Siéntete como un niño pequeño haciendo mil y una diabluras en la ciudad de Pacific, mientras experimentas con las nuevas armas, vehículos y gadgets que incluye el pack Toy Box.
Crackdown 2 se lanzó hace unas semanas con un notable éxito de ventas pese a tratarse de una secuela muy continuista con respecto al título original. El primer paquete de contenidos que nos brinda no se desmarca de este camino y nos presenta, por fin, uno de los elementos más divertidos del título original: las Llaves de la ciudad. Y es que gracias a esta opción vamos a poder disfrutar de un sinfín de locas posibilidades, gracias a los trucos y atajos que se pueden activar y desactivar constantemente y de forma inmediata durante la partida. Por ello, como si de una gran caja de juguetes se tratara, este contenido descargable dota al juego de un mayor grado de libertad en el sentido de ampliar hasta límites insospechados las opciones de destrucción.
Dos opciones
Antes de entrar en materia cabe recordar que este Toy Box se puede adquirir de dos formas distintas: una gratuita, en la que se incluye únicamente la modalidad Llaves de la Ciudad de la que os hablaremos a continuación; y otra de pago -560 puntos de Microsoft-, que aparte de esta opción incluye nuevos skins para nuestros agentes, nuevas armas, vehículos y gadgets, así como nuevas pruebas de velocidad, agilidad y un modo multijugador.
Si hablamos de las Llaves de la ciudad, como indicábamos líneas más atrás, aquí vamos a poder trastear con prácticamente todos los elementos del juego. ¿Queremos que la ciudad esté plagada de monstruos y terroristas de la Célula? En un santiamén podemos hacerlo. ¿Ahora se nos ha antojado que lluevan cientos de pelotas sobre las cabezas de estos personajes? Hagámoslo. ¿Queremos terminar rápidamente? Coloquemos decenas y decenas de artefactos explosivos, cohetes y vehículos sobre un punto concreto y detonémoslos. En definitiva, las llaves de la ciudad son trucos de todo tipo que podemos ir activando y desactivando de forma rápida y sin pausar la acción durante las partidas dentro de este modo.
Junto a otros usuarios, como os podéis imaginar, el caos puede ser absoluto, y es precisamente este aspecto el que convierte a esta actualización (recordemos, gratuita), en una pieza imprescindible que mejora muchísimo la experiencia de juego. Y es que las locuras que se pueden llegar a hacer son dignas de elogio –las opciones son superiores a las de Crackdown-.
En cuanto a los contenidos de pago, estos se nos antojan algo escasos en comparación con lo que Realtime Worlds ofreció en el título original. Y es que estos añadidos se limitan a dos nuevos vehículos, muy interesantes eso sí, unas cuantas armas de fuego y granadas especiales, o la llegada de los propulsores, que sí nos han gustado dado lo bien integrados que han quedado con la acción del juego.
Empezando por los vehículos, aquí nos encontramos con el ATV de La Agencia, que es una mezcla entre un tanque y el SUV de La Agencia, que tiene capacidad para adherirse a paredes y así subir por los edificios, navegar por las zonas de agua, y causar grandes estragos entre las filas enemigas con su gran potencia de fuego. El helicóptero es la otra opción, gracias al cual podemos surcar los cielos de la urbe mientras devastamos el entorno lanzando misiles, minas o fuego de metralla. Otro jugador puede dotarnos de fuego extra ocupándose de la artillería exclusivamente.
Ambos añadidos resultan muy interesantes y resultan divertidos por lo destructivos que son. Y lo mismo ocurre con otra de las armas nuevas que se han incluido en Toy Box: la pistola de gravedad. Similar a la vista en Half Life 2, con ésta podemos atrapar todo tipo de objetos y personas para luego lanzarlos por los aires. No os podéis imaginar de las que se pueden montar con esta arma y la colaboración de otros jugadores.
El propulsor es otro de los gadgets que se estrenan en este pack, y lo hace con gran éxito, ya que es una herramienta con la que podemos alcanzar alturas de vértigo en cuestión de segundos. Su uso es limitado –cuenta con un depósito que se recarga cuando no usamos el propulsor- aunque no por ello limitado. No en vano, podemos llegar incluso a prenderle fuego a los enemigos posándonos sobre sus cabezas mientras activamos los reactores. Pero si lo que nos gusta es volar alto por méritos propios, Ruffian también ha ampliado un nivel más las habilidades de fuerza y agilidad, con nuevos desafíos y carreras con las que probar estas súper habilidades. Por último, el modo multijugador Vehicle Tag añade un toque más de variedad al juego presentando carreras en las que todos los jugadores se disputarán el control de un orbe, lo que como podéis ver no supone una gran novedad en el género.
Toy Box, como pack gratuito, es imprescindible, ya que las Llaves de la ciudad son un elemento que mejora sustancialmente la experiencia de juego. Pagar por el resto de añadidos ya es una cuestión muy subjetiva, principalmente porque pese a estar muy bien integrados y funcionar realmente bien –tanto los nuevos gadgets como los vehículos nos han gustado mucho-, su coste parece algo elevado en comparación con lo que se ofreció en su día con el título original y sus actualizaciones. Es, en definitiva, un buen pack de expansión, pero algo escaso de contenidos.
