Destructor1212 / 8 de julio de 2023 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

10 Inolvidable

La palma de la libertad
¡Una obra de proporciones bíblicas! Unas físicas jamás vistas, y una manera de manejar la acción que queda en la historia. No hay forma, pensaría yo, de que cada cromo, trozo quebrantado de madera, pueda ser manipulable. Una narrativa directa y efectiva. En un punto parece que no finaliza, y cuando lo hace, querés que no lo haga más. Quizás deba guisar más estas sensaciones, así que prontamente:

Mi nota es 10/10.

RiaMong / 27 de febrero de 2023 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

9,5 Imprescindible

Ha envejecido bien...
Hacia mucho tiempo que tenía ganas de jugar Half Life 2, por fin saque tiempo y me decidí. Estoy casi finalizando el juego, así que ya puedo poner mi reseña. Ciertamente es un videojuego que está muy bien hecho, jugablemente es muy bueno, variedad de niveles, tiene historia, gráficos del 2004 pero aceptables a día de hoy. Para resumir diré que es un videojuego muy equilibrado en todas sus facetas, es divertido jugarlo. Por ponerle una pega, la IA de los compañeros a veces es un poco molesta, se ponen en medio de tu camino y te cortan el paso (pero bueno, tampoco es exagerado o algo que lastre la experiencia). Entiendo pq este videojuego es considerado una obra maestra y atemporal, si lo juegas tb lo entenderás. Muy recomendado ;)

Jensen / 1 de marzo de 2022 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

10 Inolvidable

Evolución total a los FPS, gracias HL2
Que se puede decir que no se haya dicho ya de esta obra maestra, que introdujo un montón de avances gráficos y jugables en todo sentido, desde cuidadisimos mapas semi abiertos, físicas avanzadas, utilización de esta en la jugabilidad e interacción con el escenario, personajes que ahora si se sienten implicados con el personaje principal, y con gran carisma gracias a su cuidado guion y maravillosas expresiones tanto corporales como faciales.

Lo unico que empaña el conjunto son los tiempos de carga que son muy frecuentes y en su momento bastante largos, salvo eso, una obra maestra absoluta.

Peddro19 / 8 de marzo de 2020 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

10 Inolvidable

Una reseña más - Half-Life 2.
Una de las más importantes obras para la industria de los videojuegos en su historia, aquella que de hecho revolucionó el género de los disparos en primera persona en 1998 bajo el nombre de Half-Life, vería expandido su universo seis años después del lanzamiento gracias a su secuela directa, también desarrollada por Valve.
En el presente análisis daré mi opinión acerca de Half-Life 2, la segunda parte de, nada más ni nada menos, uno de los mejores videojuegos jamás creados e imprescindible eslabón de una de las sagas más aduladas y populares del medio.
Por supuesto, la obra que hoy nos ocupa pertenece al género de los disparos en primera persona, y al igual que su antecesora es considerada como todo un clásico.

