Análisis de Shadows of the Damned

Análisis de Shadows of the Damned
Facebook Twitter Flipboard E-mail

¿Tu novia ha sido raptada por demonios? Improbable. ¿Te sumerges en el infierno para combatirlos y rescatarla? Poco factible. ¿Te llamas García Hotspur? ...¡Imposible! Batalla los demonios del inframundo de la mano del trío de ases: Suda51, Shinji Mikami y Akira Yamaoka; y disfruta de un juego tan absurdo como divertido.

Cuando tres talentos de la talla de Suda51, Shinji Mikami y Akira Yamaoka es poco menos que imprevisible lo que puede surgir de su trabajo, y es precisamente esa etiqueta la que hay que utilizar con Shadows of the Damned: Imprevisible. El videojuego es un shooter en tercera persona puro y duro, aunque con algunos elementos de lo más desconcertante orbitando a su alrededor que lo hacen algo más genuino de lo que su convencional propuesta sugiere.

El infierno de Grasshopper es de lo más estrambótico, con divertidos toques cómicos que ayudan a dotar de una ligereza muy agradable a su visión del inframundo. Un averno que nos da la bienvenida con un cartel de neón y en el que la diversión, lo desconcertante y lo divertido está a la orden del día. Un gran videojuego que muestra una vez más el talento de sus afamados responsables y que tiene un único aunque muy relevante lunar: Su duración.

Hellbound
Shadows of the Damned es perfectamente consciente de sus limitaciones argumentales, y como tal plantea su campaña individual desde el primer momento con mucho sentido del humor y sobre todo tremenda ligereza. En el título encarnamos a García Hotspur un veterano cazador de demonios que hace su trabajo en el mundo real con tremenda eficacia y con violento pasotismo.

Los primeros minutos de juego, de hecho, los pasamos en su pellejo en lo más parecido a un día normal para él. Una cacería de criaturas monstruosas en un rascacielos que se sucede dentro de los parámetros previstos por nuestro protagonista. Disparos aquí y allá con nuestra pistola especial, cabezas que vuelan de esbirros demoníacos que vuelan... Todo entra dentro de los planes de García hasta que hace acto de presencia el poderoso Fleming, un implacable Señor de los Demonios que conoce el historial del héroe y que quiere castigarle por sembrar el bien atacándole donde más le duele: Haciendo daño a su pareja.

El Señor del Mal secuestra a Paula arrastrándola al infierno y nos obliga a embarcarnos en una aventura en la que nos introduciremos en el inframundo para luchar contra todo y contra todos en un universo tan siniestro como imposible y sorprendente. El juego de Grasshopper, como ya hemos dicho, no se toma a sí mismo nada en serio de modo que plantea este averno de una forma muy diferente a la vista en otros videojuegos: Aquí el infierno es algo parecido a una ciudad, con calles, casas e incluso... ¡Bares! Al fin y al cabo la condenación eterna seguro que resulta más llevadera con algo de alcohol que llevarse al gaznate.

Nuestra novia es secuestrada por demonios y arrastrada hasta el infierno. ¿La misión? Salvarla y vengarnos.
Nuestra novia es secuestrada por demonios y arrastrada hasta el infierno. ¿La misión? Salvarla y vengarnos.

Y es que el sentido del humor es una de las grandes claves del título. Si alguien esperaba que Shadows of the Damned optara por un planteamiento solemne o serio seguro que su sensación cambió rápidamente con los primeros vídeos sobre el juego y con las primeras descripciones sobre su argumento: El juego que nos ocupa es una auténtica locura. García Hotspur lleva con moderado estoicismo su periplo por el infierno, pero cuenta como contrapunto cómico con una calavera flotante que le acompaña y que la da consejos y cuenta chascarrillos sobre el infierno. La pareja cómica funciona perfectamente, y si bien los chistes y bromas pueden hacernos más o menos gracia lo cierto es que todo el tono ligero y divertido indiscutiblemente aporta enorme frescura al videojuego.

