Medal of Honor Warfighter: Impresiones

Medal of Honor Warfighter: Impresiones
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¿Máquina de matar? Los soldados también tienen sentimientos, una familia que les espera y miedo ante la muerte. Danger Close nos lo demuestra en Londres con su nuevo videojuego, un nuevo Medal of Honor que pretende solventar los errores de su predecesor al tiempo que nos acerca una nueva perspectiva sobre la guerra, más auténtica, real e intensa.

La guerra no se resume únicamente en tipos duros, balas y soldados que abatir. Detrás de cada hombre hay también motivaciones, sentimientos y una familia que les espera con sufrimiento al otro lado de los conflictos. Este planteamiento, heredado directamente de algunos productos del mundo del celuloide, como la película "En tierra hostil", supone uno de los puntos de partida para Medal of Honor: Warfighter, un videojuego que posee la nunca fácil misión de solventar los errores de su predecesor.

Todo, de nuevo, con Danger Close como centro de operaciones militares, unos desarrolladores que, aunque sin gran experiencia en el género (sólo materializaron el pasado Medal of Honor, el del pasado 2010), poseen ilusión y ganas de llevar la laureada saga hasta donde se merece. ¿Cómo conseguirlo? La receta principal la hallamos en su argumento, "inspirado en amenazas reales y escrito por los protagonistas de la guerra", como los propios estadounidenses aseguran.

La guerra más humana
Es decir, una mirada más personal y cercana a los campos de batalla actuales, los cuales gozan de una temática común en la obra: la lucha contra una amenaza terrorista global. Todo al lado de los soldados de élite de los EEUU (en concreto, la Tier 1), que salen de Afganistán -escenario principal del anterior videojuego- para proponernos una guerra más global, con operaciones reales directamente inspiradas por los recortes de periódicos.

Autenticidad. Esa es la palabra que los desarrolladores están buscando para construir este "shooter bélico". Y la mejor demostración la tenemos, precisamente, en que un exsoldado forma parte del equipo de Danger Close, aconsejando a tiempo completo a sus compañeros guionistas, diseñadores de niveles y hasta grafistas para que ningún detalle quede pasado por alto. Sólo así se puede conseguir que este nuevo Medal of Honor sea lo más real posible, con un argumento que, aunque no haga milagros en el género, sí que se atreva a darnos un trasfondo más elaborado del que estamos acostumbrados, con un protagonista principal, Preacher, que tendrá problemas, y no precisamente el de que se le atasque la automática.

Largos períodos de tiempo sin ver a sus hijos, rupturas matrimoniales, recuerdos de la vida diaria... Luchar por los seres queridos resulta algo importante en un título donde la experiencia se promete más agresiva y enérgica. Al menos, así nos lo aseguró Richard Farrely (Creative Director), quien nos desveló que cada misión en la trama tiene relación con una noticia ocurrida en el mundo real.

Medal of Honor se hace más humano con una campaña que nos narrará la historia de un soldado marcado por la guerra. Los asuntos personales estarán como telón de fondo.
Medal of Honor se hace más humano con una campaña que nos narrará la historia de un soldado marcado por la guerra. Los asuntos personales estarán como telón de fondo.

Particularmente, en la demostración que hemos podido vivir en el "Showcase" que todos los años EA celebra en Londres, hemos sido testigos de una misión en Basilian, una isla al sur de Filipinas. En medio de un tifón (que allí son bastante comunes), nos tocó enfrentarnos a los que serán algunos de nuestros peores enemigos en la campaña individual, el Abu Sayyaf, un movimiento separatista que ha tomado como rehenes a personajes del gobierno.

En pocas palabras, una encrucijada que, por otra parte, nos dejó ver los principales valores del programa, uno fuertemente guiado por los acontecimientos, haciendo nuestra progresión muy lineal -al estilo de los "shooters" del momento-, pero al mismo tiempo enfatizando su intensidad mediante multitud de eventos escriptados y una sensación de fuego contundente. De hecho, el rifle de asalto que se nos presentó no fue el más común, ya que aparte de dejarnos disparar mediante la tradicional mirilla telescópica, además nos facultaba para usar un segundo punto de mira para los tiros a media distancia (algo que nuestro soldado conseguía girando sutilmente su arma). Versatilidad llevada a un nuevo nivel.

Por otro lado, se fomentan los comentarios "in-game" de nuestros compañeros, apoyando la inmersión en la batalla. Descripciones sobre la posición de los enemigos, órdenes de grupo y alguna que otra palabra malsonante nos seguirán en cada misión; pero todavía habrá algo más especial.

