Papers, Please
Papers, Please
Fecha de lanzamiento: 8 de agosto de 2013
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PCVitaMaciOS
Análisis de los lectores (Papers, Please)
8,4

Papers, Please

“Muy Bueno”
(Nota media sobre 19 análisis)
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Análisis de Papers, Please / Opiniones de Usuarios
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Soycritico / 24 de febrero de 2023
Jugabilidad:
Gráficos:
Sonido:
Innovación:
8,5
Excelente

Uno de los mejores Indies

Es precioso, una idea bastante original pero puede llegar a aburrir en cierto modo ya que es muy repetitivo, la historia y su trama tambien es buenisima, y la innvacion no se diga, probablemente uno de los mas innovadores, me encanto la primera vez que lo jugue, se me hizo brillante y aparte tiene muy buen soundtrack, a este punto yo creo que Lucas Pope es un genio por haber creado esta obra, no estoy exagerando, si es muy bueno sin contar con unos graficazos o asi, realista y muy bonito.
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Peddro19 / 3 de agosto de 2019
Jugabilidad:
Gráficos:
Sonido:
Innovación:
9
Magnífico

Una reseña más - Papers, Please.

Actualmente, Lucas Pope posee un prestigioso nombre dentro de la industria del desarrollo independiente de videojuegos. Dicha reputación se la ganó por completo gracias a su último título, Return of the Obra Dinn, que fue nominado a videojuego del año (G.O.T.Y) en 2018, pero comenzó a forjársela realmente cuando puso a la venta su tercer trabajo. Corría el año 2013 y el auge de los videojuegos independientes recién estaba comenzando, cuando Papers, Please vio la luz y rápidamente se convirtió en una de esas obras que contribuyeron a elevarlos cada vez más hasta ser tan tenidos en cuenta como hoy. A continuación, daré mi opinión acerca de Papers, Please, un título de 8 bits que ofrece una experiencia tan excelente como alejada de los estándares a los que estamos acostumbrados. Si hubiese que encerrarlo en un género yo diría que el adecuado es el de la simulación, pero en verdad representa una obra única en sí misma y que absolutamente todo el mundo debe probar. La aventura transcurre durante los meses de noviembre y diciembre de 1982 en Arstotzka, un país comunista que acaba de terminar una guerra de larga trayectoria con Kolechia, su nación vecina. El conflicto nació a partir de las pugnas entre ambos Estados por ejercer la soberanía sobre el territorio de la región fronteriza de Grestin, en la que Arstotzka ha instalado una aduana protegida por fuerzas armadas en pos de tener el control total y absoluto de quiénes entran y quiénes no al país. Nosotros, el jugador, seremos elegidos en la lotería de trabajo y obtendremos un empleo, justamente, en el puesto fronterizo de Grestin y seremos trasladados, junto a toda la familia, a Grestin oriental. A partir de aquí, bajo la tutela del Ministerio de Admisiones, dictaminaremos quiénes pasarán a territorio arstotzko bajo nuestro sello y quiénes quedarán fuera. La jugabilidad se basa en, principalmente, corroborar que la documentación de diferentes personas deseosas de ingresar a Arstotzka sea válida. Durante los primeros días, deberemos fijarnos que los pasaportes no estén caducados, que las fotos de estos coincidan con el aspecto del solicitante y en detalles menores, pero conforme avance la aventura el Ministerio de Admisiones nos exigirá una mayor rigurosidad, lo que se traduce en pequeñas mecánicas añadidas que deberemos tener en cuenta a la hora de visar un pasaporte. En un momento se vuelve caótico, pero nunca aburrido. Según el rendimiento que tengamos en cada jornada laboral, que dura un tiempo determinado, se nos dará cierta cantidad de créditos con los que mantendremos a nuestra familia. Si tenemos el dinero suficiente, podremos ascender de clase social pero el alquiler, la calefacción y la comida saldrán más caros, y si al siguiente día obtenemos muchas amonestaciones cualquier mínimo equilibrio económico puede desmoronarse. La gestión de la familia es muy sencilla, pero puede dar bastantes quebraderos de cabeza y es la manera más gráfica en la que el videojuego nos enseña la decadencia que Arstotzka atraviesa. Entonces, ¿en qué puede destacarse un videojuego con una primicia tan simple, que nos pone en la piel de un empleado de la aduana de un disfuncional país ficticio con problemas para mantener a sus parientes? Bueno, Papers, Please, además de ser extremadamente divertido, pretende y consigue plasmar una realidad pretérita e histórica con estas peculiares pero sólidas bases y mecánicas jugables. La obra de Lucas Pope nos sumerge en la vida de una persona que todos los días debe luchar y observar la lucha de los demás contra el sistema que los rige, y cómo este destruye sus vidas. El comunismo en Papers, Please es representado como un sistema de distribución de la pobreza, funcional sobre todo en regímenes totalitarios como el de Arstotzka ya que toda revelación contra el "orden", toda norma que se viole, será duramente penalizada por un gobierno de características fuertemente autoritarias. El presente videojuego nos muestra esta realidad, nos sitúa como esclavos de la misma y nos otorga la posibilidad de elegir si seremos sumisos al sistema o no tanto. Constantemente, al puesto fronterizo de Grestin llegarán