300 kilómetros, 225 corredores y 25 millones de dólares para el vencedor. El próximo 15 de noviembre llega a Xbox 360, PlayStation 3 y PC una carrera que nos hará recorrer Estados Unidos de una punta a otra, aunque esta vez no sólo por el placer de conducir a toda velocidad, sino también para salvar nuestra vida. El Need for Speed más cinematográfico llega con The Run.
La polémica siempre aguarda a cualquier lanzamiento de Need for Speed, y es que Electronic Arts siempre se juega mucho con cada título que aparece. NFS: The Run no ha sido una excepción, y mucho menos este año. EA Black Box tomó la arriesgada decisión de adoptar, con esta nueva edición, un camino arriesgado: el de dotar a esta entrega con el argumento más poderoso -probablemente- jamás estrenado en la serie.
Las críticas no tardaron en llegar, en concreto, por el simple hecho de que The Run va a ser el primer juego de la saga en ofrecer acción fuera del coche. Así nos lo expresaron sus desarrolladores en una conversación durante el evento celebrado en Londres: “La verdad es que las reacciones no fueron las más positivas. Mostramos demasiadas secuencias que no eran de conducción, y eso seguramente confundió al público. No obstante, para la Gamescom ya aprendimos la lección”.
Y así fue también para este evento celebrado en la ciudad londinense. Cuatro circuitos nos aguardaban en cuatro consolas, y ninguna de ellas mostraba las secuencias “quick time” que, según nos comentaron en esta nueva toma de contacto, ahora conformarán incluso menos del 5% del total del juego (en mayo se nos afirmó que sería un 10%). Una decisión creemos que acertada, dejándonos entrever que hay muchas cosas que han cambiado debido tanto al “feedback” de la prensa como a los comentarios de los usuarios.
Corre por tu vida
Eso no quita, sin embargo, que la narrativa siga teniendo su peso, gracias a un argumento que nos pone al lado de Jack Rourke, un joven que -a falta de detalles más concretos- sólo sabemos que ha contraído una fuerte deuda con un grupo de matones más bien peligroso. Se encuentra en un callejón sin salida, con la policía también tras él, hasta que alguien le plantea una gran solución: participar en The Run para ganar nada más y nada menos que 25 millones de dólares.
¿Cuál es el problema? Principalmente, que The Run es una carrera ilegal que, para más dificultad, recorre EEUU desde una punta hasta la otra: de San Francisco a Nueva York. Vamos, toda una locura sobre ruedas sin reglas ni aliados, pero con un buen repertorio de coches entre los que elegir: Chevrolet Camaro, Lamborghini Aventador, Nissan Fairlady, McLaren MP4-12C, Ford Shelby GT500 Super Snake...
En total, 300 kilómetros de recorrido “in-game” (se dice que es tres veces más que Hot Pursuit), los cuales prometen hacer de este Need for Speed el más grande jamás diseñado hasta la fecha. Una gran carrera, en resumen, que nos hace partir desde la posición 225 hasta alcanzar al primero y más peligroso piloto de todos atravesando desiertos, entornos nevados, montañas rocosas, cañones estrechos y densas ciudades dentro de localizaciones reales al estilo de Las Vegas, Detroit, Dakota o Chicago.
Un aspecto a considerar es que, con cada recorrido, la dificultad va aumentando de manera paulatina, dentro de una estructura arcade que nos plantea objetivos como adelantar a cierto número de rivales, acabar antes de que se agote el tiempo o simplemente sobrevivir a todo lo que se nos venga encima. ¿La razón? Que The Run no es un juego de conducción cualquiera, sino uno muy cinematográfico donde música hollywoodiense nos acompaña en cada curva, dentro de lo que supone una auténtica carrera por la supervivencia.
Así, sin ir más lejos, uno de los recorridos presentes en el evento de Londres nos planteaba escapar a toda velocidad de la persecución policial. Un helicóptero no dejaba de soltar balas sobre nuestro bólido, lo cual creaba efectos colaterales en forma de vigas precipitándose o de explosivos interponiéndose en nuestro camino. Eventos “escriptados” todos ellos que imitan las modas “shooters” actuales, junto a un sistema de vida que hace ponerse la pantalla en rojo cuando la integridad de nuestro vehículo se encuentra en peligro.
Por ello, no es nada complicado que perdamos la vida en más de una ocasión, aunque los desarrolladores ya habían pensado en ello. Dependiendo del nivel de dificultad, hemos podido conocer que tendremos una serie de continuaciones (conocidas como “rewinds”) que nos mandarán al último punto de control. Una solución excesivamente arcade, lo sabemos, pero que ciertamente encaja con el enfoque de este nuevo videojuego. Uno donde no podía faltar el nitro (se rellena con el paso del tiempo), así como la técnica del rebufo.
Interesante es apreciar que durante nuestros recorridos podremos encontrar rutas alternativas que nos permitan hacer el mejor tiempo, aunque creemos que va a ser difícil que The Run vaya a ser un producto altamente rejugable. Tal vez pueda salvarle el detalle de que haga su presencia Autolog (para comparar tiempos con otros usuarios), pero en líneas generales la sensación es la de encontrarnos ante un Need for Speed más corto que los anteriores... aunque eso sí, más cinematográfico y fácil de controlar.
Esta última entrega tiene la firme intención de llegar al máximo número de usuarios, y por ello su manejo resulta altamente intuitivo. No hay presencia de simulación en este proyecto. Tampoco es importante saber frenar, sino más bien tener reflejos para esquivar al tráfico -en determinadas fases- o los peligros que se nos vayan poniendo sobre el trazado. The Run es, en definitiva, un título diferente a todo lo que hemos conocido, dirigido a nuevos públicos dentro de la saga.
Aún así, todavía hay elementos por los que los más puristas podrían esperar. Por ejemplo, el sistema de daños responde bastante bien a nuestros impactos (con deformaciones de carrocería prominentes, así como arañazos y rotura de cristales). Tal vez los golpes resulten clónicos entre los distintos modelos de coches que hemos apreciado en esta demostración, pero el poder del motor Frostbite 2 empleado en Battlefield 3 se dejaba ver, con una deslumbrante cifra de explosiones a nuestro paso. Y es que, probablemente, esa acabe siendo una de las mejores razones por las que esperar al título. Cinematográficamente arcade, The Run promete hacernos correr, y como nunca, por nuestra vida a partir del próximo 15 de noviembre.