O cómo perder tus 12 puntos en un minuto y medio. Este podría ser el subtítulo de esta segunda parte de aquel juego en el que lanzábamos a nuestro conductor a través del capó, destrozábamos la carrocería de nuestro coche sin ningún miramiento y, además, nos alegrábamos cada vez que machacábamos un coche rival. El tono sigue siendo el mismo, pero mejorado.
Sube al coche, que nos vamos
Mientras que el FlatOut original transcurría en Europa, esta vez el juego está ambientado en los EEUU, pero tranquilo, si con la anterior entrega te lo pasaste en grande, seguro que repetirás. La tecnología es mucho mejor y además y muy importante, está muy bien optimizada. Desde el primer momento, puedes conducir a toda velocidad sin importar quien va primero o último, hasta los últimos metros de carrera no se decidirá quien es el ganador. La diversión está en no dejar nada de pie ni en un trozo. Destroza todo lo que encuentres y úsalo para frenar a los que vienen detrás, para ganar nitro, o para enviar a tu contrincante de morros a la pila de cemento, y si lo haces bien, mandarás a su conductor despedido por los aires. No creas que la DGT va a usar la imagen de este juego para advertirnos de los peligros de la conducción agresiva (suicida, más bien diría yo) porque se escapa de toda lógica razonable.
Han apostado fuerte por la imagen del juego y lo han hecho bien, pero es que además han clavado la banda sonora. Música fuerte para conducción fuerte. Aquí no se trata de ir de paseo por el campo o por la ciudad, se trata de destrozar el campo y de barrer la ciudad, todo depende de la pericia que tengas al volante. Bueno, de eso y de mucha suerte.
Tecnología de destrozo estable
Gráficamente, el juego resulta muy cómodo y agradable a la vista. Esto es debido a muchos factores, como por ejemplo a que el detalle de los destartalados coches ha mejorado muchísimo, y el número de polígonos que compone cada vehículo ha aumentado espectacularmente, así como las texturas, mucho más ricas y detalladas que en su predecesor. Cada coche cuenta con 40 piezas deformables, y con cada choque veremos como nuestro vehículo va deformándose espectacularmente.
Las pistas por las que corremos serán variadas, desde bosques a ciudades, de pistas de tierra a circuitos cerrados. En todos los casos, están llenos de detalles y son bonitos de observar. Los efectos de luz, muy conseguidos. Sabrás si corres por la mañana o si te toca correr mientras está atardeciendo. La inmersión es total. Si a esto le añadimos la sensación de velocidad que llegaremos a tener, el título brilla por su deslumbrante puesta en escena. El nivel de optimización para mover este monstruo es altísimo, y corre fluido a resoluciones normales en una VGA de gama baja y perfectamente bien, sin parones, a resoluciones altas con todo activado en una de gama alta. En este aspecto se han lucido.
La física del juego también ha mejorado mucho. Los choques son más reales y las colisiones entre los participantes, dignas de ver. En las pruebas de lanzamiento de conductor, también veremos que la física que moverá nuestro alter ego ha variado un poco, para bien, respecto a su predecesor.
La velocidad te pierde, hijo mío
Estamos ante un juego arcade, puro y duro. Acelera todo lo que puedas, frena un poco al entrar en una curva y vuelve a pisar el acelerador para derrapar y salir disparado en la siguiente recta. Este es un juego visceral, no hay que preocuparse de nada que no sea el acelerador, el freno y el nitro.
El uso del nitro es especialmente importante para las maniobras de adelantamiento o para sacar partido de tu primer puesto, y lo ganarás a base de estropicios, choques, derrapes, saltos y tiempo.
El efecto visual al conectar el nitro es espectacular, pero no novedoso, ya lo hemos visto en otros títulos del mismo estilo. Hablando del tema, el juego nos recordará ampliamente a los Burnout de la Xbox. Aún así, la sensación de velocidad está muy conseguida, da la impresión que vamos a toda pastilla.
Durante el juego, tendremos varias ayudas (hasta cierto punto) ... por ejemplo, si vamos últimos, los que van delante frenarán para que podamos cogerlos; igualmente, si vamos en cola, el nitro se regenerará automáticamente más deprisa que si vamos en cabeza; pero a la que nos pongamos en cabeza, se volverán todos locos e irán a por nosotros sin concesiones.
Vehículos , pistas y campeonatos
Podremos jugar con 34 vehículos diferentes, y con la novedad de estar repartidos en cuatro categorías bien diferenciadas: supercoches, deportivos, camionetas y compactos. En la primera parte sólo había 16 y eran todos ellos supercoches. Otra novedad es que podremos tener varios vehículos y guardarlos en nuestro garaje.
Podremos mejorar nuestras adquisiciones a base de cambiar frenos, suspensión, carrocería... si ganamos carreras tendremos dinero, y a más dinero, más modificaciones. No os creáis que es como en Need for speed, aquí no hay tuning, la finalidad es más la velocidad, potencia y estabilidad. Tampoco encontraremos coches de los que hay que limpiar los domingos con amor y cariño, en este juego, los coches hay que destrozarlos, por tanto de limpieza y pulcritud, poca.
Los vehículos están muy bien resueltos y la física que los mueve, aunque no novedosa, es sencillamente genial: abollaremos el coche, romperemos cristales, volará la tapa del capó y decenas de cosas más (hasta 40 piezas deformables en cada coche). Es justo resaltar que el sistema de partículas en los choques es algo que hasta ahora no habíamos visto con tan buena efectividad.
