Análisis de F.E.A.R. 3

Análisis de F.E.A.R. 3
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La saga F.E.A.R. ha perdido algo de fuelle después de su sobresaliente primera entrega, pero Warner Bros. ha reaccionado con rapidez asignando el desarrollo de su tercera entrega a los chicos de Day 1 Studios. ¿El resultado? Un videojuego de similar calidad a la segunda parte, pero mucho más innovador y fresco que aquella.

Si bien el primer F.E.A.R. lanzado en 2005 para PC, y posteriormente en consolas, no fue una revolución, si es cierto que fue uno de los mejores títulos de aquel año. El sobresaliente videojuego se convertía en uno de los grandes lanzamientos de la historia de Monolith Games, un equipo que fue incapaz de reeditar su éxito con el mucho más discreto F.E.A.R. 2: Project Origin.

La secuela del original se gestó en unas condiciones muy complicadas, que de hecho llegaron incluso a comprometer su nombre por problemas de derechos, mientras que la tercera entrega ha sido producida de forma mucho más placentera: Con el proyecto encargado al estudio independiente Day 1 Studios, responsables de un título tan interesante como el MechAssault para la primera Xbox y de otro tan olvidable como Fracture. El lanzamiento que nos ocupa queda a medio camino entre ambos videojuegos precedentes del equipo de Chicago, lo que significa que si bien no alcanza el grado de excelencia del primero, sí supera con creces la mediocridad del segundo.

Casi idénticas conclusiones se pueden extrapolar de la tercera parte con respecto a los dos primeros F.E.A.R., puesto que esta entrega es netamente inferior a la primera y se mantiene en similares cotas de calidad con respecto a la segunda. Day 1 Studios hace un trabajo muy digno con la franquicia, pero sinceramente con los geniales inicios de la marca seguimos esperando mucho más de ella que un buen shooter en primera persona como éste.

M.I.E.D.O.
En F.E.A.R. 3 seremos Point Man, el protagonista de la primera parte que, tras su ausencia en la segunda entrega de la saga, vuelve en el tercer capítulo para recuperar el papel protagonista. Resulta complicado explicar de qué va el título que nos ocupa en términos argumentales sin destripar el espectacular y sorprendente final de la segunda entrega ni tampoco algunos aspectos de la primera, de modo que pasaremos por alto todos los entresijos de su guión dejando éstos al disfrute y descubrimiento del aficionado.

Únicamente reiteraremos la necesidad de haber jugado a los dos títulos precedentes de la franquicia para una perfecta comprensión de lo que se nos cuenta y hablaremos sobre sus dos protagonistas. Point Man es el ya mencionado héroe de la aventura recogiendo el testigo del igualmente poco carismático Becket de la segunda parte, pero en esta ocasión se verá acompañado por el mismísimo Paxton Fettel, el villano del juego original que tras un sorprendente giro de acontecimientos se situará a nuestro lado y al que incluso desbloquearemos para controlar en solitario tras superar la aventura por primera vez. Todo aliado será poco para combatir a Alma, la misteriosa figura femenina que ejerce a modo de catalizador del mal y que tantos sustos y pavor ha provocado en los aficionados a los shooters modernos.

En realidad uno de los elementos que trataban de ser más poderosos en este F.E.A.R. 3 era de hecho la historia y la forma de contarla, con Steve Niles haciéndose cargo de su escritura (es el guionista de 30 Días de Oscuridad) y con la dirección de las cinemáticas de manos del mítico maestro de la serie B John Carpenter (Halloween o 1997: Rescate en Nueva York entre muchas otras). Lamentablemente todas estas buenas intenciones y grandes nombres asociados al videojuego quedan sólo sobre el papel, y es que la historia del juego no acaba de funcionar. La premisa de colaboración entre Point Man y Fettel suena absurda sobre el papel pero acaba resultando el punto más interesante de lo que se nos cuenta, aunque la consistencia del argumento de estos intervalos en los que vuelve a dividirse el Modo Historia es más bien escasa.