Aquello que enalteció a Half-Life a finales de la década de los noventa fue plantear una interesante trama y hacer énfasis en la narrativa, con la virtud de lograrlo en el marco de los videojuegos de disparos en primera persona, un género que por aquel entonces estaba saturado de obras que, de mejor o peor manera, siempre ejecutaban la misma dinámica de avanzar y matar, sin darle demasiada importancia a elementos tales como el entorno ni profundizar en el contexto en el que el usuario se situaba. 
Debido a encontrar en la historia el principal baluarte de su antecesor, Valve, a la hora de desarrollar Half-Life 2, tenía la difícil tarea de crear una secuela que realmente suponga una evolución en este aspecto. Tarea cuya dificultad aumentaba si tenemos en cuenta que para 2004 muchos otros videojuegos habían ya adaptado el esquema narrativo de Half-Life, por lo que la nueva aventura del científico Gordon Freeman debía dar también un significativo salto de calidad con respecto a estas obras.
Desde un comienzo Half-Life 2 deja sentadas las bases de su argumento. La acción ya no transcurre en Black Mesa sino en Ciudad 17, gobernada por un régimen totalitario y déspota que durante los primeros compases de la aventura se presentará como el antagonista. A su vez, la figura pública por antonomasia de este gobierno es ni más ni menos que uno de los primeros personajes que el jugador verá, y ya desde este punto quedará clara una de sus facetas.
Negar que el argumento de Half-Life 2 con respecto al de su predecesor guarda diametrales diferencias sería un despropósito. En la secuela, ni siquiera son los extraterrestres el enemigo a vencer. Sin embargo, de todos modos, la obra que hoy nos ocupa es un ejemplo de excelencia para ilustrar cómo una historia debe evolucionar desde una entrega a la siguiente.
Pese a las divergencias ya marcadas, el contexto de Ciudad 17 está íntimamente relacionado con los sucesos de Black Mesa, y tal conexión da lugar a que en Half-Life 2 se presenten nuevos elementos que expanden, y con creces, el universo de la saga e inclusive revelan detalles acerca de los acontecimientos de Half-Life que en este no habían quedado explícitos. Además, Half-Life 2 establece otras ligaduras tanto con su antecesor como con sus expansiones, entre las cuales se encuentra la utilización de una versión mejorada del traje de Gordon Freeman en Black Mesa, la aparición y participación estelar de Barney Calhoun en la trama, entre otras.
Los grandes sucesos de Half-Life 2, así como la complejidad de su argumento, vuelven de la historia una razón más que convincente para continuar jugando. En líneas generales, la trama de la obra que hoy nos ocupa es excelente. Sin embargo, la franquicia Half-Life es reconocida mundialmente por el estilo narrativo del que sus exponentes gozan, mas no tanto por las intríngulis de sus respectivas historias.
En este apartado, el que se corresponde con la narrativa, Half-Life 2 está años adelantado no solo a las obras de su mismo género de 2004, sino también a las actuales. Me atrevería a decir que ningún título desde su salida ha sabido contar una historia repleta de matices de forma tan deliberadamente magnífica como el presente videojuego.
El más grandioso mérito de Half-Life 2, y aquella característica que distingue a la saga, es la utilización del lenguaje del videojuego en su más fidedigna expresión para un desenvolvimiento de la narrativa más inmersivo. Esto se traduce en que los hechos siempre se desencadenan frente al usuario y en tiempo real; nunca mediante cinemáticas o por alguna otra vía que interrumpa la experiencia jugable. 
A su vez, el protagonista a lo largo de su aventura se irá encontrando con diferentes sujetos con los que podrá o no interactuar. De hacerlo, estos siempre reaccionarán en función al contexto, y es también aquí donde el trabajo de los guionistas de Valve en cada línea de diálogo para impedir cualquier tipo de disonancia resulta francamente encomiable.
De esta manera el presente título otorga momentos realmente maravillosos como el levantamiento de la resistencia contra La Alianza, visible durante el último tramo de la campaña cuando el protagonista retorna a Ciudad 17 mientras los rebeldes destruyen cualquier emblema del régimen. Entre otros, por supuesto.
Además, los escenarios, gracias a su excelso lujo de detalle, también colaboran con la narrativa de modo que observándolos el jugador pueda darse una noción del marco que lo envuelve. Por ejemplo, en las bases rebeldes prima la urgencia, mientras que Ciudad 17 en apariencia es ideal pero una vez Gordon Freeman se entromete en sus recovecos esta adquiere un tono mucho más lúgubre y siniestro. Claro está que además de los mencionados Half-Life 2 cuenta con un amplio repertorio de parajes cuanto menos intrigantes y, sobre todo, verosímiles que le hacen al usuario ineluctable lo de sumergirse en su universo.
El presente videojuego hace que todos los elementos circundantes al argumento funcionen con inusitada naturalidad y se complementen entre sí a las mil maravillas, cosa que ningún otro título que se me venga a la mente logró a un nivel tan groseramente elevado. Y gracias a este idóneo funcionamiento la obra de Valve también consigue crear una sobresaliente y muy atrapante atmósfera que durante la aventura no hace más que crecer en tensión.
Lo único que puedo subrayar en este aspecto como un punto negativo, además de cierta falta de originalidad por parte de la historia en sí, es que Gordon Freeman continúa siendo mudo. Si bien tal decisión colabora a que su personalidad sea construida únicamente en base a sus acciones, en las que el jugador tiene absoluta incidencia, también hace que las interacciones de los personajes con un protagonista que de ningún modo emite respuesta pierdan en credibilidad.
De todos modos, susodichas carencias no podrían ni siquiera empañar los megalómanos méritos que Half-Life 2 aúna en todo lo que a su argumento se refiere.
Por último, cabe destacar que el presente videojuego viene doblado y traducido al español. Lamentablemente el trabajo de voces no es convincente, pero existe la posibilidad de disfrutar de la experiencia en inglés y con subtítulos.