personas que nos propondrán tratos, que irán desde ayudar a una asociación secreta que supuestamente salvará a Arstotzka de sus corruptos líderes, permitiéndoles el paso a agentes encubiertos de diversas maneras, hasta dejar entrar a un potencial asesino porque él nos asegura que en verdad no ha hecho nada. El jugador es quien tiene la última palabra, ¿pero a qué costo puede seguir su propia voluntad? Papers, Please tiene nada más ni nada menos que veinte finales bien distintos, lo que implica que prácticamente todas nuestras decisiones y errores son importantes. Tal es así, que al primero podríamos llegar en cuestión de diez minutos, y al último en cuatro horas. Todo depende de cuántos días aguantemos en el cargo de inspector sin que el gobierno se apropie de nuestras ganancias porque se dispararon mínimamente; sin que las cuentas financieras nos den números negativos o sin que se descubra que hemos estado ayudando a quienes no debíamos, quizás sin darnos cuenta. Todas nuestras acciones, la vida del tácito sujeto al que manejamos, son monitoreadas por el deleznable gobierno arstotzko. La libertad no existe ni siquiera a modo de utopía en Papers, Please; el miedo se disfraza de satisfacción cuando no se cometen errores. Evidentemente, de esos veinte finales, diecinueve pueden considerarse malos e inevitables dadas las circunstancias... Esos diecinueve finales son la condena por no seguir las reglas. Por su parte, el hecho de que la experiencia meramente jugable de Papers, Please sea la manera en la que el título trata la alienación de los trabajadores en tiempos de la Unión Soviética; ya que Arstotzka y todos sus conflictos con países vecinos no es más que una analogía a dicha nación, desde la totalitaria forma de gobierno hasta el insostenible sistema comunista; es brillante. El jugador debe estar atento a cada vez más detalles para cumplir con su labor, pero estas tareas son rápidamente automatizadas a fuerza de repetición y todo termina fluyendo, la sensación de estar en la piel de un empleado común que solo se debe a su trabajo, pero a la vez se ve ahogado por presiones gubernamentales y es tentado por otros igual de desgraciados a salirse del sistema con tal de vivir un poco mejor, a sabiendas de que se pone en riesgo a sí mismo y a su familia, está muy bien conseguida. En verdad, todo el conjunto de Papers, Please es excelente. No hay absolutamente nada que destaque por sus defectos, más allá de que a veces se requiere de un nivel de atención supremo para visar un pasaporte de la manera correcta, que cuando hayamos visado un pasaporte de tal o cual manera sin querer no podamos corregirlo antes de entregárselo al solicitante, o errores conceptuales en la traducción que para nada influyen de manera negativa en la experiencia. Es un videojuego que jamás aburre al usuario, y que lo invita a descubrir cada uno de sus finales variando su accionar entre partida y partida simplemente para ver qué pasa. En lo referente al aspecto técnico, Papers: Please, pese a ser un videojuego de 8 bits, posee un diseño artístico cuando menos tan simple como llamativo, que lo dota de esa atmósfera oscura y medio bizarra que resulta muy compatible con la naturaleza del título y a su vez le otorga una estética inconfundible. Aunque, en verdad, lo más destacable de este aspecto es la banda sonora, que hará acto de presencia en el menú principal, en la transición entre un día y otro y cuando veamos algún final. La verdad es que varía muy poco pero en cada aparición se destaca con creces; el tema del menú principal está a un excelente nivel para tratarse de una pista confeccionada por una única persona. En PC, Papers, Please ofrece un buen rendimiento como era de esperarse, ya que prácticamente cualquier máquina, por más desactualizados que estén sus componentes, podría soportarlo a la más absoluta perfección. A modo de conclusión, creo que Papers: Please es un videojuego accesible para todos los públicos. Hay quienes se interesarán en él solo por lo absurdamente divertido que resulta, y quienes lo harán intentando entender el contexto que rodea a nuestro personaje y a Arstotzka, estableciendo comparaciones con diferentes hitos históricos que ocurrieron en la realidad. Este es un mérito increíble ya que, al fin y al cabo, Papers, Please es un videojuego más bien sencillo y sobre todo, nacido del desarrollo independiente. No ha necesitado millones de dólares en su confección para dejar mella en quienes lo han probado, sino que todo su encanto y personalidad radican en su misma naturaleza, una muy extraña en la industria de los videojuegos pero que ha atrapado a miles de usuarios. Yo elijo quedarme con las casi diez horas de diversión que Papers, Please me ha aportado, una experiencia original que seguiré disfrutando en el futuro y que me fascinó, pero también rescato lo bien que Lucas Pope ha sabido construir una atmósfera en la que el jugador se sumergirá más temprano que tarde en la piel del inspector y en todas las emociones que este debe atravesar, a base de mecánicas jugables implementadas con maestría tanto para el funcionamiento del conjunto como en relación a lo que este intenta trasmitir. Gloria a Arstotzka.
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AwesomeMan02 / 7 de diciembre de 2015
Jugabilidad:
Gráficos:
Sonido:
Innovación:
7,5
Bueno

