Nickyou / 26 de febrero de 2018 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

9 Magnífico

Analisis The Swapper (PC)
The swapper es un excelente juego indie de puzzles, en la piel de una persona que puede crear clones y transferir su conciencia al cuerpo de sus clones, creando a la larga una duda existencial sobre quien somos en realidad, o si nuestro cuerpo es un mero recipiente de nuestra conciencia. Pueden haber simultaneamente 4 de "nosotros", y cuando el personaje que controlemos se mueve, los clones replican nuestros movimientos exactos, algo que es muy util a la hora de realizar los puzzles para conseguir orbes, que nos sirven para ir desbloqueando nuevos lugares con el objetivo de saber que paso y poder escapar de alli. Apartados:

Jugabilidad: Una jugabilidad muy innovadora y refrescante, con una dificultad muy alta en algunos puzzles
Graficos: Unos graficos excelentes, y no hace falta una pc potente para correrlo a una resolucion alta
Sonido: La musica que se escucha de fondo te mete en ambiente, aunque carece de una buena banda sonora
Innovacion: Un juego indie de puzzle, con una tematica muy interesante y muy innovadora en aspecto jugable

MacGyver-93 / 15 de septiembre de 2017 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

7,5 Bueno

Existencialismo sesudo en el espacio
Juego de rompecabezas de atmósfera espacial y ciencia ficción, con un diseño de niveles muy interesante y con una curva de dificultad bastante equilibrada. La estructura de niveles se conecta a partir de un mapa de diseño "metroidvania" en el que hay espacio para una suerte de historia con un trasfondo de corte filosófico y donde se tratan temas como el alma, la existencia, la muerte e incluso Dios.

La gracia de los rompecabezas recae en el denominado "swapper", un artilugio que nos permite crear clones de nosotros mismo y poseerlos a voluntad, dando pie a todo un conjunto de esquemas jugables muy adictivos y, según el transcurso del juego, sesudos en los niveles más complejos. No llegarás a quedarte bloqueado como tal en todo el juego, pero sí que tendrás situaciones en las que pasarás tiempo dándole vueltas a un mismo nivel hasta dar con su solución.

Los únicos puntos que destacaría a menos son que la duración es bastante contenida, entre 5-6 horas, y que no esta doblado al castellano, aunque podréis encontrar en la red un parche no oficial para subsanar esta cuestión. Por todo lo demás es un videojuego muy recomendable si se busca un entretenimiento directo y que te plantee un reto intelectual.

AeroGamer / 21 de octubre de 2014 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

7,5 Bueno

Un rompecabezas de otra galaxia.
The Swapper es un título indie de rompecabezas que se basa en el uso del objeto que da nombre al juego para llevar a cabo una serie de desafíos que te tendrán entretenido alrededor de 4-5 horas.
La mecánica es "sencilla": Es un plataformas en 2D cuya esencia radica en la obtención de orbes para desbloquear nuevas estancias y seguir avanzando. Para alcanzar dichos orbes debemos utilizar el "Swapper", esto es, una especie de pistola con dos funcionalidades:crea clones a una distancia y ángulos controlados por el ratón (click derecho) y "traspasar la consciencia" de nuestro personaje a una de las copias (click izquierdo) 
Si muere un clon (aplastado o por una gran caída) no ocurre nada. Si muere el personaje que estemos controlando tendremos que volver a empezar.
Conforme avanzamos aparecerán zonas en las que una de estas dos funcionalidades se bloquea (una zona bañada en luz roja impiede cambiar el control del personaje y una azul generar el clon), dando una vuelta de tuerca al puzle y haciendo que existan algunos bastante desafiantes. La historia trata de ser absorbente y plantear temas complejos que desembocan en un final que a algunos agradará más que a otros.