Así como en el aspecto que al argumento se refiere Half-Life 2 ha logrado la difícil tarea de superar de todas las formas posibles a su antecesor, también lo consigue en cada uno de los elementos que componen a la jugabilidad sin abandonar ni por un segundo la esencia de la franquicia.
La obra que hoy nos ocupa es un fiel exponente del género de disparos en primera persona debido a que la mayoría de sus mecánicas están abocadas a construir un buen "gunplay". Para sentar una de las más notables diferencias, Valve ha optado por reducir la velocidad de desplazamiento de Gordon Freeman en comparación a Half-Life; un acierto en toda regla porque en aquella entrega el protagonista se movía tan rápido que para 2004 ya sería inverosímil.
De igual modo, la experiencia jugable de Half-Life 2 no deja de ser de naturaleza rápida y ágil, y el mero hecho de disparar y acabar con un enemigo no hace más que generar una gran satisfacción en el usuario.
En los siguientes apartados el presente título iguala o supera la calidad de su predecesor. El que bajo mi punto de vista es propicio describir en primer lugar es el magnífico diseño de niveles del que Half-Life 2 goza.
Pese a que Ciudad 17 es el epicentro del nudo que la trama de Half-Life 2 plantea y del videojuego en general, el usuario, durante la aventura, nunca se quedará mucho tiempo allí sino que su avance lo llevará a recorrer una variedad de escenarios mayor a la expuesta en Half-Life y que son tanto más abiertos como, por otro lado, más lineales. Cada uno de estos fue construido de manera magistral: Desde aquellos en los que el jugador posee gran libertad de movimiento, hasta los que están diseñados únicamente a base de pasillos que se entrecruzan, pasando, por supuesto, por las excelentes transiciones entre un ecosistema y el otro.
Valve supo muy bien cómo aprovechar los numerosos entornos que consiguió crear, sobre todo, para marcar el ritmo y tono de la campaña con tal de que esta nunca caiga en la monotonía.
Cada vez que el escenario se modifica también lo hace levemente no la jugabilidad, pero sí su temática. Por ejemplo, mientras el jugador está en el centro de Ciudad 17 debe abrirse paso en secciones de combate bélico muy bien logradas, pero al acceder luego a los canales de agua su principal encomienda será escapar de La Alianza en una lancha motorizada obtenida previamente en una base rebelde, haciendo pequeñas escalas en el camino para acabar con ciertos enemigos o resolver algunos rompecabezas. En ambas circunstancias el ritmo de la aventura no abandona su frenetismo, pero lo expresa de diferentes maneras que tienen al éxito como factor común.
Sin embargo, cuando el usuario entra en Ravenholm, un pueblo abandonado en el cual solamente habitan monstruosidades, el tono de la campaña prescinde de su habitual vigorosidad y construye una apesadumbrada atmósfera, mucho más semejante a la de un videojuego de terror que a la de uno de disparos en primera persona. El mismo título pretende que durante cierto tramo de la campaña el jugador se sienta realmente incómodo por la hostilidad del salvaje entorno, y que de esta forma modifique su manera de desenvolverse. Y también tiene éxito de semejante modo.
Esta es, sin lugar a dudas, una de las principales bondades del conjunto Half-Life 2; su capacidad para reinventar algunos elementos de la jugabilidad o añadir otros nuevos cuyo impacto en la experiencia tan solo se limita a un escenario en concreto, con tal de que la campaña no se vuelva repetitiva. Todo lo que pretende termina consiguiéndolo sin perder nunca el norte y siendo en cada una de sus facetas un videojuego con una marcada columna vertebral y dotado de extraordinaria personalidad.
Por otra parte, el arsenal de Half-Life 2 es justo. Quizá un tanto más limitado que el de su predecesor, pero esta no es una diferencia sensible en la aventura. Las armas, al igual que la munición, vida y armadura serán recogidas por el propio jugador del entorno, y además de contar con un buen balanceo y su utilización resultar gratificante, en su mayoría poseerán dos tipos de disparos, por lo que el usuario deberá ir experimentando con las diversas posibilidades que esto ofrece a lo largo de la campaña.
Sin embargo, lo que le propina un giro total a la jugabilidad de Half-Life 2 y a la experiencia en conjunto que este ofrece es el Manipulador de campos de Energía Cero, al cual me referiré como simplemente pistola de antigravedad, que será otorgado al jugador durante la primera mitad de la aventura y cuya funcionalidad es la de explotar al máximo otra de las principales virtudes de la obra que hoy nos ocupa: Las físicas.
El peso de este poderoso y divertido artilugio en la experiencia es cuanto menos notorio. La pistola de antigravedad permite que el usuario pueda atraer, soltar e inclusive arrojar prácticamente cualquier objeto del escenario. Desde pequeñas latas desparramadas por allí hasta cajas, y todos reaccionarán según su peso y tamaño; cosa que habla del titánico trabajo de los programadores de Valve para dotar a la mayoría de objetos del decorado de físicas particulares y así lograr que estos jueguen un importante papel en la aventura, claro, con la pistola de antigravedad como medio para ello.
Gracias a este original artefacto, la campaña sitúa al jugador en circunstancias en las que deberá hacer uso del Manipulador de campos de Energía Cero y de su propio ingenio para sortear diferentes obstáculos, acabar con enemigos varios arrojándoles los escombros del entorno, etcétera. Sus posibilidades pueden ser explotadas de múltiples maneras, y eso también describe la solidez del presente aspecto.
La susodicha arma es la que corona una jugabilidad del más alto nivel. En concreto, esta le permite a Half-Life 2 sumar a sus excelentes pero convencionales mecánicas dentro del género de los disparos en primera persona otra cuanto menos innovadora, y la forma en la que ha sido implementada resulta muy destacable.
Al fin y al cabo, el aspecto jugable de Half-Life 2, como aquel que se corresponde con el argumento, refleja que esta obra fue creada por personas que de no denominarlas como auténticos genios estaríamos menospreciando su capacidad e inventiva. El presente título consigue absolutamente todo lo que pretende con tal de dotar de ritmo a su campaña, cuya duración ronda las doce horas, e impedirle caer en la monotonía con gran éxito, además de que todas sus mecánicas colaboran para otorgar al usuario una experiencia tan divertida e inmersiva como repleta de momentos para el recuerdo.

