Hearthstone Heroes of Warcraft: Impresiones jugables

Hearthstone Heroes of Warcraft: Impresiones jugables
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Deja a un lado tus armas. Acomódate en la taberna con una buena jarra de cerveza a tu vera, y disponte a disfrutar de un auténtico duelo de titanes… ¡con cartas! Esto es precisamente lo que propone Hearthstone: Heroes of Warcraft. Un adictivo juego free-to-play con el que Blizzard pretende mantenernos horas y horas enganchados. Y por lo visto en su beta, no van mal encaminados.

Aunque desde hace años existe un juego de cartas coleccionables ambientado en el universo World of Warcraft, que Blizzard decidiera crear un videojuego free-to-play basado en este formato nos cogió por sorpresa. Más por el anuncio en sí que por el hecho de apostar por un terreno virgen para ellos. No por nada, hablamos de un estudio al que no le asustan los retos. Y ciertamente, visto lo visto durante la fase de pruebas beta de Hearthstone: Heroes of Warcraft, nuestras sensaciones con el juego no podían ser mejores.

Valgan como ejemplo las horas y horas que le hemos dedicado al programa echando "una partida más" sin darnos cuenta del tiempo transcurrido. Que no ha sido poco. Y si no fuera porque tenemos que escribir estas impresiones, os garantizamos que ahora mismo estaríamos echando "otra partida más" a este divertido juego de cartas que si bien es verdad no resulta especialmente novedoso en comparación con otros exponentes del género, sí cuenta con los ingredientes necesarios como para alcanzar el estrellato.

El as bajo la manga

Algo tiene Hearthstone, que desde el mismo instante en el que inicias la partida y escuchas a los héroes del universo Warcraft lanzándose puyas en un ambiente propio de taberna, te engancha de mala manera. Pero bastan un par de minutos, unos pocos duelos contra los rivales, para empezar a entenderlo. ¡Este juego es puro vicio! Y lo es porque a pesar de su aparente sencillez, de lo fácil que resulta ponerse a repartir estopa aunque seamos primerizos en el género, el juego oculta en su interior un potencial y una profundidad jugable digna de elogio.

Y es que lo nuevo de Blizzard responde a la perfección a la idea "fácil de jugar, pero difícil de dominar", siendo capaz de contentar tanto a los usuarios noveles como a los veteranos curtidos en mil y una batallas con otros juegos de carácter similar como Magic: The Gathering. Lo que no logra cualquiera. Pero… ¿qué ofrece exactamente Hearthstone? Ni más ni menos que duelos estratégicos entre dos jugadores, que medirán sus fuerzas en emocionantes batallas por turnos haciendo uso de un mazo de cartas formado por hasta 30 tarjetas distintas.

Una poderosa herramienta de combate que podremos diseñar a nuestro antojo utilizando las más de 300 cartas que incluirá el programa en sus primeros compases de vida, teniendo en cuenta eso sí que no todas estarán disponibles de inicio, habrá que desbloquearlas ganando partidas o comprándolas con dinero real; y que dependiendo de la clase de héroe que controlemos, de los nueve tipos de personaje disponibles, contaremos con un set de cartas exclusivo y una habilidad especial que condicionarán notablemente nuestro estilo de juego. Y no exageramos.

Como en World of Warcraft, hay nueve clases de personaje distintos: Guerrero, Pícaro, Chamán, Druida, Cazador, Paladín, Mago, Sacerdote y Brujo.
Como en World of Warcraft, hay nueve clases de personaje distintos: Guerrero, Pícaro, Chamán, Druida, Cazador, Paladín, Mago, Sacerdote y Brujo.

El rey de la baraja

Algunas de estas cartas nos permitirán invocar toda clase de criaturas sacadas directamente del universo World of Warcraft para que combatan en nuestro nombre. Otras, en cambio, nos darán acceso a una amplia variedad de hechizos y habilidades especiales con los que dañar a los contrarios, provocarles toda clase de estados alterados o, por qué no, mejorar también las perspectivas de éxito de nuestras tropas aumentando su capacidad de ataque, defensa, e incluso dándoles la oportunidad de golpear justo tras aterrizar sobre el tablero de juego –normalmente deben esperar un turno- por poner solo algunos ejemplos.

¿Cómo llevar a cabo estas acciones? Usando maná, que se regenerará completamente y de forma automática al final de cada turno, en el que también se incrementará en +1 el total de cristales de poder a nuestra disposición. Empezaremos la partida con tan solo uno de estos cristales, y a partir de ahí iremos ampliando nuestras opciones de juego con la posibilidad de convocar a las unidades más poderosas o lanzar los hechizos más temibles. ¡Pero ojo! Toda decisión tendrá sus consecuencias, y la gestión del maná y de las cartas que tengamos en nuestra mano será esencial para alcanzar la victoria.

