Análisis de Warhammer 40K Space Marine

Análisis de Warhammer 40K Space Marine
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Los Marines del Espacio liberan toda su furia en una nueva batalla épica del universo Warhammer 40.000. Relic, tradicionalmente vinculada al género de la estrategia, se vuelca en la acción más descarnada con este Space Marine; un título más que notable en todos los sentidos que acerca la franquicia de Games Workshop a la acción y el Hack and Slash tras los estratégicos Dawn of War.

Con enorme expectación hemos observado desde 3DJuegos el dilatado desarrollo de Warhammer 40.000: Space Marine, el retorno de Relic a la acción tras el discreto The Outfit, y también el regreso de la marca de Games Workshop al género donde nació para el mundo de los videojuegos y donde tan discretos resultados cosechó.

Vaya por delante que este Space Marine dista mucho en términos de calidad de los memorables Dawn of War con los que la propia Relic demostró su maestría en la estrategia en tiempo real también con esta franquicia, y donde la eterna lucha entre Marines Espaciales, Orcos, Eldar y compañía vivió sus más altas cotas de calidad. No obstante el título que nos ocupa, en lo que es, resulta ser un videojuego más que notable dentro del género de acción/aventuras; un título que hará no sólo las delicias de los más aficionados al universo Warhammer 40.000 sino que también satisfará sobradamente los instintos homicidas de los aficionados al Hack and Slash y al shooter en tercera persona.

¡Por el Emperador!
La campaña individual de Space Marine parte de una premisa sencilla. En ella encarnamos un pequeño pelotón de Ultramarines destinados al planeta Graia, una gigantesca forja que cuenta con un valor estratégico importantísimo para nuestra facción. El planeta es atacado por fuerzas orcas y toman las armas de defensa planetaria, y como único recurso se nos envía a este mundo forja para, en el papel del capitán Titus, revertir la situación y recuperar el control sobre tan importante punto estratégico.

El juego comienza con el propio Titus llevando a cabo un espectacular descenso entre naves aliadas y enemigas que se baten en poderosa lucha en los cielos de Graia, y tras tomar pie sobre la superficie nos encontramos ya plenamente inmersos en la frenética acción que nos va a rodear en casi todo momento. Es una forma de comenzar que da una idea muy clara de lo que va a ofrecer el título, y es que en sólo cuatro minutos hemos presenciado la puesta en escena de toda la narrativa y ya nos encontramos repartiendo plomo y espadazos entre los monstruosos orcos.

Space Marine salpica su acción de forma muy frecuente con cinemáticas, clips de vídeo en los que se nos presentan otros personajes, enemigos, situaciones, motivaciones... Y a pesar de que el guión carece de cualquier tipo de profundidad, sí es de agradecer que desde Relic se hayan tomado la molestia de dotar de sentido argumental a todas las acciones, misiones y movimientos que acometamos durante nuestro periplo.

Así por el camino no sabremos mucho sobre el Capitán Titus ni tampoco sobre sus acompañantes, puesto que la tridimensionalidad de los personajes o la exposición de situaciones dramáticas no ha sido la intención de Relic, pero sin embargo sí veremos abundantes vídeos donde conoceremos a personajes secundarios a los que deberemos ayudar, jefes villanos a los que ajusticiar... Todo ello, no obstante, enmarcado en una jugabilidad donde la acción es constante, donde casi no hay respiro y donde deberemos utilizar nuestros reflejos y nuestra habilidad con el combo ratón-teclado para acabar literalmente con miles de enemigos.

Mezcla de shooter en tercera persona y de Hack and Slash de la vieja escuela, Space Marine es un título a tener en cuenta dentro del género.
Mezcla de shooter en tercera persona y de Hack and Slash de la vieja escuela, Space Marine es un título a tener en cuenta dentro del género.

Escuadrón de la Muerte
La premisa de Space Marine es muy sencilla, ir del punto A al B del escenario acabando con todo y con todos. No obstante detrás de este aparentemente arcaico planteamiento se esconde un deseo por parte de Relic de introducir suficientes elementos de combate diferentes entre sí como para consolidar una experiencia ciertamente satisfactoria.

En los primeros compases comenzaremos a familiarizarnos con un sistema muy sencillo e intuitivo, un procedimiento por el que Titus carga con un arma de fuego en una mano y con una de corte cuerpo a cuerpo en la otra. Así los minutos iniciales son muy sencillos, acabando fácilmente con goblins y orcos de mayor tamaño utilizando el botón izquierdo del ratón para disparar nuestra pistola y el derecho para golpear con nuestra espada. No obstante conforme avance el desarrollo del juego quedará claro que con estas dos vertientes tan sencillas de combate no nos va a dar de sí como para superar la campaña individual, y necesitaremos emplear todas las mecánicas de combate que el programa nos va presentando y que se ejecutan con tanta fiereza como comodidad.