El aspecto técnico de la obra que hoy nos ocupa es otro de inusitada calidad, a tal punto que habiendo salido en 2004 Half-Life 2 goza de gráficos dignos de un videojuego de 2010 cuando se ejecuta en la máxima resolución disponible. Sin embargo, la enorme potencia que el motor Source de Valve le otorga a la obra que hoy nos ocupa; visible en una maravillosa iluminación, físicas muy realistas y texturas de alto vuelo; no es la única bondad de este aspecto.
El diseño artístico del presente título es aquel que permite que susodicho motor gráfico se luzca de la mejor manera posible. La estética de los entornos siempre se mantiene fresca por más de que, por ejemplo, en diferentes tramos de la campaña el jugador concurra al interior de un edificio varias veces. Nuevamente, Half-Life 2 nunca cae en la monotonía y de forma constante exhibe múltiples recursos para, en este caso, siempre alegrar la vista del usuario.
Sin embargo, quizá el único elemento que si fuera removido del conjunto de Half-Life 2 tampoco le perjudicaría demasiado es la banda sonora. Aquella que en Half-Life no aparecía demasiado pero cuando lo hacía se encargaba de enaltecer notoriamente ciertos momentos, en la obra que hoy nos ocupa carece casi por completo de peso y en la mayoría de situaciones pasa inadvertida.
Por otro lado, los efectos de sonido de las armas sí están a la altura, son potentes, así como aquellos dedicados al escenario también resultan imprescindibles para crear la atmósfera deseada. Lamentablemente, los ligados a la recuperación de vida o armadura, por ejemplo, son meros reciclajes, y quizá en este apartado sí hubiera sido propicio un mayor esfuerzo por parte de la desarrolladora.
De igual manera, tales imperfectos de ningún modo podrían empañar las múltiples virtudes del presente aspecto; el que por antonomasia exhibe que Half-Life 2 fue un videojuego tecnológicamente muy adelantado a su época.
Por último, cabe destacar que Half-Life 2 goza de una excelente optimización en PC; no presenta errores de programación y su tasa de sesenta fotogramas por segundo se mantiene estable durante la totalidad de la campaña.

A modo de conclusión, creo que ha quedado más que en evidencia que bajo mi punto de vista Half-Life 2 no solamente consigue superar a su antecesor en cada aspecto posible, sino que lo hace de tal manera, con semejante personalidad, que su mayor mérito radica en ser la idónea evolución de uno de los mejores videojuegos de la historia, y responsable de que la saga se haya colocado en un podio del que a día de hoy es imposible destronarla.
Cada una de las numerosas y variadas virtudes del conjunto de la obra que hoy nos ocupa; desde aquellas ligadas a la narrativa hasta las que hacen al dinamismo del escenario, pasando, por supuesto, por las responsables de una excelente jugabilidad y un excelso aspecto técnico; colaboran entre sí con el objetivo común de construir una atmósfera que absorba por completo al jugador, y cierto es que lo consiguen con resultados sobresalientes.
Half-Life 2 es uno de los más destacados videojuegos de disparos en primera persona que jamás se hayan creado, un auténtico clásico, y con tan solo disfrutar de él queda en evidencia que tardarán siglos para que le comiencen a pesar los años.

