Análisis de Divinity 2 The Dragon Knight Saga

Análisis de Divinity 2 The Dragon Knight Saga
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Una expansión que completa la trama del título original y una importante revisión de valores, eso es lo que ofrece este notable pack The Dragon Knight; la forma perfecta de volver al reino de Rivellon para continuar la lucha contra Damian. Rol de la antigua escuela.

El año pasado tuvimos ocasión de regresar al universo de fantasía creado por Larian Studios con Divinity 2: Ego Draconis, un buen juego de acción y rol de aroma clásico, que incluyó dos aspectos realmente interesantes: la posibilidad de leer la mente de todos los personajes con los que nos cruzáramos, y el poder convertirnos en un poderoso dragón con el que surcar los cielos. Estos elementos, sin embargo, no fueron suficientes para convertirlo en uno de los grandes clásicos del género debido a problemas con un argumento algo pobre, y ciertas misiones repetitivas y faltas de ingenio.

Ahora, con la intención de mejorar todo lo visto en el original sin perder por ello su esencia, Larian nos ofrece la posibilidad de regresar al reino de Rivellon con una expansión de contenidos que arranca justo después del repentino final de Ego Draconis, y una revisión de éste en la que se han aplicado todas las mejoras de Flames of Vengeance. Esto supone, por descontado, la excusa perfecta para no perderse esta veterana gran saga.

El principal atractivo del juego es la expansión Flames of Vengeance, pero no podemos olvidarnos de todas las mejoras que se han añadido al original.
El principal atractivo del juego es la expansión Flames of Vengeance, pero no podemos olvidarnos de todas las mejoras que se han añadido al original.

Puliendo errores
Sobre la base, este combo bautizado como The Dragon Knight Saga, y más concretamente la expansión Flames of Vengeance, no supone grandes cambios a nivel jugable con respecto al original, limitándose a pulir todo aquello que no llegó a gustar o funcionar correctamente.

Por ello, el trabajo del equipo de desarrollo ha estado más encaminado a refinar la fórmula de juego y pulir al máximo todos aquellos detalles que le restaron valor, habiendo cumplido en muchos aspectos con este relanzamiento. Así, en lo que se refiere al original, se han aplicado diversos filtros y mejoras gráficas para crear un apartado visual más definido y estable acorde a la expansión, aunque los cambios no son exagerados y tampoco se han pulido algunos de los puntos negros como eran ciertas animaciones algo ortopédicas, o unos rostros para poco definidos e inexpresivos de los personajes. Sí se pueden notar cambios en el motor físico del juego, que ahora resulta más creíble; o en la iluminación, que gana en espectacularidad, pero como decimos, son pequeños detalles que derivan, eso sí, en una mejor estabilidad del juego tanto en compatibles como en Xbox 360.

La expansión incluye nuevo equipamiento y habilidades especiales; lo que no cambia son los desafiantes combates, que vuelven a destacar por su dureza.
La expansión incluye nuevo equipamiento y habilidades especiales; lo que no cambia son los desafiantes combates, que vuelven a destacar por su dureza.

También se ha refinado el sistema de control y suavizado su enfermiza dificultad, encontrándonos sobre todo en la expansión con un título menos duro, aunque no por ello fácil. Y es que de nuevo estamos ante una aventura en la que los enemigos nos pondrán las cosas realmente difíciles, teniendo que aprovecharnos muy bien de las habilidades del nuevo héroe de la aventura. Éstas son en general idénticas a las del original, aunque se han añadido nuevas habilidades y equipamiento para que podamos seguir creando al héroe que más se asemeje a nuestra forma de jugar. Hay que recordar que en Divinity 2 no existen arquetipos como tal, sino que en base a cuatro grandes ramas (sacerdote, mago, arquero y guerrero) podemos moldear al avatar a nuestro gusto combinando habilidades con gran libertad. Eso sí, repartir puntos sin ton ni son terminará por convertirnos en un pelele incapaz de avanzar en la aventura, así que conviene meditar mucho el camino que vamos a seguir.

Las misiones como dragón se reducen en la expansión por cuestiones argumentales, ya que gran parte de la acción se desarrolla en una gran ciudad.
Las misiones como dragón se reducen en la expansión por cuestiones argumentales, ya que gran parte de la acción se desarrolla en una gran ciudad.

