Análisis de Vanquish

Análisis de Vanquish
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Platinum Games continúa alimentando su fama de estudio puntero en el género de acción con una nueva joya, Vanquish. El videojuego ya apuntaba extraordinarias maneras desde la distancia, pero con él en las manos nos encontramos con una de las mejores experiencias shooter que se pueden encontrar. ¿El resultado? Como todo lo bueno es breve, aunque en esta ocasión demasiado breve.

En los primeros compases del presente año 2010 comenzaba a perfilarse sin hacer mucho ruido Vanquish, el nuevo proyecto del estudio Platinum Games. Este lanzamiento unía a los responsables de títulos de enorme calidad como Mad World o Bayonetta en una colaboración que prometía ser épica con Shinji Mikami, el principal productor de sagas tan emblemáticas como Resident Evil.

Contra todo pronóstico su desarrollo no fue excesivamente promocionado a pesar de que se trata del cuarto videojuego de uno de los estudios más en forma de la Next-Gen. ¿El motivo? Es poco comprensible, pero quizá se deba a una condición de videojuego excepcionalmente orientado a un público hardcore: Tanto por su alta dificultad como por su ritmo intratable y por ser, en esencia y con un avanzadísimo barniz gráfico, un arcade de la vieja escuela en el cuerpo de un título de la nueva generación de videoconsolas.

Con el juego en las manos sólo podemos describir a Vanquish como oro puro. Es una auténtica joya que, sin embargo, adolece del principal problema que lastra los shooters Next-Gen, una duración excesivamente corta. Si bien otros títulos lo compensan con un multijugador que complemente su vida útil, el juego de Platinum Games sólo trae consigo su experiencia individual. Eso sí, puntualizado esto tenemos que dejar claro que a pesar de su brevedad, y quizá precisamente debido a ella, este shooter es una auténtica joya, de trepidante ritmo, inconmensurables tiroteos y un puñado de secuencias que se quedarán grabadas durante mucho tiempo en la retina del aficionado.

Star Death Trip -La Historia-
Vanquish, como el lector que haya seguido mínimamente la cobertura que en 3DJuegos hemos llevado a cabo sobre el juego que distribuye SEGA ya sabrá, es un shooter de ciencia ficción ambientado en el futuro. En él encarnaremos a Sam Gideon, el típico héroe de corte oriental que demuestra una vez más que los protagonistas masculinos de las historias que se desarrollan en Japón se dividen prácticamente sin excepción entre los andróginos con sentimientos, y los viriles y macarras guerreros. El protagonista del título pertenece claramente al segundo grupo, un soldado con problemas con la autoridad y embarcado en una colosal cruzada contra un grupo extremista ruso que ha asaltado la gigantesca estación espacial Providence, prácticamente un planeta en sí misma, con la intención de volcar sus armas sobre Estados Unidos.

Como cualquier shooter reciente, Vanquish opta por adoptar un sistema de coberturas. Aquí  está tremendamente bien ejecutado, demostrando que con sencillez y comodidad también se pueden obtener formidables resultados.
Como cualquier shooter reciente, Vanquish opta por adoptar un sistema de coberturas. Aquí está tremendamente bien ejecutado, demostrando que con sencillez y comodidad también se pueden obtener formidables resultados.

La majestuosa y dilatada secuencia de presentación nos presenta una invasión sobre el continente norteamericano que comienza por San Francisco, y que tiene por siguiente objetivo Nueva York. El héroe, perteneciente a la empresa militar DARPA, es enviado a la estación orbital para neutralizar su ocupación terrorista, y para ello cuenta con un espectacular traje cibernético que maximiza su potencial ofensivo y defensivo, y que le convierte en una temible máquina de matar.

Rápidamente, antes de concluir el primer capítulo, descubriremos que al margen de esta misión de apoyo deberemos también localizar en secreto al profesor Candide que está secuestrado por los terroristas, y que es el verdadero cerebro tras la ingeniería de microondas que potencia las armas y el sustento de la estación orbital.

A nivel narrativo Vanquish es un videojuego de contrastes. Por un lado es innegable su empeño por hacernos sentir pertenencia en un mundo muy rico a nivel de matices, y eso lo consigue con infinidad de cinemáticas que salpican la acción casi de forma constante, aunque con mucha habilidad y calidad como para no resultar molestas en ningún momento.

Lo que sí hay que puntualizar es que estas secuencias, repetimos de fenomenal acabado visual y trepidante ritmo, no sirven para hacer evolucionar la historia, sino básicamente para relatarnos acontecimientos concretos como la presentación de un supervillano, las discusiones entre miembros del grupo de soldados que nos acompañan y la presentación de pequeños objetivos a cumplir.