El terror de F.E.A.R. está  de vuelta con la tercera parte. Fettel y Point Man se alían para buscar respuestas.
El terror de F.E.A.R. está de vuelta con la tercera parte. Fettel y Point Man se alían para buscar respuestas.

En resumen debemos recalcar que nuestra meta, por lo tanto, vuelve a ser tan sencilla como detener los maléficos planes de Alma; aunque en esta ocasión contamos por primera vez con un compañero. Sólo con este matiz el videojuego ya adopta un matiz de frescura muy serio, especialmente si tenemos en cuenta que Fettel está muerto, y que emergiendo del inframundo cuenta con poderes sobrenaturales. Así pues en el papel de Point Man todo se desarrollará al más puro estilo F.E.A.R., es decir como un formidable espectáculo de acción en clave de shooter en primera persona, y en el pellejo de Fettel es todo lo contrario, pudiendo poseer soldados enemigos o hacer imposibles y sobrenaturales locuras con sus cuerpos.

Lo mejor del videojuego es, sin embargo, la sensación de variedad y frescura que transmite en todo momento. Si tradicionalmente la saga se ha venido asociando a la habilidad de sus responsables para crear escenarios de genial diseño a nivel de mapeado pero de muy repetitivos patrones estéticos, la primera incursión de Day 1 Studios es más bien todo lo contrario. Si bien los entornos no brillan tanto como en los juegos de Monolith en cuanto a las posibilidades jugables que se extrapolan de su trazado, lo cierto es que sí aportan la diversidad necesaria como para que la campaña no nos resulte repetitiva desde ese punto de vista.

Escalofriante Metralla
A nivel jugable es donde el título aporta más novedades. Es difícil describir con palabras exactamente en qué falla el videojuego en su truncado camino para alcanzar mayores cotas de calidad, pero el aficionado que se ponga a las manos del videojuego se dará cuenta de que las cotas de inspiración están por debajo de las del título original. Desde la segunda parte la fórmula no resulta tan divertida, y a pesar de que los elementos que lo provocan no son demasiado tangibles, la única verdad es que es una realidad que no escapa a nadie.

El videojuego cuenta con un curioso sistema de puntos persistente para off-line y on-line que nos premiará  por matar, cubrirnos, etcétera...
El videojuego cuenta con un curioso sistema de puntos persistente para off-line y on-line que nos premiará por matar, cubrirnos, etcétera...

¿Significa esto que F.E.A.R. 3 es un mal videojuego de acción? Todo lo contrario, de hecho es una opción francamente recomendable para los fans de la acción en primera persona, pero lo cierto es que a la abundancia de contenidos que trae consigo el programa (campaña, cooperativo y multijugador) le exigimos algo más de talento y chispa en sus diferentes conceptos y desarrollos para alcanzar el grado de excelencia de la entrega que abrió la franquicia.

Por ejemplo la primera sensación que transmite el videojuego es bastante negativa. El primer nivel es pésimo, y desaconseja totalmente los patrones habituales del género shooter de empezar de forma potente y con calidad para llamar la atención del usuario. Las instalaciones de Armacham es el lugar donde comienza el videojuego, y es uno de los peores niveles de toda la franquicia F.E.A.R. incluyendo títulos como Perseus Mandate. Por fortuna parece que poco a poco y minuto a minuto de campaña, Day 1 Studios va recuperando el pulso de la terrorífica marca y tras este comienzo va mejorando la experiencia poco a poco.

Es como si el tempo de la buena mezcla entre acción y elementos sobrenaturales que siempre han caracterizado a la franquicia, y que vuelven aquí una vez más a la carga, hubiera tardado algo de tiempo en cuajar entre sus responsables en general y en el propio título en particular. Y es que a nivel jugable estamos, por lo tanto, ante un título plagado de novedades y elementos genuinos, pero que no acaban consolidando un título a la altura de lo que esperábamos en términos de unas prestaciones jugables.

