Análisis de Fight Night Champion

Análisis de Fight Night Champion
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Músculos híper desarrollados, movimientos vertiginosos y bien sincronizados, sudor sobre el cuadrilátero... El mundo del boxeo vuelve a estar en pié de guerra con la saga Fight Night y su edición Champion. Numerosos cambios para una entrega que pretende volver a exhibir su fortaleza con su quinto capítulo.

Volvemos a acercarnos a la saga Fight Night para abordar Champion, el que será el quinto episodio de la franquicia estrella del mundo del boxeo. Con la idea de recuperar una vez más el pulso de este fantástico deporte y, al mismo tiempo, introducir novedades, EA Sports afronta la necesaria renovación de cualquier franquicia ya de cierta veteranía.

El gran reclamo de esta entrega ha sido el modo Champion, una adición jugable destinada a aumentar la emoción, la implicación y el sentido cinematográfico del que habitualmente han carecido las series. Mucha cinemática y narrativa para esta modalidad, que alterna los combates con cuidadas cinemáticas que nos narrarán la historia de nuestro deportista. Un gran añadido para consolidar el que es, sin ningún género de duda, el mejor Fight Night que nos ha deparado la franquicia.

Más Allá de los Golpes
En el modo Champion de Fight Night Champion seremos Andre Bishop, un boxeador caído en desgracia que, siguiendo la tradición de púgiles de la vida real, acabará dando con sus huesos en la cárcel. Ahí es donde empieza la historia del modo Champion que da nombre a la nueva entrega del videojuego de EA Sports, pero lejos de ser un relato de superación de un héroe que está en la cárcel por un delito que no ha cometido y desde ahí progresa hasta hacerse campeón... todo es mucho más complicado en este título.

No daremos muchos detalles sobre los motivos que llevan a nuestro protagonista a prisión, pero sí aseguramos que ese no es técnicamente el principio, y es que tras protagonizar un pequeño incidente en las duchas de la prisión (sic), viviremos un flashback de cuatro años atrás en el tiempo para comenzar a vivir su historia desde el comienzo: Los sucios y grasientos gimnasios de entrenamiento.

Al comienzo, y como es clásico, disputaremos los primeros combates en pequeños clubs y salones, portando dentro del ring el clásico casco y restando ciertamente mucha de la espectacularidad que el videojuego tiene más adelante. Sin embargo es en las primeras horas de juego donde vamos conociendo todos los entresijos de la historia que se nos va a contar, haciéndonos con los personajes: Al entrenador, al manager sin escrúpulos, a la chica, las diatribas de nuestro protagonista...

El modo Champion es la gran baza del juego. En él seremos Andre Bishop, quizá no el más carismático de los boxeadores, pero sí un tipo al que deberemos ayudar a llegar a la cima.
El modo Champion es la gran baza del juego. En él seremos Andre Bishop, quizá no el más carismático de los boxeadores, pero sí un tipo al que deberemos ayudar a llegar a la cima.

Todo en el modo Champion resulta tremendamente obvio, y la historia se prolonga durante unas 6 horas ofreciendo clichés abundantes y una realización y diálogos no particularmente boyantes. Sin embargo la modalidad hace un trabajo efectivo a la hora de plantearnos, de forma sencilla y sin grandes aspiraciones, los problemas personales de Bishop, y cómo éstos se mezclan indefectiblemente con sus combates creando constantes dilemas morales en su camino.

No obstante, y pese a que ya hemos detallado algunas de las características de esta "Campaña" que no están a la altura, lo cierto es que también hay problemas asociados a las propias características del juego en este campo. Por ejemplo las cinemáticas acarrean largos tiempos de carga, y en algunos momentos de los combates pueden llegar a ser intrusivas.

De hecho nuestra participación sobre lo que pasa en Champion es muy relativa. Si perdemos cuando no debemos hacerlo la partida se acaba y nos obliga a reiniciar desde el último Punto de Control -Combate- que hayamos disputado, y en otras ocasiones la historia se inmiscuirá en nuestro camino para sorprendernos con alguna inoportuna lesión que nos obligará a retirarnos del combate o a participar de él en desigualdad de condiciones.

Así mismo, y por los rigores a los que obliga el contar con una historia consolidada desde el principio hasta el final en un personaje ya creado por el juego, ni tan siquiera podremos definir el aspecto de este Bishop con ningún editor. El protagonista es un deportista negro de no demasiado carismáticas facciones cuya apariencia, por los rigores a los que obliga el concepto del modo Champion, no puede ser alterada. Es la vida de Andre Bishop la que protagonizamos, y en ese sentido pese a la ausencia del componente de inmersión que garantiza el poder utilizar el editor para, por ejemplo, utilizar en el juego un boxeador que se parezca a nosotros, lo cierto es que el resultado sigue siendo francamente interesante.