Abre la aduana, podras conllevar sus retos?

Historia asombrosa, Pixel Art agradable a la vista y una música un poco pegadiza. Si, después de muchos años Arstotzka decidió abrir sus puertas, pero tu eres el encargado de que nada malo pase. En un pais corrupto, ve como sufre ataques terroristas, decide quien es el verdadero enemigo, y ruega que tu decisión no te lleve al desempleo. Al principio sera fácil, pero al aumentar los ataques, aumenta la seguridad y eso te lleva a dedicar mas tiempo entre cada persona. Mantén a tu familia sana, no gastes de mas, mantén los ojos abiertos, y lo mas importante... Gloria a Arstotzka
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AccelGold / 19 de noviembre de 2015
Jugabilidad:
Gráficos:
Sonido:
Innovación:
7
Interesante

No está mal. Nada mal...

El juego es sencillo: Eres el controlador de las aduanas entre varios países y tu misión es impedir la entrada a la gente que intenta traspasar aduanas con sus permisos mal hechos. A medida que el juego avanza, cada vez deberás comprobar más datos de cada visitante a las aduanas, y si no estás atento, siempre se te puede colar alguien sin permisos. El juego tiene sus toques graciosos y salseos concebidos como la decisión entre unirte a terroristas por sobornos o apoyar a tú país, relamerte y dejar atrás las ordenes de seguridad sobre la gente, trabajar duro para mantener tu familia y en realidad, nada mas. La jugabilidad es sencilla pero aburrida, así que 2 estrellitas. Más no merece. Sus gráficos son diferentes a los de muchos juegos. Bastante decepcionantes para algunos, pero aceptables para otros. Para mi, un aprobado. Sonidos son pocos, pero la música y efectos de sonido están bien. Por suerte para ellos son pocos. Nunca he visto un juego así, por lo que un 5 estrellas en Innovación ^^ Es un juego casual que como he dicho, va evolucionando a medida que juegas, por lo que siempre habrá ese "algo" que te llame para seguir jugándolo hasta el final. Eso me gusta, y seguro que a otros también. Sus detalles son muy realistas. Lo verás si juegas. Tenemos el peso y medida de los visitantes, papel de identificación, huellas, fotos de cuerpo desnudo, permisos de trabajo, tarjeta de identidad, permiso de entrada, DNI... Y para la guinda del pastel, igual te comes algún insulto y alguna sorpresita más.
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ProGamer3000 / 6 de noviembre de 2015
Jugabilidad:
Gráficos:
Sonido:
Innovación:
8,5
Excelente

Original e Interesante!

La jugabilidad roza la perfección dentro de su genero, sobre todo es bastante intuitivo y fácil de aprender, te limitas a tratar de adivinar quien te engaña. Los gráficos son bastante graciosos y temáticos siendo ellos perfectos dentro de su genero. El sonido es muy bueno, sobre todo la música es muy pegadiza y va acorde con la temática de la historia. Es un increíble juego sobre todo para pasar unos buenos ratos, a pesar de que sus historias y los finales son interesantes, pudo haber tenido una mejor historia. Recomiendo este juego.
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Emideadman / 9 de agosto de 2015
Jugabilidad:
Gráficos:
Sonido:
Innovación:
8,5
Excelente

¿Gloria a Arstotzka?

