La lucha de las megacorporaciones vuelve a nuestras consolas y ordenadores con un reboot diferente. En esta ocasión, nos centramos en su modo multijugador. Personajes diferentes, trama diferente y una aplicación del término “cooperativo” tan cruel como necesaria.
Probablemente si nos paramos a pensar en los últimos títulos del mercado, sobre todo el género del shooter, nos daremos cuenta de que la modalidad cooperativa ha terminado por convertirse en un añadido más que necesario. Si tu campaña no tiene cooperativo, quizá le estés privando a los usuarios de una experiencia diferente que, lógicamente, podrán vivir con sus amigos.
Sin embargo, cuando conoces bien tu juego, y nos consta de que Starbreeze sabe muy bien lo que hace en cada una de sus producciones, a veces te enfrentas al dilema. Y es que el modo campaña no siempre se ajusta a las características que marcan este panorama multijugador. Sobre todo si lo que buscas es una experiencia más cinemática y centrada en el personaje principal en concreto.
No es de extrañar por su trayectoria (Las crónicas de Riddick, The Darkness) que el equipo sueco haya separado esta modalidad de la campaña principal. Aquí Starbreeze nos propone una experiencia distinta para cada uno de los modos que ofrecerá Syndicate, sin duda, uno de los juegos más inminentes y más desconocidos al mismo tiempo.
Nada de heroicidades
El consejo del estudio cuando nos dispusimos a jugar en esta sesión multijugador fue claro: no os separéis mucho y curaos todo el tiempo. Mediante un sistema de acciones especiales, una especie de “ventajas” que tiene cada personaje, podemos interactuar con el entorno, con nuestros compañeros y con los enemigos. La acción que todo el mundo comparte es la posibilidad de restablecer la salud de un miembro del equipo siempre que esté cerca, a diferencia de otros juegos donde tenemos que esperar a que el jugador pierda por completo la salud para poder ir a por él (algo que aquí también se puede hacer).
Este elemento es clave, y permite que, si jugamos bien y en equipo, las partidas sean rápidas y no se conviertan en un juego de buscar al miembro del equipo para salvarle. Además, tampoco podemos pecar de héroe, ya que sin el apoyo de nuestros compañeros nos será prácticamente imposible completar la misión. En total, podremos elegir a cuatro personajes para los cuatro jugadores como máximo que permite Syndicate. Y os aseguramos que no sobra ninguno, ni siquiera en los modos más bajos de dificultad.
Para superar los muchos retos que nos presenta esta modalidad, con diferentes tipos de misiones que, si bien no tienen esa atracción de la campaña principal en cuanto a historia, al menos nos marca un objetivo franco, directo y variado que nos obligará a cooperar. Pero cooperar de verdad. Como te alejes, aunque sea para flanquear y conseguir más muertes, estás vendido. Y lo peor de todo, alguien tendrá que venir a rescatarte, por lo que pones en peligro la misión, ya que si estás muy alejado te convertirás en una trampa mortal y lo más probable es que tu rescatador termine en la misma situación.
Si, por el contrario, vais unidos, podréis ir curando vuestras heridas a una distancia prudencial (sin necesidad de estar totalmente juntos), con lo cual no sólo tendréis más posibilidades de sobrevivir, sino que eliminaréis ese concepto de “espera a que aparezcas” o “espera a que te salven” que puede arruinar cualquier experiencia en línea.
Planteando la situación
Así que ya tenemos el primer punto de conexión: el ritmo. La modalidad cooperativa de Syndicate puede llegar a ser muy rápida si se juega en equipo. Si, además, contamos con un headset y unos compañeros “amigables”, podremos ir indicando nuestros movimientos y pedir algo de apoyo. Por ejemplo, en ciertos momentos nos enfrentaremos a un soldado de muy alta graduación que suele ser invulnerable en primera instancia. Para poder acabar con él será necesario piratear sus escudos de modo que se le pueda dañar.
Si intentas hacer esto por tu propia cuenta, lo más probable es que termines tieso en campo abierto. Lo mejor es avisar que vas a piratearle tú, para que el resto de compañeros generen una distracción, y una vez que le hayas pirateado un miembro puede activar su habilidad especial para que las armas hagan más daño, momento perfecto para coserle a balazos. Y os aseguramos que de hacer las cosas bien a hacerlas a la ligera hay un mundo de diferencia.
Una vez acabado con el enemigo un jugador le extraerá el chip interno en una espectacular animación. Incluso puede quedarse con su arma, que normalmente suele ser una demoledora gatling. Y la misión continuará hasta que se cumplan los objetivos. Por citar algunos, en ciertas ocasiones debíamos eliminar un blanco, colocar unas bombas o robar unos datos de un servidor, por lo que cada uno de los miembros tenía que llevar un maletín cargado, limitando nuestro arsenal de armas hasta llegar al helicóptero.
Sindicato del crimen
El modo cooperativo de Syndicate, al igual que su campaña principal, nos ha parecido, sobre todo, muy sensato. Se nota la intención de Starbreeze en no meterse donde no le llaman, ni luchar contra quien no debe. El sistema de misiones cooperativas fuera de la misión principal es un acierto, sobre todo si tu juego lleva una idea muy determinada y puede mermarse, como es el caso.
Aún queda por ver muchas cosas, ya que el sistema de habilidades de los personajes era muy limitado en el código que pudimos probar y probablemente se vayan desbloqueando a medida que jugamos, aunque no sabemos si irán en concordancia con el nivel o con unos hipotéticos puntos de experiencia; pero echamos de menos algunos de los grandes inventos vistos en la campaña, como por ejemplo influir en los enemigos para que se vuelen la tapa de los sesos o esas balas que giran esquinas. De momento, los únicos que hemos confirmado son básicos: cura, escudo, potencia de fuego. Algo escaso si consideramos el potencial de un universo tan rico como Syndicate.
Lo que sí se ha mantenido con respecto a la campaña son los movimientos. Aun en primera persona se asemejan al sistema utilizado por Brink (pero con muchos menos saltos), donde podremos deslizarnos rápidamente por los suelos, de cobertura en cobertura, con unas animaciones en lo que respecta a los brazos y las armas bastante espectacular.
Syndicate no se parece a ningún otro juego de Starbreeze como si lo hacían entre sí Crónicas de Riddick y The Darkness. Pero lo cierto es que, realmente, no se parece a ningún otro shooter, aunque todos ahonden en el camino de las coberturas y el gatillo fácil. Y quizá sea esa diferencia lo que nos produzca tanta curiosidad por él...