En el modo de dificultad intermedio, de los tres que ofrece el juego, resulta ya patente en las primeras horas de campaña que sin un estilo versátil muy alejado de las mecánicas "machacabotones" tan temidas por el género no podremos superar el Modo Historia; pero es en el nivel máximo de dificultad donde deberemos sacar lo mejor de nosotros mismos para superar los diferentes retos que tendremos que resolver. Es ese el nivel que recomendamos para los más aficionados a los títulos de acción, y es que será ahí donde deberemos maximizar el empleo de nuestro arsenal y de nuestras habilidades para funcionar prácticamente como un reloj suizo a la hora de escoger el mandoble, la habilidad o el disparo certero de entre todas las opciones que tendremos con una precisión milimétrica para salir airosos.

Infantería, generales orcos, gigantescas naves espaciales... No faltarán los objetivos a abatir en Space Marine.
Infantería, generales orcos, gigantescas naves espaciales... No faltarán los objetivos a abatir en Space Marine.

El juego no deja de ser muy accesible en el sentido del manejo, y es que no teme ir sumando con un goteo lento pero constante los elementos que va añadiendo a la compleja ecuación. Así pasarán unas horas de horas de campaña individual y todavía continuaremos aprendiendo cómo accionar determinadas habilidades especiales que se cargarán con una barra de furia, o descubriendo métodos novedosos para acabar con los enemigos inéditos que se nos vayan presentando.

El hecho de que el videojuego es un heredero directo de la franquicia Gears of War es más que obvio con sólo ver el título unos minutos en movimiento; y no hablamos precisamente de la faceta estética del programa, con claras similitudes dada la obvia inspiración estética del juego de Epic Games en la propia IP de Games Workshop, sino más bien de otros elementos más puramente conceptuales como los de su propia mecánica jugable. Eso sí, hay que reconocerle a Space Marine el contar con otros elementos identitarios como la renuncia al empleo de coberturas en pos de una jugabilidad mucho menos táctica y más agresiva y directa, así como el formidable apoyo en cuanto a personalidad que le reporta el apoyarse en el universo Warhammer 40.000, y el hecho de volcarse en unos combates cuerpo a cuerpo poco presentes en este perfil de juegos de acción.

Así pues el abrazo entre shooter y Hack and Slash es la mayor virtud del título de Relic, un género en el que el estudio parece moverse como pez en el agua tras un currículum repleto de RTS como Company of Heroes y la saga Dawn of War. Esto lo consigue ofreciendo un buen puñado de alternativas al usuario de cara a acabar con los enemigos de las más diversas formas. ¿Es suficiente como para salir de la rutina que puede detectarse al cabo de unas horas de juego? Las características las definiremos a continuación, pero al final de cuentas todo ello dependerá del perfil de jugador, puesto que habrá algunos que disfruten la campaña de cabo a rabo e inviertan horas en el multijugador disfrutándolo muchísimo, y habrá otros que sin embargo echen en falta algo más de variedad en su oferta.

Armas Contra el Aburrimiento
Lo que Relic pone encima de la mesa para que el usuario se "enganche" a su propuesta es una oferta muy generosa en contenidos. En primer lugar la campaña individual se puede superar en unas 10 horas de media, cifra que oscilará en función del perfil de jugador y del nivel de dificultad escogido, una duración generosa que se mueve más o menos en torno a los estándares del género. Este Modo Historia está dividido en cinco capítulos con propuestas argumentales bien diferenciadas, pero todas ellas caracterizadas por las cruentas luchas que protagonizaremos en primera persona.

El juego, y esto es importante matizarlo, tiene la virtud de contar con escenarios muy variados. Tan pronto estamos guerreando en una suerte de chatarrería como haciéndolo a bordo de un tren a toda velocidad o en una iglesia de siniestro aspecto mitad gótico-mitad futurista. El formato de este tipo resulta muy atractivo, lo que unido a un combate con muchas posibilidades hace que las acciones de matar a miles de enemigos no resulten tan repetitivas.

Incluso los enemigos más grandes y aterradores caerán bajo nuestra motosierra y el fuego de nuestros bolters.
Incluso los enemigos más grandes y aterradores caerán bajo nuestra motosierra y el fuego de nuestros bolters.

Y es que por mucho que se enmascare, Space Marine no deja de ser un videojuego de acción muy lineal en el que arrasar, arrasar y arrasar a hordas de enemigos es nuestra única función para la batalla. No hay rompecabezas, no hay caminos secundarios... el nuevo Warhammer 40.000 es un videojuego que ataca duro y a la cabeza, con acción desenfrenada como única propuesta: Con virulentas ejecuciones para recuperar salud, con un arsenal generoso en cuanto a aplicaciones secundarias y con espectaculares y agresivas cargas contra nuestros oponentes para derribarlos o aturdirlos; además de con algunas secciones manejando torretas ametralladoras o pilotando jet-packs para aportar la necesaria "especia" que facilite una sensación más diversa en el usuario.