La mecánica general es familiar a lo visto en la saga, mezclando el empleo de armas de fuego con elementos atípicos del género como la habitual cámara lenta del protagonista y el debutante control sobre los enemigos de Fettel. El juego es muy compacto, eso está claro, pero hay algunos elementos de mayor o menor importancia que fallan y que impiden al programa llegar algo más lejos: El principal defecto puramente tangible es el de una IA que en el pasado se caracterizaba por su brillantez y formidable desafío, y que ahora hace su trabajo con eficacia pero que también cuenta con algunos problemas y bugs que debutan en la saga y que empañan la experiencia. Por otra parte, y ya en un grado menor de importancia, el diseño de los niveles no favorece particularmente el combate como si lo hacía en el pasado y algunas mecánicas como el lanzamiento de granadas resultan muy incómodas de utilizar.

La sensación de progreso constante por parte de nuestro personaje es uno de los grandes titulares del juego.
La sensación de progreso constante por parte de nuestro personaje es uno de los grandes titulares del juego.

Alianza Infernal
Si bien como juego individual de shooter en primera persona F.E.A.R. 3 es sugerente, haciendo los deberes de forma correcta pero con algunos fallos de bulto bastante serios; es con modalidades de juego que debutan como el cooperativo de la manera en la que el título de Day 1 Studios acaba levantando sus cotas de entretenimiento y consolidándose como un shooter notable.

El cooperativo es, de hecho, uno de los grandes puntos a favor del videojuego. Ya sea a modo local (pantalla dividida en consolas) o mediante internet, el primer usuario dirigirá directamente a Point Man, mientras que el segundo se pondrá en el pellejo de Fettel. Es la opción más recomendable para superar la campaña, puesto que los momentos en los que ésta flojea cuando la disfrutamos en solitario pierden importancia ante la diversión que otorga el hacerlo acompañados. Es el elemento que sin duda redime un modo historia de unas 7 horas que no pasa de ser apto en solitario, y que gracias a las diferentes mecánicas que se generan con dos protagonistas tan diferentes gana algunos puntos acompañados.

En cuanto al apartado competitivo, el videojuego trae consigo cuatro modalidades que permiten disfrutar de la experiencia a cuatro usuarios simultáneamente como máximo. El gran punto a favor del título en este sentido vuelve a ser su capacidad de innovar, y es que lejos de apostar por Captura la Bandera o Combate a Muerte por Equipos como la mayoría de títulos del género, aquí se opta por profundizar modalidades muy originales y rompedoras.

El Rey de las Almas, de hecho, es una de las modalidades que más nos han llamado la atención, y es que pone a los jugadores unos frente a otros con abundantes enemigos que se regeneran de forma automática. Comenzamos sin armas en forma de espectro y nuestra misión será acabar con los oponentes dirigidos por la IA para poseerlos y atacar al resto de usuarios. Es un modo muy divertido y, sobre todo, original que nos permite incluso saltar de un alma a otra siempre que lo deseemos cuando estemos en peligro.

Hay momentos en los que F.E.A.R. 3 se convierte en una auténtica locura. Para los amantes del frenetismo acabaran siendo los mejores.
Hay momentos en los que F.E.A.R. 3 se convierte en una auténtica locura. Para los amantes del frenetismo acabaran siendo los mejores.

¡Corre, Joder...! es el colmo de la tensión. Aquí Alma libera una niebla de la muerte de la que deberemos huir constantemente, colaborando con otros tres usuarios para avanzar checkpoint a checkpoint huyendo de ella. Si uno sólo de los aficionados cae bajo su oscuro manto la partida concluye, de modo que la colaboración entre los jugadores para acabar con las diferentes amenazas que surgen, revivir a los compañeros y huir despavoridos de la niebla es fundamental para sobrevivir.