Si hablamos de los esbirros, por ejemplo, estos presentan tres valores clave como son su capacidad de generar daño, su nivel de salud, que descenderá conforme reciban golpes; y el maná que deberemos pagar para invocar. Pero aparte, algunas de estas unidades también cuentan con habilidades especiales que conviene tener muy en cuenta. Hablamos por ejemplo de la posibilidad de cargar directamente contra los enemigos nada más pisar el tablero de juego, la habilidad de incrementar el daño o la defensa de sus aliados, e incluso tropas que a su vez invocarán a nuevos esbirros. Por poder, podemos invocar a criaturas que atraerán la atención de los enemigos para evitar así que se golpee al héroe... porque si este muere, se acabó la partida.

No hay nada más satisfactorio –o frustrante- que convertir en pollo a la criatura más poderosa sobre el tablero para acabar con ella de un golpe. ¡Pura estrategia de un genio del mal!
No hay nada más satisfactorio –o frustrante- que convertir en pollo a la criatura más poderosa sobre el tablero para acabar con ella de un golpe. ¡Pura estrategia de un genio del mal!

Las opciones son increíblemente altas, y la profundidad estratégica que se alcanza en las batallas resulta sorprendente teniendo en cuenta, una vez más, que estamos ante un título condenadamente fácil de jugar y extremadamente adictivo. Lo que no nos extraña teniendo en cuenta la capacidad que tiene para incitarnos a echar una partida más, a aplastar a ese rival que nos ha vencido en el último momento con una jugada magistral; a probar nuevas combinaciones de cartas con las nuevas criaturas con las que se nos ha premiado por cumplir los retos del día o, por qué no, simplemente para pasar un rato.

Porque las partidas no suelen durar más de diez minutos –hay un tiempo límite por turno-, lo que invita a que en nuestros ratos libres disputemos algún duelo contra otro jugador, o nos adentremos en el modo práctica para desbloquear el acceso a nuevos héroes y cartas.

Hearthstone también cuenta con el llamativo modo Arena, en el que se nos invita a competir contra otros jugadores creando un mazo de cartas de entre las opciones que nos da la propia Blizzard. Eso sí, invirtiendo las monedas de oro que hayamos ganado durante las partidas normales. Aspecto este último que aumentará todavía más la tensión y emoción de estos duelos, que supondrán la mejor forma de probar nuestra valía en esos campos de batalla con forma de tablero de juego en los que se disputa toda la acción. Escenarios que, huelga decir, cuentan con un nivel de detalle más que aceptable.

Existe un montón de criaturas y hechizos de carácter neutral válidos para todos los personajes. Pero serán las cartas exclusivas las que marquen la diferencia.
Existe un montón de criaturas y hechizos de carácter neutral válidos para todos los personajes. Pero serán las cartas exclusivas las que marquen la diferencia.

Sobre todo porque a nivel gráfico, estamos ante un título realmente destacable. No ya solo por las impresionantes ilustraciones que dan forma a todas y cada una de las más de 300 cartas a nuestra disposición. Que ya de por sí resulta espectacular. Sino también por el propio diseño de las mesas de juego, que están totalmente inspiradas en el universo World of Warcraft, incluyendo en sus esquinas toda clase de criaturas y lugares característicos de este popular MMORPG. ¿Lo mejor? Que podemos incluso "juguetear" con estas partes del escenario mientras esperamos a que el rival ejecute su movimiento. Detalle muy del estilo Blizzard que nos ha gustado mucho.

También resulta exquisita la interfaz de usuario, clara y elegante a todos los niveles, o la recreación de los movimientos de ataque de nuestras tropas. Nada espectacular, pero sí muy efectista y llamativo a nivel visual. Gran espectáculo visual al que debemos sumar también una muy buena banda sonora, con melodías ambientales que acompañan a la perfección al ritmo de la partida mientras disfrutamos de la contundencia de los efectos sonoros de ataques y demás; o de un magnífico doblaje al castellano con el que resulta imposible no echarse unas risas. Y es que las puyas, los insultos y los gritos de victoria son puro World of Warcraft.

No es de extrañar, por tanto, que esperemos como agua de mayo el lanzamiento definitivo de este Hearthstone: Heroes of Warcraft para PC, Mac y dispositivos iPad. Lo que se producirá en cuestión de meses, aunque todavía no contamos con una fecha de publicación concreta.

Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

4.527 visualizaciones

El AUTÉNTICO AAAA de Ubisoft FAR CRY 2

Hay revoluciones que pasan frente a nuestros ojos sin que apenas nos demos cuenta. Juegazos que, por la velocidad de la industria y lo rápido que muchos se suman a las modas, pasan inadvertidos o hacen algo de ruido para luego quedar completamente sepultados por secuelas o...