Una vez expuesto esto, la verdadera diferencia entre disfrutar al máximo o no de este videojuego estriba, como ya hemos dicho con anterioridad, únicamente en la inclinación del usuario por el sentir interés por un género como éste; o incluso también dependerá del aprecio que el aficionado sienta por el siempre violentísimo universo Warhammer 40.000. En este sentido la forma de capturar la esencia de la franquicia es perfecta, y denota la veteranía de Relic en los trabajos sobre la propiedad intelectual de Games Workshop. El título es gore a más no poder, con unas dosis de casquería tan generosas como sin duda esperábamos, además el retrato de los estoicos Marines y de los terroríficamente divertidos Orcos está francamente logrado, permitiendo un grado de inmersión muy generoso en este sentido.

Hasta ahora hemos hablado únicamente de la campaña, pero también hay una oferta multijugador que ayuda a completar los contenidos del programa. En este sentido hay dos vertientes dentro de ella, la de edición y la puramente jugable, y siendo la primera bastante exigua, sí nos permite al menos personalizar con cierto grado de detalle el aspecto que presentará nuestro personaje en batalla.

El multijugador es una experiencia tan frenética y brutal como la de la campaña individual. ¡Marines contra Caos al poder!
El multijugador es una experiencia tan frenética y brutal como la de la campaña individual. ¡Marines contra Caos al poder!

Asegurar el Control y Aniquilación son, por su parte, las dos únicas modalidades jugables que presenta el programa, siendo la primera una suerte de rey de la colina y la segunda un combate a muerte sin más consideraciones. El máximo de usuarios es para 16 aficionados, y en algunas partidas hemos encontrado algunos rastros alarmante de lag; por lo que respecta al número de mapas tan sólo hay cinco localizaciones, de modo que la oferta en este sentido no es particularmente generosa. Los dos modos mencionados son divertidos, pero más por el sistema de desbloqueo persistente que incluye el videojuego para el usuario en base a niveles de experiencia que por el propio interés que pueda producir en nosotros el aniquilar a otros enemigos humanos. Un multijugador que, por lo tanto, acompaña a la campaña individual de forma más o menos efectiva pero no particularmente brillante.

Universo Convulso -Gráficos y Tecnología-
Warhammer 40.000: Space Marine es un videojuego a nivel estético francamente resultón, no brillante ni mucho menos sobresaliente, pero sí efectivo y capaz de trasladar la fiereza del universo que representa con gran calidad a nuestros televisores y pantallas.

A nivel artístico el juego de Relic Entertainment reproduce con mucha habilidad todo lo que esperábamos de Marines Espaciales, Orcos, Eldar... pero especialmente de unos escenarios que se convierten rápidamente en la gran estrella del show, con unas dimensiones y un sentido de la escala épica realmente formidable. Así pues hay pocos peros que interpelar en un conjunto que nunca se acerca al sobresaliente, pero que sí es francamente notable y que brilla especialmente en facetas concretas como, por ejemplo, a la hora de reproducir unos Orcos tan carismáticos como es costumbre en los trabajos de este estudio canadiense. Las animaciones del personaje principal recuerdan de manera exagerada a las de los Marcus Fénix y compañía de la saga Gears of War, sólo que con todas las espectaculares incorporaciones del cuerpo a cuerpo y con la notoria desaparición de cualquier tipo de mecánica de coberturas. "Cubrirse es de cobardes", dirían los anabolizados protagonistas del juego.

El editor nos permitirá  elegir las piezas y colorearlas para definir la apariencia de nuestros personajes en el multijugador.
El editor nos permitirá elegir las piezas y colorearlas para definir la apariencia de nuestros personajes en el multijugador.

En lo no tan bueno, artístico y técnico, destaca una iluminación algo blanda en algunas partes, unas texturas que no siempre gozan del mismo nivel de detalle y unos escenarios algo más rígidos de lo que esperábamos en cuanto a la interacción con sus elementos. El título cuenta con unas físicas interesantes, y con un rendimiento francamente bueno que no se resiente en su versión de compatibles ni cuando la pantalla está repleta de enemigos. Las opciones de personalización de la experiencia visual no son muy detalladas: Únicamente las de resolución, sombras, detalles de efectos visuales, postprocesamiento, oclusión de entorno y sincronía vertical; en lo que componen unas alternativas no demasiado pormenorizables, pero que quedan enmarcadas dentro de un título no particularmente exigente en términos de hardware y por el contrario ciertamente agradecido en cuanto a su fluidez.

Por último queda hablar del apartado del sonido, tan potente como a lo que los trabajos de Relic nos han venido acostumbrando. La banda sonora es oportunamente épica, resaltando en ocasiones el componente espectacular de algunos decorados. El sonido es tan atronador como cabría esperar, y el título llega a nuestro país con un doblaje al castellano más que aceptable.

Bueno

Sin sello

Warhammer 40,000: Space Marine

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Space Marine es un shooter/Hack and Slash de la vieja escuela. Relic crea un más que notable videojuego de acción sacando partido de la potente franquicia Warhammer 40.000, y que se convertirá en un título de referencia para los fans de la IP. De hecho éstos y los habituales de las fórmulas de acción por acción son, en realidad, los principales destinatarios de este violentísimo producto.

Comprar Warhammer 40,000: Space Marine
Jugadores: 1-16
Idioma: Manual en español, textos en español y voces en español
Duración:
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