El estilizado Victor Zaitsev será uno de los grandes supervillanos a los que deberemos hacer frente. Los combates contra jefes finales son algo irregulares, pero todos comparten idéntica espectacularidad.
El estilizado Victor Zaitsev será uno de los grandes supervillanos a los que deberemos hacer frente. Los combates contra jefes finales son algo irregulares, pero todos comparten idéntica espectacularidad.

Sin embargo acabará la aventura y nos dará la sensación de que no sabemos gran cosa sobre nuestro protagonista, sobre los secundarios que lo acompañan, ni tampoco sobre los villanos. No es que el argumento esté descuidado, en absoluto, especialmente teniendo en cuenta su pertenencia al género de acción y el hecho de que por ello debemos ser más tolerantes en este sentido, pero sí da la sensación de que con tantísimas CGIs los chicos de Platinum Games podrían haber profundizado mucho más en este conflicto entre rusos y norteamericanos que, pese a ser de lo más tradicional, podría haber tenido unas cotas de interés mucho más altas tras de sí.

Vencedores o Vencidos -Experiencia Jugable-
Pasada la dilatada introducción que ya hemos mencionado con anterioridad, Vanquish va directamente al grano. El juego mete tan rápidamente en situación al jugador y lo hace con tanta habilidad, que en un abrir y cerrar de ojos llevaremos ya un par de horas de juego casi sin darnos cuenta y, desgraciadamente, habremos superado casi ya prácticamente la mitad de su campaña individual, única oferta jugable del título.

Esta habilidad para introducir al usuario en una experiencia monumental la consigue con un conglomerado de elementos que funcionan con la habilidad que sólo son capaces de conseguir los mejores estudios de la actualidad. Para empezar los controles de nuestro protagonista son suficientemente complejos como para ofrecer abundantes posibilidades jugables al que se ponga a los mandos del pad, pero también lo suficientemente bien explicados y distribuidos como para que el acceso a éstos sea fácil y agradable por su parte.

Un botón de ataque cuerpo a cuerpo, los de apuntado y disparo adjudicados a los gatillos, otro para dar una voltereta sobre nosotros mismos, y otro para deslizarnos a toda velocidad por el escenario de rodillas empleando un propulsor en la espalda de Gideon. Con este combo tan sencillo Platinum Games logra una ecuación que funciona como una máquina bien engrasada, facilitando una precisión perfecta a pesar del vertiginoso ritmo que todo tiene en pantalla.

Y es que si por algo destaca Vanquish es por ir a toda velocidad desde el principio hasta el final de la campaña. No hay un sólo instante para el descanso o para que el jugador tome aliento en la aventura de su protagonista, que ve cómo a pesar de que se ahonda mucho en el intercalado de cinemáticas con tiroteos, el juego no pierde ni un ápice de ritmo en las cinco-seis horas que nos llevará superar la campaña en el modo de dificultad medio.

¡Esquiva! Todo en Vanquish va a una velocidad inusitada, y no sólo por los movimientos de nuestro protagonista -frenéticos-, sino también por la cantidad de amenazas que suele haber en pantalla.
¡Esquiva! Todo en Vanquish va a una velocidad inusitada, y no sólo por los movimientos de nuestro protagonista -frenéticos-, sino también por la cantidad de amenazas que suele haber en pantalla.

Pocas veces hemos visto un sentido del tempo de la acción tan acusado como en el título que nos ocupa, y quizá precisamente sus responsables mantienen el pulso desde el primer al último minuto ofreciendo una campaña tan firmemente acotada en una duración tan reducida. Lógicamente aumentando la dificultad, Vanquish nos durará algo más, y también podemos volverlo a jugar aunque no haya grandes incentivos para hacerlo o superar los poco interesantes desafíos.

Lo que sí vamos a seguir desgranando ahora son un par de puntos ganadores que el juego tiene a sus espaldas a nivel jugable. En primer lugar señalar que el título opta por un hábil procedimiento que fusiona la resistencia, la salud y la capacidad de golpear cuerpo a cuerpo; todo ello en una misma barra. ¿En qué se traduce esto? Esto que podría sonar a simplificación absurda de conceptos se revela como un acierto sencillamente genial que nos obliga a modular con cuidado cualquier uso de nuestras habilidades para huir, para golpear a los enemigos con nuestros puños o patadas o para absorber daño de sus armas.

Por otra parte, y en cuanto al arsenal, todo él se gestiona a través de la cruceta del pad, con la posibilidad de cargar con tres tipos de armas diferentes y dos estilos de granadas. Durante la aventura podremos ir recogiendo unas y otras siempre que queramos accediendo a los pequeños polvorines que iremos encontrando, y a pesar de que ninguna de ellas es particularmente original, algunas de ellas sí suponen reinvenciones de mecanismos de destrucción con resultados realmente interesantes. Por si fuera poco podemos mejorarlas con un sistema de personalización algo simple pero efectivo: Cada arma puede ser modificada diez veces con accesorios que encontremos en los niveles, y con estas alteraciones podemos complementar su potencial con cargadores más amplios, más poder de fuego, etcétera.

