El esperado MMORPG de Funcom ya está con todos nosotros. Con una cabeza en una mano y una espada en la otra, los desarrolladores noruegos presentan Age of Conan al mundo con la esperanza de innovar dentro de un mercado realmente difícil. Hyboria está en el horizonte. ¿La vas a hacer esperar?
El género de los MMORPG es extremadamente complicado. Si hay algún tipo de videojuego que productoras, desarrolladoras y crítica teman más, ese es el de los mundos persistentes masivos online. Y no es precisamente porque sean obras con pocas posibilidades, sino por el increíble esfuerzo, dedicación, entrega, mantenimiento y, en definitiva, dinero que requieren para que salgan a flote. Aquí no estamos hablando de los más de diez millones de dólares que puede costar crear un videojuego de considerable presupuesto, sino de números astronómicos que se van multiplicando conforme pasa el tiempo.
Funcom, una compañía de videojuegos noruega conocida por éxitos como The Longest Journey, se lanzó a la aventura de crear un MMORPG conociendo las tremendas complicaciones que se iban a encontrar por un camino ocupado en su gran medida por los orcos del gran y ya creemos que inamovible, World of Warcraft. No obstante, en 3DJuegos pensamos que aún queda espacio para más jugadores online y, en definitiva, para una legión de usuarios que quieran entrar en la nueva generación de juegos masivos de rol online a la que, si todo va bien, parece que va a dar paso este Age of Conan.
El potencial de Age of Conan
Los primeros compases de cualquier MMORPG que se precie son muy difíciles y Age of Conan no es ninguna excepción. Por ello, valorar en su justa medida un título tan dinámico que se encuentra todavía por pulir es tremendamente complicado e, incluso, injusto. Por tanto, el lector debe considerar que lo que digamos a continuación es una aproximación a lo que se encontrará a fecha de hoy en un título que, a pesar de las dificultades, muestra un gran potencial para convertirse en todo un referente dentro del género.
Age of Conan ha tenido tras de sí durante los últimos años a una gran comunidad impaciente por ver lo que el mundo de Hyboria les podía ofrecer. Un gran entorno basado en la época de Conan que ya narró el famoso escritor Robert E. Howard en sus novelas, dando lugar a un universo que ha sido pormenorizadamente representado en el videojuego de Funcom. Hay un descomunal trabajo detrás de cada personaje, de cada escenario y de cada subtrama dentro de la aventura, y eso es un valor añadido tremendamente importante (y nos atreveríamos a decir que hasta decisivo) para hacer atractivo a un título de estas características.
Nuestro primer naufragio a Tortage
La primera toma de contacto con el videojuego se realiza a través del editor de personajes, que es lo suficientemente potente como para poner un grado de distinción realmente exhaustivo que va desde el color de los ojos hasta la corpulencia y altura de nuestro protagonista. A nuestra disposición, hasta tres culturas (aquilonios, cimerios y estigios) que diferenciarán parcialmente una aventura de otra, aunque sea cual sea nuestra elección la tónica es la de disfrutar del mismo juego básicamente, llegando al punto de que todos partiremos desde el mismo lugar: la playa de la isla de Tortage.
Este es el inicio que ha elegido Funcom para Age of Conan. Unos primeros pasos que nos muestran como un esclavo ha sido fortuitamente liberado durante un naufragio. El problema es que no recordamos lo que pasó y ni tan siquiera quiénes somos. Por tanto, nuestra principal misión consistirá en recorrer todo el mundo de Hyboria (un mundo, por cierto, extensísimo) en busca de respuestas. Todo esto más o menos hasta que alcancemos el nivel 80, que es el máximo permitido para esta obra que en Oslo nos prometieron que daría cerca de 250 horas de juego.
Hyboria, un mundo fragmentado
A tenor de nuestra experiencia, podemos adelantar que la cifra no es disparatada, y eso a pesar de que subir de nivel no es extremadamente complicado. De hecho, la primera parte del juego en la isla de Tortage, que además sirve como gran tutorial para acercarnos al universo de Age of Conan, no requiere mucho más de veinticinco horas hasta llegar al nivel 20. A partir de ahí, la cosa se complica al mismo tiempo que el mundo se abre, permitiéndonos llegar a regiones desconocidas, siempre dentro de una mecánica de transporte basada en los tiempos de carga y en una división “instanciada” del mundo.
Para que nos entendamos, el mundo de Age of Conan no es continuo (como el de World of Warcraft), sino que presenta subdivisiones que precisamente son la clave para articular una historia cuyo principal atractivo se basa en hablar con los personajes adecuados para que nos lleven inmediatamente a los lugares deseados tras un tiempo de espera. El sistema tal vez no sea la mejor solución de cara a los usuarios, pero sí una gran opción para los desarrolladores de Funcom, que tal vez no pudieron hacer otra cosa para meter dentro de un mismo entorno a muchos jugadores a la vez.
