Wanikoko / 30 de mayo de 2015 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

9,5 Imprescindible

No juegues con fuego
Un juego exelente, si señor. ¿Qué hay mejor que comprar juguetes, esperar unos minutos y... ¡Quemarlos!

En fin, empiezo con el análisis:
Jugabilidad: comprar, quemar, comprar, quemar... parece simple, pero, entre los 140 juguetes y 99 combinaciones, os digo yo que no lo es.
Gráfica: Simples, al estilo Tim Burton. Muy bonitos, la verdad. sobretodo el fuego...
Sonido: La música de los catálogos y el sonido del fuego al quemar los jueguetes...
Historia: El mensaje del final me hizo pensar varios días, igual que IB
NOTA FINAL: 9.5 exelente juego, de mis favoritos.

Momohime / 14 de diciembre de 2014 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

8 Muy Bueno

Consumismo
Little Inferno es un juego de puzles distinto, en el que la jugabilidad se basa en la capacidad de relacionar conceptos y en el pensamiento lateral, pero es mucho más: es una sátira al consumismo desenfrenado que lo quema todo y que siempre está deseando más, y una alegoría de la madurez, el descubrimiento y la libertad. Todo está impregnado de un gran sentido del humor, al que ayuda mucho el apartado visual tan acertado y las descripciones de los objetos.

Se trata de un juego muy recomendable si se busca un puzle diferente y con un mensaje muy bien contado, que cala hondo.

Hjga24 / 2 de abril de 2014 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

7 Interesante

Little Inferno
Para mi este es un juego muy divertido y adictivo.Con algunos fallos en la jugabilidad pero de resto.. Muy divertido.

jugabilidad: 4 estrellas. algunos fallos menores.

gráficos : 3 estrellas. están bastante logrados.

sonido : 2 estrellas . el sonido esta muy mal.

innovación : 5 estrellas.

valoracion : 7.0

Ahora una pequeña explicación del juego:
Poco Inferno es un 2012 juego de video desarrollado por desarrollador de juegos independiente Tomorrow Corporation. El juego fue lanzado por primera vez en América del Norte como un título descargable para el Wii U y de Windows plataformas el 18 de noviembre de 2012. Fue lanzado posteriormente para OS X en 15 de abril 2013 a través de Steam y el sitio web del desarrollador. A Linux versión fue puesto en libertad el 23 de mayo 2013 a través de la página web del desarrollador, con una liberación de vapor planeado seguir. [ 1 ] Un Android versión fue lanzada el 3 dic, 2013. [ 2 ]
Poco Inferno está situado en frente de ladrillo chimenea , que el jugador utiliza para ajustar diferentes objetos, como juguetes, muñecas, y la electrónica, en el fuego. El juego anima al jugador a quemar cualquier combinación de objetos para ver cómo reaccionan cuando se encendió en llamas, ya que la mayoría de los objetos tienen propiedades únicas. Poco Inferno es clasificada como una caja de arena juego, ya que ofrece unos objetivos tradicionales para completar y no tiene estados de fracaso . El juego fue diseñado como una sátira de los videojuegos de temática similar en el que el jugador se dedica largos períodos de tiempo para la realización de tareas que se consideran poco gratificante. [ 3 ]
Poco Inferno obtuvo reacciones muy variadas en su lanzamiento. Algunos críticos elogiaron los conceptos de juego únicos y narrativa satírica, mientras que otros creían que el juego era demasiado simplista.

Adammaniaco / 21 de enero de 2014 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

9 Magnífico

La risa de Hestia
Dicen que hay ciertos sonidos que nunca llegan a aburrir al oído humano por su atemporalidad: el romper de las olas, el discurrir de los ríos y riachuelos, el canto de los pájaros y... el crepitar del fuego. 

Jugabilidad

Little Inferno es en su núcleo un juego tan extraño que resulta inclasificable dentro de un género conocido, uno no puede sino darse por vencido y clasificarlo parcamente de "experimental": consiste, en un principio, en echar objetos a una chimenea y prenderles fuego. En esta original y sencilla idea está su encanto ¿quién no arrojó con fascinación algo al fuego  en su niñez, incluso bajo la prohibición de sus padres, sintiendo esa voluptuosidad de manipular una fuerza de destrucción, cerca del los peligros de la hybris? 