Una ciudad asediada
Como apuntábamos líneas más atrás, Flames of Vengeance da inicio justo después de los acontecimientos vividos en Ego Draconis, trasladándonos a la ciudad de Aleroth que se encuentra sitiada por las huestes del malvado Damian. En este entorno, tomaremos el papel de un héroe completamente nuevo que iniciará su aventura con nivel 35, pudiendo especializarle en el estilo de combate que deseemos, tal y como ocurría en el original. En este punto, nos gustaría destacar la llegada del héroe a la zona de combate, ya que se trata de un fantástico homenaje a la serie Terminator, lo que denota el gran sentido de humor que los desarrolladores han querido imprimirle a la serie, y que en esta expansión cobra su máxima expresión.

Y es que misiones de lo más variopintas en las que nos veremos realizando tareas realmente divertidas y fuera de lo común, se combinarán a la perfección con otras más propias del género, dando como resultado una experiencia jugable mucho más variada y divertida que la de Ego Draconis. Lo que nunca debemos olvidar es que estamos ante un juego duro y de la vieja escuela, y eso se traduce en un sistema de misiones que no guiará al jugador pasito a pasito por el mapeado. Aquí lo normal será escuchar muy bien a los ciudadanos de Aleroth para, con sus descripciones, localizar las casas o personas de las que hablaban, llegando hasta el punto de ir resolviendo misiones que, a su vez, generan otras de forma constante. Y esto es lo que hace tan especial a este título.

Las misiones resultan más variadas y divertidas que en el original, encontrándonos con situaciones hilarantes que nos harán esbozar una sonrisa.
Las misiones resultan más variadas y divertidas que en el original, encontrándonos con situaciones hilarantes que nos harán esbozar una sonrisa.

Por supuesto, la posibilidad de leer la mente de los diversos habitantes de Rivellion sigue estando ahí, del mismo modo que la opción de convertirnos en un dragón. Sin embargo, ésta es una faceta que ha perdido protagonismo con respecto al original por aspectos puramente argumentales, ya que en esta ocasión gran parte de la acción se desarrolla en la ciudad de Aleroth, lo que no da pie a que podamos sobrevolar los cielos de este mundo de fantasía con tanta asiduidad como en Ego Draconis.

Lo que queda claro una vez completada esta expansión es que en Larian Studios han sabido escuchar a los aficionados, presentando una aventura más variada y entretenida en la que, aunque los combates siguen siendo de lo más desafiantes, los momentos de frustración no serán tantos como en el original. Sí es cierto que se podría haber planteado el sistema de subida de niveles de una forma más amigable para los usuarios, ya que los inicios tanto en Ego Draconis como en Flames of Vengeance pueden ser muy duros; y que las novedades en la expansión son escasas, pero en conjunto estamos ante un gran juego de rol al que ningún amante del género hará ascos.

Dos grandes aventuras de rol de la vieja escuela en un mismo pack. ¿Cómo resistirse a tal tentación?
Dos grandes aventuras de rol de la vieja escuela en un mismo pack. ¿Cómo resistirse a tal tentación?

También es importante reseñar el buen hacer del estudio a la hora de mejorar en todo lo posible el título original, que aunque no ha evolucionado notablemente a nivel gráfico, sí ha ganado el suficiente atractivo como para mantenerse actual un año después de haberse estrenado. Y lo más importante es que no se ha descuidado el rendimiento del juego, que ha ganado en estabilidad. Eso sí, aquí debemos destacar que aunque el original contaba con un doblaje en castellano, la expansión y el combo The Dragon Knight Saga únicamente cuentan con los textos traducidos a nuestro idioma.

Muy Bueno

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Divinity 2: The Dragon Knight Saga

Por: El equipo de 3DJuegos
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Si Ego Draconis era ya de por sí un título muy recomendable para cualquier amante a los juegos de rol, Dragon Knight Saga supone la excusa perfecta para que todo aquel que no lo probara dé el paso sin pensárselo. Es cierto que a nivel argumental esta saga no es tan potente como otros exponentes del género, y que a nivel jugable también puede ser algo duro, pero en líneas generales, éste es uno de los pocos juegos que a día de hoy continúan evocando a los clásicos del rol; una gran muestra de que la vieja escuela sigue estando en pie de guerra… y ¡que dure muchos años más!

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Jugadores: 1
Idioma: Manual en español, textos en español y voces en inglés
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