No hagas el “Conan” y socialízate
Aún así, y a pesar de que los tiempos de carga puedan llegar a cansar, hemos de admitir que, una vez emplazados en una nueva región, el mapeado es lo suficientemente amplio como para que pasemos un buen rato en él. Aunque exista un gran “instanciamiento”, hay caminos muy largos y, en medio de ellos, numerosas mazmorras donde poner en práctica nuestras prácticas de socialización. Vencer a los enemigos o cumplir “quests” en solitario será una gran opción para cualquiera, pero resultará aún más gratificante si nos aliamos con alguien y formamos un grupo. De hecho, existirán sitios a los que no podremos pasar sin ayuda (si es que no tenemos el nivel suficiente).
Pero siguiendo con el mundo de Age of Conan, hemos de apreciar que aunque en Tortage la división entre día y noche se lleve a cabo a través del diálogo con un personaje muy específico, a partir del nivel 20 lo que nos encontramos es un entorno dinámico en el que el paso del día se basa en el horario del servidor. El reloj corre aunque no estemos conectados y su ritmo es bastante más rápido que en la vida real. Esto facilita que seamos capaces de ver el espléndido trabajo gráfico de iluminación en el juego, aspecto sobre el que incidiremos más adelante.
Combates dinámicos y muy bárbaros
Por el momento, podemos hablar de otros aspectos de la jugabilidad como el sistema de batalla, el cual supone la innovación más importante en mucho tiempo dentro del género de los MMORPG. El pulsar un botón y esperar pacientemente a que nuestro personaje acabe con el rival es algo que forma parte del pasado en Age of Conan. Hasta tres botones (cinco a medida que subamos de nivel) son necesarios para articular golpes que infringirán daños sobre el flanco derecho, izquierdo o central de nuestro enemigo, que a la vez que le golpeamos intentará desplegar su sistema de escudos hacia la zona afectada.
El secreto de este sistema de combate, bautizado con el nombre de “Real Combat”, descansa en el hecho de que se nos obliga a estar siempre pendientes de la batalla. Pero no sólo eso, ya que las batallas abren paso al concepto de masivo. Si tenemos más de un enemigo a nuestro alrededor, podrían ser varios los que resultaran afectados por la acción de nuestras armas o hechizos, que variarán dependiendo de la clase que hayamos asignado a nuestro personaje desde el principio del juego (en total hay doce clases diferentes, aunque algunas son específicas de determinadas culturas).
Rodarán cabezas
Otro punto a favor del sistema de combate lo encontramos en las combinaciones de golpes, que en Age of Conan toman la forma de habilidades especiales que vamos ganando a medida que nuestro nivel aumenta. De esta manera, desencadenar una habilidad de este tipo no requerirá sólo que pulsemos el botón adecuado, sino todo el conjunto de teclas de dirección (nosotros hemos visto habilidades de hasta tres pasos) que nos propone el juego. Además, si el uso de esta especialidad tiene lugar cuando al enemigo le queda poca vida, podremos ver un bonito “fatality” que consistirá en la mayor parte de los casos en despegar cabezas de los hombros de los enemigos.
El sistema de batalla funciona realmente bien y es el mejor caballo de batalla de Age of Conan. Lo que ha hecho Funcom en este aspecto da un paso realmente importante con respecto a todo lo que hemos visto hasta ahora y estamos seguros de que en el futuro el sistema se llegará a consolidar en el género. No obstante, Age of Conan no innova en todas sus facetas. Un ejemplo lo tenemos en las “quests”, que si bien tienen una narrativa bien estudiada, no llegan a presentar acciones más interesantes que ir de un lado hacia otro, matar enemigos o recuperar objetos.
Conan también dialoga
En cualquier caso, lo importante no es valorar si Age of Conan innova en cada uno de sus apartados, porque eso es algo imposible, sino considerar si cumple su cometido como buen MMORPG que pretende ser. La sensación en este sentido parece ser muy positiva, aunque tenemos sentimientos encontrados. Por una parte, el sistema de diálogos con múltiples respuestas nos parece una gran idea, aunque la realidad jugable para la mayoría de los usuarios es que esta opción es muy prescindible, ya que todos los caminos escogidos nos suelen llevar a la misma parte.
La consecuencia directa de esto es que antes de leernos unos diálogos no demasiado atrayentes (la narrativa no es lo suficientemente interesante), seleccionaremos cualquier opción para seguir disfrutando de las “quests” que siguen a estos encuentros dialécticos, las cuales hemos de decidir que están magníficamente representadas en el mapa. Así, de la misma manera que criticamos la escasa imaginación a la hora de plantear la mecánica de cada “quest”, también aplaudimos que en todo momento se nos indique el lugar al que ir con una práctica flecha colocada en el minimapa de la zona superior derecha de la pantalla.