Encima de nuestra vista, congelada en la chimenea, tendremos un contador de monedas, que gastaremos en adquirir más objetos. Sumaremos monedas conforme quememos cosas (cozaazzz), incluidas las pobres arañas que paseen por el fondo de ladrillo, un buen recurso aleatorio para los menos prudentes. Podremos tener 4 objetos simultáneamente desplegados al comienzo del juego.

Pero los objetos estarán convenientemente divididos en ciertos catálogos, cada uno de una temática, que tendrán que ser desbloqueados, primero, con cierta cantidad de combos, y segundo, de dinero. Dentro de cada catálogo, los objetos tendrán un precio dividido en 4 niveles, y tendremos que ir adquiriendo cada uno para desbloquear los siguientes. Todo simplemente para dejarlos reducidos a cenizas, en un divertido absurdo. 

Divertido, sí, Little Inferno es tremendamente divertido con su sin sentido. No sólo dominamos el fuego, cuya domesticación nos diferencia de las bestias esclavas del vientre, sino que cada objeto reacciona de forma diferencia  y muchas veces inesperada, sin conformarse con quemarse. Es una delicia escuchar cómo se astilla cada silla, como prende la bomba, o gritan niños de plástico en un autobús, mientras buscamos la siguiente combinación más curiosa y bestia. 

Además, esas combinaciones no obedecen únicamente al sadismo lúdico: se ha dicho que los combos son necesarios para el avance, pero es que aquí se introduce una mecánica casi de rompecabezas. Los primeros, con  un sólo catálogo, serán tan sencillos que casi saldrán solos, pero según el juego avanza a lo largo de sus 4 horas, los distintos catálogos se irán relacionando entre sí de forma enrevesada, y las referencias (cada combo tiene un reservado nombre y poco más), juegos de palabras y relaciones sutiles irán en aumento, haciendo que nos quedemos pensando pequeños instantes para comprobar las hipótesis y esperar con expectación si nuestras deducciones estaban en lo cierto. 

Pocos juegos han apostado por una jugabilidad tan extraña sin atracar en la excentricidad o falta de jugabilidad directa, pero Little Inferno lo consigue de forma inmejorable. 

Historia 

En el Mito de la Caverna de Platón, archiconocido, existe un plano epistemológico intermedio entre los prisioneros de la caverna, engañados por las siluetas de sombra, y el elegido, que se libera de las cadenas, trepa penosamente con sus pies ensangrentados, y llega a contemplar por primera vez en su vida el exterior, el mundo real. Existen los seres que alimentan constantemente el fuego y mueven las figuras que sirve para crear las ilusiones: figuras que engañan a otras figuras, pero que jamás saldrán de la caverna, manipuladores que, a su vez, y por su propia condición, viven condenados a la falsedad, creyéndose superiores. 

Esa es, para un servidor, la verdadera condición de la mayoría. Y es la nuestra en Little Inferno.

Con el punto de vista siempre estático, el título convierte al jugador, inocente al comienzo, en un elemento de su propia meta-narrativa, una poderosa idea que además queda implícita, a diferencia de otros títulos igualmente magistrales como el reciente The Stanley Parable. Sin que sea casualidad que el protagonista sea un niño, nos devuelve a la fascinación infantil por el fuego, pero el divertimento inicial comienza a tornarse negativo cuando nos vemos obligados a tirar al fuego, inmediatamente después de leerlas, las cartas de la que se convierte en nuestra única amiga en ese cálido y solitario mundo. Conditio sine qua non para seguir en que ya intuimos que algo huele a chamusquina (obvious joke is obvious). 

Además de estas cartas y el propio meta-lenguaje de la jugabilidad, el juego derrocha humor escrito por los cuatro costados: las líneas que acompañan a cada objeto, a veces chistosamente fáciles o sobrias, van revelando un humor cada vez más cínico y hasta cruel, y satírico en muchísimo casos (recordemos que lo que diferencia a la sátira de la parodia es que la primera tiene un tono moralizante), pero también con inocentes referencias y juegos de palabras. Mucho del encanto del juego reside ahí, y podría perfectamente ser un punto sumado a la jugabilidad, pues hace que nos interesemos por continuar jugando. 

Al final, el juego ofrece una de las críticas más devastadoras al consumismo desmedido, al temido tedio y a la pasividad, además de otras muchas punzantes observaciones en otros ámbitos, siempre desde el sentido del humor y la sutilidad, y usando todos sus recursos puramente jugables. Su jugabilidad que bien podría parecer inocentemente superficial encierra un gran mensaje, y no queda sino aplaudir por tanto ingenio. 

