Afortunadamente cada vez son más los juegos desarrollados por estudios españoles. Aquí tenemos el último ejemplo de la creatividad española, Robox, una aventura plataformera exclusiva para Wiiware que ha sido desarrollada por los valencianos Dreambox Games.
El estudio con sede en Valencia, Dreambox Games, no tiene el más mínimo reparo en afirmar su afinidad por los clásicos juegos arcade de los 80 en general, y por los títulos de Nintendo en particular. Y atendiendo a su creación más reciente, Robox, esta premisa ha quedado más que demostrada.
“RoboMetroid”
Desde el primer momento, queda claro que uno de los títulos que han inspirado a Robox es Metroid, la saga de aventuras protagonizada por Samus Aran. Y es que el desarrollo de Robox recuerda bastante al clásico de Nintendo, especialmente a sus primeros episodios en NES y SNES.
En líneas generales, Robox es una aventura plataformera que presenta una jugabilidad, desarrollo y apartado visual 2D. El protagonista es un pequeño robot de aspecto cuadradote que, por circunstancias no especialmente interesantes, va a parar a un planeta extraño. El problema es que el pobre robot sufre un accidente tremendo y queda seriamente dañado, por lo que al principio del juego apenas contará con habilidades especiales. Así las cosas, nos tocará acompañarle a lo largo de tres grandes zonas en las que se combinan la exploración con las plataformas y pequeños toques de acción. Dicho así, el título parece realmente sugerente (y de hecho, lo es por momentos, y más al tratarse de un DLC), pero a la larga el título no llega a acercarse a la genialidad que rebosa la serie Metroid.
En el haber del juego debemos ensalzar lo bien estructurados que están los niveles (que llegan a entrelazarse entre sí), la extensa duración de la aventura para tratarse de un juego descargable o el notable acabado técnico que atesora. En este último caso, nos quedamos con la profundidad y el colorido de los decorados y la variedad de zonas que recorremos.
Pero el título también presenta varias pegas. La primera tiene que ver directamente con el protagonista, un robot que no transmite “ni frío ni calor”, como diría aquel. Vamos, que su carisma brilla por su ausencia. Esto mismo sucede con los enemigos, que además de resultar realmente escasos en cuanto a su variedad (no así en número) son más bien genéricos, sin demasiada inspiración. Y por último, también es conveniente señalar la desajustada dificultad del título, pues a lo largo de un mismo nivel se suceden zonas realmente complejas con otras tremendamente asequibles.
Por lo tanto, Robox es uno de esos juegos que te dejan un sabor agridulce. Se trata de un título interesante y con ciertas virtudes, pero también presenta algunas deficiencias importantes. De haberse solucionado algunos de sus fallos, estaríamos hablando de una de las sorpresas de la temporada en Wiiware. Aún así, es un orgullo observar cómo el número de títulos de calidad desarrollados en España crece cada día.
Robox es un título que apunta buenas maneras y que se hace divertido por momentos, pero no termina de ofrecer la calidad y diversión que debería haber ostentado. Su propuesta es interesante y el juego cuenta con ideas originales, pero estaríamos faltando a la verdad si no señaláramos la falta de carisma de su protagonista, la escasísima variedad de enemigos o su desajustado nivel de dificultad. Aún así, se trata de un título DLC más que correcto que puede llegar a enganchar a un selecto grupo de jugadores.
