventario, por ejemplo, ya no es ese tortuoso rompecabezas del "a ver si poniendo esto aquí puedo coger algún tesoro más…" gracias a la opción de auto ordenar el equipo, fusionar las gemas y demás objetos con un simple clic, o el uso de varias bolsas adicionales al más puro estilo MMO. También, el que podamos "redistribuir" los puntos de habilidad ya asignados acudiendo a un personaje en concreto, o que podamos reutilizar gemas u objetos engarzados hablando con otro distinto, ayuda a que en ningún momento te quedes con ganas de probar; de ver qué pasaría combinando esta u otra habilidad, o usando esta u otra piedra preciosa.
Hay otro detalle curioso en Grim Dawn. Su apuesta por los escenarios fijos frente a los tradicionales niveles generados de forma aleatoria, lo que tiene sus cosas buenas, como que la estructura de niveles es de las mejores que recordamos en el género, pero también otras malas, como que a la larga esto pueda afectar a la rejugabilidad de la obra, aun cuando sí varía la posición y tipo de enemigos que nos cruzaremos por el camino.
Por supuesto hay muchas otras virtudes de las que podríamos hablar como los puntos de Devoción, que otorgan otra capa de profundidad extra a la personalización de los héroes, o los niveles de dificultad extra que se desbloquean al finalizar la partida por primera vez; pero si hay algo que nos gusta de Grim Dawn es su capacidad para retrotraernos a la época donde juegos como Diablo II o Titan Quest eran los reyes. Hasta la música tiene ese aire lúgubre que años atrás nos enamoró. Y solo por eso ya merece todo nuestro respeto.
Como apunte final destacar que el juego se ha estrenado en perfecto inglés, aunque gracias a la comunidad de usuarios podemos disfrutar de sus contenidos en español.
Si buscas una aventura de acción rolera a medio camino entre Titan Quest y Diablo II es difícil que Grim Dawn no satisfaga tus deseos. No es nada original ni en lo estético ni en lo argumental, donde ciertamente cojea; pero es tan intenso y frenético en la forma en la que plantea su acción, y son tantas las opciones de personalización que ofrece, que una vez empiezas la lucha contra las fuerzas del mal el tiempo parece detenerse a tu alrededor. Pasarán horas, decenas de horas, y tú seguirás ahí machacando monstruos a golpe de ratón.
- Gran libertad de personalización. Las opciones son fantásticas
- Muy intenso en su acción y con un buen diseño de misiones…
- ...aunque no son muy originales. Tampoco lo es la historia
- Visualmente hablando es un juego falto de personalidad
- Es algo arcaico en sus opciones multijugador