Nuestro entrañable entrenador, el manager sin escrúpulos, la chica... Champion está lleno de tópicos, pero es un buen comienzo de cara a mezclar narrativa y deporte.
Nuestro entrañable entrenador, el manager sin escrúpulos, la chica... Champion está lleno de tópicos, pero es un buen comienzo de cara a mezclar narrativa y deporte.

Champion es, en definitiva, un muy buen comienzo a la hora de implementar un estilo de juego novedoso en las series Fight Night, y que sus propios desarrolladores ya piensan en exportar a otros videojuegos deportivos. La historia de Andre dista mucho de ser perfecta, en todos los sentidos, pero como piedra de toque a la hora de proporcionar una suerte de viaje personal al jugador viviendo los ascensos y caídas de la carrera de un púgil es tan previsible y tópica como sugestiva e innovadora.

Guantes de Oro
A nivel jugable uno de los elementos más llamativos de este Champion es el hecho de que cada uno de los boxeadores tiene la oportunidad de tumbar a su contrincante en un momento determinado y con un sólo golpeo. Lo que buscan con esto los responsables del estudio es, ante todo, obtener algo del sentido de lo imprevisible de este deporte; algo que permita desequilibrar un combate en cualquier momento, incluso si estamos recibiendo una sonada paliza. Con suerte y una importante destreza podemos voltear un encuentro que parecía perdido, será algo que en principio pasará muy de vez en cuando, pero algo en definitiva que aportará un componente de espontaneidad a los combates siempre que golpeemos en el momento exacto, con el ángulo preciso y en el lugar específico.

Así de rápidamente puede alterarse un combate en Fight Night Champion, enfrentamientos que pueden cambiar de signo velozmente si atacamos demasiado descuidando la defensa, y que pueden costarnos muy caro a nosotros o a nuestro ponente si uno de los dos baja la guardia por volcarse en exceso hacia el golpeo indiscriminado de nuestro oponente. Realismo puro para una saga que, en el pasado, quizá pecaba en exceso de responder únicamente al desgaste entre púgiles.

Esto también se va a traducir en una importancia mayor del conocimiento de las virtudes y defectos de cada uno de los luchadores. Así, por ejemplo, si nos enfrentamos a Mike Tyson -uno de los grandes reclamos del videojuego- vamos a tener que ser conscientes de que él más que nadie es capaz de desequilibrar un combate con un gancho certero, de modo que la actitud defensiva será poco menos que imprescindible ante una bestia como el afroamericano.

Gran parte de la calidad del videojuego y, especialmente, de la nueva implementación de los knockeos instantáneos depende de la frecuencia con la que éstos se produzcan. Sí que en nuestras abundantes partidas hemos notado quizá un cierto abuso de esta clase de situaciones en determinados niveles de reto, sin embargo en el momento en que superamos la dificultad Pro parece que éstos están algo más equilibrados ofreciendo una visión más balanceada de este tipo de acciones en el boxeo.

Bajar la guardia en Fight Night Champion puede resultar letal. La presencia de los K.O. de un sólo golpe será rompedora.
Bajar la guardia en Fight Night Champion puede resultar letal. La presencia de los K.O. de un sólo golpe será rompedora.

Por lo demás, el resto de acciones que llevamos a cabo tienen mucho que ver con lo que ya hemos ido viendo en entregas anteriores de las series, donde pueden verse pocos cambios. Hay una serie de ajustes en el control para hacerlo más intuitivo, y es que se ha prescindido por completo del estilo jugable que al comienzo, y antes de su parche, exhibió Fight Night Round 4. Ahora todos los golpeos se reparten con habilidad entre la posibilidad de ejecutarlos de una forma algo brusca con los botones frontales del pad, o las de llevarlos a cabo con los clásicos movimientos mediante el stick derecho, aunque en esta ocasión de una forma más sencilla: Se acabaron los trazados de semicírculos para ganchos y de movimientos rectos y secos para puñetazos; en esta ocasión todo se reduce a mover el stick hacia el ángulo correcto, gestionando la fuerza de éstos con el botón superior derecho del pad.

Las maniobras defensivas, por su parte, vuelven a fundamentarse en la agilidad y reflejos de los que hagamos gala en el manejo de nuestro púgil. El movimiento sobre el cuadrilátero y nuestro posicionamiento volverá a ser clave, sin embargo el apartarse a tiempo cuando estemos demasiado cerca de un contrincante será también fundamental; empleándose en ambos casos un manejo tan cómodo y preciso como en entregas anteriores.