Lo mejor:
+ Puzles entretenidos y con mecánicas suficientemente distintas para que no sea monótono
+ Banda sonora: Soledad y misterio en el espacio que genera un ambiente idóneo para la historia.
+ Estética: Han sabido jugar muy bien sus cartas y el título se presenta con una paleta de colores y unos decorados absorbentes.

Lo peor:
- Escasa duración (unas 4 horas para terminarlo deteniéndote en algunos puzles más complejos)
- Nula rejugabilidad: No hay distintas dificultades, si completas el juego no hay ningún aliciente en volver a realizar puzles de los que conoces la solución. Quedará olvidado en la cuenta de Steam durante años.
- No es excesivamente barato (14€), merece la pena adquirir el juego en rebajas.

En definitiva, si lo ves a un precio razonable no te va a defraudar.

Enekoari / 29 de junio de 2014 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

9 Magnífico

¿Hola?...
Brillante, esa es la palabra con la que me he quedado nada más terminar esta joya de juego. Cierto es que no esperaba mucho de él, un juego del que poco se habla pero me llamaba mucho esa ambientación y el estilo plataformero. La verdad, una de las mejores compras que he hecho en mucho tiempo. Gran trabajo de Facepalms Games.

Argumento

En the Swapper, seremos una astronauta que aparece en una estación espacial de un lejano planeta. Al principio estaremos desconcertados, sin mucha idea de lo que ha pasado en la estación, que nos ha llevado hasta alli o de lo que nos vamos encontrando por el camino. Pero a menudo que vamos avanzando, la trama te va enganchando de una manera asombrosa, culminando con un final de esos que dejan huella, en una palabra, sublime.

Jugabilidad

Al poco de empezar a jugar nos encontraremos con el dispositivo que da nombre al juego, el Swapper, una especie de arma/linterna que tiene la habilidad de crear clones de nosotros y teletransportarse entre ellos. Con su ayuda avanzaremos por la estación completando puzzles muy originales y algunos con bastante dificultad.
El dispositivo tiene la limitación de crear 4 clones, y cada clon creado se moverá al unísono junto al personaje, con esta curiosa jugabilidad tendremos que completar los puzzles, estrujandonos el coco en mas de una ocasión por que todos los clones este en la situación que queremos.
A medida que vamos avanzando por las distintas zonas y resolviendo puzzles, iremos recogiendo orbes que nos permitirán acceder a otras zonas, hasta ese momento innaccesibles.

Gráficos y Sonido

Los gráficos quizas es el apartado más flojo de este titulo, hablando tecnicamente, pues en el diseño nos encontramos con una ambientación muy inmersiva, la cuál nos metera de lleno en la historia gracias a la sensación de soledad que desprenden los niveles por los que nos adentramos, algunos de ellos sencillamente geniales.
El apatado de sonido es otro de los puntos fuertes del titulos, con unas melodias que te harán sumergirte en esa estación espacial, como si estuvieras en ella, con algunos sonidos muy intrigantes pero que siempre van cogidos de la mano con la trama y los diferentes niveles.
El juego está en inglés, pero podremos descargarnos una traducción al español, realizada por nuestros compañeros de clan DLAN. Tienen su propia web, además de un grupo en Steam.

Conclusión

Estamos ante un titulo excelente del género plataformero, con unos puzzles muy logrados y una ambientación excelente. Además con una historia que te soprenderá a cada esquina y que no podrías imaginar al empezar a jugarlo, un final realmente bueno a mi modo de ver. El juego para mi solo tiene dos pequeños fallos, uno es la corta duración (5-7h aprox), aunque por la relacion precio/duración se puede considerar aceptable y el otro es la escasa rejugabilidad que tiene. Aun así es un imprescindible para cualquier amante de los videojuegos y sobretodo de las buenas historias, te sorprenderá este indie mas que muchos tripleA.