Bowieyoung / 13 de febrero de 2020 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

7,5 Bueno

No supero a su predecesor y se quedo muy lejos de lograrlo
La verdad, siento que no le hace honor al primero, y le voy a decir por que, half life 1 es un juego de 1998 y tiene mucho carácter, tiene mucho amor a su programación, hal lif tiene un mundo rico en mantener al espectador atento e interesado, hal life 1 tiene un mundo mas pequeño que half life 2, estas en black mesa y pues obviamente estas mas limitado pero es por eso que al ir avanzando las cosas o el entorno resulta mas interesante, hay secuestros de zombie, hay arañas saliendo hay mas vida pues, te impactan mas, te sumergen mas en la trama tratan mas de envolverte en ese mundo tratando de pescar tu atención, bueno en half life 2 que tiene la misma formula que el 1, pues aquí el mapa se hace el doble o triple de grande, ahora para ir del punto a al punto b(que es el conflicto a resolver) hay mas distancia tienes que caminar en un mundo muy desierto con muchas cosas repetidas, con muchas cosas sin valor para la historia, para el alma del juego, no hay nada realmente interesante ni impactante en ese transcurso que dura muchos minutos, y eso termina por cansarte, ese creo yo es el gran problema de half life 2, el mundo gigante vació sin nada interesante, que al final termina por cansarte

SebastianAli / 30 de noviembre de 2019 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

9 Magnífico

Gordon vuelve a lo grande.
Half life 2 es el mejor fps de todos ¿Por que razon? En primer lugar, vamos por los graficos. Los graficos. En pleno 2004, los graficos, las fisicas y el rendimiento son de lo absolutamente mejor que he visto nunca, incluso para un juego de hoy en dia estarian muy bien. La jugabilidad y la historia son practicamente perfetas, aunque es cierto que la IA del juego no esta del todo bien (como un soldado tirando una granada y suicidandose) y en cuanto a la historia, si venis de jugar half life 1, la inclusion de nuevos personajes puede desorientarte pero es perdonable.
No le bajo puntos por estos errores. Es un juego del 2004. Antes de half life 2, los fps no estaban tan bien, ni le llegaban a los pies a este juego.
Sin embargo carece de rejugabilidad, cosa que eso si se pudo haber arreglado. No importa que termines el juego en dificil, no desbloqueas nada y no tenes nada mas que hacer (sin multijugador, cosa que si había en el primer juego). De todas formas quedo impresionado por la grandeza de este juego.

Ultravox / 21 de marzo de 2019 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

9 Magnífico

El arquetipo de los FPS "old school".
Half-Life 2 es un juego que dentro de un género y un estilo concretos, como son los first person shooter de la vieja escuela, con sus botiquines de vida y su acumulación de armas, llega a las más altas cotas de perfección.
En su año de salida, el 2004, le tocó lidiar con verdaderos titanes como Doom 3, Far Cry. Riddick, Painkiller, Unreal Tournament, etc.. y salió totalmente airoso. No era el mejor en nada, pero en su conjunto, era el más equilibrado de todos. No digo el mejor, que conste. Cada uno de esos juegos en lo suyo, eran obras maestras, como Half-Life 2.

Historia.- Transcurre unos años después de los incidentes de Black Mesa. Gordon es despertado por G-Man, ya que la "Alianza" ha invadido La Tierra, y ha instalado un sistema basado en el terror. El desarrollo de la historia sigue un poco las pautas del primer Half-Life, poniendo al jugador en situación antes de entrar a la acción directa. El enfoque de la misma es brillante, y el jugador siempre tiene la sensación de formar parte de la trama.

Jugabilidad: Todo perfecto, el movimiento de Freeman es muy intuitivo y no presenta problemas. La i.a. de los enemigos.cumple, pero para mi sorpresa, vi que no era tan buena como el del primer Half-Life. Casi no tiene puzzles, al contrario que en el primer Half-Life. Si hay algunas plataformas, aunque no excesivamente difíciles.

Gráficos: En el apartado gráfico, el juego brilla sobre todo en exteriores, destacando en los efectos del agua, y en el uso de particulas de iluminación. En interiores, no llega a los niveles de Doom 3, pero cumple de sobra. 

Sonido: De lo mejor del juego, destacando las explosiones y el sonido ambiente. El dobleja de algunos personajes no me convence. Pero ese es un problema de la mayoría de los first person shooter doblados en castellano.