Correremos en 60 combinaciones de circuitos diferentes. Recordemos que el original disponía de un poco más de la mitad, más concretamente, 36. Correremos por ciudades, campos, canales, bosques, estadios y desiertos, contando cada tipo con sus características bien diferenciadas del resto, y como extra, cada circuito tiene tres o cuatro rutas distintas (a modo de atajos) con los que adelantar al resto de competidores.
De factura impecable, los más bellos con diferencia, son los que transcurren a través de bosques. Todas son pistas muy rápidas y cargadas de detalles, que hacen que disfrutes con cada carrera que haces. Y si destrozas una gasolinera y repartes 20 neumáticos por la carretera, en la siguiente vuelta volverán a estar, por tanto, cuidado con lo que destrozas que puede ser peligroso para ti, aparte de para tus rivales.
Al empezar el juego puedes elegir entre hacer una carrera rápida, en 6 derbys de destrucción, el modo campeonato, ir a tu garaje, jugar en multijugador... pero lo mejor es empezar en modo campeonato. La idea es que eres un novato, y a base de ganar carreras (con quedar entre los tres primeros ya tienes suficiente), ganarás dinero, puntos y experiencia, además de desbloquear otras pruebas y eventos. Con dinero puedes mejorar tu coche, o si lo prefieres, comprar otros que pasarán a engrosar tu garaje.
Empezarás como novato pero luego pasarás al campeonato aficionado, al profesional y al súper campeonato. Para cuando llegues a la gran final serás un experto destructor de coches y la gente te respetará. Podremos correr en pistas de todos contra todos, en los que chocar y destruir el coche del contrario es la finalidad. La diversión que ofrece el juego es muy variada y cuesta cansarse.
La parte más surrealista, loca y por la que todo el mundo recuerda el juego, es por sus pruebas de desafíos acrobáticos con tu coche, y sobre todo con tu conductor. Jugarás a dardos, fútbol, béisbol, baloncesto, bolos o a salto de altura con tu conductor. Adquirirás experiencia en lanzarlo a través del parabrisas y acertar en el blanco. A más precisión, más puntos y más risas, porque algo no se puede negar ... de lo surrealista que es, no puedes dejar de reírte. Como cuando cogías una piedra y la hacías rebotar en el agua de un lago o río, con tu conductor harás lo mismo... sin palabras. Tendremos hasta 12 juegos macabros (por describirlo de alguna manera) diferentes.
La IA cumple con lo prometido. Chocarán entre ellos, se adelantarán, intentarán sacarse de la carrera, pero sobre todo irán a por ti. Además, nos prometen comportamientos diferentes entre conductores y patrones de conducta distintos. En la práctica no he podido comprobar que existan esas diferencias, pero listos, lo son un rato.
Que no pare la música
En esta segunda parte, una banda sonora de lujo nos acompañará en todas las carreras. Escucharemos Motley Crue, Audioslave o Megadeth, así hasta 17 grupos diferentes. Con un juego que no destaca por su relajación de contenido, no podían haber encontrado una música más adecuada.
En cuanto al sonido, es más que correcto. Los efectos ayudan muy bien a la inmersión en la carrera, en los derrapes, en el uso del nitro y en las diferentes pruebas por las que pasaremos. No destaca por su variedad inagotable de sonidos, es adecuado sin más.
A por ellos, que son muchos y valientes
La jugabilidad que ofrece este FlatOut 2 es realmente buena y ajustada, y ante todo nos encontramos con un juego muy divertido.
Lo que mata un poco la sensación de dominar el juego, es que nunca tendremos segura nuestra posición en carrera. Lo puedes estar haciendo estupendamente bien, ir en cabeza durante tres vueltas, haber machacado a todos los rivales, usar el nitro inteligentemente... pero en los últimos 100 metros, rozar un árbol con tan mala pata que el coche se gire y choque contra el borde del camino... entonces si no quedas el último puedes dar las gracias. Aquí no dependerás tanto de tu habilidad y pericia al volante, es más suerte que dominio.
Dejando a un lado este punto, disfrutaremos mucho con la velocidad de vértigo, los diferentes modelos de coches y la belleza de las pistas. La diversión y variedad de las pruebas y las ganas de comprar otros vehículos para lucirlos en nuestro garaje harán que la vida del juego sea larga.
El otro punto negativo es que el juego lleve la famosa protección Starforce. A ver si algún día los distribuidores se dan cuenta que así no venderán más, solo harán que la gente se lo piense dieciocho veces antes de comprar algo que pueda afectar el perfecto funcionamiento y rendimiento de su ordenador. Hay otros sistemas de protección aparte de este.
El juego ha mejorado la saga en muchos aspectos y deberemos tomarlo como la continuación lógica de un juego de velocidad, apartado de otros en cuanto a resolución, pero que comparte con ellos el concepto básico de ganar y mejorar el vehículo para volver a ganar.
Si te gustan los juegos rápidos, las pruebas extravagantes, la diversión del caos en la carrera y que no puedas correr sin chocar contra el rival, este es tu juego. Disfrutarás de lo lindo con los choques y te pondrás de los nervios en cada carrera. Busca quedar en cabeza y destroza absolutamente todo lo que encuentres. Corre, que te pisan los talones.