CALIFICACIÓN - 8,5 Cada cierto tiempo llegan juegos tan personales y unicos que logran captar la atención de todos los ojos. "Papers, please" es uno de esos titulos, una experiencia, un mensaje y un videojuego que nos metera trabajar y sobrevivir a su propuesta. Gráficamente el juego no ofrece mucho. Su estilo visual está muy definido y sabe aprovecharlo, sus colores oscuros, sus ilustraciones en pixeles y su modo de representar los elementos cumplen rotundamente su cometido y nos meten, gracias a su direccion artistica (aunque limita al cruce fronterizo donde trabajamos), en la atmosfera opresiva y decadente del videojuego. Tanto el escenario, como la interfaz y las diferentes personas poseen un estilo muy particular y que deja de lado la belleza para resultar tosco, y hasta algo feo, para asi potenciar el mensaje del titulo. En lo sonoro tampoco hay demasiados alardes. Un tema principal pegadizo, efectos de sonidos rotundos y monotonos y voces simuladas en un balbuceo agotado e inentendible. El cariz grave y decadente de toda la banda sonora trabaja en conjunto con el aspecto visual para meternos en la atmosfera de "Papers, please", transmitirnos el agobio de la vida que lleva nuestro protagonista y el contexto que vive el pais. La historia no se centra en solo en nosotros, sino en Arstotzka. Un pais con inspiración sovietica que abre sus fronteras y donde nosotros deberemos controlar la aduana mientras respetamos sus rigurosas imposiciones. Trabajar, mantener a nuestra familiar y tomar decisiones de indole moral que pondran en juego dinero, ayuda a personas e incluso los interes del gobierno o los rebeldes. Más que una historia, un mensaje. Una critica politica. Lo jugable es el aspecto mas caracteristico de este titulo y lo que lo hace tan unico. Un juego que logra transmitirnos perfectamente la monotonia de este trabajo y la presion por hacerlo bien para poder mantener a nuestra familia. Empezaremos por lo facil, controlar pasaportes y sus datos, pero a medida que avancemos las mecanicas se complejizaran constantemente para siempre ofrecer algo nuevo. Fichas de informacion personal, tickets, sellos, comprobantes de trabajo y hasta controlar el posible contrabando, todo se sumara y evitar que alguna persona se nos escabulla sera cada vez mas dificil. A su vez, los dias en los que estan divididos la campaña contaran con la presencia de eventos como ayudar a personas, hacer tratos con un guardia o cooperar con un grupo de la resistencia. Decisiones que dependeran de nosotros, pero habra que tener en cuenta las consecuencias. Lo que podria parecer aburrido, y es que busca ser monotono en pos de transmitir algo, logra ser divertido e incitarnos a terminar su campaña por completo (y es que si perdemos, habra que empezar de nuevo o de un punto anterior). La campaña dura aproximadamente 4-5 horas y no ofrece incentivos para ser rejugada, ya que su propuesta sí se reciente en una segunda pasada. Ademas, a pesar de que el titulo sea excelente en su apartado jugable, la falta de mas incentivos se suma al hecho de que la representacion de la familia que mantenemos esta reducida a un mero puñado de palabras y numeros como si fueran estadisticas, lo que quita cualquier posible rastro de empatia. En conclusion, un muy buen juego indie que merece ser probado. Una experiencia diferente, con un mensaje fuerte y maravillosamente plasmado en un videojuego. Nos ponemos el saco y nos vamos a trabajar bajo el gris manto de "Papers, please".
1 VOTO
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Alejojn / 17 de febrero de 2015
Jugabilidad:
Gráficos:
Sonido:
Innovación:
9,5
Imprescindible