Innovación: Ninguna. Siguió las pautas del primer Half-Life, que ese sí fue innovador.

Enemigos. Hay menos variación que en el primer Half-Life, pero los enemigos nuevos del juego, como las "hormigas tigre" y los "andadores", le dieron un soplo de aire fresco al juego.

Armamento: Desaparecen las tres armas más poderosas del primer Half-Life, y se añaden otras dos, para mi gusto muy icónicas como son el "arma gravitatoria" y el "fusil de pulsos". El resto se mantienen. Cada arma del juego responde a una necesidad táctica, y tiene un uso concreto. En ese sentido, Half-Life siempre ha sido un referente.

Recapitulando: Si te gustan los juegos "old school" con una historia absorbente y una dificultad equilibrada, es tu juego.

Bobyfischer / 26 de diciembre de 2018 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

7,5 Bueno

Aburrimiento 
Cabe decir que el juego lo jugué hace ya 3 o 4 años, recuerdo haber entrado en 3DJuegos y otras páginas webs para ver los juegos de pc mejor valorados y e ncontrarme half life 1 y 2 con notas increíblemente altas, normalmente cuando veo calificaciones tan altas tanto por parte de la prensa como de los usuarios suelo dar una oportunidad  a ese juego, pero en ocasiones me llevo un chasco.

Quizás no entendí bien la trama o quizá los gráficos de aquella época (2004) no hicieron posible que que le encontrara ese tono épico que muchos le encuentran, al grano, el juego me parece A MI, aburrido, monótono, la misma mecánica del juego constantemente, algunos niveles laberínticos que te llevan a lugares donde no hay nada ni aporta nada, los enemigos son siempre iguales. Además siento el juego como vacío, como genérico sin personalidad, la historia no me enganchó en ningún momento, me pasé el juego como forzándome, ya que lo había pagado por lo menos voy a terminarlo, pero ni así, no vuelvo a obligarme a pasar un juego que no me gusta, debí haber visto más vídeos y más reseñas, una vez terminé el juego lo desinstalé y vendí.

No me parece un juego malo en sí, pero me parece que ha envejecido muy mal y no hablo de gráficos, por lo menos esa es mi impresión, se que han pasado años pero aún así hay juegos por los que no parece que pasen los años y divierten, este no, para mi ha sido una decepción  y más viendo que todo el mundo le casca un 9,5 o un 10 y se queda igual, no lo entiendo.

Lo recomiendo si te quieres aburrir, en pleno 2018 (y aún cuando lo probé en 2014-2015) hay muchos juegos con mejor trama ( o por lo menos no tan oculta) con mejor diseño de niveles y con mejor todo, solo espero que si alguna vez se dignan a hacer half life 3 que no se parezca a esto.

Aún

Dyvfhzsdgjfus / 1 de septiembre de 2018 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

10 Inolvidable

La Joya de Valve
LO BUENO
- Impresionante motor gráfico y físico, con unas animaciones faciales nunca vistas en un juego hasta ahora. 
- Gran interacción con el entorno: todo se puede tocar y manipular.
- Ambientación impecable.
- Requerimientos no demasiado altos.
-Uno de los mejores guiones de la historia de los vídeo juegos.

LO MALO
- Carencia de multijugador real. CS: Source nos parece un parchecillo
- Algún fallo de IA

LinareyESP / 18 de enero de 2018 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

6,5 Discreto

¿Obra Maestra o símplemente shooter entretenido?
Este es un caso de análisis y de como los jugadores tenemos una pésima imagen de nuestro medio. Entiendo que hace años la gente considerase a Half Life 2 una obra maestra (dentro del contexto de los videojuegos), pero que en pleno 2017 me siga encontrando peña que califica su historia de "buena" es algo que verdaderamente me enerva. Y no pretendo ser presentista (más que nada porque el AAA sigue al mismo nivel en cuanto a tramas a día de hoy), pero creo que deberíamos ser un poco más exigentes y menos fanboys. Pero mejor explico esto en el análisis.
Esta reseña carece de spoilers.

Half life 2 se localiza años después de los eventos de Black Mesa, en los cuales los humanos abrieron un portal a otra dimensión y sus habitantes nos invadieron en una guerra que duró horas. Tras haber claudicado, un miembro del laboratorio termina siendo el caudillo a las órdenes de los "benefactores" e instaura una dictadura basada en la represión.
Nosotros somos Gordon Freeman, exmiembro de Black Mesa, experto militar (aunque supuestamente científico pero LOL) y ayudante de un tipo transdimensional que sirve como plot device a la vez que Deus Ex Machina y nos incita a actuar por razones desconocidas.

