Por fin tenemos la nueva entrega del aclamado y superventas Splinter Cell. Una increíble aventura que nos pondrá en la piel del mejor agente del espionaje. ¡Renueva tu ordenador, y no precisamente con Bifidus!
Si volvemos la vista atrás, ya han pasado unos añitos desde las primeras partes de esta gran serie. Vio la luz en nuestros queridos compatibles y se extendió como la pólvora entre las demás plataformas, léase consolas…
Nos han devuelto a un Sam Fisher renovado por completo, espectacular e interactivo como siempre, pero esta vez el salto cualitativo se ha notado. En Ubisoft miman a éste, uno de sus productos estrella, como si fuera un hijo. Y no es para menos, pues es el título que más beneficios ha dado a la compañía, así como satisfacción al usuario final, los jugadores, los que adoran cada juego del temible Sam.
Nos habían prometido más y mejor acción, emoción, intriga, cambios en la trama, giros inesperados, unos personajes interesantes con gran peso en la historia, unos gráficos y sonido deslumbrantes…Y parece que sí, lo han conseguido, pero a costa de exigir una máquina portentosa, que sea capaz de “mover” con soltura los escenarios, las texturas y gráficos, todo el conjunto de animaciones y nuevos personajes, labrados a golpe de diseñadores y programadores de un altísimo nivel.
Sam, ¿qué ha sido de ti?
En esta ocasión, la historia viene cargada de emocionantes sucesos, a la vez que intrigantes tramas que a más de uno le pondrá en tesituras bastantes comprometidas. Sam ha sido herido en lo más hondo de su corazón, pues ha perdido a uno de sus seres más queridos, su hija. Dentro de él la rabia quiere aflorar, no puede acabar de creerse lo que la vida le ha deparado. Comienza en su interior un tira y afloja que tendrá consecuencias en el futuro, y no sabemos si son del todo buenas…
Además todo se complica con su ingreso en prisión; no es que nuestro espía haya cometido un delito del que deba avergonzarse, sino que la propia NSA, la compañía para la que él trabaja, lo ha introducido allí para completar una misión.
Como buen agente, tendrá que investigar y asociarse a un importante cabecilla de una organización terrorista para poder así inmiscuirse en ella. Una vez dentro deberá desenmascarar a los jefes y destruir los planes que tienen concretados, para así frustrar todo intento de terrorismo.
Esta vez Sam debe soportar una gran carga moral, pues de él mismo dependerá su lealtad a la NSA o a la EJB. Esto es, llevaremos a cabo acciones que nos alejen de uno u otro bando, o al revés, que nos impliquen más. De este modo, si vamos cumpliendo los objetivos que os encarga la NSA, la balanza girará a favor del bando correcto, de lo contrario, si servimos en demasía a la EJB, nuestra reputación como agente secreto irá mermando.
De cualquier forma, la jugabilidad de este título será de lo más novedosa, pues tenemos diferentes caminos que seguir, suponiendo esto un gran aliciente para continuar la aventura. Nuestro papel de agente doble será predominante durante todo el juego, consiguiendo que nos mantengamos en todo momento interesados por lo que vendrá después.
En constante movimiento
Parece una obviedad, pero el movimiento y la dotación de acciones del personaje es increíble en este Splinter Cell. Mejor resuelto no podía haber sido, pues ahora, todo lo que podíamos realizar en otras entregas se ha acentuado, incluyendo nuevos gadgets.
Nos han cambiado hasta la manera de andar, y nunca mejor dicho, pues la sincronización de movimientos y su resolución final se ha visto reforzada, haciendo especial hincapié en posturas que se insinuaron en el gran “Chaos Theory”, y que ahora han sido totalmente implementadas y dotan al juego de un mayor esplendor y atractivo.
Entre las acciones nuevas, se incluye: natación (un gran acierto), podemos tirarnos al agua, agarrar a un enemigo desde una barandilla, tirar al enemigo de su barca, podemos escondernos en armarios, debajo de las mesas, etc.
No podemos dejar de lado las acciones típicas propias del sigilo, como agacharnos y andar entre las sombras para no ser vistos. Esta particularidad se ha resuelto de una forma muy novedosa. El sistema que se utilizaba anteriormente se basaba en un gráfico, representado por una línea en la parte inferior de la pantalla. Gracias a ella podíamos observar si éramos vistos, ya fuera por nuestra exposición excesiva a la luz o por no escondernos debidamente. En la situación actual, esto se cambia por un indicador que cambiará de color verde a rojo, en el caso de que nos vea un personaje enemigo. Los distintos grados se dividen en Verde, que indica que pasamos desapercibidos; Amarillo, el enemigo puede intuir nuestra presencia y por lo tanto alarmarse; Rojo, hemos sido vistos y el enemigo ha comenzado a dispararnos.
Las demás acciones pasan por tirarnos en tirolina, utilizar la cuerda de escalada, subir escaleras, agarrarnos y sortear alambradas, abrir puertas o similares, gatear por tuberías y conductos, agarrarnos en cornisas, pegarnos a las paredes, deslizarnos por barras metálicas o cuerdas… Como puedes ver, toda una retahíla de acciones a realizar, donde la variedad es la especial característica de este gran título para PC.