Por desgracia, el final lastra bastante la críptica y elegante experiencia, con un cambio brusco de jugabilidad que no compensa lo poco que aporta. Un epílogo ciertamente desafortunado que empaña la ambientación queriendo finalizar la historia de forma más cerrada, en una experiencia que ganaba por lo abstracto y el fondo tras lo evidente. Una descoordinada puntada final, de esas en que te pinchas tu propio dedo. 

Gráficos/ Tecnología

El diseño de la misteriosa chimenea con una cara al fondo es el que albergará en su interior el resto de trabajo artístico, que se concentra prácticamente en todos los objetos que quemaremos. Además de su acabado, generalmente en dos dimensión, hay que tener en cuenta sus animaciones y las ideas humorísticas que hay de fondo, ideas que tratan no sólo de resultar graciosas o impresionantes, sino de llevar el humor visual algo más lejos de lo habitual, de nuevo con ese toque cínico y variado. La elección de las temáticas, y el diseño de los objetos acorde con ellas, también crea la risa en muchas ocasiones. 

Pero si artísticamente algo nos llama la atención es la enorme diferencia entre el mundo "real" y todo lo que concierne a nuestra chimenea: los diseños de los catálogos en que ojeamos nuestras compras, las cartas, etc, tienen una plasticidad y colorido exagerados, casi empalagosos, mientras que la realidad, o lo poco que entrevemos, se nos muestra grisácea, plomiza, muerta, humeante. El poco colorido que tenemos en nuestro mundo es aquel que el fuego alimentado por los bártulos produce, el residuo que nos deja el marketing. 

Tecnológicamente, las físicas tienen capital importancia, en la jugabilidad y el diseño. El fuego es fiel a un nivel casi realista, y quema cada objeto de forma determinada, hasta reducirlo a cenizas que podemos manejar y romper en un millón de pedazos que a veces siguen ardiendo como ascuas. La gravedad, el volumen y el peso nos permiten a veces crear nuestros propios edificios y proyectos sádicos, e incluso podremos manipular la fuerza de Newton. 

Es curioso cómo todo su atractivo de entretenimiento se centra en esto, y no de extrañar que esa faceta tecnológica haya sido tratada con un cuidado milimétrico. 

Doblaje/Banda Sonora

Como en muchos indies, no encontramos ninguna gran composición que ocupe muchas líneas, es más, escucharemos más música quemando algún que otro instrumento que en el transcurso de juego, donde las lenguas de fuego son toda la melodía que necesitamos. Tendremos una animada cancioncilla infantil en el vídeo promocional inicial, pero poco más.

Los efectos de sonido están plenamente cuidados dentro de su minimalismo, eso sí. Las páginas de los catálogos rebosarán estrellitas acompañadas de ritmos rápidos parodiando a la teletienda al más puro estilo Los Simpson (casi nos podemos imaginar a Troy McClure  con una naranja al ojo), y recogeremos monedas brillantes que repiquetean alegres como en la más digna de las máquinas tragaperras de bar. 

Conclusión

Little Inferno es un juego inusual dentro de lo inusual: semejante a un minijuego en su núcleo jugable desnudo, cáustico en sus críticas pero tierno en su mensaje, e inteligentemente original en su idea principal, que sale milagrosamente bien parada. 

Desde luego se ha ganado un lugar en el recuerdo para este solitario jugador que sueña con vivir en una casa donde la acogedora chimenea sustituya al televisor, y  lo consumió apoyado en la calidez de su radiador una tarde de nieve.

Frankpo94 / 13 de agosto de 2013 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

9,4 Magnífico

Tan bello que quema...
Si hay juegos que demuestran que los videojuegos son arte, un de ellos es Little Inferno y su predecesor World Of Goo (Que en su momento escribí un análisis tan escueto que da asco)
Lo que parece una mecánica sencilla de quemar juguetes,experimentar,y buscar las combinaciones que nos pide encontrar para avanzar en la historia,es una profunda reflexión sobre nosotros los jugadores, y el consumismo que tenemos todos,acompañado de una banda sonora magistral (Al igual que su predecesor) la pequeña historia que nos cuenta a través de cartas nos hace interesarnos cada vez mas acerca de los misterios que encierra nuestra chimenea,y luego de catálogos,juguetes y fuego nos encontramos con un final que nos tomara por sorpresa y de seguro nos hará emocionarnos hasta soltar un lagrimon,todo eso gracias a su excelente ambientación y su música, soy un pesado con la música,pero es que es bellisima...no lo juzguen por su apariencia y jueguenlo!

