Los creadores de dos de las más grandes sagas de la marca PlayStation dan el salto a lo multiplataforma con FUSE, un shooter que es cualquier cosa menos típico y predecible. Cooperativo con grandes cotas de diversión, dirección artística impecable y todo el estilo agresivo y desenfadado del estudio en uno de los juegos de acción a seguir en el presente 2013. Lo hemos probado otra vez, y te contamos qué nos parece.
Teniendo delante el historial de Insomniac Games, podría decirse que este FUSE viene a replantear el sentido de la compañía en la industria. Comenzaron, como todos sabréis, con Spyro, una saga que todos guardaremos en nuestros corazones como uno de los grandes plataformas de finales de los 90. Luego le siguió la estela Ratchet & Clank, que consiguió convencer a los jugadores con un estilo propio y una buena evolución entre sus diversas partes. Resistance, por su parte, resultó un giro muy marcado con respecto a la apariencia más juvenil de sus anteriores trabajos, tratándose de una serie de títulos que fueron más y más hacia la oscuridad. Con todo, Insomniac demostró que tenía muy buena mano para los videojuegos, pero también poco miedo a atreverse con estilos enfrentados.
FUSE, por su parte, parece encontrarse en la mitad de esos estilos. Por un lado nos encontramos con una apariencia más caricaturesca, mucho más colorida de lo que suele estilarse en el género; por otro, coge la carne, la sangre y el fuego de los shooters más crudos. Durante el último showcase de Electronic Arts, tuvimos la oportunidad de probar tanto el modo de campaña cooperativo como un modo estilo horda que se nos planteó como competitivo. Las dos experiencias difieren mucho, lógicamente, pero hay un punto en común que nos quedó bien claro: en FUSE las armas importan, y hay que saber combinar esfuerzos para que no nos coman vivos.
Armas de acción alienígena
Por si no os acordáis o no habéis llegado a leer nuestro anterior avance, os recordamos que uno de los elementos que define a FUSE es la existencia de unas armas muy especiales que se encuentran al servicio de los cuatro protagonistas. Cada una es diferente, y cada uno de los protagonistas ve delimitada su funcionalidad en el combate tanto por el arma como por sus habilidades previas. El FUSE, esa sustancia alienígena conocida desde los tiempos de Roswell, es el catalizador definitivo para la guerra del futuro. Las armas confeccionadas a partir de ella hacen mucho más que disparar balas. Hablamos de unas armas que pueden generar campos de energía, cristalizar a los enemigos, derretirlos o mandarlos a otra dimensión. Combinadas tienen un poder devastador en el campo de batalla.
El modo campaña está ideado tanto para aquel que quiera aventurarse solo como para los que prefieran trabajar acompañados. En todo momento hay cuatro personajes en la partida y, siempre y cuando uno se quede huérfano podrá ser seleccionado en mitad de la partida; es decir, si en medio de un combate nos viene mejor usar una de las armas que no controla nuestro personaje, podemos pulsar un botón y meternos en ese cuerpo. Sí, podemos jugar solos, pero no se nos restringe el uso de cualquiera del equipo.
El nivel que jugamos tenía un planteamiento muy clásico, aunque cuenta con esa esencia del videojuego que resulta tan identificable con sólo echarle un vistazo a las imágenes. En la partida contábamos con una serie de objetivos a corto plazo, del estilo de superar a los enemigos apostados alrededor de un hangar para entrar y activar una puerta para seguir adelante, bastante básico como puede verse. Sin embargo pasado ese punto, atravesamos una zona que mostraba el lado más plataformero de FUSE, con un cierto componente de puzzle. ¿Plataformas y rompecabezas en un shooter? Pues sí, Insomniac Games siempre ha sido conocida por la versatilidad de sus trabajos, y aquí vuelven a demostrar que si bien no han reinventado un género, lo cierto es que sí le han dotado de matices y texturas para engordarlo.
El nivel transcurría con varios tiroteos bastante estandarizados antes de que, en última instancia, se desatara el caos. Entonces nos encontramos con varios combates muy intensos que culminan con la aparición de un enemigo final en toda regla, algo que tampoco puede faltar en el programa. Como muestra de la campaña de FUSE, no estamos seguros de si le hace justicia, puesto que el nivel resultó algo genérico y sin excesiva frescura para lo que el potencial de lo que insinúa parece dejar caer. Lo que sí que nos quedó claro es que la sincronización entre los jugadores resultará vital para seguir adelante al haber infinidad no sólo de mecánicas que requieren de cooperación, sino también de situaciones de acción imposibles de superar sin ayuda. Además, como en cada juego del estudio, el arsenal es único, y es que las armas dan "el toque" que puede aportar FUSE al género de los shooters de coberturas.
Todo esto está muy bien, pero sólo hace referencia al cooperativo del que tanto se ha hablado desde el anuncio del título, y ¿qué es eso de modo competitivo? No nos equivoquemos, puesto que no se trata de luchar unos contra otros, al menos directamente, y lo que haremos directamente será rivalizar con nuestros colegas para obtener mejores réditos que ellos. Así pues se trata de un modo estilo horda en el que los contrincantes deben luchar en el mismo bando, pero también buscar mejorar la puntuación de sus compañeros. Esto se consigue realizando ofensivas de forma inteligente y utilizando tácticas como el flanqueo, el sacar partido de la baja salud de un enemigo o el previo ataque de un compañero… Como es lógico cada horda se vuelve más dura que la anterior, incluyéndose enemigos más peligrosos y, en dos de las fases que tuvimos oportunidad de probar incluso pudimos ver dos enemigos finales, que cuentan con una armadura mayor y están fuertemente armados.
De aquí a la salida de FUSE hay un largo trecho, pero hay un factor que nos parece muy determinante para que la propuesta de Insomniac llegue a todo el mundo, y ese es el trabajo del equipo de marketing. En este caso, el propio CEO de Insomniac, Ted Price, es un ejemplo de esfuerzo para dar a conocer su nuevo título. Está claro que la compañía tiene que tratar de hacer honor a su nombre y mantenerse con los ojos muy abiertos, porque en FUSE se encuentran varios géneros en un solo juego que ha sabido mantener la personalidad, y eso, actualmente, es oro.