Buscando la identidad
En efecto, uno de los rasgos más destacados de Medal of Honor: Warfighter es que va a integrar lo que, en declaraciones de sus responsables, será "una inclinación hacia las dinámicas tácticas de la guerra". Un ejemplo lo tenemos en la apertura de puertas cerradas a cal y canto dentro de edificios asediados de hostilidades. Así, se nos acerca la oportunidad de escoger entre si patear la puerta, usar un explosivo C4 o lanzar una bomba cegadora. Y lo mejor es que cada decisión conlleva una determinada consecuencia, con lo que resultará muy interesante tener alma de combatiente para saber lo que es mejor hacer en todo momento.

Dos mirillas, dos formas de disparar, una para la larga distancia y otra para las cortas. La versatilidad "shooter" entra con fuerza en esta entrega.
Dos mirillas, dos formas de disparar, una para la larga distancia y otra para las cortas. La versatilidad "shooter" entra con fuerza en esta entrega.

Una llamativa introducción, en cualquier caso, que esperamos se vea acompañada de un mayor número de innovaciones, puesto que si bien es cierto que Danger Close parece haber aprendido de algunos de sus errores, su nuevo título todavía peca de querer parecerse (tal vez en exceso) a sus más directos contrincantes. Una búsqueda la identidad en la saga Medal of Honor es necesaria, y esperamos que se acabe consiguiendo, ya que es uno de los aspectos que mejor sabrán valorar los usuarios.

Por lo menos, en lo que respecta a la variedad de situaciones, los californianos parece que van a poner toda la carne en el asador. Sin ir más lejos, esta "demo" nos dejó ver cómo la ciudad de Isabela era afectada, en tiempo real, por un tifón del que debimos escapar, "in extremis", usando una lancha motorizada, donde las calles de barro se habían convertido ya en un auténtico circuito acuático.

Conseguir estos cambios dinámicos en el escenario no ha debido ser precisamente sencillo, aunque gracias al engine Frostbite 2 seguramente la tarea se haya hecho mucho más amena. Continuamente, el videojuego ofrece una sensación de que el escenario se viene abajo, y no sólo por la escena de lluvia torrencial, sino también por otros elementos clásicos como las estructuras destructibles (pilares, vallas y una alta variedad de objetos del decorado). El motor nos permite obtener una calidad de vídeo y audio suficiente como para enfatizar el ritmo de la batalla, y aún más si poseemos un PC.

Eso sí, no os esperéis un salto generacional ni nada por el estilo. Medal of Honor: Warfighter, en este sentido, no nos propone nada que no hayamos visto hasta la fecha, aunque nos gustó el aspecto minimalista de su interfaz, que apenas se esforzaba por indicarnos el número de balas que nos quedaba en el cargador.

La variedad de situaciones será otro de los ingredientes principales del videojuego, con situaciones "shooter" clásicas, pero también el uso de vehículos como lanchas.
La variedad de situaciones será otro de los ingredientes principales del videojuego, con situaciones "shooter" clásicas, pero también el uso de vehículos como lanchas.

Un guión que no trata a soldados como a trozos de carne, una fuerte intensidad en la campaña, misiones basadas en hechos reales, novedades tácticas, mayor variedad de situaciones, el poder de Frostbite 2... Son varios los atributos del nuevo producto de EA, pero todavía nos queda uno, y muy importante, su vertiente multijugador. Por el momento, los creadores no han querido soltar prenda. Es muy posible que sean los propios responsables de Danger Close los que lo estén desarrollando, pero por el momento los únicos datos de los que disponemos es que tendremos cooperativo (separado de la campaña individual), y una experiencia competitiva online.

En particular, se nos propone que controlemos a una de las 12 unidades globales disponibles, las mejores del mundo, entre las que se encuentran los SAS británicos, los KSK alemanes, los GROM polacos o los SASR australianos. Ni rastro de fuerzas terroristas contra las que luchar, planteándose este multijugador como una experiencia "blue team vs blue team" (de buenos contra buenos) donde lo único que importa es dilucidar quién es el mejor a los mandos del nuevo Medal of Honor.

Atípica propuesta para un videojuego que, en líneas generales, no ha representado lo mejor del evento (eso se lo dejamos a Crysis 3, del cual os hablaremos dentro de muy poco), pero que sí ha supuesto algo de alivio al hacernos ver que la serie, aunque sea poco a poco, va mejorando sus resultados. Probablemente, no suponga el salto que a todos los fans le gustaría ver, pero su propuesta no deja de ser valiente y de calidad. Que obtenga o no la medalla de honor al atrevimiento y a la consecución de una gran experiencia "shooter" será algo que tendremos que comprobar en octubre de 2012 en Xbox 360, PS3 y PC (con una hipotética versión para Wii U también en el horizonte).

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