PD. Podreis alargar la duración del titulo intentando conseguir los logros sin ayuda de una guia, si lo conseguis, mandadme un mensaje :P

Mertens / 31 de mayo de 2014 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

10 Inolvidable

The Swapper
Una cápsula de escape humeante se estrella contra la superficie de ese vacío mundo moldeado en arcilla y su ocupante sale al exterior. No hay escapatoria, y no queda más posibilidad que investigar la base espacial…   Allí es donde el Astronauta descubre el Swapper, el “Intercambiador”, que da título al videojuego y conforma la piedra angular de sus mecánicas, siendo a la jugabilidad de la obra lo que la pistola de portales al Portal.  El Swapper es un artilugio que permite a su usuario crear hasta cuatro clones de sí mismo que responderán al control con idénticos movimientos a los suyos, ralentizándose el tiempo durante la creación del nuevo cuerpo. Pero su nombre no es en vano y cuenta con la aún más sorprendente capacidad de “intercambiar”, de transferir la consciencia de su poseedor al cuerpo de alguna de sus réplicas.   En el periplo del Astronauta por la base, ambas facultades serán de gran utilidad la hora de resolver los puzzles, cuyo fin es conseguir orbes de energía que permitirán su avance por puertas, ascensores, teletransportes… Hasta llegar a cualquiera que sea su destino último.  Los rompecabezas requieren de nuestros clones para tareas aparentemente anodinas como llegar a lugares alejados o elevados, presionar placas de presión, mover objetos fuera de nuestro alcance… Mientras que la transferencia de consciencia nos permite escapar de la muerte y hacer uso del Swapper: solo si muere el cuerpo que alberga la consciencia del Astronauta toparemos con el "game over"; y solo el cuerpo que en ese momento se halla en posesión de esa consciencia puede utilizar el Swapper. De esta manera las réplicas son desechadas sin miramientos para alcanzar nuestros fines.   Aunque al margen de las implicaciones del artefacto, resolver los rompecabezas no es tan simple: el movimiento al unísono de todos los clones hace ardua su resolución en más de una ocasión, y transferir la consciencia no siempre es posible debido a la interposición de obstáculos. El impedimento más distintivo y recurrente consiste en unas radiaciones luminosas de colores rojos, azul y violeta, que impiden en el área que abarcan transferir la consciencia, crear clones o ambas respectivamente para aumentar el reto.  No obstante, he de decir que la mayoría de los puzzles no son excesivamente complicados –aunque tampoco fáciles por ello–, y su dificultad se deriva más del cálculo en ocasiones milimétrico de posiciones y movimiento más que del hecho de visualizar la solución. A veces es una cuestión de intentar con paciencia más que de inteligencia.  Pero probablemente el aspecto que más salta a la vista y que aúna jugabilidad, historia y ambientación es el hermoso apartado artístico y el diseño de los niveles.  Durante las entre seis o siete horas de duración, pasarán ante nuestros ojos escenarios de lo más variados en el interior de las instalaciones abandonadas. La salvaje y colorida vegetación del invernadero, la quietud de las que fueron las estancias de sus habitantes, la inhóspita y rocosa superficie del planeta, el vacío azul en gravedad cero… Todo con un toque artesanal producto de unos modelos de arcilla que transmiten sensaciones encontradas de melancolía, soledad y calidez.

Sepherim / 5 de marzo de 2014 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

4 Pésimo

Repetitivo
El planteamiento de The Swapper es bueno: puzzles basados en el espacio y el lugar que ocupamos en ello, así como en los clones. Bien hasta ahí, el problema es que a la hora de plasmarse el resultado va perdiendo interés a medida que avanzamos porque los puzzles se hacen todos con esos mismos mimbres, lo cual al final da cierta sensación de que estamos haciendo lo mismo una y otra vez. Además, son puzzles que tienen una clara inspiración en juegos como Braid, donde son aprovechados mucho mejor. Los gráficos son también bastante monótonos, abusando del gris y con poca variedad, y las animaciones del personaje bastante básicas. El sonido cumple, pero sin aspavientos. Lo cual, en resumen, acaba haciendo un juego que pierde interés rápidamente pese a su original punto de partida.

