El más ansiado de los regresos para los amantes del Hack and Slash está ya a la vuelta de la esquina. Se trata del de el gran Kratos, y es que el espartano está a punto de desembarcar entre nosotros con una aventura de leyenda. En el marco de la inminente llegada de God of War: Ascension, entramos Dentro de la Saga y comparamos el nuevo videojuego con el fenomenal God of War 3.
El estandarte de PlayStation no se ha prodigado demasiado en esta generación de videoconsolas, y ha cedido algo de protagonismo a otros héroes como Nathan Drake, por poner un solo ejemplo. Sin embargo nadie duda de que Kratos sigue estando en gran forma en consolas de sobremesa, y a ello contribuyen lanzamientos tan fenomenales como God of War III o los remakes en alta definición que nos han permitido disfrutar de los dos originales de PlayStation 2, así como de otros dos acertados traslados de PSP.
Pero ocultar que la fuerza de Kratos sigue siendo descomunal sería mentir, sobre todo si echamos un vistazo a la expectación que rodea al prometedor God of War: Ascension que está a punto de llegar a las tiendas de todo el mundo. Los motivos para que el interés sea tan alto son innumerables, y pasan desde el prestigio del estudio Sony Santa Monica que lo desarrolla, hasta el carisma de la experiencia jugable que garantiza la saga... pasando por la novedosa incorporación de un multijugador que promete brindarnos grandes réditos.
Así pues, nadie puede acusar a la franquicia de sobre-exposición ni tampoco de acomodarse, de modo que en un principio todo el terreno para el lanzamiento del nuevo God of War no podría estar mejor alisado. Las perspectivas son grandes no sólo entre los fans del género sino también entre cualquier poseedor de una PlayStation 3. ¿Cómo medir el impacto que pueda tener esta nueva entrega? No se nos ocurre mejor manera que la de comparar el nuevo episodio con el último que hemos disfrutado en la consola de Sony. God of War: Ascension vs God of War III. ¿Alguien da más?
JUGABILIDAD[/t]
• Respeto escrupuloso por las características más reconocibles.
• Precuela que presenta un Kratos más humano que nunca.
• Debut en la franquicia del multijugador.
En términos jugables God of War III era un videojuego bastante conservador, quizá el que más apostó sobre seguro de toda la serie hasta la fecha. Apoyándose en los componentes de épica que comenzó a introducir de forma tan palpable la segunda parte, y aderezándolos con un par o tres de "fichajes" para las armas, consolidó un producto fantástico desde todos los puntos de vista. Uno al que sólo faltó algo más de constancia en el nivel de inspiración de la campaña individual para resultar galardonado con un aplauso por parte de crítica y aficionados incluso mayor. El lanzamiento resultaba tan pulido y perfeccionado en términos de combate y control como imaginamos que podía ser uno perteneciente a este género, y todavía permanece como uno de los Hack and Slash más recomendables de los últimos tiempos.
Ascension, desde el punto de vista jugable, busca afianzarse también sobre los pilares de reconocido prestigio que hasta ahora ha venido ofreciendo la campaña. Eso sí, ante las críticas de exceso de conservadurismo por parte del anterior capítulo, en Sony Santa Monica han puesto en marcha un planteamiento algo más arriesgado en cuanto a la oferta de actividades y modalidades paralelas al modo historia. Así debuta un multijugador que es el gran titular de las novedades directamente relacionadas con el entretenimiento, y que viene a ser lo que ha focalizado para desesperación de muchos aficionados la fase promocional del programa.
Sin embargo que Ascension traiga consigo componente on-line, recordemos por primera vez en la IP, no supone en absoluto que se descuiden aspectos clave. Así podemos estar tranquilos porque todo lo que tiene que ver con el sanguinario componente competitivo, en el que no aparece Kratos para permitir la personalización de los personajes, está realmente pulido y bien trazado, pero no impide que sus responsables se hayan volcado en la parte off-line como clave del programa. Viviremos ahí, a modo de precuela, acontecimientos que tuvieron lugar antes de lo que vivimos en el God of War original; y tras liberarnos del yugo de Ares comenzaremos una épica batalla contra el mundo para transformarnos, a golpe de nuevos combos, en la letal máquina homicida en la que acabaremos convertidos.
[t3]TECNOLOGÍA
• Modificación del God of War III Engine.
• Fluidez absoluta por bandera.
• Movilidad máxima y constantes cambios de perspectiva.
Desde la óptica tecnológica, el lanzamiento de God of War III era esperado como agua de mayo. Se buscaba una nueva demostración de "qué es capaz" PlayStation 3, y allá por el año 2010 los resultados no podían ser más positivos. El juego no era perfecto, y en algunos sentidos flaqueaba en momentos puntuales que le impidieron llegar a lo más alto, sin embargo el resultado era imposible no considerarlo como sobresaliente y a una fluidez encomiable en sus movimientos se unían unas animaciones asombrosas, unos efectos fantásticos y un trabajo de versatilidad de motor gráfico que permitía una cámara en constante movimiento y más cinematográfica que nunca.