Un juego unico

Es un juego innovador y con mucho estilo su modo de juego es muy entretenido en cuanto a graficos no necesitas unas texturas para saber que un juegos es bueno basta unos cuantos pixeles para darte cuenta que lo que cuenta en un juego es su historia no sus graficos a veces su jugabilidad es complicada pero en si es un juego muy recomendado es algo a lo que no estamos acostumbrados a jugar tal vez por que no tengas las mejores graficas pero jugandolo te daras cuenta de lo que vale en un juego es su modo de juego
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RedStorm / 12 de octubre de 2014
Jugabilidad:
Gráficos:
Sonido:
Innovación:
8
Muy Bueno

Aprobado

Uno de los videojuegos indies más viciantes que he probado, de siempre. Y no es por su aspecto visual precisamente; es por un sistema de juego que es tan simple como efectivo y original. Estamos en Arstotzka, país ficticio de carácter soviético años 80, trabajando como inspector de aduanas. En nuestra mano está aprobar o denegar la entrada de inmigrantes a nuestro país. A través de la lectura de todos los documentos que nos van mostrando y que cambian con cada día que pasa en el calendario por lo eventos sucedidos tales como epidemias o ataques terroristas. Si lo hacemos bien recibimos créditos, si lo hacemos mal sanciones que pueden acarrear hasta el despido. Y todo esto puede parecer monótono y repetitivo, pero entonces entra el factor humano. La de cantidad de historias que nos cuentan con tan poco, con solamente unos cuadros de texto perfectamente introducidos y ambientados en el contexto tanto de la situación política como del juego. Y esto es lo que lo hace grande. Por poner un ejemplo, un hombre entra a nuestro control con todos los pases en regla, pero a la vez nos pide que dejemos pasar a la mujer que viene a continuación porque es su pareja y vienen huyendo de la miseria. ¿Qué haremos?. Y así con historias de espías, asesinatos, sobornos y más, siempre pendientes de la atenta mirada de nuestros superiores que estarán muy pendientes de nuestras acciones. La tensión de aprobar el acceso a una persona esperando la posible sanción al no estar seguro al 100% de la autenticidad de sus documentos, o de aprobarla jugándote el juego y el puesto por interés, o incluso de rechazar sin querer a una persona con todo en regla, me ha hecho sufrir, disfrutar y tener sensaciones nuevas en un videojuego. Al final de cada jornada de trabajo tenemos una valoración de nuestros actos, y comprobaremos si el dinero ganado llega para pagar la calefacción y la comida de nuestra familia. Las variantes cambian tanto que tenemos disponibles 20 finales diferentes a través de 30 días de trabajo, por lo que hay rejugabilidad para descubrir todos eso finales. Aunque muchos comparten momentos de su recorrido. Si no te importa ese estilo gráfico antiguo pero a la vez emotivo, lánzate por él si lo pillas a menos de 5 euros.
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Poro002 / 1 de octubre de 2014
Jugabilidad:
Gráficos:
Sonido:
Innovación:
8,5
Excelente