Empecemos por lo bueno: mecánicamente es una obra satisfactoria. Half Life toma bastantes elementos de Doom y crea un shooter basado en el movimiento con escudo, barra de vida, incapacidad de usar la mirilla y pocas armas pero todas muy bien diferenciadas. En todo momento el manejo del personaje se siente muy fluido, pegar tiros da bastante gusto y hay un montón de pequeñas decisiones que engrandecen el conjunto (por ejemplo, las armas tienen pocas balas para obligarte a ir cambiando al menos entres dos o tres). Además, la dificultad está bien balanceada para que el juego sea en todo momento ligeramente desafiante pero nunca agobie (gracias en buena medida al diseño de niveles en el que prima la variedad y a una IA funcional).
Variedad es una palabra que le viene como anillo al dedo a la obra magna de Valve. Los desarrolladores sabían que pegar tiros todo el rato podía desgastar, por lo que en un momento este juego es un walking simulator en el que se muestra y no se explica, al siguiente estás conduciendo un coche, más tarde es un plataformero para acabar en Silent Hill. Esto hace que la experiencia sea muy adictiva y refrescante, siempre hay algo novedoso esperándonos frente a nosotros. 

Sin embargo, tiene sus "peros". Para empezar, las armas sólo son complementarias... a medias: Llega un punto en el que la ametralladora láser termina siendo demasiado efectiva y te olvidas de todo tu arsenal excepto de la escopeta para espacios cerrados y muy de vez en cuando la ballesta para largas distancias. No tiene esa diferencia radical que podía caracterizar, por ejemplo, al Doom original; de forma que la pistola o el subfusil son cañones de segunda categoría que apenas se tocan una vez rota la barrera de las seis horas.

Lo mejor de este juego es la narrativa. Apenas hay dos cinemáticas (al principio y al final, y ambas han pasado al Hall de la fama por méritos propios) de forma que todo ocurre frente a tus narices. ¿Que un grupo de rebeldes armados ven como se acerca su héroe? Pues se ilusionan y dan botes... y sólo le haces caso si quieres.
Todos los scripts están muy bien hechos y consiguen llamar fuertemente la atención. Mientras que en Skyrim en esos momentos de narrativa directa me aburría (más que nada por la escasa expresividad de sus personajes), en Half Life 2 se lo curraron para que estos scripts tuvieran movimiento y se sintieran reales, llaman fortísimamente la atención y hace que esta narrativa gane fuerza. Con todo esto, la inmersión acaba siendo total...

...o sería si no fuera por los putos tiempos de carga. Soy Gordon Freeman y estoy matando zombies, atravieso un pasillo en el que la pantalla se me congela y de repente vuelvo a mi triste vida de universitario que está jugando a videojuegos un sábado por la noche mientras sus compañeros de clase mandan fotos fumando y bebiendo.
Joder, ha pasado más de una década desde que se lanzó este título. ¿En serio moviendo todo en alto y con un ordenador que le pega mil patadas a los requisitos recomendados sigo teniendo que esperar diez segundos para que se cargue un área nueva? Con este límite técnico arruinas buena parte de la inmersión, y es una pena porque se nota que hay mucho esfuerzo metido exclusivamente en este tema (aunque también se cae a pedazos por otras razones que ya explicaré más en adelante). Y todo esto sin comentar el atroz doblaje en español, que parece grabado con el micrófono de ColaCao por un grupo de actores de voz novatos.

Ya me he quitado la espinita. Con todo lo bueno dicho, vamos a los palos

No me voy a andar con rodeos: La historia es mala, desde su estructura hasta la trama en sí misma.
Empezando por lo primero, en vez de centrarnos en hacer cosas útiles o de relevancia, el 80% del juego nos lo vamos a pasar yendo del punto A al punto B y de ahí al C y más tarde al D. Soy Gordon Freeman, el héroe de la resistencia al que aplauden por las calles, no un jodido camionero. La mayor parte de las doce horas que me duró este título la historia no avanzaba porque en vez de actuar estaba conduciendo; es un montón de relleno que me impide saber qué cojones pasa con la resistencia o la revolución. Y como te pasas tantas horas pateando terreno, los momentos de trama son escasísimos y esta termina siendo tan insulsa que no sé si acaso merece el calificativo de "historia". Literalmente puedo resumirte en cincuenta palabras todo lo que ocurre en este juego.