Stimme / 27 de enero de 2014 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

9 Magnífico

Crisis de identidad en un bello relato
Los juegos indies suelen dar alegrías, y con Swapper lo han hecho, aunque a un nivel tan alto que no esperaba. La cuidada belleza oscura y sobria de los entornos, y el aspecto sonoro, a veces opresor a veces melodioso, son el escenario perfecto para un juego tan cuidado en su panteamiento como en su jugabilidad.
A través de una extraña base espacial iremos avanzando junto a nuetro astronauta y su artilugio para crear clones y alternarse con cualquiera de ellos, y así alcanzar los orbes que le permitirán ir profundizando más en las entrañas de esta historia, simple pero profunda a la vez, dónde el quienes somos queda en entredicho.
El juego nos establece unas reglas simples para resolver unos puzzles nada fáciles, haciéndo de esta obra una auténtica gozada y para mi una de las sorpresas recientes (lástima no haberme hecho con él en su día).
Así da gusto.

Okret / 20 de octubre de 2013 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

9 Magnífico

The Swapper; una gran historia en el espacio
Si, amigos, en este juego podrás crear clones con la arma que conseguiremos apenas al principio del juego, llamada (adivinad) The Swapper. Dicha arma nos dará la habilidad de crearnos hasta 4 clones que se moverán al mismo tiempo y en la misma dirección que nosotros, dando así juego a mil y una combinaciones de ahora crea este clon, ahora destruirlo porque no tienes suficientes clones, mételo en el agujero para que pulse el botón sin que tengas que moverte para que no deje de pulsarlo.
Además de crear clones, deberemos tener en cuenta que la pistola nos permitirá intercambiarnos por nuestro clon, dejándonos justo en la misma posición donde estaba el clon, como si lo poseyéramos, algo digno de ver. Y eso no es todo, habrás de tener en cuenta ciertos tipos de mecánicas, como bien el humo de color azul o rojo, que no nos permitirá clonar o teletransportarnos entre clones (o ambas cosas a la vez si es humo lila). 
Por tanto, esta experiencia me recordó al legendario Portal por varias cosas, y una de ellas es que habrá que utilizar un elenco de habilidades que tendremos desde el principio del juego, pero combinándolas de una forma correcta para resolver el rompecabezas, que a veces será realmente fácil y otras veces bastante imposible.

GamerFolk / 10 de septiembre de 2013 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

9 Magnífico

¿Hay alguien ahí?
Estación de investigación espacial Theseus, planeta Chori V. 

Una cápsula de escape humeante se estrella contra la superficie de ese vacío mundo moldeado en arcilla y su ocupante sale al exterior. No hay escapatoria, y no queda  más posibilidad que investigar la base espacial… 

Allí es donde el Astronauta descubre el Swapper, el “Intercambiador”, que da título al videojuego y conforma la piedra angular de sus mecánicas, siendo a la jugabilidad de la obra lo que la pistola de portales al Portal.

El Swapper es un artilugio que permite a su usuario crear hasta cuatro clones de sí mismo que responderán al control con idénticos movimientos a los suyos, ralentizándose el tiempo durante la creación del nuevo cuerpo. Pero su nombre no es en vano y cuenta con la aún más sorprendente capacidad de “intercambiar”, de transferir la consciencia de su poseedor al cuerpo de alguna de sus réplicas. 

En el periplo del Astronauta por la base, ambas facultades serán de gran utilidad la hora de resolver los puzzles, cuyo fin es conseguir orbes de energía que permitirán su avance por puertas, ascensores, teletransportes… Hasta llegar a cualquiera que sea su destino último.