Y no dejen de jugar a su predecesor World of Goo que es otra maravilla!

Naruto1817 / 16 de junio de 2013 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

8 Muy Bueno

Quema tooodito
Bueno que se puede decir de little inferno es un juego con una propuesta diferente que se enfoca en quemar cosas comenzemos
jugabilidad: 8 por algun motivo comenze jugando hasta las 4 horas y luego no me apetecio jugar puesto que se me hacian dificil avanzar en el juego  y lo deje y lo volvi a retomar un mes despues. Es divertido quemar cosas pero hasta cierto punto.
tecnologia 10 muy bonito el juego ni una ralentizacion muy bien optimizado
graficos 9 muy buenos efectos y apartado artistico bastante agradable a la vista
sonido 7 buena banda sonora pero escasos sonidos
innovacion 9 muy buena propuesta para el genero de los puzzles

conclusion: buen juego pero solo para jugarlo 1 vez

CapitanMactavish / 22 de marzo de 2013 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

9,7 Imprescindible

El juego que no te da nada y a la vez, te lo da todo
Little Inferno es un juego sencillo, el cual no busca gustar a un gran grupo de personas, una idea original muy bien llevada a cabo y tan solo por 3 personas. El juego en si puede parecer aburrido, pero una vez lo juegas no puedes parar. A diferencia de otros juegos comerciales, no se basa en conseguir la impresionabilidad, se basa en la simpleza y en la gran idea original de.... Quemar, tan solo quemar cosas, buscar combos e intentar conseguir la mayor destrucción posible dentro de tu chimenea. De echo, ya el juego te avisa en un mensaje, no hay puntuaciones ni rankings, no es un juego para ser el mejor o para pasárselo antes, es un juego para divertirse y punto, y en mi opinión, lo han conseguido y de sobra. Por cierto, tengo que decir que gráficamente me parece increíble para estar echo por tan solo tres personas.

PD: Otro aspecto que me ha encantado del juego, es que es muy cómico. La parte en la que quemas las condiciones y términos del juego fue un puntazo xD

DIOSCOMOMOLO / 5 de marzo de 2013 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

9 Magnífico

Quema tus sueños
Sorprendente. Si buscas algo diferente, que te deje encadilado (nunca mejor dicho) con la pantalla , Little Inferno es tu juego. Quemar cosas, sin ninguna prisa ni objetivo, solo para disfrutar delante de la chimenea. ¿Parece aburrido verdad? Pues no lo es en absoluto. 

Hablemos primero del apartado audiovisual, muy importante en este tipo de juegos. A nivel gráfico basta con echar un vistazo a alguna foto del juego para darse cuenta de que Little Inferno tiene un carisma brutal. Su estilo artístico es muy propio de Tomorrow Corporation (como ya pudimos ver en World of Goo) y lo han conseguido plasmar de manera fantástica aquí también. Lo que más destaca es el diseño de los objetos que podemos arrojar al fuego, todos recreados con mucho humor en sus formas exageradas y colores llamativos. A nivel sonoro el juego destila simpatía por los cuatro costados, aunque la música no es muy protagonista esta vez. Tan solo destaca en algunas melodías y en los brillantes efectos de sonido del fuego y objetos. Por último son dignas de mención las muy bien conseguidas físicas del fuego, sin duda extremadamente importantes. Hay que destacar que cada objeto reacciona de manera muy distinta a él, lo que hace al proceso aún más atractivo.

Pero... ¿y la jugabilidad? Aquí es donde se destapa toda la originalidad del juego, ya que como he mencionado no hay objetivos propiamente dichos y tampoco ningún desafío, por lo que jugamos simplemente por la razón primitiva de cualquier juego: divertirnos y pasar un buen rato. Hablando de buenos ratos durante las aproximadamente 5 horas que me ha llevado completar la aventura me he sentido realmente bien, en paz, olvidándome de todo. Tal vez esa sensación de tranquilidad, fruto de todo lo explicado anteriormente, es la primera razón por la que recomendaría este juego. Sí tendremos que completar ciertas tareas: ir desbloqueando nuevos objetos y combos. Pero es cierto que a excepción de algunos combos ciertamente rebuscados (para conseguirlos sólo tenemos como indicio una frase a modo de acertijo) es algo que conseguiremos sin ni siquiera preocuparnos. De todas formas el juego sí que cuenta con un verdadero "motor" que lo hace avanzar: su historia. Nos será contada a través de unas cartas que iremos recibiendo, y es sencillamente cautivadora. Además, esta cargada de un gran peso moral que dota de mayor interés a la aventura, aunque es rematado con un final un tanto pesado donde todo se vuelve explícito. Es sin duda magistral como el juego consigue transmitir un mensaje tan profundo a través de una aventura tan aparentemente inocente y simpática. Todo lo que al principio nos hacía reír y sonreír se irá oscureciendo poco a poco para tomar importancia en otras dimensiones. Sin duda el segundo mayor estandarte de Little Inferno. 