La historia se nos cuenta a través de breves cinemáticas, pero que salpican de forma bastante generosa la acción que protagonizamos. Su importancia es nula puesto que lo que se nos cuenta se plantea en el primer minuto y apenas evoluciona, y es que esto es un shooter de modo que la importancia de la narrativa se relativiza mucho. Suda51 y compañía utilizan en cambio estos clips de vídeo para crear ambiente, para provocar alivios cómicos y para explicar mecánicas de juego; algo que hace falta puesto que pueden no ser demasiado generosas en cuanto a número pero sí son bastante sorprendentes.

Bajo el terrenal nombre de Fleming se esconde el Señor de los Demonios, la criatura de pesadilla que secuestra a nuestra novia.
Bajo el terrenal nombre de Fleming se esconde el Señor de los Demonios, la criatura de pesadilla que secuestra a nuestra novia.

A Tiro Limpio
Shadows of the Damned es, aparentemente, un shooter en tercera persona muy convencional; no obstante como decimos esto es sólo el aspecto externo del juego, y es que en su interior tiene algunas rutinas secundarias mucho más sorprendentes. Manejamos a nuestro protagonista visualizándolo siempre desde su espalda, y con armas de fuego y un combate cuerpo a cuerpo relativamente eficiente que vendrá marcado por la enorme agilidad del héroe.

Así pues manejar a García Hotspur es tremendamente cómodo y sencillo desde el principio, contando con un arsenal generoso entre el que escogeremos en tiempo real con la cruceta del pad para acabar con toda bestia monstruosa que se nos ponga por delante. De hecho en el juego de Grasshopper todo, absolutamente todo, se resuelve a tiros: Incluso los ligeros rompecabezas. Y es que en este infierno hay también algunas pruebas a superar, muy sencillas, y casi siempre relacionadas con el poder de la luz a la hora de permitirnos sortear diferentes retos que tienen que ver con la Oscuridad: Nuestro mayor enemigo en el videojuego.

Y es que la penumbra se extiende como un fluido por los escenarios, provocando diferentes efectos negativos sobre nosotros como, por ejemplo, el anular la fuerza de nuestras balas sobre los demonios. ¿Cómo eliminarla? Pues como se hace todo en el infierno de Grasshopper, a tiros. Concretamente se hace mediante una suerte de cabezas de cabra que a modo de trofeos se exponen en algunas paredes del infierno, lo que son en realidad es lámparas que si se accionan a tiros inundarán de luz los entornos.

Nuestras armas, de hecho, tienen dos posiciones: Una de disparo normal y otra que lanza un halo de luz, algo que podemos utilizar tanto para borrar la Oscuridad que impregna los cuerpos de los enemigos como para accionar las mencionadas lámparas. La mecánica recuerda de alguna forma a lo visto en otro título de acción reciente, Alan Wake, puesto que los demonios que estén poseídos por este crepúsculo serán completamente invulnerables a nuestras armas.

En realidad Shadows of the Damned es un título sencillo en su apariencia, que de hecho renuncia a algunos de los nuevos "fichajes" del género como por ejemplo el empleo de coberturas. El videojuego que nos ocupa va mucho más al grano que todo eso, apostando por una diversión pura y dura que desde el primer minuto de su Modo Historia hasta el último apuesta por acción shooter desenfadada y muy directa.

Con las Gemas Rojas que recolectemos podremos mejorar el arsenal: Más daño, mayor velocidad de recarga, aumento de capacidad...
Con las Gemas Rojas que recolectemos podremos mejorar el arsenal: Más daño, mayor velocidad de recarga, aumento de capacidad...

A lo largo de la campaña plantaremos cara a infinidad de enemigos y jefes finales, y resolveremos algunos rompecabezas muy sencillos, tan simples que en ningún momento entorpecerán nuestro avance puesto que son muy intuitivos y accesibles. Puertas que se abren con corazones o cerebros que flotarán en determinados puntos del escenario y que recogeremos a modo de ítem para avanzar serán uno de los principales estorbos para nuestro avance, no obstante también habrá otros algo más complejos en los que deberemos poner algo más de nuestra parte. Eso sí, hay que insistir en que casi siempre tienen más que ver con nuestra habilidad y destreza a los mandos que con el uso de la inteligencia; y es que Grasshopper ha sabido interpretar bien lo qué es necesario y qué no lo es tanto a nivel de desafío en un título de estas características.