Un MMORPG visualmente ambicioso
Y ya que hablamos del minimapa, este es un buen momento para realizar un breve inciso sobre la interfaz de pantalla. A grandes rasgos, no se escapa del diseño que podríamos ver en cualquier MMORPG. Tenemos un espacio para las habilidades, una ventana para el chat, unas pestañas para vigilar el equipamiento de nuestro personaje, una barra de experiencia que se va llenando para mostrar cuándo llegaremos al próximo nivel… Todo ello funciona a la perfección, incluyendo el hecho de que es posible habilitar hasta dos barras laterales (verdaderamente acertadas) con el fin de poner a nuestro alcance más inmediato las habilidades que más nos gusten.
Estas opciones de pantalla no son escasas, pero contrastan con la gran cantidad de controles que podemos ejercer sobre un apartado gráfico que, junto al sistema de batalla, supone el punto más fuerte de Age of Conan. Escenarios extensos hasta donde alcanza la vista y un conjunto de estructuras arquitectónicas que no han tenido que sufrir muchas modificaciones desde los diseños en papel hasta la plasmación final sobre el motor 3D. Nos encontramos ante el MMORPG visualmente más ambicioso que se haya creado hasta la fecha, aunque a veces la ambición pasa una cara factura.
La asignatura pendiente de Conan
Desde esta publicación valoramos mucho la optimización de los videojuegos y Age of Conan no ha demostrado la suficiente atención a los equipos más modestos. Para hacer funcionar correctamente este título es necesario un sistema que, además de cumplir los requisitos recomendados (un Intel Core 2 Duo a 2,4 GHz y una memoria de dos gigas DDR2), necesita de una tarjeta gráfica de gama media-alta. Sólo así, y usando el poder de DirectX10 cuando Funcom lo tenga preparado, se puede contemplar en su máximo esplendor a este título.
Esto es un problema en nuestra opinión, sobre todo cuando un título de estas características pretende llegar al mayor número de jugadores posible (siguiendo su concepto de “masivo”). Por ejemplo, con un equipo que se acerca al recomendado y con una configuración de gráficos baja, el videojuego se acerca a los 20-30 FPS, un ritmo fluctuante que depende de la región en que nos encontremos. Se nota que los modelados tienen tanta calidad que optimizarlos para un gran rango de máquinas ha sido una tarea realmente complicada.
La importancia de escuchar a los usuarios
Tan complicada como la situación ante la que se encuentra Funcom. Y es que, a pesar de que el arranque del juego en el mercado ha sido prometedor, ahora los noruegos se enfrentan a un proceso aún más duro que el del propio lanzamiento, el cual consiste en contentar a los usuarios. Así, se verán obligados a corregir los numerosos “bugs” y a solventar la falta de contenidos que se aprecia más allá del nivel 40 del juego, entre otros muchos detalles, como el hecho de que muchas partes de la trama se encuentran sin traducir al castellano.
Si lo logran y además intentan dar con una solución para optimizar el videojuego (algo más complicado) nos encontraremos ante un magnífico MMORPG que ha logrado satisfacer a sus usuarios. El camino de Funcom no ha hecho más que comenzar en este sentido. Queda mucho por pulir, pero el fin último de conseguir un videojuego estable y bien terminado se conseguirá si los usuarios que actualmente han confiado en la compañía siguen manteniéndose fieles al mundo de Age of Conan durante los próximos meses.
El verdadero Age of Conan comienza ahora
Probablemente, muchos de nuestros lectores se encuentren ahora mismo indecisos por sumarse a la aventura de Hyboria, pero hemos de decir que si son capaces de aceptar que Age of Conan tiene que pulirse, disfrutarán de un estupendo MMORPG como nosotros lo estamos haciendo. Faltan muchos aspectos que implementar, casi todos ellos relacionados con la faceta PvP del videojuego, pero no cabe duda de que empezar a pagar unos quince euros por mensualidad podría merecer la pena para los que no son capaces de esperar.
Por último, y para los que se dejen llevar por el número que hemos puesto en nuestra valoración a Age of Conan, cabe apreciar que esa es la cuantificación numérica del trabajo hecho sobre el videojuego hasta este momento, la cual puede variar cuando hagamos nuestro segundo análisis del título en un momento donde desde la redacción consideremos que la criatura de Funcom ha alcanzado un cierto grado de madurez. Hasta entonces, no tengáis miedo por hacer un poco el bárbaro con una de las pocas propuestas imaginativas dentro del género.
Age of Conan supone todo un soplo de aire fresco muy positivo para el mundo de los MMORPG. Por su innovador sistema de batalla, por su gran despliegue gráfico y por su gran representación del mundo creado por la pluma de Robert E. Howard, Funcom ha abierto el camino a la nueva generación de juegos de rol online con una propuesta con gran potencial para triunfar y consolidarse como uno de los mejores videojuegos en su categoría. Si los usuarios apoyan la iniciativa y los desarrolladores noruegos escuchan sus réplicas, Age of Conan hará rodar cabezas durante muchos años.
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