Los videojuegos están hechos para dejar volar nuestra imaginación, para transportarnos a historias y mundos diferentes y mágicos, para de alguna manera hacer realidad nuestros sueños. Y cuando somos pequeños, antes de soñar ir al espacio, masacrar zombies o conducir a 300 km/h nos atraen las cosas más simples, más experimentales y más puras, como el fuego. Little Inferno recoge todas esas sensaciones.

Trisomico / 16 de enero de 2013 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

2,1 Espantoso

Little Inferno: Muérete de aburrimiento
¿Cuántas veces de niños no habremos jugado con las cerillas o mecheros que encontrábamos por casa a quemar todo lo que se nos pusiese por delante?

Eso es lo que es Little Inferno. Un "juego" en el que lo único que tienes que hacer es quemar todo lo que puedas comprar en unos catálogos. Solo eso. Quemar y quemar, y bueno, también perder el tiempo en buscar combinaciones de elementos que se puedan quemar juntos. Hacer click en el catalogo, seleccionar el elemento que quieras comprar, esperar a que te llegue (¡Si! ¡Tienes que estar perdiendo el tiempo hasta que te llega el pedido!), sacarlo de la caja, arrastrarlo al hogar y prenderle fuego a todo lo que tengas acumulado... (ironic mode on) Un derroche de imaginación y entretenimiento... (ironic mode off)

Una variedad de acciones escasisima, algo completamente repetitivo, todo disimulado con una "historia" de amistad entre vecinos que no va a ningún lado, ya que no tendrás ningún tipo de interacción con nada que no sea la dichosa chimenea y los catálogos. Todo esto aderezado con una banda sonora escasa. repetitiva, que se te mete en el cerebro para rebotar entre tímpano y tímpano hasta que desees que te explote la cabeza con tal de no oír una mas nota o sonido alguno... todo esto para llegar a un final de lo mas absurdo y sin sentido...

Lo único que se salva de este "juego" son los gráficos. Muy bonitos, si señor. Para quitarse el sombrero. Pero solo tiene eso, gráficos.

Si piensas gastar tu dinero y tu tiempo en algo mas útil que en este juego, comprate un yo-yo. Le sacaras mas partido.

Sg91 / 28 de diciembre de 2012 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

8,7 Excelente

¡¡Más madera!! ¡¡Es la guerra!!
Y es que hasta Marx hubiera dicho lo mismo si hubiera visto el juego; el fuego purificador lo consume todo y en este juego esa regla se cumple a rajatabla. Nunca quemar cosas fue tan sencillo, divertido y hasta adictivo; con una mecánica más sencilla que el andar de pie, el jugar se convierte en algo fugaz pero consistente. Tan solo hay que quemar todo lo que se nos ponga a nuestro alcance gracias al sistema monetario inverso; cuanto más quememos y más intenso e impresionante sea el fuego más dinero adquiriremos. Los gráficos son suaves y muy bien definidos, hay veces que me he quedado pensando: "y está hecho por cuatro gatos, literalmente". La forma en la que el fuego puede reaccionar ante los diferentes objetos que podemos quemar es muy variada y gráficamente hablando es una maravilla; y no solo es el fuego el que reacciona, sino los objetos también. Muñecos que gritan al arder, bombillas y pilas que revientan, tostadoras y tostadas que aúllan... más original imposible. La historia es toda una analogía a la situación actual, al consumo desaforado y una critica a todo lo que nos rodea.

Little Inferno es otra muestra palpable de que los juegos indie tienen mucho, mucho que decir; y, por supuesto, que no es necesario tener a un equipo de cien personas para crear algo nuevo, innovador y entretenido...  ¡¡Más madera, traed más madera!!