Cuando somos derribados el proceso de recuperación se reduce a un minijuego en el que deberemos emplear los sticks izquierdo, y luego derecho para recuperar la compostura.
Cuando somos derribados el proceso de recuperación se reduce a un minijuego en el que deberemos emplear los sticks izquierdo, y luego derecho para recuperar la compostura.

Lo que sí continúa cambiando desde lo visto en Fight Night Round 3 es lo tocante a las coberturas, con el progresivo camino hacia su simplificación que desde aquella compleja entrega hemos ido viendo. Aquí no hace falta escoger el lado concreto de nuestro cuerpo que queremos cubrir, bastará con cubrirnos arriba o abajo dentro de una dinámica de juego que premia mucho más el tempo que empleemos para este tipo de acciones que la precisión de la que hagamos gala a la hora de focalizarlas en unos u otros lugares. Para algunos supone una casualización de la saga, para otros una forma más accesible de acercarse a un deporte tan complejo como éste, lo único que debe quedar claro es que en Champion el videojuego ofrece una vía a medio camino entre una y otra sensibilidad, ofertando un sistema de coberturas francamente interesante.

Todo resulta más rápido y frenético en el nuevo Fight Night, mucho más parecido a la visceralidad del deporte real al que homenajea de lo que ha podido ser la saga hasta ahora. Ahora, mucho más que la precisión de unos controles que quizá en el pasado eran algo complicados para todos los perfiles de público, en esta ocasión se opta más por un sentido mucho más intuitivo del ritmo... del momento en el que debemos hacer cada cosa.

Elementos como la cámara Xbox Vision contarán con integración con el juego para poder hacer un retrato de nuestra cara en un boxeador lo más precisa posible.
Elementos como la cámara Xbox Vision contarán con integración con el juego para poder hacer un retrato de nuestra cara en un boxeador lo más precisa posible.

Camino al Estrellato
Al margen del modo Champion, que ya hemos descrito con anterioridad, esta quinta entrega de las series Fight Night responde a una línea ciertamente continuista con lo que hemos podido ver en capítulos precedentes en cuanto a modos de juego.

Con Fight Now tendremos la posibilidad de disputar combates de exhibición contra los diferentes púgiles del videojuego, escogiendo tanto el boxeador al que manejaremos como al rival, así como estableciendo los parámetros del combate, el lugar donde ha de celebrarse etcétera. Los púgiles están separados en base a las categorías que deparan sus pesos, y algunos de ellos están bloqueados desde el comienzo haciendo falta cumplir con diferentes exigencias para liberarlos.

El modo Legacy, por su parte, nos permite comenzar desde lo más bajo con un boxeador, creando uno de la nada o cargando alguno de los modelos que ya existen. Lo que no cambia entre unas y otras alternativas es el hecho de que comenzaremos con pocos puntos a repartir entre nuestras habilidades, y que con los diferentes combates y los minijuegos de entrenamiento progresaremos para hacerlo mejorar y acabar por coronarlo como el mejor púgil del momento. Será esta, sin duda, la modalidad en la que más horas invertiremos.

Por otro lado también están disponibles los diferentes minijuegos de entrenamiento que emplearemos para desarrollar a nuestro deportista en las modalidades que incluyen su progreso. Hay concretamente diez alternativas en este campo, con la posibilidad de trabajar con un sparring para nuestras acciones ofensivas y defensivas -juntas o por separado-, castigar sacos de boxeo, pruebas de agilidad, etcétera.

En otro orden de cosas, y ya fuera de los modos estrictamente jugables, también tendremos la posibilidad de compartir los boxeadores que hayamos creado, o los púgiles ya existentes que hayamos editado. Además podremos descargar los luchadores que hayan diseñado otros usuarios de todo el mundo e incorporarlos a nuestro casting de deportistas.

Por último queda la parte multijugador, el puntal de cualquier videojuego deportivo que se precie. Aquí, y siguiendo las premisas adoptadas recientemente por los lanzamientos de EA Sports para luchar contra la segunda mano, el juego cuenta con activación on-line mediante un número de serie adjuntado en el embalaje del propio título. Con este número tendremos acceso indefinido para nuestra cuenta a internet, aunque antes de emplearlo podremos disfrutar de un período de prueba de siete días completamente gratuito.