Aceptar o denegar

Historia: Tu vida es completamente anodina. Eres un empleado del Ministerio de Inmigración de la ficticia república comunista de Arstotzka a principios de los años 80. Tu país acaba de salir de un conflicto con Kolechia, el país vecino, y por fin podéis controlar la frontera de Grestin. Solo tienes un escritorio, un mostrador y un par de herramientas que te ayudan a hacer tu trabajo. No te mueves de ahí en todo el juego. No hace falta. Tu trabajo consiste, única y exclusivamente, en estampar "Aceptado" o "Denegado" en los pasaportes de los que quieren emigrar. Día tras día. El juego parece bastante simple y aburrido,pero vamos,es mucho más que encontrar errores en los documentos que se te presentan aunque su mecánica sencilla pueda llegar a ser terriblemente gratificante. Hay una sensación de estar tocando esos documentos de verdad. De tener entre tus manos las esperanzas de encontrar un nuevo trabajo, un nuevo hogar o de, simplemente, pasar a un nuevo país. Nuestro trabajo agobia porque es lo que es: el juego nos lo presenta con una paleta de colores mínima y en una pantalla donde no tenemos opciones de movernos. Quizá el momento más interesante sea escuchar el golpeo seco del sello cuando decidimos si permitimos o denegamos la visa de entrada a nuestro país. Tu cabina es tu pequeño reino, el lugar en el que puedes castigar a aquellos que intentan reirse de Arstotzka o mostrar cierta compasión administrativa si lo crees necesario. Pero son los pequeños detalles los que enriquecen la experiencia. La falta de espacio provoca que los documentos se te amontonen y no seas capaz de ver información clave para poder descifrar si te encuentras ante un terorrista o un ciudadano honrado. Esta mecánica, que podría ser un coñazo, gana peso cuando te das cuenta de que estás buscando esos trozos de información ocultos porque el mismo juego te lo pone difícil, no porque sea la única finalidad del mismo. Poco a poco, te darás cuenta de que comprobar nombres, lugares de nacimiento y demás datos es un hecho que has interiorizado como si tú mismo estuvieras en esa cabina. Dejando los spoilers a un lado, el juego ofrece algo más que intenso papeleo durante el mes que dura la partida. Hay que tomar decisiones morales, como separar a un matrimonio porque sus papeles no concuerdan, o jugar al apuesto caballero si te toca enfrentarte a un chulo que asegura que una chica que ha pasado antes que él le ha engañado justo en la misma frontera. Puede parecer muy sencillo tomar las decisiones moralmente acertadas, pero cada error significa que tendremos menos dinero para comida, calefacción o medicamentos para nuestra familia. Y la familia es lo primero. Pero la cosa no acaba aquí, ya que el juego se pone interesante a medida que entran en juego amenazas, intentos de soborno, corrupción y el simple hecho de poder utilizar tu pequeño poder para cambiar el curso del destino. No estamos ante una trama extremadamente profunda, pero tiene la suficiente consistencia para dar empaque a un juego que podría haber sido un divertimento pasajero y ligero. Lo peor, sus mecánicas hacen que muchos días se vuelvan repetitivos como ellos solos aunque, en parte, ese es uno de los objetivos del título. Quizá se podría haber arreglado con una historia más corta, con mayor variedad y diferentes conflictos de intereses podría haber aligerado el producto en algunos momentos. Pero lo cierto es que la campaña, por cansada que se nos pueda hacer, tiene la duración exacta para lograr que nos quedemos enganchados y no abandonemos el juego. Otra cosa es volver atrás en busca de los diferentes finales alternativos. Papers, Please es una idea fantástica y ejecutada de manera ejemplar. Puede que poner sellos en pasaportes sea uno de los trabajos más aburridos del mundo, pero su envoltorio dice mucho más. Su historia, situada en la Guerra Fría, tiene la personalidad suficiente para convertir una historia tan gris como esta en un juego interesante. Incluso después del centésimo intento desbaratado de introducir bienes de manera ilegal en Arstotzka. Quizá no es un juego divertido, sobre todo cuando ves sufrir a tu familia, pero tiene atractivo. Y son pocos los juegos que han logrado transmitir esa sensación de estar encerrado en una cabina, perdiendo tu humanidad sello a sello. Esa cabina representa a la perfección la gama de grises que propone el juego, tanto a nivel visual como moral. Si sólo hubiera un logro que saltara esa primera vez que rechazas una visa sin motivo aparente mientras te dices a ti mismo que sólo estás siguiendo órdenes...
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Eorl / 23 de junio de 2014
Jugabilidad:
Gráficos:
Sonido:
Innovación:
9
Magnífico