Alma de Superviviente, por su parte, tiene algo que ver con Rey de las Almas, pero también tiene sus propias características personalizadas aunque es netamente inferior. Aquí uno de los usuarios es señalado aleatoriamente por la mismísima Alma para convertirse en un fantasma que puede poseer al resto de usuarios, en una suerte de modo infección que tiene por meta el convertir al resto de los jugadores en aliados no-muertos antes de que el tiempo se agote.

En última instancia queda Contracciones, que quizá sea también el más clásico en el sentido del continuismo y probablemente el menos apasionante de los modos que se ofertan. Aquí debemos sobrevivir al más puro estilo Horda de Gears of War o modo Zombies de Call of Duty a oleadas de enemigos, pudiendo reconstruir nuestras barreras y aventurarnos al exterior de nuestras zonas seguras para obtener munición. Después de cada oleada la niebla de la que ya hemos hablado antes se va haciendo más espesa y molesta la visión, y como si de la Witch de Left 4 Dead se tratara, Alma hace acto de presencia esporádicamente para dificultar todavía más las cosas.

Desde la Penumbra -Gráficos y Tecnología-
A nivel visual nos encontramos con uno de los apartados más flojos de este F.E.A.R. 3, y es que el título de Day 1 Studios tiene el aspecto de un shooter de hace algunos años que no ha tenido tiempo (o medios) para evolucionar. Con las cotas visuales que han alcanzado los shooters de la actualidad resulta chocante ver un título de acción algo desfasado como éste, no obstante en lo artístico el juego mantiene el estilo de entregas precedentes.

El diseño de los personajes, el acabado de los escenarios... Todo tiene el sello F.E.A.R., aunque hay que destacar que la fórmula ha sido tan repetida ya a estas alturas que el miedo ha desaparecido prácticamente por completo, quedando reducidos los sustos más a golpes fuertes de sonido que a una sensación de pavor real. A esto no ayuda el diseño de los monstruos y criaturas sobrenaturales a los que plantaremos cara, prácticamente heredados sin muchos cambios de episodios anteriores y eso que ya en su momento no destilaban precisamente imaginación.

F.E.A.R. 3 es un videojuego en líneas generales muy correcto. ¿Qué  le ha faltado? Inspiración y un severo plus de diversión.
F.E.A.R. 3 es un videojuego en líneas generales muy correcto. ¿Qué le ha faltado? Inspiración y un severo plus de diversión.

Las texturas, eso sí, presentan un nivel general muy pobre. Hasta tal punto es así que tanto en distancias cortas como medias su aspecto es bastante irreal, con algunos extremos que rozan lo cómico como rótulos cuyos textos son completamente ilegibles. Por fortuna el modelado de los personajes cuenta con un acabado mejor.

En cuanto a la fluidez del título, éste se mueve con agilidad tanto en PC como en consolas, aunque lo cierto es que no oferta nada demasiado espectacular en pantalla como para que éste se viera comprometido. Eso sí, a nivel tecnológico nos ha llamado la atención el sistema de daños sobre los enemigos: Tan exagerado como satisfactorio para los aficionados más sedientes de sangre, que verán cómo sus enemigos quedan literalmente pulverizados o desmembrados bajo el fuego de nuestras armas.

Por último nos resta únicamente hablar del sonido. El videojuego llega a nuestro país completamente localizado, con sus textos y voces en español. El nivel del doblaje es discreto, aunque no difiere demasiado de la calidad de su versión original. La banda sonora es efectiva y los efectos de audio tan cruentos y salvajes como su asfixiante atmósfera.

Bueno

Sin sello

F.E.A.R. 3

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

F.E.A.R. 3 es un título razonablemente divertido en sus modalidades de juego acompañado, y un lanzamiento correcto para disfrutar en solitario. Falta algo de chispa en el título de Day 1 Studios, que si bien introduce una serie de elementos muy novedosos, no logra reeditar las cotas de calidad del título original. Un shooter, en definitiva, interesante especialmente en su vertiente cooperativa y recomendado a los seguidores de la franquicia.

Comprar F.E.A.R. 3
Jugadores: 1-16
Idioma: Manual en español, textos en español y voces en español
Duración:
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