La fluidez de los combates es algo que se sigue puliendo entrega tras entrega. Los lentos intercambios de golpes de sus predecesores han desaparecido en Champion.
La fluidez de los combates es algo que se sigue puliendo entrega tras entrega. Los lentos intercambios de golpes de sus predecesores han desaparecido en Champion.

Dentro de lo on-line las posibilidades son las de disputar partidas rápidas contra otros aficionados, la de participar de los gimnasios -creándolos o viendo los de nuestros rivales- para formar parte de sus minijuegos, o la de introducirnos en el denominado World Championship con el que poder competir junto a miles de jugadores de todo el mundo en el pellejo de nuestro púgil creado.

La última de las funcionalidades on-line es el Fight Night Store, una herramienta mediante la cual podremos comprar con dinero real aumentos en las habilidades de nuestras creaciones en diferentes características como la velocidad, la resistencia, la fuerza o la condición. Puede que éste tipo de propuestas por parte de EA Sports parezcan a cierto perfil de usuarios que van contra la propia naturaleza de la progresión que el usuario experimentará junto a su deportista, sin embargo y al igual que en otros títulos como el Ultimate Team de FIFA, son herramientas que permiten competir en igualdad de condiciones a gente que tiene poco tiempo con auténticos veteranos del juego.

La variedad de los escenarios ha aumentado, especialmente gracias al modo Champion, sin embargo todos ellos tienen en común su gran calidad.
La variedad de los escenarios ha aumentado, especialmente gracias al modo Champion, sin embargo todos ellos tienen en común su gran calidad.

Sangre y Sudor -Gráficos y Tecnología-
Lo primero que el aficionado va a notar en Fight Night Champion es que el juego es francamente más rotundo a nivel visual que sus predecesores, algo substancialmente meritorio teniendo en cuenta que éstos ya eran en su momento videojuegos muy llamativos: Especialmente lo que supuso en su momento la tercera entrega.

Los personajes están más detallados, los escenarios son más realistas y todo tiene un aspecto de una nitidez arrolladora; la iluminación, así mismo, presenta el tratamiento más natural que en ninguna otra entrega de las series ha exhibido. En el pasado contábamos con trabajos en este sentido muy llamativos, pero casi todos ellos algo exagerados. En Champion todos los escenarios presentan una luz formidable, con una incidencia sobre los sudorosos cuerpos de los deportistas de lo más veraz.

En términos de físicas, hay también grandes avances como una reacción más realista de los músculos y de la grasa, así como la manera en la que las mejillas de los personajes reaccionan en la cámara lenta al ser knockeados. Por lo demás la velocidad y la fluidez de la que hemos hablado con anterioridad hace ganar muchos enteros al título en su parte estética, con un movimiento para todo lo que se desarrolla sobre el ring mucho más sensato. Sigue habiendo algunos problemas de clipping, pero cada vez son menos notorios y parecen poco menos que inevitables en un título de estas características.

La cámara de repetición nos permite movernos con enorme precisión por el ring para obtener los ángulos más espectaculares de los mejores golpes.
La cámara de repetición nos permite movernos con enorme precisión por el ring para obtener los ángulos más espectaculares de los mejores golpes.

El único elemento dentro de lo tecnológico que no nos ha gustado particularmente es el de los largos tiempos de carga de los que hace gala este Champion, con sensible diferencia los más largos de las series hasta ahora. Cuando estamos disfrutando de partidos de exhibición no hay mayores problemas, puesto que separan unos combates de otros, pero en modalidades como la que da nombre al juego éstas resultan algo intrusivas y ciertamente molestas.

Por último en la faceta del audio hay que destacar la clásica banda sonora compuesta por temas licenciados de diferentes artistas, casi todos ellos de hip-hop, muy en la línea de la calidad que los productos de Electronic Arts suelen ofrecer en este campo. Los efectos de audio vuelven a ser formidables, consolidándose como una de las grandes bazas del programa en cuanto a lo sonoro. El rugir del público y la crudeza del tratamiento de los puñetazos forman un combo difícil de ignorar en cuanto a la sensación de inmersión que proporcionan. Así mismo el videojuego llega a nuestro país nuevamente en versión original, con sus textos y voces en inglés, como desgraciadamente ha sido tradición en las series. En esta ocasión el efecto resulta especialmente doloroso puesto que con la presencia del Modo Champion y la fuerza que destila su narrativa ahora, lo cierto es que resulta complicado seguir el hilo sin un fuerte conocimiento del idioma.

Excelente

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Por: El equipo de 3DJuegos
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Comprar Fight Night Champion
Jugadores: 1-2
Idioma: Textos en inglés y voces en inglés
Duración:
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