Es destacable el hecho de que la Inteligencia Artificial en el juego haya sido pulida un poco más que en anteriores ediciones. Pues a veces resultaban desesperantes algunos bugs en este sentido.
El esplendor gráfico
Sin lugar a dudas este es el capítulo que bien merece una mención aparte. No hay ninguna duda de la potencia del motor que ha utilizado Ubi esta vez. Atrás quedan las buenas pero aún regulares superficies, el diseño de personajes a medias y mapas que habíamos visto. El espectáculo está servido, por fin no estamos ante meras caras con aspecto de mimo, ahora se han recreado unos aspectos faciales a la altura de los demás efectos gráficos.
Echando un vistazo al rostro de Sam, podemos observar como todo el contorno de la cara está finamente trabajado. Se observa un realismo brutal en sus facciones, ahora puede mover los ojos de un lado para otro, observando lo que pasa a su alrededor. Su cabeza nos muestra el sudor, a modo de pequeñas gotitas que se encuentran adosadas en su cuero cabelludo y en el cuello. Incluso en la fase donde estamos en la cárcel se advierte su cuerpo fornido y atlético, dejando comprobar que por él no pasan los años.
Comprobando el entorno de juego, podemos ver como las luces dinámicas se han apoderado de las estancias, ahora si que resultan verdaderamente creíbles. Según nuestro grado de inclinación o la exposición a la luz - ya sea solar o artificial-, así serán los reflejos que observemos en pantalla. Ni que decir tiene que se ha aprovechado las bondades del HDR para fases donde existe cielo despejado. Un verdadero deleite para los sentidos.
Los escenarios han ganado también en apariencia, aunque con ciertas restricciones en su extensión. Han perdido los grandes y vastos espacios para conseguir brillar por su excelente acabado y mejoría en la texturización, utilizando mejores reflejos y usando con gran acierto los píxel shaders, la filtración anisotrópica y el antialiasing. Eso si, prepara el bolsillo, pues te tocará rascártelo más de la cuenta, pues el juego soporta tarjetas gráficas muy concretas, y sólo de última generación. Si tienes una tarjeta ATI de las serie x1600 a la x1900, estás de enhorabuena. Esto pasa también con los poseedores de Geforce 6600 hasta las 7900. Los demás tipos de tarjetas que se abstengan, pues este juegazo solo arranca con Shader Model 3.0. Quedáis avisados ;)
Esperemos que próximamente en Ubisoft se den cuenta del parque de tarjetas que han quedado atrás, pues existen muchísimos usuarios que no estarán dispuestos a tirar sus tarjetas que aún arrancan otros juegos de última generación. Esto se arreglaría con un parche, pues de momento ha salido la versión 1.01, pero no tiene cobertura para tarjetas con shaders 2.0. En fin, es cuestión de tiempo.
También será aconsejable que poseas un buen procesador gráfico, ya sabes, de 3 Ghz para arriba, pues los complejos procesos de cálculo que requiere este Double Agent, la verdad, son muy exigentes.
Los modos de juego
Sam puede lucirse en dos tipos de campaña diferentes. Puede probar suerte en el modo un jugador, donde recorrerá los escenarios el solo. En esta modalidad puede llevar a cabo sus acciones de la forma que quiera, comprometiéndose a ayudar a la NSA o a la EJB. Según sus elecciones así será el desarrollo de la historia. Hay que vigilar este aspecto, pues el interfaz de pantalla nos muestra una barra para cada facción. Una y otra, y según nuestro aporte, irá mermando o ampliándose. Si nuestra barra de la NSA, por ejemplo, llega a su final, habremos perdido la partida y tendremos que cargar desde el punto donde nos quedamos.
Es un detalle a tener en cuenta la inclusión de pantallas de introducción donde nos tiran en paracaídas, o debemos dirigir un helicóptero descontrolado o camuflarnos debajo de un camión… Esto hace que la acción se haga mucho más dinámica y le da un toque más de interacción al conjunto.
Para los jugadores a los que les guste la acción del multijugador, ésta también se ha incluido. Además, en esta ocasión, tendremos un modo Enfrentamiento (versus) y un modo Cooperativo. Este último quizás sea el menos visitado por los usuarios, pero no es nada desdeñable, ya que los retos nos llevarán a enfrentarnos contra bots del propio juego.
Sin temor a equivocarnos, este es uno de los grandes estandartes de los juegos de última generación. Quien no se haya adentrado nunca en las aventuras de Sam Fisher no sabe lo que se está perdiendo. Sus gráficos, su jugabilidad, la historia compuesta para la ocasión, sus complejos y sofisticados movimientos, etc. han sido creados para extasiar al usuario de este estilo, la infiltración. Cada vez tiene más adeptos, y es que, Splinter Cell, siempre ha rebosado calidad. No busques imitaciones, no hay otro igual.