No obstante si bien todas las mecánicas jugables del programa son simples pero muy efectivas, lo cierto es que funcionan con muy buen estilo y hacen del juego una experiencia muy divertida. El mayor problema, y el principal impedimento para que el videojuego trascienda, es su breve duración. Hablamos de un título cuya única oferta jugable se reduce a la campaña individual y cuya duración es ciertamente reducida, moviéndose en una experiencia que se moverá entre las 5 y las 7 horas en función del tipo de jugador. Es una cifra habitual en el género de acción en los últimos tiempos, pero demasiado breve para un lanzamiento que no cuenta con añadido multijugador alguno.

El inframundo es un lugar repleto de trampas. El azulado manto de la Oscuridad será uno de nuestros principales enemigos.
El inframundo es un lugar repleto de trampas. El azulado manto de la Oscuridad será uno de nuestros principales enemigos.

El Infierno Según Grasshopper -Gráficos y Tecnología-
Quizá el punto menos interesante de Shadows of the Damned es el de su aspecto visual y tecnológico, francamente mucho más discreto que lo divertido y ágil que resulta el resto del videojuego. ¿Significa esto que el título de Grasshopper es un videojuego pobre en lo estético? No, pero ciertamente hemos visto videojuegos hacer uso de Unreal Engine 3 con mayor eficacia y acierto.

En lo artístico el título es tan efectivo como efectista, con una recreación del infierno tan atípica como divertida y que encaja a la perfección con el concepto de videojuego construido por Shinji Mikami y Suda51. El retrato de las criaturas que lo moran es divertida y adecuada aunque no particularmente inspirada, y el de los escenarios es también medianamente olvidable aunque con algunos elementos bastante imaginativos como las puertas con testas de niños a modo de candado o las entradas cubiertas de vello público de diablo (sic).

El corte de terror adolescente que exhibe el videojuego en su narrativa se proyecta también en su estética, generando un título con altibajos visuales pero que hace su trabajo con moderada eficacia. En cuanto al aprovechamiento del engine, hemos visto una tasa de imágenes por segundo estable y fluida, pero nada particularmente notorio a efectos tecnológicos que pudiera comprometerla como efectos, iluminación, etcétera...

En el infierno el alcohol no sólo no emborracha sino que nos permitirá  recuperar salud.
En el infierno el alcohol no sólo no emborracha sino que nos permitirá recuperar salud.

Por lo que respecta al sonido el trabajo de Akira Yamaoka no está a la altura de sus mejores obras, como venía suponiéndose desde el anuncio del videojuego, pero pese a ello el resultado es sobresaliente. La banda sonora del autor nipón es inspirada y al mismo tiempo increíblemente estrambótica, algo que entronca perfectamente con el espíritu del videojuego. Los efectos de audio, también firmados por él, hacen también su trabajo con notable eficacia; y el título está doblado al inglés con un buen nivel y traducido a nuestro idioma únicamente con los textos en español.

Bueno

Sin sello

Shadows of the Damned

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Shadows of the Damned es la visión gamberra y divertida que gente como Suda51 o Shinji Mikami tienen sobre el infierno. ¿Es un videojuego de calidad como podría entenderse ésta objetivamente? No exactamente. ¿Es un videojuego terriblemente divertido? Cierto al 100%. Grasshopper cuaja un juego muy de su estilo al que sólo le han faltado más contenidos para trascender.

Comprar Shadows of the Damned
Jugadores: 1
Idioma: Manual en español, textos en español y voces en inglés
Duración:
Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

4.527 visualizaciones

El AUTÉNTICO AAAA de Ubisoft FAR CRY 2

Hay revoluciones que pasan frente a nuestros ojos sin que apenas nos demos cuenta. Juegazos que, por la velocidad de la industria y lo rápido que muchos se suman a las modas, pasan inadvertidos o hacen algo de ruido para luego quedar completamente sepultados por secuelas o...