¡Gloria a Arstotzka!

Bienvenidos a Papers, Please. Uno de los más maravillosos títulos del género indie de nuestro tiempo. Olvidaos de resoluciones, gráficos y tasas de framerate, papers, please es un juego que va directamente a la jugabilidad y los detalles de su historia. El juego se ambienta en el año 1892, en el seno de Arstorzka. Un país bajo el régimen comunista e inmerso en una crisis referida al proletariado pueblo. Como protagonistas, encarnaremos la piel de un trabajador recientemente contratado para ponerse a cargo de un puesto fronterizo. Y es ahí donde reside el verdadero encanto de este juego, en saber desempeñar nuestro trabajo lo mejor posible, ya que de nosotros depende la salud y el bienestar de nuestra familia. Quizás a primera vista y en pleno 2014, el juego choque en el aspecto visual y la temática burocrática y política parezca no agradar en un primer momento. Sin embargo, una vez pasado el primer minuto de juego vemos como es parte del encanto de papers, please. Este título tiene una historia que contar, y abarca temas de actualidad como la crisis económica, revolución social, la inmigración, la corrupción política, la injusticia social, la miseria humana, asesinatos, prostitución y otros temas no menos importantes. A cada día que pasemos en nuestro puesto de trabajo, más y más difícil será realizar buen nuestra labor. Y como consecuencia mantener a nuestra familia. Los primeros días será bastante sencillo nuestro trabajo, pero a medida que pasen las jornadas, tendremos que atender a más y más detalles que irán apareciendo, se irán añadiendo nuevos formularios y trampas. Ya que de nosotros depende totalmente el desarrollo de las historias que se dan en función de si dejamos pasar a determinado individuo o no. A nuestra garita llegarán todo tipo de personas que harán lo que sea (legal o ilegal) para poder entrar a nuestro país Arstotzka, hablamos desde sobornos, (en nosotros está si aceptarlos o no) pasando por amenazas, apelaciones ala piedad humana, hasta llegar al cualquier extremo inimaginable. Todo sea por cruzar esa frontera. El juego es francamente sencillo de entender y manejar, lo que lo hace tremendamente adictivo. Y sus 20 finales le dan una enorme rejugabilidad a esta "aventura burocrática". Quizás el único punto negativo de papers, please sea el aspecto de que nuestra familia no aparece visualiza, sólo aparecen sus nombres referidas a unas cifras y estadísticas. Lo que hace un poco difícil empatizar xon ellos en este punto. Para terminar, un juego 100% recomendable, con muchas cosas que contar y ver. Tremendamente adictivo y que te hará disfrutar de un rato ameno frente a la pantalla. Una verdadera joya del género indie. ¡Gloria a Arstotzka!
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