Cuando estemos a punto de morir la cámara se cubrirá de un tono rojizo y entraremos en un modo a cámara lenta con el que podremos tratar de recuperarnos durante unos instantes.
Cuando estemos a punto de morir la cámara se cubrirá de un tono rojizo y entraremos en un modo a cámara lenta con el que podremos tratar de recuperarnos durante unos instantes.

Calculando el Infinito -Gráficos y Tecnología-
Si en algún sentido artístico puede bendecirse cualquier producción de Platinum Games es por contar con una personalidad propia innegable en su punto artístico. Mad World era increíblemente genuino, Bayonetta todavía más especial y Vanquish opta por seguir explotando ese filón que hace que cada una de sus screens pueda ser perfectamente reconocible e identificable con un solo vistazo, como cualquier trabajo de este estudio.

El juego que nos ocupa busca lograr una dirección artística nada convencional, a pesar de que en un estilo futurista podría haberse optado por decisiones de diseño mucho más "corrientes". Los personajes son, quizá, la parte más complaciente en este sentido, a pesar de que sus resultados siguen siendo maravillosos. Un modelado impecable y unas animaciones cuidadas y preciosistas son sus mejores valores, todo ello acompañado de unas físicas muy interesantes, y especialmente valiosas teniendo en cuenta la velocidad de todo lo que acontece en pantalla.

Vanquish es un reto fantástico. La dificultad está muy bien calibrada, aunque en todo momento el desafío es máximo en los niveles Medio y Alto.
Vanquish es un reto fantástico. La dificultad está muy bien calibrada, aunque en todo momento el desafío es máximo en los niveles Medio y Alto.

La estación orbital, por su parte, es el único escenario de la aventura, pero está tan bien retratada y las secciones que recorreremos son tan variadas que en ningún momento echaremos en falta otras localizaciones. Por si fuera poco, y precisamente ahondando en el tema del escenario, hay que dejar claro que todos los elementos jugables que hemos descrito anteriormente se entremezclan con, insistimos, enorme habilidad por parte de sus desarrolladores para ofrecer muchas alternativas al usuario sin necesidad alguna de abrumarle; sin embargo hay que puntualizar también que a nivel visual sus responsables logran elevar todavía más los resultados jugables con este diseño de niveles que resulta verdaderamente prodigioso. No pasaremos de una misión a otra sin sentir que estamos viviendo una epopeya verdaderamente épica, y tremendamente variada, cargada de niveles trepidantes en ascensores, a bordo de trenes a toda velocidad, recorriendo túneles oscuros, observando cómo descomunales naves caen a nuestros pies arrasándolo todo, combatiendo sobre vertiginosos rascacielos...

Todo el caos hipercalculado de la acción de Vanquish se refuerza con un apartado tecnológico igual de sobresaliente que el gráfico. La velocidad a la que sucede todo lo que hay en pantalla se apoya en una tasa de imágenes por segundo tremendamente robusta, que no se resiente en ningún momento. El segundo pilar tecnológico en el que se apoya este fenomenal y aparatoso espectáculo visual son unos efectos visuales que quitan el hipo, tanto para los disparos de las diferentes armas, como para los coloristas lásers, los efectos de partículas, la iluminación, la cámara lenta...

Por lo que respecta al audio, éste cuenta con idéntica factura excepcional que el resto de aspectos del juego; denotando el conjunto unos valores de producción alcanzables para muy pocos equipos en la actualidad. La banda sonora es fantástica, los efectos de audio muy potentes, y el juego llega a nuestro país traducido y también doblado a nuestro idioma con un buen nivel.

AfterHours -Conclusiones-
El título que nos ocupa es pasional, frenético, tórrido y también breve, muy breve... tanto que nos durará una noche, haciendo de Vanquish lo más parecido que se puede encontrar en el mundo de los videojuegos a una noche de locura con una desconocida. Como en cualquier experiencia de este tipo no sabemos qué esperar de Vanquish al comienzo, pero cuando lo desnudemos de precintos, cinemáticas y menús y nos centremos en su experiencia jugable, rápidamente descubriremos que hemos acertado llevándonoslo a casa, aunque su brevedad nos obligue a pasar página a la mañana siguiente.

Si el jugador desea establecer una relación formal con Vanquish ha escogido el juego equivocado. El juego de Platinum Games es una amante dedicada y encrespada, pero también caprichosa y volátil: En el mejor momento nos dará con la puerta en las narices con el final de la campaña, y volver a tener una cita con él es posible pero no particularmente recomendable, puesto que al margen de la posibilidad de aumentar la dificultad no hay grandes incentivos a la hora de volver a superar unas cerca de cinco-seis horas de juego que no dejan de ser por ello exactamente iguales.