El estilo cinematográfico que debutó como tal en God of War II, y que se perfeccionó en God of War III para fomentar la parte épica, tiene por misión alcanzar nuevas cotas en Ascension. Para ello se cuenta con una versión fuertemente modificada del motor gráfico del anterior título, una que permita todavía más fluidez y todavía más virguerías en pantalla. No sólo habrá más enemigos simultáneamente ante nosotros, sino que su nivel de detalle va ser disparatado... y todo ello bañado por una iluminación asombrosa. Esperamos de la experiencia on-line un código de red lo suficientemente bien pulido como para hacer que su atípico multijugador destaque por la exactitud y la precisión necesaria para ejecutar los sofisticados combos de los que hace gala la serie.
GRÁFICOS
• Incidencia aún mayor de las dimensiones colosales.
• Inmejorable apartado artístico, y recreación de escenarios.
• Diseños muy imaginativos para criaturas y personajes.
El punto de vista artístico era uno de los grandes titulares de God of War III desde su anuncio, y como miembro de una de las series más representativas en este sentido, lo cierto es que no falló. La gran apuesta era la de incrementar todavía más el prisma de la experiencia gráfica, y para ello se trabajó de forma brillante en una consecución perfecta del sentido de la escala. Pocas veces habíamos visto un trabajo semejante, pero por si fuera poco todo el conjunto fue revestido con una ejecución fenomenal de texturas, sombras, carga poligonal y un largo etcétera de características visuales irreprochables.
Si God of War III era un juego que rozaba la perfección en la parte artística/gráfica, podemos extraer casi con toda seguridad idénticas conclusiones del nuevo capítulo. El sentido de la escala es incluso más majestuoso en este episodio, con una creación de escenarios y modelado de oponentes que gana muchos enteros en este sentido. Desde el punto de vista gráfico el producto es tan brutal como sus sanguinarios combates y cuenta con algunos de los más potentes y más imaginativos diseños que hemos visto en los últimos tiempos para un Hack and Slash. A ello hay que sumar toda esa retahíla de características puramente relacionadas con la ejecución gráfica, que parecen innegociables a estas alturas en un lanzamiento de un estudio de la talla de Sony Santa Monica.
SONIDO
• Doblaje a nuestro idioma al buen nivel habitual de la serie.
• Música tan épica y majestuosa como siempre.
• Efectos de sonido brutales y tan cruentos como el combate.
Inmaculado es una palabra tradicionalmente ligada a los trabajos del audio de software para Sony en general, y para los de la serie God of War en particular. Las aventuras de Kratos siempre han gozado de un plus que disparaba su condición de epopeya gracias a unas bandas sonoras emblemáticas y a unos doblajes más que adecuados. La tercera entrega nos regaló un delicioso más de lo mismo en ambos apartados, aunque las voces en nuestro idioma fueron acusadas de resultar algo blandas e impropias de un lanzamiento con la garra de éste.
Todo tiene aspecto de volver a rayar a gran altura en el aspecto sonoro de un God of War III, que tiene una vez más valores de producción sobradamente capaces en todas sus facetas para satisfacer a los amantes de las historias bien contadas. El esfuerzo en este campo siempre ha sido sobresaliente, y se ha reclutado para la banda sonora a Tyler Bates, un compositor de cine habitual de los trabajos de Zack Snyder (300, Sucker Punch o Watchmen, entre muchas otras). El doblaje a nuestro idioma está, lógicamente confirmado, aunque todavía no hemos oído lo suficiente para llevar a cabo una valoración que emitiremos con el análisis.
INNOVACIÓN[/t]
• Bastante continuista aunque con algunos cambios.
• Introducción del multijugador de corte competitivo.
• Abundancia de nuevas armas para redefinir el combate.
A pesar de ser un videojuego absolutamente sobresaliente, lo cierto es que God of War III no era excesivamente innovador. Introdujo algunas pequeñas cosas aquí y allá como algunas nuevas armas, una potenciación de las escalas gigantescas y la posibilidad de subirnos a lomos de criaturas para machacar a nuestros enemigos. Interesantes aditivos, por supuesto, pero bastante alejados de lo que se presumía para una saga tan poderosa como ésta, y más teniendo en cuenta que se trataba del debut de la serie PlayStation 3: un nuevo horizonte para la franquicia.
La innovación parece aumentar en Ascension, y no sólo por algunas incorporaciones especialmente llamativas sino también por otros detalles algo más sutiles. Lo primero que llama la atención es, como es lógico, el debut del multijugador, una novedad que parecía impensable para la franquicia hace cierto tiempo pero que presenta un aspecto formidable y se convierte en uno de los pilares de la experiencia. Por otra parte también debutan algunas nuevas armas y combos, así como las capacidades de empalar o de reducir a nuestros enemigos a cenizas.
[t3]LA PREGUNTA