Tras un año de beta cerrada y un mes abierta a todos los jugadores, World of Warplanes casi está listo para el despegue. A falta de apenas un mes para su lanzamiento, entramos una vez más en la cabina de piloto para repasar las novedades de sus últimas actualizaciones.
Lo primero que se afirma a la hora de introducirse en el mundo de World of Warplanes o de cualquier juego de Wargaming, es que esto no es un simulador. Pero para la compañía dirigida por Victor Kislyi esto no es una pega, ni mucho menos. Sus juegos están hechos para que no pasen más de cinco minutos desde que te sientas enfrente del ordenador y hayas abatido a tu primer avión. Por eso comenzamos cada partida directamente en el aire, saltándonos fase de despegue innecesarias y que alargarían demasiado lo que tienen que ser batallas rápidas y frenéticas.
Esto no quiere decir que no exista una estrategia, es el primer error a la hora de hablar de arcade contra simulación. World of Warplanes tiene mucho de estrategia si quieres conseguir dominar el cielo. Algo que comprobarán los jugadores novatos al dirigirse por primera vez cara a cara contra el enemigo. Aquí se trata de lograr posicionarte de forma cómoda para poder derribar el avión rival y no perder la oportunidad. A través del clásico punto de mira, que nos indica el disparo óptimo en movimiento, será indispensable aproximarse a una altura y dirección correspondiente. Si atacamos a un enemigo desde un lugar incorrecto, lo más probable es que se zafe de nuestra ofensiva y, lo peor de todo, que un compañero le ayude dejándonos totalmente vendidos.
A la conquista del espacio aéreo
Es cierto que World of Warplanes no tiene las posibilidades de un simulador a la hora de manejar el cuadro de nuestro aeroplano o incluso para hacer algunas acrobacias, pero desde la última actualización importante, la 0.4.0, el juego parece otro. Las físicas se llevan la palma, con un comportamiento mucho más realista y diferente de cada avión, lo cual logra que nos interesemos en las diferencias de cada uno de los diferentes aeroplanos que tenemos a nuestra disposición y decidamos si queremos más rapidez, más maniobrabilidad, un mejor ataque o más potencia de motor. Esto, unido a los diferentes tipos de ataque, a saber ajustar la potencia de nuestro motor en según qué ocasión y levantar los frenos para hacer giros terroríficos que te permitan darle la vuelta a cualquier situación, hacen de World of Warplanes un juego a tener en cuenta en el mundo competitivo.
Actualmente disponemos de cuatro tipos de aviones: de ataque, ligeros, pesados y embarcados, utilizados para despegar desde portaaviones. Por ejemplo, los ligeros son especialmente útiles para el dogfighting, perseguir a otros aviones y derribarlos, sin embargo poseen una escasa potencia de juego y son fácilmente derribados por enemigos pesados, a los cuales no infligen mucho daño. Aquí es donde son importantes las naciones de estas contiendas, puesto que cada una dispone de unas ventajas especiales. Por ejemplo, los aviones alemanes son especialistas en combates a gran altitud mientras que los soviéticos son muchos más operativos a baja altura, y dependerá de qué tipo de jugadores seamos el escoger una u otra clase, a no ser que estemos afiliados a un clan, donde será mejor que cada uno de los componentes equilibre las debilidades del equipo. Por todo ello, World of Warplanes puede no ser un simulador con toda la importancia que se le da a esta característica, pero no hay duda de que Wargaming ha sabido aplicar los suficientes parámetros para que se requiera de mucha habilidad en las batallas más complejas. Es un fiel reflejo de la filosofía Capcom "fácil de jugar, difícil de dominar".
Los gráficos también se han visto muy mejorados, hasta el punto que casi parece un juego nuevo comparado con las versiones anteriores. Destacan los efectos de luces, muy cuidados y que reflejan perfectamente los distintos efectos en nuestro avión, las nubes realistas y el propio terreno que sobrevolamos, que proporciona unas estampas realmente impactantes y goza de un acabado realmente notable cuando volamos bajo para intentar esquivar a nuestro perseguidor.
No hay novedades en cuanto a modos de juego. Un derribo significa volver al menú de selección para empezar de nuevo, lo cual en algunos momentos y según las colas de cada mapa puede llegar a interrumpir considerablemente el ritmo entre partida y partida, sobre todo para aquellos jugadores que prefieren la rapidez de los modos donde puedes regenerarte. Pero el equipo de Wargaming tiene claro los objetivos, muy similares a los de su popular World of Tanks: aquí lo que importa es la experiencia conseguida en el combate y el dinero, que nos servirá para adquirir nuevos aviones con los que volver a la batalla. Será importante decidir con cabeza y conocer cuáles son nuestros puntos vulnerables y cuáles nuestras fortalezas. Si nos cuesta zafarnos del enemigo, quizá prefieras elegir un caza pesado, que posee a un artillero en la cola del avión para dar algo de guerra mientras intentas librarte de él; por el contrario, si eres bueno maniobrando y tienes gran puntería, preferirás un avión ligero que te permita hacer giros imposibles. Posiblemente perderás potencia de fuego, pero te costará menos apuntar.
Wargaming sigue mejorando cada vez más los controles. El Joystick sigue siendo una verdadera experiencia para este tipo de juegos, pero el equipo ha conseguido que la experiencia de teclado y ratón no le vaya a la zaga. Es un gran modo a la hora de bombardear estaciones situadas en el terreno y logra una gran precisión en las persecuciones. Aún les queda, sin embargo, mucho camino por recorrer si quieren trasladar la experiencia al mando de consola. Aunque siguen haciendo progresos en ese sentido, es muy posible que no veamos un control totalmente eficaz hasta una posible versión para consolas, algo que Wargaming no descarta en absoluto y que dependerá más de qué tal funcione World of Tanks para Xbox 360.
World of Warplanes sigue en estado de beta, abierta desde el pasado mes de julio, por lo que su modelo Free To Play se sustenta en estos momentos por créditos en vez de dinero real con el cual podrá investigar y adquirir nuevos aviones. El equipo nos confirmó que una vez que el juego esté terminado, será posible compartir nuestro dinero ganado en World of Tanks con el de Warplanes, así como crear clanes, comprar equipo, armas y aviones premium. Eso sí, cuando el juego salga a la luz el próximo 26 de septiembre, podremos intercambiar estos créditos por oro del juego sin ningún problema.
El objetivo de Wargaming sigue siendo claro, llegar al momento donde puedan crear su propio campo de batalla uniendo tanques, aviones y barcos de su próximo proyecto World of Warships. En palabras del propio Kislyi, "queremos crear experiencias legendarias inolvidables". De momento, con el éxito de sus últimos lanzamientos, lo están consiguiendo.