Los rompecabezas requieren de nuestros clones para tareas aparentemente anodinas como llegar a lugares alejados o elevados, presionar placas de presión, mover objetos fuera de nuestro alcance…  Mientras que la transferencia de consciencia nos permite escapar de la muerte y hacer uso del Swapper: solo si muere el cuerpo que alberga la consciencia del Astronauta toparemos con el "game over"; y solo el cuerpo que en ese momento se halla en posesión de esa consciencia puede utilizar el Swapper. De esta manera las réplicas son desechadas sin miramientos para alcanzar nuestros fines. 

Aunque al margen de las implicaciones del artefacto, resolver los rompecabezas no es tan simple: el movimiento al unísono de todos los clones hace ardua su resolución en más de una ocasión, y transferir la consciencia no siempre es posible debido a la interposición de obstáculos. El impedimento más distintivo y recurrente consiste en unas radiaciones luminosas de colores rojos, azul y violeta, que impiden en el área que abarcan transferir la consciencia, crear clones o ambas respectivamente para aumentar el reto.

No obstante, he de decir que la mayoría de los puzzles no son excesivamente complicados –aunque tampoco fáciles por ello–, y su dificultad se deriva más del cálculo en ocasiones milimétrico de posiciones y movimiento más que del hecho de visualizar la solución. A veces es una cuestión de intentar con paciencia más que de inteligencia.

Pero probablemente el aspecto que más salta a la vista y que aúna jugabilidad, historia y ambientación es el hermoso apartado artístico y el diseño de los niveles. 
Durante las entre seis o siete horas de duración, pasarán ante nuestros ojos escenarios de lo más variados en el interior de las instalaciones abandonadas. La salvaje y colorida vegetación del invernadero, la quietud de las que fueron las estancias de sus habitantes, la inhóspita y rocosa superficie del planeta, el vacío azul en gravedad cero… Todo con un toque artesanal producto de unos modelos de arcilla que transmiten sensaciones encontradas de melancolía, soledad y calidez.

Aún sin apenas filtros ni alardes tecnológicos, la creatividad suple la modestia del aspecto técnico del juego, que cumple correctamente con su cometido.

La banda sonora suma sus melodías de piano a la densa atmósfera que crea su arte gráfico, siendo un perfecto complemento de fondo a los sentimientos anteriores, con la salvedad de que acaban repitiéndose un tanto. Sin embargo y curiosamente, de todos los sonidos que despliega el juego, tal vez uno de los más relevantes sea el ruido quedo de un clon cayendo inerte en el suelo…

¿Por qué? Esa es una de las preguntas que nos suscita la bien construida trama, en la que el Swapper tendrá su papel más allá del gameplay.

La historia se encuentra completamente integrada en el juego, sin intrusismos ni cortes, abordando cuestiones filosóficas sin llegar a la pedantería. Si quieres saber todo sobre la base, los experimentos, el Swapper, sus implicaciones morales, la existencia del alma y el pensamiento… Tendrás que ir en busca de ella, ya que ésta no vendrá a ti en forma de cutscenes.

Así, el relato se narra a través de paneles o consolas que tendremos que encontrar, algunos con localizaciones rebuscadas y otras más evidentes, si bien no es la única forma de la que descubrir más sobre lo que pasó en el lugar y el curso de la acción desvelará algunos misterios u os sumergirá más en ellos. 

Y es que tal vez el elemento narrativo más curioso sean rocas de aspecto meteorítico de origen desconocido... 

Porque quizá, al pasar frente a ellas, en la estación de investigación abandonada Theseus del planeta Chori V, escuches alto y claro en tu mente una pregunta, una palabra…

“Hello?”

Mandragora2 / 9 de julio de 2013 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

8,5 Excelente

Muy bueno
El juego es excelente gráficamente. Si lo juegas en la noche en 1920x1080p parece que teletransportáras al Theseus el Mundo donde se desarrolla esta curiosa aventura. El utilizar clones es brutal. El juego de luces simplemente me dejo perplejo. El sonido de ambiente es más que suficiente para adentrarte en el juego. Un joyita indie bastante interesante de jugar. Bastante recomendado para quienes les gusten las plataformas.