A esto se le suma otro elemento, y es que Half Life 2 es lineal en el peor sentido de la palabra. Avanzamos en línea recta no porque ese sea el sentido correcto, sino porque "es un videojuego: Si este pasillo existe es porque llevará a alguna parte". Puedes no saber no a donde vas: Sólo con seguir el camino de baldosas amarillas llegarás al jefe final. Y, claro, esto genera problemas, ya que mágicamente siempre nos colamos en cualquier parte por muy imposible que parezca. El ejemplo más claro es el segmento final, donde por arte de magia acabas en la cocina del enemigo simplemente yendo recto. Rompe por completo la inmersión, ya que todo se siente tremendamente artificioso y más propio de un videojuego que de una historia real que estamos viviendo en la piel del científico psicópata.

Y es que esto no es todo, ya que la obra está obsesionada por romper puentes para alargar artificialmente la duración de la obra en deterioro de su experiencia (efectivamente, llevándonos al relleno tan asqueroso e insulso del que hablé hace dos párrafos). En innumerables ocasiones el camino preestablecido se jode, de forma que has de hacer un rodeo en el que tardas muchísimo más y en los que Valve te entretiene pegando tiros al monigote de turno. Y sí, matar aliens es divertido porque las mecánicas están curradas, pero el jugador estará tan molesto por el hecho de que le hagan perder tiempo que posiblemente no los disfrute. Si quieres que vacíe plomo lo haré, pero al menos invéntate una excusa que no me haga pensar "vaya, esto lo metieron para llegar a la cuota de duración".
Es frustrante, es incómodo, entorpece el ritmo de juego, impide que la trama (que precisamente por culpa del relleno termina siendo inexistente) avance con naturalidad al ponerle trabas y encima no es capaz de lograr su objetivo ya que en escasas diez horas puedes terminar HL2 sin demasiados problemas. 

El universo del juego también es deficiente. Si bien es cierto que su presentación es excelente y que los monólogos del caudillo están cuidadísimos (es el puto Albert Rivera), el mundo presenta bastantes contradicciones y sinsentidos importantes (siendo el más grave el punto relativo a los cangrejos y los zombies: Me resulta muy poco creíble que exista una raza incontrolada de seres que devoren humanos dando vueltas tan cerca de las grandes ciudades y que sean precísamente los "benefactores" los que los usen como armas biológicas cuando ni siquiera ellos son capaces de controlarlos).
A esto debemos sumarle un buen número de agujeros argumentales, como puede ser el hecho de que toda la humanidad cayera ante los aliens en cuestión de horas pero que la resistencia durante el transcurso de la trama plante cara a los invasores teniendo infinítamente menos recursos.

Y por si esto fuera poco, hay una falta de contexto gravísima. En teoría Gordon trabaja para el tipo trajeado... ¿Por qué?. Y lo que es más importante: ¿Qué misión tengo?.
Me sentí profundamente aturdido al llegar al final y que me felicitase por mi labor cuando en ningún momento había hecho nada: Sólo había seguido unos pasillos y había ayudado a mis amigos (ni que tuviese opción) a derrotar a los invasores (que, en teoría, deberían habernos borrado del mapa dada su supuesta ventaja en armamento y tecnología). ¿De que cojones va este juego?
Y hablando del final: Es horrendo y sólo busca sorprender de forma barata al espectador en vez de ser... bueno, UN FINAL. Te corta por la mitad un momento excitante para sacarse un Deus Ex Machina de la manga y dar carpetazo a la trama, dejando decenas de preguntas a corto y largo plazo sin responder e intentndo dárselas de inteligente para el final simplemente sonar pedante. Es meter una fumada mental salida de la nada con el único propósito de creerse inteligente, cuando en el fondo sólo es pretencioso ya que no tiene significado alguno. Esto llega a ocurrir en una película y los cinéfilos LA MASACRAN, y el hecho de que los jugadores lo alaben como uno de los mejores finales de la historia demuestra el bajísimo estándar a nivel de trama que tiene la industria del videojuego.

Half Life 2 ni es una obra maestra ni es el mejor shooter de la historia. Tiene fallos graves que dependiendo de tu interés por buscarle sentido como obra de culto que es, sus fallos terminarán siendo obviados por su adictivo gameplay y su interesante narrativa o lo apalearás por obvias circunstancias. Yo prefiero tomar un cauce medio y mostrar en esta reseña lo que verdaderamente es Half Life: Un buen FPS con una trama sorprendentemente mala para el poco peso que tiene que puede llegar a molestar por sus enormes cantidades de relleno o su excesiva linealidad.