No todos los enemigos serán infantería, también habrá mechs y otros ingenios mecánicos de gran tamaño que supondrán un gran reto.
No todos los enemigos serán infantería, también habrá mechs y otros ingenios mecánicos de gran tamaño que supondrán un gran reto.

Si lo que el usuario busca es un lanzamiento con infinidad de horas de juego con las que amortizar su compra, en esa siempre complicada relación entre relación duración-precio, hay infinidad de ofertas muy superiores en este sentido. Sin embargo si lo que tratamos de encontrar en Vanquish es un romance rápido, espectacular, aparatoso y repleto de adrenalina, definitivamente no sólo es un título recomendable, sino prácticamente imprescindible.

Decir que el juego es uno de los mejores shooters en tercera persona que han pasado por la redacción de la revista sería quedarse cortos, y es que su trepidante sentido del ritmo, lo bien terminadas que están todas las dinámicas jugables, y el carisma y lo variado de las diferentes situaciones que deberemos superar lo convierten en una verdadera joya: Un diamante increíblemente valioso que no puede faltar en la estantería de ningún aficionado a los shooters. No obstante si señalamos que el juego debe formar parte de la colección de cualquier aficionado, también debemos puntualizar que no especificamos exactamente si debe hacerlo desde el momento de su lanzamiento... Nos explicamos.

A nivel visual el programa tiene una factura impecable. Los diseños artísticos son geniales, los efectos visuales formidables y todo funciona con una fluidez digna de encomio.
A nivel visual el programa tiene una factura impecable. Los diseños artísticos son geniales, los efectos visuales formidables y todo funciona con una fluidez digna de encomio.

La puntuación de jugabilidad de 3DJuegos abarca varios aspectos que conforman la diversión que proporciona un videojuego, y como el lector que haya consultado el Sistema de Valoración de la revista ya sabrá, entre ellos se cuentan elementos como el desarrollo, las mecánicas, los controles, la adicción, la historia... Todos ellos valorados en mayor o menor medida en función del género al que pertenezca el videojuego. En un shooter valoramos específicamente puntos como los mecanismos jugables, la calidad de la acción, la consecución de una experiencia espectacular, el hecho de contar con una historia meramente aceptable y la capacidad de enganchar al jugador entre otros matices. Si por estas características fuera, Vanquish tendría un merecidísimo 10 en este apartado, sin embargo hay una más que cuenta: una vida útil a la altura.

Para lograr una duración aceptable en un shooter hay dos vías muy claramente diferenciadas. La primera podría ser, por ejemplo, la de Bioshock que opta por no incluir multijugador pero traer consigo una campaña descomunal, tanto por calidad como por duración. La segunda vía es la de las series Modern Warfare, que apuestan fuerte por el apartado on-line, y en menor medida por una campaña que si bien trae consigo enormes cotas de intensidad también es tremendamente breve. Vanquish queda a medio camino entre una y otra alternativa, optando por descartar completamente el modo multiplayer y centrar su foco de desarrollo en una campaña de incomparable intensidad, pero también de modesta duración.

No hay tregua en Vanquish. Prácticamente no tendremos ni un momento de descanso en una campaña de auténtico infarto.
No hay tregua en Vanquish. Prácticamente no tendremos ni un momento de descanso en una campaña de auténtico infarto.

Como principal estigma del shooter moderno, la moderada brevedad de su oferta es el mayor problema con el que carga Vanquish. El juego de Platinum Games, sin embargo, lucha contra ello con algo sencillamente impagable y es un ritmo trepidante, una de las mejores experiencias shooter que se pueden ver en consolas de nueva generación y que, de hecho, es posible que pudiera haber perdido mucha de la frescura y del increíble frenetismo que lo caracteriza con más horas de duración... básicamente igual que la locura de una noche de verano. Así pues el mundo se divide entre los que prefieren la tranquilidad de las relaciones largas y estables, y los que buscan la fugaz emoción y el sentimiento de montaña rusa de la conquista de una noche: sólo el lector podrá decidir en cuál de los dos grupos se enmarca.

Muy Bueno

Recomendado

Vanquish

Por: El equipo de 3DJuegos
Recomendado

Corto, pero también genial como pocos. El corazón se divide analizando un videojuego como el que nos ocupa, y es que si su duración le resta bastantes enteros, pocas veces hemos visto una experiencia shooter tan intensa y genuina como la que propone Vanquish.

Comprar Vanquish
Jugadores: 1
Idioma: Manual en español, textos en español y voces en español
Duración: 5-6 horas
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